La actitud en el escenario

Como en todos los ámbitos de la vida, la interpretación musical está conformada por aspectos diferentes que se combinan entre sí. Talento, trabajo, fuerza, creatividad, presencia, carisma, técnica…

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Casi siempre nos centramos en los aspectos más técnicos y creativos cuando estudiamos. Buscamos nuestra interpretación más “musical”, con colores, matices, buena ejecución técnica… Pero a veces olvidamos un aspecto muy importante de la interpretación: la actitud en el escenario. Un músico una vez que se sube al escenario debe cambiar su modo de actuar, pasar de ser la persona a ser el artista. Igual que un actor que asume su papel. Debe dejar a un lado sus preocupaciones cotidianas, sus sentimientos reales y mostrar lo que la música pide que muestre.

La actitud como solista o en grupo de cámara

Cuando tenemos que tocar en un concierto, ya sea en el auditorio del conservatorio o en un gran escenario, nuestra presencia ha de ser impecable.

  • Vestimenta: Una actuación es algo serio e importante en nuestra vida. Con nuestra manera de vestir debemos transmitir al público nuestro respeto por la situación y por ellos. Depende de la actuación, pero en general debemos vestir para presentarnos ante los demás como músicos seguros y profesionales.
  • Entrada al escenario: Siempre con paso seguro, demostrando entereza (por muy nerviosos que estemos). La cabeza alta, los hombros rectos. Nada de andar encogidos o dubitativos. En el caso de los grupos de cámara, guardad un orden de entrada al escenario. Toda esa coordinación dirá mucho de vosotros como grupo.
  • Gestos y respiraciones al tocar: Una buena forma de demostrar el control sobre la partitura es acompañar nuestra manera de tocar de gestos y movimientos naturales. Respirar (para pianistas, guitarristas, instrumentistas de cuerda en general…) es también un indicativo de seguridad y concentración.
  • Saludo al público: Siempre con humildad, aceptando todos los aplausos que vengan y saludando las veces que sea necesaria. Por poco satisfecho que te hayas quedado con tu actuación, si el público está contento debes agradecerlo. Si alguien se te acerca para darte la enhorabuena, acéptalo y da las gracias, aunque tú sepas que algunas cosas no hayan ido bien. Si tocáis en grupo, saludad de manera coordinada.

La actitud dentro de la orquesta

Las orquestas tienen su propia forma de funcionar. Para dar una buena sensación de conjunto, cada individuo tiene que mostrarse implicado en la actuación.

  • Vestimenta: Respeta siempre el protocolo para vestir de la orquesta en la que toques. ¡Usa los mismos tonos de negro en tu ropa! Cuida detalles como calcetines. Cuida la elegancia, ya que estás trabajando y durante el concierto eres parte de la imagen de tu orquesta.
  • Levantarse y sentarse: Sé disciplinado y hazlo sólo cuando el concertino lo haga. Cuando te levantes, si tu posición en la orquesta no es de frente al público, colócate de esa manera. Cuando la orquesta se pone en pie está saludando al público y recibiendo sus aplausos, no los recibas de lado.
  • Actitud activa: No toques recostado en la silla, no cruces las piernas, no te distraigas en los tacet… Debes demostrarle al público y a tus compañeros tu respeto por la orquesta y por tu trabajo.

La actitud en un examen o prueba

Aunque no te lo parezca, tener una actitud de “comerse el mundo” en un examen o prueba te da muchos puntos. Hay que creérselo para que se lo crean los demás.

  • Vestimenta y aspecto: Intenta transmitir mediante tu imagen que el examen o prueba te importa. Ten en cuenta, si vas a una prueba u oposición, que el jurado no va a entrevistarte. Toda la información que tienen sobre ti se la vas a dar mientras toques, y no sólo juega el sentido del oído. La vista también tendrá mucho que ver.
  • Entrada al escenario: Demuestra seguridad, como ya hemos dicho antes.
  • Actitud tocando: Haz un poco de “teatro”. Muévete, libera tu interpretación, haz ver el control que tienes sobre lo que tocas (aunque no sea cierto). ¡Aparéntalo!

 





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