El misterioso caso del violoncello Stradivarius del Palacio Real de Madrid (2ª parte)

El violonchelo Stradivarius del Palacio Real de Madrid






El violonchelo es uno de los cinco instrumentos, elaborados por el lutier italiano Antonio Stradivari y conocidos por un espectacular sonido de sus obras, que compró el rey Felipe V.
Un violonchelo Stradivarius del Palacio Real de Madrid se rompió accidentalmente el 13 de abril. La causa del accidente no se hizo pública. Patrimonio Nacional, dependiente de la presidencia del Gobierno, declinó comentar los reportes de prensa que apuntaban a que el chelo cayó de una mesa durante una sesión fotográfica Patrimonio Nacional, un organismo que se caracteriza por la nula transparencia, ordenó a todas las personas que presenciaron el hecho silencio absoluto. Pero un desastre de esa categoría salió del Palacio Real a los pocos minutos y llegó al mundo de los lutiers que están indignados.
En el informe realizado se habla del estudiante lutier, que no tuvo ninguna culpa en el suceso, de «tener una actitud petulante con actitudes críticas a los procedimientos seguidos, comparativas con los procedimientos usados en otros lugares, pretendiendo manipular los instrumentos y manifestando incluso deseos de desmontar los Stradivari».
La fractura se produjo en la única parte no original del instrumento que fue colocada un siglo después de la construcción del violonchelo dentro de la moda de aquellos años para lograr otra tonalidad en su música. Los expertos consultados por este periódico indicaron que sí que es cierto que esa pieza, el mástil, se colocó un siglo después.
Sin embargo, destacan que parece que con ese análisis Patrimonio quiere restar importancia al suceso. De hecho señalan en el primer informe que «el nuevo mango de soporte carece de la calidad y densidad apropiadas para el resto del instrumento, de una mayor calidad en su materia prima». Por eso considera la dirección de Conservación que es «lógico que ante un golpe seco, aunque fuese con un recorrido de escasos centímetros, le afectase».
Patrimonio insiste en que la zona «afectada es una parte no original, que carece de la calidad y coherencia de ésta, y que debe tener casi dos siglos, lo que es bastante tiempo para una madera de apoyo y soporte que se cambiaba con relativa facilidad». Y llega a asegurar que «se puede cambiar fácilmente sin que afecte a la sonoridad del instrumento».

El daño al instrumento del siglo XVII fue sustancial. La pieza que une el cuello con el cuerpo del chelo —conocida técnicamente como vástago— se rompió y quedó separada del resto del instrumento. El precio del instrumento es incalculable desde el punto de vista histórico. Económicamente es muy difícil valorar, pero un importante miembro del Gremio de Luthiers y Arqueros de España, una organización representativa del sector, calculó que en una subasta podría alcanzar una cantidad de entre 20 y 22 millones de euros. Basa este cálculo en que en una de las últimas reuniones para vender un violín, de menor singularidad, se alcanzaron los 12 millones de euros.


Trabajo realizado por Tania G. de 3º D



Los comentarios están cerrados.