Miscelánea de reflexiones sobre el canto, II


Por Isabel Villagar, Profesora de Canto on line

-No concibo el canto sin emoción, de hecho la técnica vocal debe ser siempre, una herramienta al servicio de la expresión emocional de aquello que cantamos. 


Personalmente opino que en muchos casos las carencias técnicas se toleran si el cantante consigue emocionar. 
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Youtuber Anna Gorse: escuche a su audiencia

¿Cómo es el proceso creativo habitual de tus vídeos? 
Casi siempre hay algo que me indigna o algo que se me ocurre que a mis seguidores les puede interesar. Esto puede pasar en la calle, en la ducha, en el supermercado, al irme a dormir (casi siempre) y me apunto la idea. A partir de ahí va tomando forma en mi cabeza hasta concentrarlo en algo que pueda transmitir en 3 - 7 minutos.

¿Están guionizados o improvisas?
Odio hacer guiones. Creo que hacer guiones merma completamente la espontaneidad, que creo que es uno de mis fuertes. Sin embargo, tampoco puedo decir que improvise. Siempre necesito una guía para que el vídeo tenga pies y cabeza y no sea un amasijo de palabras sin más. También para controlar la duración, porque puedo tirarme media hora hablando.

¿Cómo sincronizas la voz con la imagen?
A veces, grabo directamente con el micro de la cámara, cuando voy más apurada para tener algo listo. Pero cuando tengo tiempo de hacer las cosas bien, utilizo el micrófono de estudio que tengo desde que empecé grabar canciones. Eso me crea una pista con el sonido en el ordenador. Para empezar el vídeo y sincronizar, mítica claqueta dando una palmada y para delante. Es lo más cómodo cuanto te lo guisas y te lo comes todo tú mismo.

¿Cuál es el vídeo del que sientes más orgullo? 
Lo que acaba representando un vídeo para mí casi siempre lo marca la repercusión que ha tenido este. Lo que ha despertado el mensaje en las personas.

Siendo así me quedaría con el que subí hablando sobre la heteronormatividad. Muchísima gente está compartiendo sus experiencias en los comentarios y mucha otra me dice que se siente algo más arropada al escuchar ese mensaje en mi canal. También el de la odisea de ser autónomo generó bastante conversación y controversia. 

Las emociones son fundamentales para empatizar con el público, ¿de qué manera influye tu estado emocional en las grabaciones?
Siempre. Si estoy mal directamente no grabo porque no quiero que la gente se preocupe o transmitirles mal rollo. A veces encuentro momentos de lucidez y me pongo delante de la cámara. Tengo un montón de ideas y vídeos ya organizados en mi cabeza que simplemente no grabo por la falta de la emoción necesaria en el momento de grabarlo.

¿Qué equipo, software, micros, etc... usas? 
Tengo una Canon t1i Rebel con la que grabo casi todos los vídeos. Una Panasonic SZ10, que es mi cámara de vloggear en mano y luego algunos micros de estudio. El que más utilizo es el tbone sc600, que no es el mejor, pero que justamente para los vídeos, la distancia a la que lo pongo de mí y de la cámara para que no salga en plano capta perfectamente mi voz. Eso va a una mesa de mezclas y directamente al Adobe Audition para retocar y exportar.

¿En cuántas tomas como promedio creas un vídeo? 
Pff, depende mucho del vídeo. Hay vídeos que me salen de una forma bastante espontánea, por lo que es ponerme delante de la cámara después de haber pensado quizá un par de horas en el tema y listo. Hay vídeos que obviamente me llevan mucho más trabajo, porque no todo es a un único plano, o en una misma localización, etc. A la hora de editar, los vídeos más sencillos me llevan una media de 4h. Los más complicados ni podría calcularlo porque se distribuye en diferentes momentos del día y en diferentes días, a veces.

¿Hacia dónde piensas que camina Youtube?
Los caminos de YouTube son inescrutables. La propia comunidad ha cambiado desde hace años. Llevo en YouTube como usuaria dede 2008 y como "vlogger" desde 2012. He visto el boom de videobloggers de 2013 y el nacimiento y alzamiento de los gamers de forma tan masiva. Además de ver proliferar el contenido tan tóxico que está de moda hoy día.

Los gustos de los consumidores cambian a ritmos muy rápidos y no se puede vaticinar hacia donde lleva lo que vemos hoy. Creo que a YouTube le queda bastante por exprimir todavía, pero tiene que haber una especie de Apocalipsis para volver a filtrar contenidos como considero que ya pasó hace 2 ó 3 años.

¿Cómo se profesionaliza un youtuber? 
Se profesionaliza en la mayoría de los casos si está dispuesto a hacerlo y tiene las herramientas necesarias. Normalmente, es la situación automáticamente la que te profesionaliza. Cuando llegas a X números empiezas a interesarle a ciertas marcas, otras raras veces eres tú el que tiene la idea y se la propone a la marca... Pero en general requiere de mucha constancia y muchas horas de dedicación.

¿Qué consejo darías a quien se inicia en este apasionante mundo de la creación de contenido audiovisual?
Que haga lo que quiera hacer para hacerlo lo mejor posible y que sobre todo escuche a su audiencia. 

¿Dónde pueden encontrar nuestros lectores más información sobre ti?
En mi canal de YouTube y en mis redes sociales existe toda la información que hasta ahora he querido que sepan de mí :)

-Si quieres saber más: sobre el mundo Youtuber.

Youtuber Anna Gorse: escuche a su audiencia

¿Cómo es el proceso creativo habitual de tus vídeos? 
Casi siempre hay algo que me indigna o algo que se me ocurre que a mis seguidores les puede interesar. Esto puede pasar en la calle, en la ducha, en el supermercado, al irme a dormir (casi siempre) y me apunto la idea. A partir de ahí va tomando forma en mi cabeza hasta concentrarlo en algo que pueda transmitir en 3 - 7 minutos.

¿Están guionizados o improvisas?
Odio hacer guiones. Creo que hacer guiones merma completamente la espontaneidad, que creo que es uno de mis fuertes. Sin embargo, tampoco puedo decir que improvise. Siempre necesito una guía para que el vídeo tenga pies y cabeza y no sea un amasijo de palabras sin más. También para controlar la duración, porque puedo tirarme media hora hablando.

¿Cómo sincronizas la voz con la imagen?
A veces, grabo directamente con el micro de la cámara, cuando voy más apurada para tener algo listo. Pero cuando tengo tiempo de hacer las cosas bien, utilizo el micrófono de estudio que tengo desde que empecé grabar canciones. Eso me crea una pista con el sonido en el ordenador. Para empezar el vídeo y sincronizar, mítica claqueta dando una palmada y para delante. Es lo más cómodo cuanto te lo guisas y te lo comes todo tú mismo.

¿Cuál es el vídeo del que sientes más orgullo? 
Lo que acaba representando un vídeo para mí casi siempre lo marca la repercusión que ha tenido este. Lo que ha despertado el mensaje en las personas.

Siendo así me quedaría con el que subí hablando sobre la heteronormatividad. Muchísima gente está compartiendo sus experiencias en los comentarios y mucha otra me dice que se siente algo más arropada al escuchar ese mensaje en mi canal. También el de la odisea de ser autónomo generó bastante conversación y controversia. 

Las emociones son fundamentales para empatizar con el público, ¿de qué manera influye tu estado emocional en las grabaciones?
Siempre. Si estoy mal directamente no grabo porque no quiero que la gente se preocupe o transmitirles mal rollo. A veces encuentro momentos de lucidez y me pongo delante de la cámara. Tengo un montón de ideas y vídeos ya organizados en mi cabeza que simplemente no grabo por la falta de la emoción necesaria en el momento de grabarlo.

¿Qué equipo, software, micros, etc... usas? 
Tengo una Canon t1i Rebel con la que grabo casi todos los vídeos. Una Panasonic SZ10, que es mi cámara de vloggear en mano y luego algunos micros de estudio. El que más utilizo es el tbone sc600, que no es el mejor, pero que justamente para los vídeos, la distancia a la que lo pongo de mí y de la cámara para que no salga en plano capta perfectamente mi voz. Eso va a una mesa de mezclas y directamente al Adobe Audition para retocar y exportar.

¿En cuántas tomas como promedio creas un vídeo? 
Pff, depende mucho del vídeo. Hay vídeos que me salen de una forma bastante espontánea, por lo que es ponerme delante de la cámara después de haber pensado quizá un par de horas en el tema y listo. Hay vídeos que obviamente me llevan mucho más trabajo, porque no todo es a un único plano, o en una misma localización, etc. A la hora de editar, los vídeos más sencillos me llevan una media de 4h. Los más complicados ni podría calcularlo porque se distribuye en diferentes momentos del día y en diferentes días, a veces.

¿Hacia dónde piensas que camina Youtube?
Los caminos de YouTube son inescrutables. La propia comunidad ha cambiado desde hace años. Llevo en YouTube como usuaria dede 2008 y como "vlogger" desde 2012. He visto el boom de videobloggers de 2013 y el nacimiento y alzamiento de los gamers de forma tan masiva. Además de ver proliferar el contenido tan tóxico que está de moda hoy día.

Los gustos de los consumidores cambian a ritmos muy rápidos y no se puede vaticinar hacia donde lleva lo que vemos hoy. Creo que a YouTube le queda bastante por exprimir todavía, pero tiene que haber una especie de Apocalipsis para volver a filtrar contenidos como considero que ya pasó hace 2 ó 3 años.

¿Cómo se profesionaliza un youtuber? 
Se profesionaliza en la mayoría de los casos si está dispuesto a hacerlo y tiene las herramientas necesarias. Normalmente, es la situación automáticamente la que te profesionaliza. Cuando llegas a X números empiezas a interesarle a ciertas marcas, otras raras veces eres tú el que tiene la idea y se la propone a la marca... Pero en general requiere de mucha constancia y muchas horas de dedicación.

¿Qué consejo darías a quien se inicia en este apasionante mundo de la creación de contenido audiovisual?
Que haga lo que quiera hacer para hacerlo lo mejor posible y que sobre todo escuche a su audiencia. 

¿Dónde pueden encontrar nuestros lectores más información sobre ti?
En mi canal de YouTube y en mis redes sociales existe toda la información que hasta ahora he querido que sepan de mí :)

-Si quieres saber más: sobre el mundo Youtuber.

El valor de la musicoterapia en la vida de las personas, por Carmen Salvador, VII

¿Qué consejo darías a los que quieran trabajar en éste campo?
Dar consejos se me hace difícil. Yo diría solamente, adelante. Yo me formé como musicoteapeuta porque sentía que algo me faltaba, que no comunicaba con el alumno, nació de una necesidad mía, personal y que me surgía desde las tripas. Yo entiendo la educación como enseñanza, pero también aprendizaje. Y en ese ámbito, yo también aprendo. Yo me veía con una formación, la de maestro, que me permitía enseñar, pero que no me ayudaba con las respuestas emocionales que mi alumnado tenía día a día. No hablo de hacer el trabajo de un psicólogo, o de un orientador. Pero el día a día de los niños, tiene mucho de emocional, y yo, con mi formación, no cubría ese aspecto - no todo el mundo estará de acuerdo con esto, pero ésto es lo que yo sentía, ésta era mi necesidad. Me acerqué a la musicoterapia en busca de respuesta a esa necesidad mía, personal, de cubrir la parte emocional del niño. 

Tengo claro que un niño o niña que está sufriendo, aunque sea porque en el patio le han dicho algo que no le gusta, o ha sufrido un pequeño desazón, no va a responder académicamente. Lo emocional es fundamental. Ahora parece que ésta de moda. Trabajar las emociones. Pero cuando yo terminé la carrera en el 2001, este tema no estaba tan en boga. Incluso, muchos compañeros míos me decían que nosotros no éramos psicólogos. Por supuesto que yo no puedo hacer el trabajo del psicólogo, ya que no lo soy. Pero si puedo trabajar con un mínimo de psicología, puedo aplicar técnicas de musicoterapia, puedo atender esa necesidad emocional. Y es lo que hago en mi día a día. ¿Cómo va a centrarse en hacer un problema de matemáticas si está sufriendo porque su abuelo está enfermo?. Aprendí a escuchar al alumno. Creo que mi trabajo como maestra ha mejorado gracias a mi formación como musicoterapeuta. 

Por otro lado, yo no me dedico ahora a la musicoterapia, me apasiona la educación. Me llena. Me supone un reto diario, pero aún dando inglés, o música o siendo tutora, he recurrido a técnicas de musicoterapia para solucionar aspectos diarios en mi aula. Me ha completado como profesional. Por lo que, yo animaría a cualquier persona que sienta esa inquietud, ese gusanillo, a que se forme y que emprenda ese viaje, con apertura, sabiendo que va a tener tanto experiencias positivas, como dolorosas. 

Que va a tener momentos de crisis y momentos de lucidez. Que va a tener muchas dudas, muchas preguntas. Pero que siga adelante. Que se arriesgue, que lo pruebe y, sobretodo, que lo intente. Yo fui a la entrevista con Patxi, pensando que no me admitirían en el postgrado, porque, como he dicho, no tengo grandes estudios en música, pero me admitieron y terminé. Si no lo hubiera intentado, nunca hubiera vivido las experiencias tan satisfactorias que me ha dado el campo de la musicoterapia. 

Conozco a compañeros y compañeras de promoción, que trabajan como musicoterapeutas, así que, sí, es posible dedicarse a ello. Constancia, formación, ganas y rodearse de las personas adecuadas. Creo que eso es lo que a mí me ha servido. Y sobre todo, dejar el miedo, las escusas y, en mi caso, la timidez a un lado y atreverse. Yo suelo utilizar siempre esta frase: el NO ya lo tengo, ahora vamos a por el SI, y si al final no se puede, por lo menos lo habré intentado. 

Hay algo que siempre he tenido muy claro: intentarlo. Siempre he pensado: no quiero que pasen los años, mirar atrás y que sólo sean sueños, quiero que ocurra, y para ello, nadie va a venir a mi casa, tengo que buscarlo yo, con la seguridad y certeza de que muchas veces fracasaré, pero por lo menos, lo habré intentado. Mi padre, se quedó sin cumplir muchos sueños, mi madre, igual. Yo he tenido apoyo moral y económico, nunca me han faltado, siempre han estado ahí, me educaron en el esfuerzo y en el trabajo, en la responsabilidad, y en valorar lo que se tiene, en saber cuánto esfuerzo cuesta conseguir algo; pero es verdad, contar con su apoyo, es lo que me ha facilitado el intentar las cosas, no intentarlo era impensable. Aunque muchas veces, no estuvieran de acuerdo, pensasen “esta hija mía, tiene cada cosa” “Ahora música, y luego musicoterapia, y de Derecho, no quiere saber nada” “En fin”. Ahora están orgullosos, y han visto, que mis decisiones, algunas un poco más raras que otras, han llegado a buen puerto. 

El valor de la musicoterapia en la vida de las personas, por Carmen Salvador, VII

¿Qué consejo darías a los que quieran trabajar en éste campo?
Dar consejos se me hace difícil. Yo diría solamente, adelante. Yo me formé como musicoterapeuta porque sentía que algo me faltaba, que no comunicaba con el alumno, nació de una necesidad mía, personal y que me surgía desde las tripas. Yo entiendo la educación como enseñanza, pero también aprendizaje. Y en ese ámbito, yo también aprendo. Yo me veía con una formación, la de maestro, que me permitía enseñar, pero que no me ayudaba con las respuestas emocionales que mi alumnado tenía día a día. No hablo de hacer el trabajo de un psicólogo, o de un orientador. Pero el día a día de los niños, tiene mucho de emocional, y yo, con mi formación, no cubría ese aspecto - no todo el mundo estará de acuerdo con esto, pero ésto es lo que yo sentía, ésta era mi necesidad. Me acerqué a la musicoterapia en busca de respuesta a esa necesidad mía, personal, de cubrir la parte emocional del niño. 

Tengo claro que un niño o niña que está sufriendo, aunque sea porque en el patio le han dicho algo que no le gusta, o ha sufrido un pequeño desazón, no va a responder académicamente. Lo emocional es fundamental. Ahora parece que ésta de moda. Trabajar las emociones. Pero cuando yo terminé la carrera en el 2001, este tema no estaba tan en boga. Incluso, muchos compañeros míos me decían que nosotros no éramos psicólogos. Por supuesto que yo no puedo hacer el trabajo del psicólogo, ya que no lo soy. Pero si puedo trabajar con un mínimo de psicología, puedo aplicar técnicas de musicoterapia, puedo atender esa necesidad emocional. Y es lo que hago en mi día a día. ¿Cómo va a centrarse en hacer un problema de matemáticas si está sufriendo porque su abuelo está enfermo?. Aprendí a escuchar al alumno. Creo que mi trabajo como maestra ha mejorado gracias a mi formación como musicoterapeuta. 

Por otro lado, yo no me dedico ahora a la musicoterapia, me apasiona la educación. Me llena. Me supone un reto diario, pero aún dando inglés, o música o siendo tutora, he recurrido a técnicas de musicoterapia para solucionar aspectos diarios en mi aula. Me ha completado como profesional. Por lo que, yo animaría a cualquier persona que sienta esa inquietud, ese gusanillo, a que se forme y que emprenda ese viaje, con apertura, sabiendo que va a tener tanto experiencias positivas, como dolorosas. 

Que va a tener momentos de crisis y momentos de lucidez. Que va a tener muchas dudas, muchas preguntas. Pero que siga adelante. Que se arriesgue, que lo pruebe y, sobretodo, que lo intente. Yo fui a la entrevista con Patxi, pensando que no me admitirían en el postgrado, porque, como he dicho, no tengo grandes estudios en música, pero me admitieron y terminé. Si no lo hubiera intentado, nunca hubiera vivido las experiencias tan satisfactorias que me ha dado el campo de la musicoterapia. 

Conozco a compañeros y compañeras de promoción, que trabajan como musicoterapeutas, así que, sí, es posible dedicarse a ello. Constancia, formación, ganas y rodearse de las personas adecuadas. Creo que eso es lo que a mí me ha servido. Y sobre todo, dejar el miedo, las escusas y, en mi caso, la timidez a un lado y atreverse. Yo suelo utilizar siempre esta frase: el NO ya lo tengo, ahora vamos a por el SI, y si al final no se puede, por lo menos lo habré intentado. 

Hay algo que siempre he tenido muy claro: intentarlo. Siempre he pensado: no quiero que pasen los años, mirar atrás y que sólo sean sueños, quiero que ocurra, y para ello, nadie va a venir a mi casa, tengo que buscarlo yo, con la seguridad y certeza de que muchas veces fracasaré, pero por lo menos, lo habré intentado. Mi padre, se quedó sin cumplir muchos sueños, mi madre, igual. Yo he tenido apoyo moral y económico, nunca me han faltado, siempre han estado ahí, me educaron en el esfuerzo y en el trabajo, en la responsabilidad, y en valorar lo que se tiene, en saber cuánto esfuerzo cuesta conseguir algo; pero es verdad, contar con su apoyo, es lo que me ha facilitado el intentar las cosas, no intentarlo era impensable. Aunque muchas veces, no estuvieran de acuerdo, pensasen “esta hija mía, tiene cada cosa” “Ahora música, y luego musicoterapia, y de Derecho, no quiere saber nada” “En fin”. Ahora están orgullosos, y han visto, que mis decisiones, algunas un poco más raras que otras, han llegado a buen puerto.