El renacimiento en España

El renacimiento supone para nuestro país la etapa más brillante de su historia, junto con un desarrollo político y económico extraordinario que tendrá su correspondiente reflejo en el apogeo de las artes y las letras y en lo que se ha dado en llamar  “Edad de Oro de la música española”., y una de las cimas de la música europea del momento.

– Durante el S. XV los Reyes Católicos (1474-1516) consolidarán la unidad del territorio español y abrirán el camino a la colonización del Nuevo Continente, inaugurando una época de dominio político y económico que se desarrollará en años posteriores. Pero también con los Reyes Católicos se creará la Inquisición y la imposición de la uniformidad religiosa en torno al catolicismo, obligando al éxodo masivo de judíos y musulmanes.

Durante el S. XVI el emperador Carlos I (reinado: 1516-1556) y su hijo Felipe II (reinado: 1556-1599) gobernarán la mayor potencia de su tiempo, con territorios europeos provenientes de herencias y lazos matrimoniales, así como los territorios procedentes de las explotaciones y colonizaciones de América. El Imperio español se apoyará en la religión católica como signo de identidad y unidad.

La música en la época de los Reyes Católicos (1474 – 1516)

Al fusionarse los reinos de Castilla y Aragón, sus capillas musicales siguieron desempeñando una vida propia, dependiente cada una de su monarca respectivo. Los Reyes Católicos se preocuparon de reunir la máxima calidad en los miembros de sus capillas, pero no los buscaron en los reinos extranjeros, sino que los reclutan en sus respectivos reinos. El hijo de los monarcas, Juan, contaba con su propia capilla y“tanto le gustaba cantar que en vez de echarse la siesta solía reunirse en el palacio con su maestro de capilla, Juan de Anchieta, y 4 o 5  niños de coro y el príncipe cantaba con ellos durante dos horas y hacía la voz de tenor, y en realidad era bueno en este arte”.

La etapa de los Reyes católicos es importante porque inicia un desarrollo musical nacional y con características propias, especialmente en el campo de la polifonía profana.

La polifonía sacra española, al igual que la de toda Europa de finales del S. XV y comienzos del S. XVI se hallaba bajo la fuerte influencia del estilo franco-flamenco. Aquellos compositores visitaron España y su música era perfectamente conocida, y los manuscritos del período incluyen muchas obras franco-flamencas. Sin embargo, la música sacra española se caracteriza por una particular sobriedad melódica y una moderación en el uso de artificios contrapuntísticos, junto con una apasionada intensidad en la expresión religiosa.

Después de mediados del S. XVI el estilo internacional y sus formas y técnicas compositivas se irán disolviendo en un nuevo estilo tanto sacro como profano determinado en gran medida por características nacionales.

Como compositores destacados de esta etapa citar al ya mencionado Juan de Anchieta (ca. 1462 – 1523) y a Francisco de Peñalosa (ca. 1470 – 1528).

La música en la corte de Carlos I (1516 – 1556)

Tras el breve reinado de Felipe I el Hermoso, vuelve a la corte española, con la llegada del rey don Carlos, todo el esplendor de los contrapuntos holandeses. Trae a la corte española todo un plantel de músicos flamencos y alemanes, quienes, junto a los españoles, formarán la capilla más brillante de su época. Entre los músicos extranjeros que llegan a España destacan Nicolas Gombert y Thomas Créquillon, los más puristas dentro de la escuela flamenca, que seguirán rigurosamente el estilo imitativo inaugurado por Josquin des Prés. El efecto que estos autores tiene sobre la música nacional es muy grande, tal y como muestra la cantidad de glosas para órgano y vihuela realizadas sobre sus obras por Cabezón, Valderrábano o Esteban Daza.

Entre los polifonista españoles de la corte del emperador Carlos destacan nombres como Juan Escribano, Cristóbal de Morales, Juan Vázquez y Diego Ortiz.

La música en la corte de Felipe II (1556 – 1599)

El gran florecimiento de la música sacra española se desarrolla durante los cuarenta y tres años del reinado de Felipe II. Aunque la herencia musical de la corte del Emperador es grande, la mayoría de los polifonistas de su época no desarrollarán su labor compositiva en las cercanías de la corte toledana o madrileña, sino que prestarán sus servicios a la iglesia, siendo maestros y cantores de las principales catedrales españolas.

De hecho, la importancia que se dio a la música en la iglesia española fue tan grande que produjo un importante movimiento de competencia entre los autores, de tal manera que quien no tuviera una importante producción (y de buena calidad) podría terminar relegado a los últimos puestos de las capillas catedraliceas.

La lista de polifonistas españoles de la época en amplísima: Mateo Flecha “el joven”, Pedro y Francisco Guerrero, Juan Ginés Pérez, Francisco Soto, Ambrosio Cotes, Juan Ezequiel, el gran Tomás Luís de Victoria …

Casi todos ellos estuvieron bajo el patrocinio eclesiástico, y la gran mayoría quiso convertir su producción musical en una forma de facilitar la comunicación entre hombre y Dios. Resumen de este espíritu es la obra del más grande compositor español, Tomás Luís de Victoria.

Música vocal

España no tuvo que sufrir las transformaciones humanas y religiosas que la reforma desencadenó en muchos países de Europa. La influencia de los reyes católicos sigue siendo muy poderosa y el éxito de su política religiosa se refleja durante todo el siglo en la producción musical. Una gran parte de ésta está dedicada a la música sacra, que corresponde perfectamente al misticismo y fervor cristiano que caracterizan a los artistas de la época.

Bajo el reinado de Isabel y Fernando se habían manifestado los primeros intentos de los músicos españoles por liberarse de las influencias francesa e italiana predominantes desde el S. XIV. El Cancionero de Palacio constituye un magnífico testimonio del arte español tal como se desarrolló a finales del S. XV. Contiene toda clase de piezas de diversa inspiración (romances, villancicos, de tema amoroso o religioso), que la música autóctona del S. XVI enriquecerá.

¿Qué representó, para la música española, la subida al trono de la familia de los Habsburgo?. Se sabe que Carlos V sostuvo la capilla “más rica y excelente de la cristiandad”, integrada fundamentalmente por músicos neerlandeses; al abdicar en 1556 se separará de ella y en su retiro a Yuste únicamente se rodeará de músicos españoles.

Su hijo Felipe II se interesará especialmente por la música española y sabrá proteger a los artistas. En suma, y a pesar de la presencia en el trono de España de una familia germánica, las condiciones parecen favorables para el desarrollo armonioso del genio nacional. Éste no tardará en manifestarse, o mejor, en confirmar sus propias tendencias. Sea cual fuere el ámbito de la creación, música sagrada o profana, música de teatro, polifonía o canto al laúd, la expresión del alma es el carácter dominante del genio español.

El contrapunto neerlandés, perfectamente dominado por los músicos nativos de España, jamás conoció en este país la implantación sólida y la indudable autoridad que caracterizaron su asentamiento en los demás países. Todos confieren a su música un sentido del drama y de la expresión que no tienen equivalente en el resto de Europa. Los medios técnicos son simples y no imponen jamás al creador los límites de sus exigencias. Las obras que hacen no encuentran necesariamente un puesto relevante europeo, pero su mérito reside en que se distinguen por una aportación totalmente original. Hay que considerar dos ámbitos: aquel en que España, sometida a la tradición, la modela según su sensibilidad, generalmente es el caso de la música religiosa, el otro ámbito, esencialmente profano, es aquel en que España aporta a la música europea un repertorio totalmente original, tanto por sus fuentes (con frecuencia populares) como por su concepción artística. El canto para voz solista conoce realmente en este país un desarrollo muy amplio en relación a lo que sabe de su práctica en Europa. Del mismo modo, la música instrumental, especialmente el repertorio para vihuela, ve nacer el arte de la variación en una época en que ningún otro país se preocupa por él.

Características que definen nuestra vocal :

  • La música permanece siempre fiel al texto, expresándolo con vehemencia.
  • La música religiosa en latín es contrapuntística,  austera y ascética, conseguido a través de una expresividad profunda.
  • La música profana está escrita en castellano, es homofónica y llena de ritmo y vitalidad. Hay una clara influencia de nuestras músicas populares.
  • Las necesidades expresivas llevan a nuestros músicos a componer en un lenguaje moderno, con disonancias, empleo artístico del silencio y uso personal del contrapunto.

a) Música religiosa.

La música religiosa constituye el repertorio más abundante de la música vocal, unida a la Iglesia católica y siguiendo las directrices marcadas por el Concilio de Trento.

El canto gregoriano sigue manteniéndose como el canto oficial de la Iglesia, así que será en las formas polifónicas donde los compositores desarrollen su labor de creación.

La polifonía religiosa española se caracteriza por la austeridad y la sobriedad, y por la expresión de un profundo sentimiento religioso.

La forma polifónica más importante será el motete y los compositores más representativos Cristóbal de Morales (1500-1553), Francisco Guerrero (1527-1599) y sobre todo  Tomás Luís de Victoria (1548-1611).

Audición: “Pie Jesu Domine” de Cristóbal de Morales:

La gran figura de la época fue Tomás Luis de Victoria quien, gracias a una beca, se trasladó a Italia donde viviría durante veinticinco años. Recibió clases de Palestrina y fue ordenado sacerdote en 1569. En 1583 dedicó a Felipe II una colección de misas, y regresó a España hacia 1589. Victoria se convirtió en el maestro de música del convento de las Descalzas Reales y tras la muerte de la emperatriz acabó sus días ejerciendo la modesta función de organista.

AudiciónAve María de Tomás Luís de Victoria:

Audición: Motete O Magnum misterirum de Tomás Luís de Victoria:

Capillas catedraliceas

Las capillas  musicales catedraliceas constituyeron comunidades aisladas y autosuficientes que componían e interpretaban sus propias piezas. Esto provocó el estancamiento de la música religiosa y su incomunicación con otros modelos musicales.

b) Música profana

La música profana española se expresa a través de tres formas importantes: el romance, el villancico y la ensalada. En general, es una música homofónica.

  • Romance. Heredero de la tradición oral y carácter popular de la Edad Media, es una canción estrófica de carácter narrativo compuesta ahora para varias voces con textura homofónica. La melodía está formada por cuatro frases musicales distintas (ABCD) que se repiten igual para cada uno de los cuatro versos de la estrofa.

La temática de los romances seguirá abordando contenidos históricos y  legendarios o sucesos y acontecimientos relacionados con la sociedad.

Se conservan muchos en el Cancionero de PalacioJuan del Enzina (1469-1529) Juan Vázquez  (1500-1560) son sus compositores más estacados.

Audición : Romance “Una señosa porfía” de Juan del Enzina:

  • Villancico. Normalmente está compuesto para cuatro voces y textura homofónica, sigue un texto estructurado en estribillo y coplas. Su principal característica es que los dos últimos versos de la copla hacen de “volta” repitiendo la melodía del estribillo. Su nombre hace referencia al canto popular de “villanos”, habitantes de los valles o aldeas.

Es la forma más popular en la época de los Reyes Católicos. Juan del Enzina es el compositor más destacado y se conservan sobre todo en el Cancionero musical de Palacio. Hasta más tarde el villancico no se convertirá en una canción de Navidad.

Audición: Villancico “Hoy comamos y bebamos” de Juan del Enzina:

Audición: Villancico “Mas vale trocar” de Juan del Enzina:

  • Ensalada.  Es una forma de canción a cuatro o cinco voces que consiste en la mezcla (de ahí su nombre) de diferentes géneros, formas (villancico, romance, danzas)  y textos en una sola composición, con pasajes descriptivos y burlescos combinados con temas serios. El compositor  Mateo Flecha “el viejo” (1483-1553) es el más destacado en esta forma.

Audición: Fragmento de la ensalada “La bomba” de Mateo Flecha:

Cancioneros de la música profana española.

Los cancioneros son colecciones de poemas líricos con frecuencia destinados a ser cantados, y que en algunos casos incluyen música. El renacimiento español contiene numerosos cancioneros, los más destacados son el Cancionero musical de Palacio, ElCancionero de Upsala    ; el Cancionero de Medinaceli   ;  el Cancionero de la Colombina.

El Cancionero de la Colombina es un manuscrito español copiado durante el reinado de los Reyes católicos, posíblemente entre las décadas de 1460y 1480, contiene la música de finales del S. XV. Se ignora el centro musical o capilla del que procede. Originalmente constaba de 107 folios, de los cuales 17 se han perdido. En el año 1534 fue comprado por el segundo hijo de Cristóbal Colón, Fernando Colón, quién lo agregó a su riquísima biblioteca sevillana de más de 15.000 volúmenes, conocida como Biblioteca de la Colombina. A su muerte, la biblioteca pasó a la Catedral de Sevilla, donde aún se conserva. El cancionero contiene actualmente 95 piezas musicales, algunas de ellas incompletas. De ellas 53 permanecen anónimas. Varios de los compositores han podido identificarse por encontrarse sus obras en otros cancioneros, principalmente el Cancionero de Palacio y el Cancionero de Montecassino. Entre los autores representados en el cancionero se pueden citar a Juan del Enzina, Juan Cornago, Pedro de Lagarto, Francisco de la Torre …

El repertorio del manuscrito es muy variado y entre los géneros musicales representados, encontramos canciones, villancicos, romances y ensaladas. Muchos de los villancicos y canciones son de tema religioso, especialmente mariano. Dos de las piezas son en francés y 12 son composiciones litúrgicas en latín. También se encuentran dos versiones breves del Canto de la Sibila en castellano.

Te presento en el siguiente video una de las obras más conocidas de este cancionero interpretada por uno de los mejores grupos de música antigua Hesperium XX dirigidos por Jordi Savall, “Propiñan de Melyor” (anónimo):

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El Cancionero musical de Palacio es el más importante y representa el repertorio de la Corte española en el tiempo de los Reyes CatólicosFue elaborado a finales del S.XV y principios del S. XVI.

El manuscrito comprendía originalmente 548 piezas. Sin embargo varios de los folios se han perdido, por lo que las piezas conservadas son 469. La mayoría de los textos están en castellano, pero hay piezas en italiano , francés, latín, esuskera, catalán  y  portugués.

Su temática es muy variada: temas amorosos, religiosos, festivos, caballerescos, satíricos, pastoriles, burlescos, políticos, históricos, etc. que recogen desde composiciones sencillas de carácter popular hasta obras bastante elaboradas. La forma musical más importante es el villancico, aunque también están presentes otros géneros como el romance y la canción. La mayoría de las obras son para canto a una voz con acompañamiento instrumental o bien obras polifónicas a dos, tres o cuatro voces.

El Cancionero musical de Palacio fue descubierto a finales del S. XIX en la biblioteca del Palacio Real de Madrid por el compositor y musicólogo Francisco Asenjo Barbieri quien lo transcribió y publicó en 1890 con el nombre de “Cancionero musical de los siglos XV y XVI”.

Autores representados en el cancionero: Juan del Encina con 63 composiciones, Millán con 23, Juan Cornago, Juan de Urrade, Fco de Peñalosa, Juan de Anchieta …

Audición: Tres morillas. Anónimo del Cancionero Musical de Palacio:

El Cancionero de Upsala, también conocido como Cancionero del Duque de Calabria o Cancionero de Venecia, es un libro que contiene villancicos españoles de la época renacentista.

Fue recopilado en la corte de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, en Valencia, y publicado en 1556, en Venecia, por Jerónimo Scotto, uno de los impresores mas conocidos de su época.

El único ejemplar conocido de la edición fue encontrado hacia 1907, por el musicólogo y diplomático Rafael Mitjana, en Carolina Rediviva, biblioteca de la Universidad de Uppsala, en Suecia.

En el cancionero, junto al tradicional villancico profano hallamos una serie de composiciones de tema religioso específicamente navideño. Es característico de estos villancicos la aparición de secciones para una sola voz al principio del estribillo o en las coplas o en ambos sitios, que permiten la diferenciación entre ambas partes. El cancinoero contiene 70 obras:

  • 54 villancicos a 2, 3, 4 y 5 voces. (por su temática se pueden agrupar en amorosos, navideños, populares y pastoriles.
  • 16 piezas a 1 y 2 voces: 8 tonos de canto llano y 8 de canto de órgano, con una finalidad docente.

El Cancionero de Medinaceli fue copiado en la segunda mitad del siglo XVI y se conservó en la Biblioteca de la Casa del Duque de Medinaceli, de donde procede su nombre. Es un manuscrito que tal vez contenga la recopilación de polifonía profana española de la época renacentista más importante después del Cancionero de Palacio.

El manuscrito se compone de 208 folios En él intervinieron un copista principal y dos o tres copistas adicionales. Se cree que fue compilado en Andalucía, en torno a Sevilla. Contiene 177 obras, de las cuáles 100 son seculares y el resto religiosas. El género musical mejor representado en el repertorio secular es el madrigal, contando también con villancicos y romances. Algunos de los autores que aparecen representados son: Cristóbal de Morales (16 obras), Francisco Guerrero, Antonio de Cabezón , Bartolomé Escobedo, Nicolas Gombert, Orlando di Lasso … Hay también 43 obras anónimas.

AudiciónLa perra mora, anónimo del Cancionero de Medinaceli:

Capillas cortesanas

Las capillas musicales cortesanas se nutrieron de músicos españoles y europeos encargados de procurar entretenimiento a los reyes y nobles, incluso en sus desplazamientos por otros países. De esta forma, la música profana española pudo recoger y unir las distintas corrientes musicales europeas convirtiéndose en referente internacional.

Música instrumental

Como en el resto de los países, la mayoría de las formas polifónico-instrumentales procedían, directa o indirectamente, de las formas de la música vocal: villancicos, madrigales, canciones, sonetos, etc, fueron adoptados para su uso instrumental, con las consiguientes modificaciones, conforme a las necesidades técnicas de ejecución de cada instrumento.

Al igual que sucede con la música profana, la música instrumental española estará al corriente de las formas y técnicas de composición europeas asumiendo sus principales características y aportando algunos rasgos propios.

Los instrumentos solistas más importantes serán la vihuela y el órgano.

Las principales formas de música instrumental siguen el modelo de piezas adaptadas de obras vocales o basadas en la improvisación y la variación.

 Principales formas musicales utilizadas por los instrumentistas españoles:

El verso, para teclado, son comentarios en contrapunto de frases gregorianas para su uso en la liturgia.

El tiento, para teclado o vihuela, consiste en una serie de frases musicales desarrolladas en estilo imitativo, u homofónico, o utilizando recursos instrumentales (redobles, escalas), ritmos muy ágiles y complicados, armonizaciones muy atrevidas e intervalos no asequibles a la voz humana. El tiento es la forma musical para teclado más típicamente hispánica, correspondiente al ricercare italiano.

La fantasía, para vihuela, es una forma construida con todos los elementos del contrapunto florido, con un uso de métrica muy variada, síncopas, notas de paso …, con casos excepcionales de estilo imitativo.

La diferencia (conocida en Europa como variación), para teclado o vihuela, consiste en modificaciones que, partiendo de una canción, realiza un compositor, manteniendo la melodía principal. Se pueden utilizar todos lo medios musicales posibles: complicaciones rítmicas, armónicas y melódicas. Será uno de los repertorios más característicos, que utilizará con frecuencia melodías prestadas del ámbito popular o temas de otros compositores.

La vihuela fue un instrumento muy popular en nuestro país. Se trata de un instrumento cordófono en forma de 8, parecida a la guitarra actual, utilizada en todos los estratos sociales, (la guitarra era usada preferentemente por la clases más bajas).

Su fondo podía ser plano, abombado o acanalado. Cuenta con seis o siete órdenes (pares) de cuerdas (aunque hay fuentes que mencionan hasta ocho) que posiblemente se afinaban al unísono, aunque no hay evidencia conclusiva al respecto. Las cuerdas eran de tripa ya que las cuerdas entorchadas con metal no aparecieron hasta mediados del siglo XVII. Su tamaño y variación era variable. Generalmente es aceptado que la primera cuerda era simple, al igual que la “chanterelle” del laúd, si bien hay vihuelistas que actualmente usan todos los órdenes dobles.

La vihuela alcanzó su máximo esplendor en la Península Ibérica durante el siglo XVI, en un ambiente cortesano, y bajo el amparo de las capillas musicales de reyes y nobles. Su ámbito no quedó reducido a la península, teniendo en cuenta los continuos viajes de los reyes Carlos I de España y V de Alemania y Felipe II de España (y, consecuentemente, sus capillas musicales) por toda Europa.

El repertorio de los vihuelistas comprende acompañamientos de melodías vocales, transcripciones de chansons, madrigales y danzas.

La historia de la vihuela en nuestro país ha dado siete nombres y otros tantos libros escritos para este instrumento. Te los presento en orden cronológico:

  • El Maestro, de Luis de Milán (Valencia, 1536)
  • Los seis libros del Delphin, de Luis de Narváez (Valladolid, 1538)
  • Tres libros de música en cifra para vihuela, de Alonso Mudarra(Sevilla, 1546)
  • Silva de Sirenas, de Enríquez de Valderrábano (Valladolid, 1547)
  • Libro de música de vihuela, de Diego Pisador (Salamanca, 1552)
  • Orphénica Lyra, de Miguel de Fuenllana (Sevilla, 1554)
  • El Parnaso, de Esteban Daza (Valladolid, 1576).

En sus obras se observa una clara influencia de Italia y de los polifonistas flamencos. Pero de la escuela española surge un deseo expresivo mucho más desarrollado, que revelan una estética original comparable a la que se encuentra poco después en los lienzos de El Greco. La obra de los vihuelistas representa una cima de la inspiración musical, no sólo del arte renacentista español, sino del humanismo en general.

La escritura para vihuela comprende dos corrientes distintas: una continúa una polifonía muy desarrollada, lastra desarrolla una música acompañada que, a partir de la obra de Milán, se libera de la concepción contrapuntística.

Audición: Pavana IV de Luís de Milán:

He encontrado una página web interesante para que puedas ampliar tus conocimientos. Pincha en el título para acceder a ella:

“La vihuela y la guitarra en el S. XVI”

La obra de Antonio de Cabezón (1510-1566),organista de la corte de Carlos V y de Felipe II, se destacó en la música instrumental del siglo XVI español. Visitó Londres e influyó en el estilo de los compositores para virginal británicos.

Asimismo, son de reconocimiento las obras de Diego OrtizFrancisco de Salinas yFrancisco Correa de Arauxo. Los compositores instrumentales españoles se ocuparon fundamentalmente de los géneros de los tientos y las diferencias. Las primeras eran piezas para órgano a cuatro voces, de carácter imitativo y por eso, en ocasiones, se las llamaba fugas. Se diferencian por sus variaciones sobre bajos ostinati, o sobre melodías populares.

Tuvieron lugar también obras de grandes teóricos de la interpretación al órgano, como Tomás de Santa María y Juan Bermudo.

 

AudiciónRicercada de Diego Ortiz:

 


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