De cómo se hacen las letras flamencas

Las letras flamencas recorren toda la gama de sentimientos humanos, de la alegrías y el choteo a la pena y la tragedia, todas las vivencias se relatan cantando. Añadiéndose, además, la sal de la picaresca andaluza, el doble sentido y otras formas de expresarse a lo flamenco.

Los flamencos cantan su música sobre diferentes tipos de estrofas, todas ellas procedentes del rico acervo poético de la lengua española. Al ser el flamenco un género de origen andaluz, las palabras se suelen escribir ‘en andaluz’, con la consiguiente alteración en la métrica de los versos. Esta ‘cualidad’ del habla andaluza agitanada permite alargar, y sobre todo acortar, los versos a fin de cuadrarlos a la métrica correspondiente.
Una de las características de las letras flamencas es la diferencia que encontramos entre la letra y la versión cantada, donde los cantaores ordenan los versos, según el estilo, alterando el orden de los versos. Así en las soleares nos encontramos que si la versión literaria dice:
A mi mare de mi arma
como la camelo yo
porque la tengo presente
metida en el corazón

Cuando es cantada los versos se dicen así
A mi mare de mi arma
como la camelo yo
lo que yo quiero a mi mare
como la camelo yo
porque la tengo presente
metida en el corazón
A mi mare de mi alma
como la camelo yo

LAS QUINTILLAS – LOS FANDANGOS

El fandango cantable andaluz tiene, con contadísimas excepciones, seis versos melódicos, por lo tanto su estrofa más común debiera ser una sexteta octosílaba. El caso es que la quintilla octosílaba es la más común al repertorio de fandangos, teniendo que repetir un verso para completar los seis tercios, como ya nos referimos más arriba.
Se suele comenzar con el segundo verso, o parte de éste, y se continúa con la quintilla:
Tercio 1 – Que te quise con locura      – 2º verso
Tercio 2 – Yo en mi vida negaré          – 1º
Tercio 3 – Que te quise con locura     – 2º
Tercio 4 – Mira qué carino fue           – 3º
Tercio 5 – que siento las calenturas  – 4º
Tercio 6 – que me dejó tu querer      – 5º

Como decimos, también es muy común extraer del segundo verso una palabra y cantarla como primer tercio, para después hacer la letra entera completando los seis tercios de rigor.
A llamarme
Eran las dos de la noche
vino mi hermano a llamarme
despiértate hermano mío
que se ha muerto nuestra madre
y quedamos huerfanitos

Las letras de un fandango por ejemplo suelen dejar para el último verso la resolución del relato dejando al escuchante con la ‘intriga’ de cómo va acabar, muestra de la teatralidad del cante flamenco donde el interprete recrea el personaje contando sus penas y alegrías.

 fuente: http://www.flamencopolis.com/




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