La importancia de descansar si eres músico

Todo músico, estudiante o no, tiene bien metido en la cabeza lo importante que es el estudio y la constancia en esta carrera. Sin embargo, no es tan común encontrar a músicos que tengan claro que los descansos son tanto o más importantes.

Las horas de estudio que cada uno dedica al día pueden variar mucho en función del instrumento que toca, del momento de su carrera en el que esté y de las ocupaciones que tenga, entre otras cosas. Sin embargo, el descanso siempre debe estar presente de dos formas:

  • Descansar mínimo 10 minutos en cada sesión de estudio de una hora.
  • Descansar un día a la semana, es decir, ¡no tocar! un día a la semana.

El descanso entre sesión y sesión de estudio

La primera razón por la que es obligatorio es el descanso físico. Cuando estamos tocando, estamos manteniendo una postura bastante estática. Los músculos de la espalda, el cuello, las piernas… Todos están trabajando, pero no se están moviendo. Necesitamos estos descansos para relajar esta postura estática, descansar la vista e incluso estirar un poco la musculatura.

También los músculos que están trabajando más activamente (en la mayoría de los músicos, los músculos de los brazos) necesitan esos descansos para oxigenarse y crecer. Después de todo, tocar es como hacer ejercicio.

Pero estos descansos también tienen una razón psíquica. Se está investigando y trabajando mucho en una nueva forma de aprendizaje: la aleatoriedad. Este tipo de aprendizaje se basa en alternar nuestros objetivos. Mucha gente piensa que las sesiones de una hora con un parón les hacen perder la concentración y que prefieren dedicar dos horas seguidas (o más) a una obra para trabajarla mejor. Nada más lejos de la realidad. Nos es mucho más fácil mantener la concentración durante pequeños períodos de tiempo. Además, cambiar de una tarea a otra provoca que nuestro cerebro no se relaje haciendo una actividad que ya conoce, ponga mayor atención y, por tanto, nos ayude a aprender más rápido.

Con lo cual, realizar estas pausas entre sesiones nos ayuda a despejar la mente y a evitar lesiones musculares.

El descanso semanal

Estudiar todos los días, además de actuar o asistir a clases, son actividades que nos chupan energía tanto física como mental. En todas las profesiones y trabajos se descansa al menos una vez a la semana, ¿por qué los músicos deberíamos ser diferentes?

Es necesario alejarse por unas horas de la actividad de tocar para despejarse, dedicarnos a nuestro tiempo de ocio, practicar hobbies y relajarnos. El equilibrio entre ocupación y relajación es esencial para tener una vida saludable, estar más felices y, como consecuencia, rendir mejor. 

No sólo la mente necesita despejarse, también el cuerpo. Nuestros músculos piden descansar de las posturas forzadas y los movimientos delicados que hacemos cuando hacemos música para relajarse, o tal vez, practicar otro tipo de ejercicio más oxigenante.

Si no estas centrado, mejor no estudies

A veces tenemos las rutinas tan interiorizadas que no nos planteamos otro tipo de organización e incluso podemos llegar a sentirnos mal si rompemos con ellas. Es por eso que podemos meternos en la cabina a estudiar totalmente desganados o desmotivados, solo por inercia, porque es lo que debemos hacer. 

El estudio estando desmotivado o cansado es totalmente contraproducente. No estás concentrado y lo único que vas a conseguir es estropear el trabajo de otros días menos grises. Si quieres saber más sobre motivación lee este post.

¿Tocar con dolor?

No, por supuesto que no. Cuando nos duele algo, el cuerpo nos está avisando de que debemos parar. Puede que no sea grave, pero si forzamos y seguimos practicando con ese dolor, es probable que nos provoquemos una lesión. (para conocer más sobre lesiones visita la sección Músico y Cuerpo).

Muchas veces, cuando tenemos una pequeña molestia y seguimos trabajando notamos que desaparece. Esto es porque el músculo se calienta. Es muy posible que cuando paremos de estudiar, el dolor vaya a peor. Cuando notemos molestias de este tipo, debemos parar, estirar un poco la zona, moverla para ver cuál puede ser el origen y descansar. Si a las horas ha pasado, probablemente no era nada. Si continúa con los días, los más recomendable es ir a médico o rehabilitador.

Como decimos siempre, es mucho menos probable sufrir pequeños dolores o tirones si CALENTAMOS ANTES DE TOCAR Y ESTIRAMOS DESPUÉS.

Recuerda, el descanso equilibra nuestro esfuerzo y nos beneficia.

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