AMPE-Músicos asiste a la Feria de la Música #Trovam2018

Hoy ha tenido lugar la jornada principal de otra edición de la Feria Valenciana de la Música Trovam - Pro Weekend (Fira Trovam)

En otra edición tuve el privilegio de ser invitada a hablar en una de las mesas redondas. 

Hoy he asistido como Directora en esta Comunidad de la Delegación de la Asociación de Músicos Profesionales de España, participando en la ronda de preguntas y opiniones al final de la charla que tan bien moderaron el musicógrafo Manolo Bosch (de la revista musical NoMePierdoNiUna, enhorabuena por sus 10 años de existencia) y Javier Pérez (de Radio Klara, la emisora con casi cuarenta años de vida musical en la región, un referente).

"La nova realitat de la música en directe", la nueva realidad de la música en directo, que así se llamó la mesa de debate, es uno de los ejes de AMPE-Músicos desde sus inicios. 

Cambios legales

Nos congratulamos de que en la Comunidad Valenciana la ley de espectáculos se haya modificado en esta legislatura con el fin de que los jóvenes puedan asistir a los conciertos de música en vivo en los locales que los programan acompañados de sus padres si son menores de 14 años, con autorización de padres o tutores legales a partir de esa edad hasta los 16 que pueden asistir sin la misma.

Esta medida va a hacer que la próxima generación de público esté habituado a asistir a conciertos en directo desde cualquier momento. Es especialmente importante entender que la música en directo es cultura y es muy necesaria para dar soporte profesional al sector.

Ya se está empezando a ver en las salas que empiezan a asistir familias completas a los conciertos y aumenta el número de público juvenil.

Los músicos se hacen en un escenario

El papel de los locales que programan música en directo es fundamental para el desarrollo de los propios músicos. Los músicos necesitan espacios que les permitan crecer y desarrollar su carrera desde el inicio.

Por otro lado la ley también ha modificado el hecho de que locales (pubs) que tienen autorización para poner música "enlatada" ahora puedan también ofrecer conciertos en acústico, sin necesidad de pedir licencias adicionales, acordes a la ley, es decir, respetando los horarios y los decibelios permitidos legalmente.

En el debate, esta medida ha puesto de relieve que quizá dé lugar a la picaresca de que cualquier local programe en cualquier tipo de condiciones y como representante de AMPE-Músicos he añadido que no es sólo competencia de los legisladores y de las salas garantizar la seguridad del evento sino también de los propios músicos exigir unas mínimas condiciones para desarrollar su trabajo.

Entendemos que hace falta muchísima orientación laboral hacia los músicos y desde la Asociación de Músicos Profesionales de España hemos propuesto en muchas ocasiones a las diferentes administraciones públicas la posibilidad y la necesidad de crear oficinas de orientación y emprendimiento cultural en las que los profesionales de la cultura (no hace falta recordar que la música lo es) puedan recibir orientación laboral como recibe cualquier ciudadano que asiste al SERVEF (servicio valenciano de empleo y formación) o a los agentes de desarrollo local.

El sector será mucho más fuerte y mucho más rico si cada uno de los agentes tiene claro su papel en el tablero de juego.

Participaron:
-Mònica Àlvaro, diputada a les Corts Valencianes
-Manuel Jiménez, president de Música Cruda y membre d'ACCES (Asociación Estatal de Salas de Música en Directo)
-Méter Mano Rara, president de la Societat CA Blues, l'Alcora
+ Representant de sales de concerts de Castelló

En el vídeo os dejo unas imágenes de la parte profesional del evento, de algunos de los stands, intervenciones, etc...

También hay una instantánea donde se muestra la inclusión de la Jornada sobre la Voz y el Canto en uno de los volúmenes del Catálogo de la Música Valencia (IVC) que se ha repartido a los asistentes del apartado profesional, y en otro de estos volúmenesdel Casting Internacional de Canto Moderno Singing Talent 2019, que promueve la delegación valenciana de AMPE-Músicos.

Tuve el placer de reencontrarme con:
*Miguel Ángel Borja, Director del Festival ProWeekend
*José Mercadillo, discófilo, a quien se le hizo un homenaje especial
*Armand Llácer y Luis Óscar García, Directores del evento
*Manolo Bosch, antes citado
*Natalia Montfort, Musical Center
*Méter Mano Rara, bluesman
*Javier Pérez, locutor de Radio Klara


Más info:






El mes de las ferias… (II) La Feria Musical de Lucena #LaMagiadelaMúsica

Aquí viene la segunda feria musical que pudimos celebrar este mes. En este caso fue en Lucena, en el CPM Maestro Chicano Muñoz los días 6 y 7 de abril.

La temática fue “La Magia de la Música” y os invito a ver las ideas que surgieron allí, para que os estimulen vuestros posibles proyectos o variantes del mismo.

Después de presentar en qué consiste la idea de la Feria Musical, quiero aprovechar para mostrar las posibilidades que se pueden desarrollar en cada puesto mientras recordamos los buenos momentos que pudimos pasar en Lucena.

1. Banco-recepción

Es la entrada a la feria. El punto en el que se recibe a los niños explicando en qué consiste todo esto y donde reciben sus primeros billetes: en este caso os presento los “lucentavos”, la moneda personalizada de la feria.

Una posibilidad que se estrenó aquí fue crear unos carteles para todos los participantes -profesores y alumnos- donde figuren nuestros nombres y el curso. Así sirve para conocernos mejor y poder ajustar mejor los niveles de cada juego en los distintos puestos.


2. Pintonisa

Todo un clásico. Las cartas musicales o la palma de la mano muestran el futuro a un experto vidente: cómo serán nuestras vacaciones, lo que nos espera a final de curso, en la próxima audición… Con una sencilla atmósfera de luz tenue, unas cortinas y los atuendos pertinentes, resultan de lo más creíbles. Normal que haya verdaderas colas a la entrada.

Además, cada uno que pasa por este puesto luce estupendos tatuajes y pinturas que le traerán buena suerte o le recuerdan las claves de su posible éxito.


3. Luthería

Todos hemos cogido cualquier utensilio en alguna ocasión para tratar de hacer música. Los plásticos, cartones y envases reciclados que se recogieron durante los días previos (y un poco de material de bricolaje) sirven para crear instrumentos de viento, cuerda o percusión como estos. Con un poco de maña, ideas y buena decoración salen pequeñas maracas, liras, saxofones, cajas, etc. Todos quieren llevarse sus creaciones.

Pero no olvidemos que esto era una tienda. Los sabios consejos del maestro luthier valían unos buenos lucentavos. Aun así, muchos alumnos se las arreglan para ablandar el corazón del tendero y ganar algún dinero con la venta de su creación (si este suena decentemente y le gusta al jefe).


4. Taller de improvisación

Por un módico precio todo el mundo puede integrarse en una verdadera jam session. A partir de un grupo de base que interpreta la estructura de algunas canciones más conocidas, poco a poco se van improvisando nuevas melodías, ritmos y acompañamientos. Desde la pequeña percusión hasta algunos cantantes, todos se lanzan a mostrar su lado más creativo: quienes más se divierten incluso obtienen ganancias.


5. Memory

Un juego de cartas típico es el memory visual, donde las cartas han de ser volteadas de dos en dos hasta descubrir con ayuda de tu memoria todas las parejas que se esconden. Pueden ser dibujos de instrumentos, compositores, figuras musicales o equivalencias, etc… 

Pueden ser competiciones por descubrirlo en el menor tiempo posible, por hallar el mayor número de parejas en un tiempo dado o con el menor número de levantamientos. Los tenderos animan el juego ‘tranquilizando’ a los participantes con impetuosas arengas. En ocasiones la pericia de los participantes es tal que se inventan niveles superiores, como hacerlo a la pata coja, con los brazos en la espalda, etc.

6. Parejas de sonidos: memory auditivo

Esta versión del tradicional ‘memory’, parece más fácil de lo que es. Las botellas están completamente forradas. Pero al agitarlas revelan que su contenido es distinto y que solo hay dos iguales: semillas, garbanzos, piedras, tornillos, bolas de papel, agua…

Los jugadores afinan sus oídos expertos para distinguirlo y poder formar parejas. De nuevo las variantes son múltiples: descubrir todas las parejas en un tiempo mínimo, probar suerte en una especia de lotería auditiva con solo algunos intentos, etc. Jugar tiene su precio, pero alcanzar el record o acertar la lotería tiene recompensa.


7. Bingo musical

Hablando de juegos de azar, ¿quién no ha jugado alguna vez un bingo? Claro que este bingo musical es especial. Como en un dictado rítmico, el lotero interpreta con las palmas o con un instrumento cualquiera de las fórmulas rítmicas de una tabla general. Los niños compran cartones para participar con 6 fórmulas rítmicas diferentes y tienen ue identificar los números que se han interpretado.

Como en un bingo real, los cartones suponen una inversión que solo a unos pocos reportan beneficios: premios a la línea y por supuesto al cartón completo.


8. Violín-surfero

A todos nos gustan las vacaciones. Podemos soñar que surfeamos unas olas mientras nuestro instrumento nos acompaña… Pues esto mismo es lo que se puede disfrutar en este puesto.

Sobre una balance-board (una tabla de equilibrio que tiene una media esfera por debajo) se pide que simulemos tocar un violín mientras nos mantenemos encima. Se convierte en un juego muy divertido a la vez que un reto: pasar el ‘arco’ de nuestro escobiolín. Se puede pedir que pasen el arco un número de veces o un tiempo determinado para no perder su paga. O incluso cronometrar a ver quién es el campeón del equilibrio y recompensarle (para los más avispados valen hasta las cosquillas).


9. Camellos del aire

El clásico juego de las chapas se ha transformado. En lugar de impulsar la chapa con los dedos a través de un circuito, será nuestro aire quien lo haga. Los alumnos de viento pueden demostrar su potente técnica de soplo, pero se han visto muchas sorpresas y talento en otros instrumentistas.

Hay dos modalidades. Una es un circuito con pruebas, como pasar un túnel, subir una rampa o lanzar la chapa final hasta una caja. Aunque cueste un lucentavo participar, se puede recuperar si se hace sin salirse, encestando al final o terminando en tiempo récord.

La segunda opción la hemos llamado ‘circuito de velocidad’ y permite apostar en grupo. En esta ocasión utilizan bolas de papel para ver quién es capaz de lanzarlas más lejos de un soplido y llevarse el bote. Para aquellos que llegan solos también hay una opción de ‘sopla-sin-pasarte:doble-o-nada’. Esta consiste en soplar un cilindro para que ruede con precisión, deteniéndose entre dos marcas del circuito. Esto causa furor.


10. Salta-Música

¿Pianos y partituras gigantes o Cariño he encogido a los niños? Un cambio de escala te permite saltar sobre las teclas o sobre las líneas y espacios de un pentagrama. En esta ocasión tuvimos un verdadero artilugio, pero si no podríamos simular uno con papel.

Con una o varias melodías de ejemplo, los participantes combinan su agilidad (a veces las notas están más lejos de lo que parece) y sus conocimientos musicales para no perder el ritmo. Las mejores ejecuciones pueden ser premiadas o al menos recuperar lo que cueste participar.


11. Yoga

Entre el gentío, y con el ritmo trepidante de la feria, este puesto se convierte en un oasis zen. Con el yoga toca tranquilizarse, respirar profundamente y disfrutar de la calma y la concentración en uno mismo.

Los monitores serán los encargados de transmitirles ese espíritu y de enseñarles algunas de las posturas y equilibrio que facilitarán su relajación. A los más pequeños les encanta el reto de las posturas y comprobar que pueden divertirse ‘a ritmo lento’.


12. Trilero-ladrón

Se acabó la calma. La norma más importante de la feria es que nadie puede quedarse parado, sin participar y sin jugar mientras esta dure.

Para ello, siniestros personajes vigilan dispuestos a desplumar a los incautos. También pueden proponer juegos, invitarles a acercarse a los puestos aunque nunca se sabrá si tienen alguna intención oculta: ¡son trileros!


13. Mazmorra

Con tanto puesto puede ocurrir que alguien se quede sin billetes…

Si un participante se queda sin dinero tiene que buscar la forma de recuperarlo en la mazmorra. Habrá que ser valiente para adentrarse en su oscuridad. Solo quienes superan las duras pruebas que dentro ocurren podrán salir con la recompensa obtenida: pasatiempos, crucigramas, sopas de letras y pequeños ejercicios musicales son la llave para ganar algún dinero. El mazmorrero no es un tipo tan desagradable. No tengas miedo a entrar… ¿o sí? 


14. Posada

Efectivamente, todo tiene un final. Además de posibles actuaciones, recitales y conciertos, lo mejor es celebrarlo todos juntos en la posada.

Deliciosos chuches, brebajes o otras exquisiteces estarán esperando. Bocherinis en vinagre, tritonos salteados, babas de tuba, delicias pentatónicas o crótalos fritos son algunos de sus irresistibles nombres.

El precio es simbólico, pues la premisa es poder recuperar el ‘dinero’ para tenerlo disponible en la siguiente edición de la feria. Cada producto puede tener un precio o se pueden cobrar todas las ganancias a cambio de hacer una petición.


Con esta entrada y con la anterior en la que narrábamos la idea más en conjunto, esperamos que os animéis a ponerlo en práctica. Otras personas han sugerido que podría orientarse a los nuevos alumnos que entrarán al conservatorio. Unas jornadas de puertas abiertas o educativas para dar la oportunidad de conocer el centro, los instrumentos o el propio aprendizaje de la música. 

Y a ti, ¿se te ocurre alguna otra opción?

 

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La feria de abril… (I) La Feria Musical de Cádiz #ManueldeFalla

El proyecto de “La Feria Musical” llega a su quinto año. 
Después de recorrer lugares como Jaén, Málaga o Baza, esta semana celebramos el “aniversario” dos nuevas ediciones. El pasado lunes 3 de abril la pudimos disfrutar en el conservatorio Manuel de Falla de Cádiz. La siguiente… pronto la descubriréis. 

El propósito principal de esta entrada es difundir esta idea. Que sea libremente tomada en otros conservatorios, adaptada y, si es posible, que compartáis con nosotros vuestras innovaciones. Entre todos conseguiremos que acumule nuevas experiencias y sea cada vez mejor. Si no conoces en qué consiste, aquí tienes la información.

¿Qué es la feria musical?

Ya sea a través de las semanas culturales o de forma aislada, en los conservatorios de música se organizan conferencias, cursos y talleres de diversa índole.

La feria musical es una de estas propuestas. Es un proyecto que pretende combinar el carácter lúdico de una feria con las actividades formativas de extensión que se organizan en los centros. En ella, los protagonistas son los alumnos de enseñanzas elementales, pero afortunadamente puede acabar involucrado todo el centro: profesores, alumnos más mayores, familiares e incluso otros músicos invitados.

 

¿De qué se compone? ¿Es siempre igual?


Es un proyecto abierto
, lo cual quiere decir que a partir de una idea marco, los componentes de la Feria
pueden ser múltiples. Desde la forma que tome, hasta la temática principal o la enumeración de pequeños sucesos que lo componen, todo se adapta en cada sesión. Se ajusta al sitio disponible, al leitmotiv y a la capacidad de organización de cada caso. Todo es posible y todo es abordable.

Empecemos por la temática. Al igual que hay ferias medievales, agrícolas, de exposiciones, etc., en la feria musical se define una temática guía. Esto permite inspirar actividades, motivos de decoración o el vestuario.
Ya sean periodos, personajes o conceptos más abstractos, el leitmotiv siempre es estimulante y permite diseñar un montón de pruebas y juegos con los que disfrutar de la música.
La feria renacentista, la magia de la música, las figuras rítmicas cobran vida, homenaje a Manuel de Falla… son algunas de las puestas ya en práctica.

Otra variante es dónde instalarla. Aprovechando zonas comunes y algunas aulas del centro, se monta un verdadero recinto de la feria, con múltiples puestos adecuadamente señalizados, decorados y equipados. En los pasillos, el hall, los patios, un aula grande… cualquier espacio se puede adecuar.

Y qué decir de las actividades y juegos que la componen. Para empezar, que no son gratis. Cada feria tiene moneda propia, acuñada especialmente para la ocasión. Los niños pueden así gastarse o incrementar su ‘paga’ inicial jugando adecuadamente y superando pruebas. ¿Cuales?  Pintonisas que adivinan tu futuro musical, salta-músicas, camellos de aire, violines surferos, parejas de sonidosmazmorras, talleres de decoración y luthería, casinos… eso solo para abrir boca.

En resumen, es una actividad que se compone de la imaginación de los profesores y alumnos (de pedagogía, de armonía, últimos cursos de lenguaje musical, etc) que la preparan, de la ilusión de los niños que descubren juegos donde pueden aplicar sus conocimientos musicales y a veces, cuando las circunstancias lo requieren, de los familiares redondean esta jornada de convivencia musical. 
Para nosotros la idea más relevante es unir a toda la comunidad educativa para cuidar de los más pequeños, a veces un poco olvidados en las actividades extraescolares.

¿Qué ha pasado en Cádiz?

En Cádiz se acaba de celebrar la Feria musical 2017: “Manuel de Falla”. No podía ser de otra forma. El compositor ha dado nombre y tema a la jornada e incluso nos hizo una visita junto a algunos amigos.

Pero empecemos por el principio. Los alumnos fueron citados en la segunda planta del edificio en dos sesiones, a las 16:30 y a las 18:00 h. Junto al Banco Manuel de Falla recibieron las instrucciones de funcionamiento: divertirse y nunca parar de jugar (ya que hay un ladrón que roba a quienes no participan…).

Los ‘Fallas’ -billetes- fueron presentados como moneda local. Acuñamos billetes de 1,2 y 5 fallas, con los que podían pagar su participación en cada actividad e incluso apostar. Empezando por los 3 fallas que se asignaron inicialmente, algunos alumnos amasaron verdaderas fortunas y se hicieron “fallanarios”.

Lo que pudieron hacer

Tras las presentaciones tuvieron una hora y media para intentar visitar los casi 15 puestos que había disponibles:

  • Podían decorar sus partituras y las paredes con un Pinta-música de pintura de dedos.
  • Pusieron a prueba su respiración y sus pulmones impulsando chapas en un circuito titulado Camellos del aire.
  • Se jugaron su dinero en el Casino, con dominós de figuras musicales y varias mesas de juegos de cartas (musicales, claro).
  • Pudieron comprar artesanía en la tienda de intervalos.
  • La Pintonisa les leyó su futuro musical y les dibujó tatuajes protectores contra profes que mandan mucha tarea, pocas ganas de estudiar y otros males de la época.
  • Los Violines Surferos pusieron a prueba su equilibro sobre las olas de la balance board, junto a quienes hacían Salta-Música sobre el pentagrama o el piano gigante.
  • Los trileros hicieron de las suyas en Parejas de sonidos y el Memory musical, todo un éxito.
  • El taller de luthería inventó instrumentos con todo el material reciclado que se había recopilado los días previos.
  • La biblioteca se convirtió en La Búsqueda del tesoro que intrépidos piratas buscaron con sus pistas. 
  • Y el banco que inicialmente prestaba fallas… ¡se quedó sin fondos! 

Apariciones sobrenaturales

También pudieron visitar una exposición de material propio de Manuel de Falla, como sus libros de partituras o sus vinilos que amenizaron toda la sesión. Aquí estuvo la verdadera sorpresa con dos apariciones sorprendentes. Mientras todos jugaban, el elegante Señor Viniegra, íntimo amigo del compositor gaditano, se apareció entre ellos contando varias anécdotas de Don Manuel. Pero unos minutos después, el propio Manuel de Falla acompañado de la gran cantante Luisa Vela visitó la feria. Se paseó entre los participantes, saludando extrañado al ver cómo habían cambiado los tiempos. Para deleite de todos, nos invitaron a acompañarles y ofrecieron un pequeño recital de piano y voz.

El festín

Cuando la feria tocaba a su fin mientras aplaudían la actuación de Manuel de Falla, se presentó el puesto final: la posada. Los familiares habían preparado una merienda para todos los participantes, que hizo las delicias de todos aunque para pedir hubiera que pagar con todos los fallas que tuvieras…


Os dejamos un pequeño vídeo para que veáis cómo nos divertimos en Cádiz, no sin antes agradecer inmensamente la implicación de algunas personas maravillosas y creativas que nos ayudaron a poder ponerlo en marcha: Diana, Cristina, Elena, Antonio, Patricia y Ángel. 

Será estupendo saber cómo hacéis las ferias musicales en vuestros centros. ¿A qué esperáis a contárnoslo?

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