¿Posees las cualidades necesarias para presentarte a un talent de canto? +5 tips para concursar en tv


Por: Redacción


Si va a tener la posibilidad de participar en una audición para un concurso de canto televisivo, un talent show, necesitará saber un poco sobre las herramientas que necesitará para hacerse notar por delante de decenas de miles de otras aspirantes a futuras estrellas de la música.


En el anterior vídeo se ofrecen diez consejos o tips para presentarse a castings de canto, pero a continuación ofrecemos consejos fundamentales extra:

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Dime cuanto sabes y te diré cuanto vales

Por Isabel Villagar, Profesora de Canto en Valencia

Hoy en día hay una sobresaturación de personas tituladas y el mundo de la música no es ajeno a esta realidad.

Cuando decidimos estudiar algo deberíamos plantearnos para qué nos van a servir esos estudios y centrar nuestra energía en desarrollar habilidades y competencias que nos permitan desarrollarnos en la "vida real".

Es fundamental para un cantante una formación musical completa para poder ejercer su profesión con solvencia y profesionalidad. Cantar bien es imprescindible. Y también todo músico y cantante debería tener competencias referentes a:


-informática musical
-marketing 
-legislación laboral
-autogestión musical
-edición de audios y vídeos
-idiomas
-sistemas de pedagogía musical
-etc...

Sin embargo muchas de estas materias o competencias no se adquieren en los centros de educación musical tradicionales. 

Cuando salimos "al mundo real" se va a valorar más por parte de las personas que nos contraten ciertas competencias y actitudes antes que un título o papel, de hecho en la mayoría de los casos nadie te va a pedir en el ámbito no público estos.

Se va a valorar más tu capacidad de solucionar problemas que la cantidad de "papelitos" que hayas acumulado.

Por lo tanto la actitud que tengas para aprender y ofrecer soluciones creativas es fundamental ante los muchos problemas que se presentan en el día a día.

© Isabel Villagar, Clases de Canto en Valencia

Dime cuanto sabes y te diré cuanto vales

Por Isabel Villagar, Profesora de Canto en Valencia

Hoy en día hay una sobresaturación de personas tituladas y el mundo de la música no es ajeno a esta realidad.

Cuando decidimos estudiar algo deberíamos plantearnos para qué nos van a servir esos estudios y centrar nuestra energía en desarrollar habilidades y competencias que nos permitan desarrollarnos en la "vida real".

Es fundamental para un cantante una formación musical completa para poder ejercer su profesión con solvencia y profesionalidad. Cantar bien es imprescindible. Y también todo músico y cantante debería tener competencias referentes a:


-informática musical
-marketing 
-legislación laboral
-autogestión musical
-edición de audios y vídeos
-idiomas
-sistemas de pedagogía musical
-etc...

Sin embargo muchas de estas materias o competencias no se adquieren en los centros de educación musical tradicionales. 

Cuando salimos "al mundo real" se va a valorar más por parte de las personas que nos contraten ciertas competencias y actitudes antes que un título o papel, de hecho en la mayoría de los casos nadie te va a pedir en el ámbito no público estos.

Se va a valorar más tu capacidad de solucionar problemas que la cantidad de "papelitos" que hayas acumulado.

Por lo tanto la actitud que tengas para aprender y ofrecer soluciones creativas es fundamental ante los muchos problemas que se presentan en el día a día.

© Isabel Villagar, Clases de Canto en Valencia

Cómo actuar frente a los errores del alumno

¿Alguna vez has cometido errores de enseñanza? Si es así, ¿cómo te recuperaste? ¿Siguen agazapados en tu conciencia, como una mancha, o los has asimilado? ¿Aprendiste algo? ¿Seguiste adelante? ¿Y tus alumnos? ¿Alguna vez te han mal interpretado, o simplemente no te han entendido?

La importancia del error

Todos aprendemos mejor de nuestros errores. Aunque pueda ser doloroso y duro reflexionar sobre ellos, estos son los momentos en que crecemos más. De igual modo, la actitud que tomemos con los errores que cometen nuestros alumnos dirá mucho sobre nosotros como maestros. ¿Nos reímos, o lo alentamos de alguna otra manera? ¿Nos estremecemos visiblemente, haciendo gestos de incomodidad cada vez que una nota no está perfectamente ejecutada? O, como observé una vez en una clase muy eminente, ¿dejamos caer nuestra cabeza entre nuestras manos, colapsamos sobre el escritorio y murmuramos, apenas audiblemente: “¡Oh Dios mío, qué horrible – no puedo escuchar una nota más.”?

¿Debe ser todo perfecto?

Solemos decir a nuestros alumnos que preferimos que toquen de manera comprometida y comunicativa a pesar de los errores antes de que lo hagan de forma robótica, técnicamente perfecta. Y rara vez nos creen. ¿Hay algo en la cultura que están recogiendo que podríamos trabajar para eliminar? Dado que los alumnos están tomando ejemplo de cada detalle nuestros como personas y como músicos, ¿estamos mostrando que el error puede ser provechoso?. ¿O permitiendo que salga el perfeccionista que llevamos dentro?

Por supuesto, los estándares y la calidad son la clave de toda nuestra enseñanza. Y están ahí todo el tiempo, en el aire, donde la perfección clínica del estudio de grabación es la regla con la que se miden nuestros jóvenes estudiantes. Pero, ¿es la forma más saludable de guardar esos estándares? ¿Siempre luchando por, y sólo tolerando, la perfección? ¿Son los mejores músicos necesariamente los que cometen menos errores?

Profesor amable o crítico implacable

Recientemente, se ha planteado la cuestión de si los profesores son demasiado amables. Frente a ello, también se cuestiona si la crítica da lugar automáticamente a mejores intérpretes. Para mí, estos argumentos parecen sugerir que sólo hay un tipo de profesor que se adapte a todos los alumnos, y sólo un tipo de profesor es mejor en todas las etapas del desarrollo. Ambas ideas son sin duda absurdas. Aunque la alabanza inmerecida es por supuesto fatua, su opuesto puede dejar cicatrices.

Señalar el error como un problema

Hay una escuela particularmente estéril de enseñanza, que funciona así. El alumno empieza a tocar una pieza preparada en casa, y toca hasta el punto en que el maestro identifica un error. El maestro advierte al alumno: “No. Eso está mal. Debe ser X. Vuelve a intentarlo.” El alumno suspira, vuelve al principio y hace un segundo intento, esta vez consciente de la equivocación potencial y anticipándose. Entonces ocurre una de estas dos cosas:

  • El alumno pasa el punto de manera segura y continúa hasta que el siguiente problema
  • El alumno, sumido en la ansiedad, comete el error de nuevo.

Toda la energía de la lección se centra en ese punto de negatividad, y todo el fraseo se pierde. La interacción entre maestro y estudiante se deriva totalmente de esta causa central, una especie de punto de cadencia deprimente y demasiado frecuente.

El “problema” se convierte en la lección. Y a menudo no sólo está el problema en su totalidad, sino localizado en un punto en particular y en una pieza particular de repertorio. Se necesitan años de experiencia para poder aplicar una solución a este problema, y la experiencia es exactamente de lo que nuestros alumnos (en la mayoría de los casos no han vivido tanto tiempo como nosotros) carecen.

Lógicamente hablando, el fin de esta dinámica de trabajo es que el alumno toque todo el repertorio delante del profesor hasta que lo haga perfectamente, el profesor ya no sea necesario, y el alumno sea por fin libre. Eso implica un montón de tiempo de aprendizaje – largos años de hecho, y potencialmente bastante tediosos.

Reflexiona sobre tu actitud ante el error

“El ochenta por ciento de lo que enseñamos es quiénes somos”, dice Eric Booth, autor de The Music Teaching Artist’s Bible. La forma en que manejamos los errores, los nuestros y los de nuestros alumnos, es una parte importante de ese 80 por ciento. ¿Nos enfocamos en ser bueno, o en mejorar? Al luchar por la perfección, ¿estamos garantizando el fracaso? Al intentar evitar errores, ¿estamos perdiendo un montón de cosas maravillosas en el camino?”

Como músicos, somos seres humanos hablando entre nosotros a través del arte, y parte de eso, sin duda, está permitiendo que nuestra vulnerabilidad se muestre.

Traducido de la publicación The Strad

Enlace al original: http://www.thestrad.com/the-secrets-of-violinist-dorothy-delays-teaching-methods/

Fecha: 14 Noviembre 2016

Título original: Music teachers must learn to correctly respond to student mistakes

 

 

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Estudie y cante + y llore – :)

O una relación de excusas del mal cantante :)

Aquí os dejo una lista de tipicas excusitas de cantantes que no hacen bien su trabajo o no tienen los,conocimientos, la actitud y/o la técnica adecuados:

-sin mi amuleto no cantaré bien

-es que me va a venir la regla, es que tengo la regla, es que me acaba de pasar la regla... (En cualquier caso el cantante tiene que tener los recursos para sobreponerse a dificultades físicas)

-he dormido poco

-he comido demasiado

-estoy deprimida

-es que no he tenido tiempo para estudiar (versus no me planifique) 

-no he tenido suficientes ensayos, después de enésimos ensayos cuando realmente lo que hace falta es que estudie en casa y ensaye lo necesario
...

"DON'T APOLOGIZE!!!" Es lo que se leía en un cartel que había en el estudio de Miguel Zanetti. Así que no te disculpes tanto... y canta! :)