De Santiago Roncagliolo

      "Dos o tres canciones después, tras un paciente ejercicio de repetición, sus pies empezaron a moverse siguiendo el tiempo de la percusión. Cuando sintió que lo conseguía, intercambió contigo una mirada de complicidad. De alguna manera, no sólo estaba descubriendo sus propios pies. Estaba descubriendo la música. No recordaba ninguna afición musical en especial, ningún grupo o solista preferido, y ahora empezaba a descubrir por qué otras personas sí los tenían, y hablaban de ellos con pasión, incluso con excitación. Era posible hacer cosas con la música. Sentir cosas."

en "Tan cerca de la vida".



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