Cómo ejercitar la concentración en músicos

Como todo músico sabe, la concentración a la hora de actuar o audicionar es esencial. Si nos encontramos verdaderamente concentrados, los nervios y el miedo tienen menos hueco, centrando nuestro pensamiento en la música.

Lecturas recomendadas:

El primer lugar en el que debemos aprender a concentrarnos es en el cuarto de estudio. A menudo, nuestros pensamientos divagan mientras estudiamos, lo que probablemente dará lugar a que lo hagan cuando actuamos en público. Veamos aquí una infografía que nos muestra en qué cosas se centra nuestro pensamiento cuando estamos distraídos.

concentracion

 

 ¿Cuáles son las principales causas de que no seamos capaces de concentrarnos?
  • Tanto en el estudio como en la actuación, el hecho de pensar “Concéntrate” “Deja de pensar en eso y piensa en las notas” o cosas similares, ya nos están desviando de la acción de tocar o cantar.
  • La falta de interés, que provoca el aburrimiento. Por ejemplo, si nos ponemos a estudiar tocando una ejercicios que de sobra dominamos, es posible que estemos tocando y al mismo tiempo pensando en otras cosas. Hay que ponérselo más difícil, ser tu propio profesor y darle una vuelta de tuerca a aquello que te provoca falta de interés. En el caso de la actuación, esto puede venir por tocar una obra demasiado fácil para nuestro nivel. ¿Nunca te ha pasado en la orquesta o el coro que te distraes cuando tocas un acompañamiento repetitivo? También hay que saber “buscarle las vueltas” a este tipo de situaciones para no perder la concentración. Por ejemplo, hacer ese acompañamiento más interesante.
  • Demasiada complejidad en el estudio o la obra elegida. Cuanto mayor es el esfuerzo requerido para mantener la atención, más difícil es concentrarse. ¿Alguna vez os ha pasado que leéis un texto demasiado complejo y empezáis a pensar en otra cosa? Se trataría del mismo efecto, pero interpretando o estudiando algo demasiado complejo.
Manera de evitar la desconcentración
  • Si lo que nos distrae mientras estudiamos son los asuntos pendientes o las situaciones que nos provocan estrés, una buena solución es tener cerca lápiz y papel. “No debo olvidarme de tal cosa” Apuntas el asunto que te distrae del estudio y continúas, teniendo la tranquilidad de que ya no lo vas a olvidar. Tómate el momento de estudio como un pequeño retiro en el que los problemas no entran, porque en ese momento no los vas a solucionar.
  • Concéntrate en las pequeñas cosas. Piensa en los detalles de cada ejercicio u obra que estés practicando. No pienses en el sonido resultante, piensa en sus detalles: los movimientos que realizas, la relajación de cada músculo, la articulación, la dinámica, el timbre… ve saltando de un detalle a otro y poco a poco piensa con más perspectiva hasta llegar a concentrarte en el sonido conjunto.
  • Ejercita la concentración en las situaciones cotidianas. No pienses en dos cosas a la vez, intenta mantener ese tipo de concentración al detalle cuando barres, cocinas, cuidas las plantas, caminas, lees… con cualquier actividad.
  • Utiliza técnicas de relajación. La concentración implica serenidad y relajación. A su vez, las técnicas de relajación requieren de concentración, con lo cual, practicar este tipo de técnica ayudará a que te mantengas más concentrado. Puedes consultar una buena técnica de relajación en este post.
El estado de flow

Seguramente, no es la primera vez que oyes esta palabra. Muchos deportistas hablan de ello, bailarines, músicos… El estado de flow no es otra cosa que la sensación de estar completamente aislado y sumergido en un actividad. Esta sensación está fuertemente unida a una concentración plena. Algunas personas hablan incluso de la palabra trance o de sensaciones como que el tiempo pase más lento, que las personas se mueven despacio a su alrededor…

Para llegar a este estado, la concentración juega un papel muy importante, es la fusión completa entre físico y mente, el pensamiento no da vueltas ni se dirige a otro foco, se mantiene concentrado en la acción que se realiza. El estado de flow no es cosa de unos pocos, seguro que si te paras a pensar, alguna vez lo has sentido. Por ejemplo, leyendo o pintando… realizando actividades que requieren de toda tu atención, hasta tal punto que no te das cuenta si alguien a tu lado de habla.

Si quieres saber más sobre el flow, te recomendamos leer Fluir (Flow): La psicología de la felicidad.  

 




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