La música y el canto en los Laberintos del Placer en el Cerebro Humano

Por Isabel Villagar

Hoy comentamos una obra muy interesante. Se trata de la publicación de Francisco Mora "Los laberintos del placer en el cerebro humano".
Su parte estrictamente musical es muy "jugosa". 
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¿Es posible una cultura sin miedo?

Es el título de la más reciente obra de Francisco Mora, doctor en medicina y en neurociencias, del cual ya hicimos anteriormente dos entradas: neuroeducación o la educación del futurola neuroeducación aplicada a la enseñanza del canto.

Es un libro escrito en tono divulgativo y diáfano. Muy bien estructurado, hoy quiero traer a colación ideas del autor para aplicar al mundo de la música. Habla del miedo como una emoción primitiva y universal que sólo los humanos aprecian como sentimiento desde su conciencia, es decir, sólo los humanos saben que tienen miedo. 

Opino que se puede vivir en uno de los los lados de la disyuntiva: centrados en el miedo o centrados en el amor. Pienso que la mayoría de las personas desean vivir centrados en el amor pero no lo consiguen, quizá porque no saben qué es lo que aman.

La tónica general es que las personas desconfíen y sean recelosas, que no entiendan que desde el miedo se hacen cada vez más pequeños y expanden una onda de mal ejemplo que puede empequeñecer a los que le rodean. Es el caso de personas con las que no nos apetece estar.

En cambio, aquellas personas que disfrutan de su vida y de lo que hacen, que no se comparan, sino que se centran en aprender, mejorar y crecer y no viven observando constantemente "qué hace el vecino", irradian "buena onda". 

Esta realidad la encontramos en todo tipo de ambientes, incluidos los centros educativos musicales, en los que hay muchos mediocres que intentan jibarizar a los excelentes por el mero hecho de serlo. Estos ambientes tóxicos generan miedo en toda la comunidad educativa y esa falta de libertad imposibilita el desarrollo orgánico, creativo e ilusionante de un proyecto musical común.

Como cita en el epílogo, es posible una nueva cultura, neurocultura, sin miedo. El conocimiento actual científico nos va a permitir conocer los orígenes y las raices del miedo y es ese conocimiento el que nos ayudará a transitar hacia esta nueva dimensión, más creativa y menos temerosa. Como dijo Marie Curie: "Nada en la vida ha de ser temido, solamente comprendido". No tengáis miedo, lectores, y avanzad, ya lo dijo Bertrand Russell: "Siente miedo, pero hazlo de todas las maneras". Este libro os ayudará a caminar sin el handicap del miedo:

La neuroeducación aplicada a la enseñanza del canto

En un post anterior comenté la publicación de Francisco Mora y el conocimiento del funcionamiento del cerebro aplicado a la educación. Voy a centrar estas líneas en las vinculaciones con la enseñanza del canto.

Aprender a cantar es una actividad que requiere mucha autoconciencia corporal y mucha reflexión y cordura mental, por lo tanto, es necesario desarrollar una atención dirigida a las propias sensaciones corporales y a los cambios que se producen en estas sensaciones y a lo que sucede a nivel mental y emocional. En muchas ocasiones explico que la técnica vocal es un conjunto de sensaciones corporales positivas que almacenamos en la memoria y a las que recurrimos de una forma cada vez más inconsciente cuando las necesitamos. Pero, para que esto suceda, el aprendizaje debe realizarse de una manera muy rigurosa y sistemática y sobre todo no se le puede pedir a la alumno cosas que no puede hacer.

Por otro lado, es esencial el clima emocional en el que se produce el aprendizaje, es algo que cuido muy especialmente en mis clases porque desde hace muchos años soy consciente de que generar un clima de confianza es esencial para que el alumno investigue y descubra todo el potencial de su voz. La voz, además, no es como otros instrumentos musicales, está íntimamente ligada a la psique de la persona, a su personalidad y sus anhelos. Cualquier indicación que hagamos en una clase debe ser cuidadosa y respetuosa con las características psicológicas de la persona. Deberíamos huir de todas las indicaciones que empiecen por un "no" del tipo "no hagas esto o lo otro" ya que el alumno lo percibe, en muchas ocasiones, como una negación de su personalidad.



Hay que hablar de lo positivo que se hace en una clase tanto o más que de aquellos aspectos que se deben corregir para mantener ese clima emocional positivo. Si el profesor está más pendiente de decir lo que se hace mal que de resaltar lo que se hacen bien, se genera una sensación de incompetencia en el alumno y puede salir de las clase desmoralizado y preguntándose: pero hago algo bien?", "será que no sé?, será que le pasa algo a la voz?". Una actitud crítica sin un buen clima emocional de confianza puede anular las mejores intenciones del docente. La educación vocal debe poner en el centro el desarrollo de la autoestima del alumno y no el nivel o la interpretación de obras difíciles. 

También es fundamental desarrollar la conciencia del valor del error ya que se trata de un proceso en el que se debe estar constantemente experimentando y evolucionando. Siempre digo que una clase de canto es un laboratorio de sonidos y todos son bienvenidos porque nos ayudan a aprender.

Repetir es esencial para aprender pero hemos de asegurarnos, en el canto que repetimos los buenos patrones musculares, las buenas sensaciones corporales sino todo será en vano. Por esta razón todas aquellas actividades que desarrollen nuestra autoconciencia corporal: técnica alexander, tai chi, yoga, pilates, meditación, visualización, etc serán sin duda una herramienta esencial para todo cantante.

Mora habla de la posibilidad de estimular el cerebro con la imaginación, considero este aspecto fundamental para los cantantes que no pueden estar todo el tiempo cantando y necesitan de estrategias de estudio diversas.

Y para terminar, la persona que se interesa por aprender a cantar ya viene con una gran motivación interna, seamos los docentes, muy cuidadosos y alimentemos ese motor con emociones y lenguaje positivo. Es nuestra obligación y responsabilidad hacerles crecer y amar la música y el canto. 

Si quieres conocer más de la publicación puedes hacerlo en este  Enlace

Neuroeducación o la educación del futuro

Esta es mi conclusión tras haber leído las reflexiones que Francisco Mora hace en su último libro titulado Neuroeducación: Solo se puede aprender aquello que se ama de Alianza Editorial. Y en el subtítulo encontramos una de las claves de la educación del futuro.  

Opino que la educación será emocional o no será ya que está demostrado que las emociones que impregnan los procesos son fundamentales para adquirir conocimientos y habilidades mentales. 

Considero esta publicación una lectura imprescindible para todos aquellos profesionales vinculados al mundo de la educación en cualquier campo ya que el libro explica, fundamentándose en las investigaciones científicas, aquellos factores que son fundamentales para que el proceso de enseñanza aprendizaje realmente sea efectivo y constructivo. Hasta ahora los pedagogos basaban su saber hacer en la experiencia, hoy en día hay aspectos que se corroboran gracias a los estudios del funcionamiento del cerebro pero hay otros que se deben reconsiderar.
Neuroeducación es, en palabras de Mora, "estudiar y aplicar los conocimientos del cerebro para una mejor enseñanza" ya que "aprender algo nuevo significa, en términos neurobiológicos, cambiar el cerebro". 
Mucho se habla de la funciones de los hemisferios cerebrales (drecho es holístico y global y creador y el izquierdo es analítico, responsable del lenguaje y matemáticas) pero hay que entender que funcionan de manera simultánea y en constante conjunción y que el aprendizaje está muy influido por el sistema límbico, un cerebro dentro del cerebro, responsable de las emociones. Se podria decir que sin emoción no hay aprendizaje. 
El aprendizaje del mundo es multisensorial, sobre todo en las fases mas tempranas. Los sentidos despiertan al niño al mundo exterior y las emociones a su mundo interior. Estas últimas encienden la llama de la curiosidad que a su vez es la fuente de la atención sostenida, aspecto esencial para el aprendizaje de cualquier cosa. Existen personas más y menos curiosas pero en el libro nos ofrecen estrategias para estimular la curiosidad.
La atención, como he comentado, es esencial para captar un aprendizaje pero si no se repite es imposible que se impregne en la memoria a largo plazo y por tanto que el aprendizaje se asiente. La memoria es el guardián de aquello que se aprende pero para conservarlo las personas deben encontrar utilidad en ello. Para que esto suceda es esencial repetir, experimentar y por lo tanto equivocarse. Se ha de poner en valor el error ya que en el sistema educativo está muy mal considerado y es un aspecto esencial del aprendizaje.
Se habla de la importancia de una buena alimentación, un buen descanso (incluyendo la necesidad de la siesta) amén de una buena iluminación y ventilación para mantener el cerebro en forma. 
También dedica un capítulo a los neuromitos y el que más me ha llamado la atención es el que se refiere a la actividad musical, escuchar música no provoca una mejora en las habilidades cognitivas, en cambio tocar un instrumento sí lo hace. 
Y el capítulo dedicado a los docentes excelentes destaca que es esencial conocer todos estos aspectos pero sobre todo ser unos buenos comunicadores, capaces de impregnar de emoción y pasión sus clases y dejar huella emocional de una manera positiva en los alumnos. Si se quiere mejorar como docente no sólo hay que estar actualizado en la materia sino que se han de adquirir y mejorar tanto los aspectos emocionales como comunciativos. Y cómo se aplica todo esto a la enseñanza del canto? En el siguiente post 

Puedes acceder al libro pulsando AQUÍ