Schiarazula Marazula

Schiarazula Marazula (ambas palabras pronunciadas esdrújulas) es el título de una danza popular friulana de origen medieval que nos ha llegado gracias a una recopilación que Giorgio Mainerio, un músico parmesano cuya labor se desarrolló a mediados del siglo XVI en el noreste de Italia, publicó en 1578:  Il primo libro dei balli accomodati per cantar et sonar d’ogni sorte de instromenti di Giorgio Mainerio Parmeggiano Maestro di Capella della Santa Chiesa d’Aquilegia.


Schiarazula Marazula, CC BY-SA Metzner en Wikimedia Commons

Gracias a tan largo título ya sabemos que, como de costumbre en el Renacimiento, en su transcripción Mainerio no especificó qué instrumentos debían interpretarlas y también que el mismo compositor trabajaba en aquel entonces como maestro de capilla en la ciudad italiana de Aquilea, plaza que obtuvo por oposición a pesar de que su expediente personal estaba manchado por una denuncia a la Santa Inquisición. El delito del que se le acusaba era de participar en extrañas reuniones nocturnas con supuestas brujas. A pesar de que era bien conocido el interés del músico hacia diferentes prácticas ocultistas, no se encontraron más testimonios que el de la denuncia, que finalmente fue archivada.

Después de su muerte, el nombre de Mainerio vuelve a estar en el punto de mira de la Inquisición por otra denuncia, esta vez directamente relacionada con la danza Schiarazula Marazula que se indicaba como parte de un ritual propiciatorio de la lluvia. La carta de denuncia transcribía algunos fragmentos inconexos del texto original, que se ha perdido: schiarazzola marazzola a marito ch’io me ne vo’ et quello che segue si come son donzella che piova questa sera (schiarazzola marazzola, marido, que me voy y lo que sigue, como soy moza, que llueva esta noche).

Estos episodios dejaron cierto halo de misterio alrededor de la figura de Mainerio y de esta danza en particular, que tal vez creció con el enigmático texto lleno de nonsenses asonantes, parecido a un conjuro, que a comienzos del siglo pasado el poeta friulano Domenico Zannier puso a esta danza para compensar la pérdida de la letra original:

Scjaraciule Maraciule la lusigne e la cracule, la piciule si niciule di polvar a si tacule.
O’ schiaraciule maraciule cun la rucule e la cocule, la fantate je une trapule il fantat un trapulon.

Algo así como:

Bastón e hinojo, luciérnaga y rana, la pequeña se mece y se mancha de polvo.
O bastón e hinojo, con la rúcula y la nuez, la moza es una mentirosa y el mozo es un embustero.

Finalmente, a mediados de los años 70, un cantautor italiano, Angelo Branduardi, retoma la melodía para su Ballo in Fa diesis minore, poniendo como texto el de una danza macabra que aparece en un fresco de una pequeña iglesia alpina en las Dolomitas, en la provincia de Trento:

Io sont la morte che porto corona Sonte signora de ognia persona
Et cossi son fiera forte et dura Che trapaso le porte et ultra le mura

En español:

Yo soy la muerte y llevo corona, Soy señora de todas las personas
Y así soy fiera, fuerte y dura, Que traspaso las puertas y hasta los muros

Tal como suelo hacer, de esta pieza también he preparado un arreglo para flauta dulce, esta vez con acompañamiento de guitarra y de instrumentos de percusión. La línea melódica, limitada a lo esencial en esta partitura, puede ser enriquecida con adornos, especialmente con mordentes en las notas acentuadas.