La importancia de la salud vocal en los cantantes

Por Isabel Villagar, profesora on line de canto 

Me gustaría hacer un comentario sobre el reportaje que National Geographic realizó acerca del funcionamiento de las cuerdas vocales del cantante de Aerosmith, Steven Tyler. 

Cuando observéis el vídeo podréis fijaros en que las cuerdas vocales se ven a velocidad normal y a cámara lenta (con luz estroboscópica). 

Cuando hace una "sirena" o glissando desde las frecuencias graves a las agudas, las cuerdas vocales se van estirando progresivamente. 

Está claro que Steven Tyler tiene un control de su instrumento adecuado ya que en la laringoscopia se aprecia cómo no realiza sobre-esfuerzo en la musculatura extrínseca de la laringe, es decir, sus cuerdas trabajan como tienen que trabajar, sin fuerza añadida o extra.

También indican en el vídeo que Tyler tuvo que hacer una pausa en su carrera por padecer una lesión, un hematoma en una de las cuerdas, que se aprecia perfectamente en el mismo (una vena roja que resalta en la superficie blanca de la cuerda).

Es necesario tomar conciencia de que, al igual que los deportistas de élite que llevan su cuerpo al límite, los cantantes también son susceptibles de padecer lesiones que han de ser valoradas y tratadas por los otorrinolaringólogos y/o foniatras, que son los especialistas sanitarios legalmente reconocidos como tales para hacer dicho diagnóstico y pautar la terapia adecuada.

Desde esta bitácora me gustaría trasladar a los lectores que un cantante nunca debe cantar con una lesión en las cuerdas vocales y que siempre la última palabra la ha de tener el cantante (que debería dejarse aconsejar por el especialista médico). 

La aparición de una lesión puede deberse a múltiples factores. 

Está claro que una técnica vocal adecuada, un entrenamiento correcto y unos cuidados de la voz asiduos y específicos previenen las lesiones.

Comunicar o subcomunicar que un cantante puede subirse a un escenario con una lesión me parece deleznable, imprudente y que atenta contra la integridad del mismo.

La realidad (tristemente) es que la industria puede llegar a forzar en algunos casos a cantar sin estar el cantante a pleno rendimiento y esto es contraproducente a largo para el mismo. Steven Tyler paró a tiempo, se operó, hizo la rehabilitación y pudo reincorporarse. Otros no han podido, lamentablemente, realizar lo mismo. ¡Tomad nota de este caso!

"¡Canta feliz!"

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© Isabel Villagar, Profesora de Canto On Line

Deporte para músicos, ¿cómo conseguir ser constante?

Sí, todos lo sabemos. El deporte es bueno para el cuerpo y la mente. Y en especial para los músicos, que pasamos tantas horas en posturas relativamente estáticas. La vida sedentaria no le hace bien a nadie. Todo esto suena muy bien en la teoría, pero ¿y en la práctica? ¿Te cuesta sacar tiempo para el deporte? ¿Eres de los que va al gimnasio una semana sí y dos no? ¿Cómo conseguir ser constante?

Tocar es importante, pero tu cuerpo también lo es

¿Lo primero que te viene a la mente cuando te dicen que practiques deporte es: “tengo que estudiar/trabajar”? No eres el único. Los músicos tenemos la mayor parte del día ocupado. Hay que trabajar/ir a clase, sí. Pero también hay que practicar en casa. Y los pocos ratos que nos quedan libres, no siempre nos apetece dedicárselos al deporte.

Sin embargo, como buenos profesionales, tenemos que darle al deporte la importancia que se merece dentro de nuestra carrera. No lo visualices como una actividad de ocio. Piensa que es parte de tu carrera. Al fin y al cabo, el cuerpo es el primer instrumento con el que contamos. Igual que le dedicas un ratito diario a las escalas, un poco de ejercicio debe formar parte de tu programa diario de trabajo.

Probando deportes

No a todo el mundo le gusta salir a correr. Igual que no a todos nos apetecen los deportes de equipo. Puede que no te apetezca practicar deporte porque aún no has encontrado el que se amolde a ti.

Lo mejor que puedes hacer es investigar qué deportes te pueden interesar. Y por supuesto, ¡probarlos! Porque, quién sabe, puede que encuentres una segunda pasión -la música siempre primero ;).

Los 5 mejores deportes para el músico

Rutina

Si hay algo que nos ayuda a mantener la constancia es establecer una rutina. Márcate los días e incluso horas en los que quieres hacer deporte. Si sigues esta rutina, hacer deporte será vestirse por las mañanas, un elemento más de tu día a día.

Una vez que le tomes el gusto a esa rutina, verás que en cuanto no puedes cumplirla, lo notas. Y muy importante, ¡no lo dejes! O te costará mucho más volver a coger la misma rutina otra vez.

En nuestra tienda puedes encontrar algunas utilidades para el músico deportista.

¡Apúntate!

Apúntate a clases, apúntate al gimnasio, apúntate a tenis… ¡pero apúntate a algo! Es sencillo: si tienes un horario marcado, pagas una tarifa mensual, y adquieres cierto compromiso con otros, te será mucho más difícil abandonar la actividad deportiva.

Por experiencia propia, es mucho más fácil decir que no vas a salir a correr “porque no te apetece”, a decidir no ir al entrenamiento esta semana. Un entrenamiento que ya has pagado, con un profesor que te espera, unos compañeros y un horario marcado.

Metas

Marcarse metas es un elemento esencial para motivarse. Lo habrás comprobado en el ámbito musical. Cuando no tenemos objetivos, nos cuesta mucho más estudiar todos los días.

También el entrenamiento y actividad física tienen llevar un componente de superación. Necesitas sentir que has conseguido los objetivos marcados. Por ejemplo, correr unos cuantos kilómetros más cada mes, saltar más alto, ganar más partidos… lo que sea. Con tal de que te anima a superarte y a seguir practicando deporte.

Busca un compañero

Encuentra algún amigo con el que practicar deporte. Cuando uno no se anime, el otro lo hará y viceversa. Seguro que notas la diferencia de practicar deporte en compañía a hacerlo solo.

Y qué mejor compañía que practicar algún deporte en equipo. ¿No te gustaría echar algún partido violines contra violonchelos? Puede ser fútbol, tenis, pádel… ¡Pero cuidado con las lesiones, fair play!

 

 

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Importante: Aclaramos que en Gran Pausa no se da ningún tipo de consejo médico ni tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, Gran Pausa no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información sobre lesiones y otras afecciones del músico para que estos problemas se conozcan y comprendan un poco mejor.
 

La entrada Deporte para músicos, ¿cómo conseguir ser constante? aparece primero en Gran Pausa.

Me duele cuando toco – (Pero por favor, no me digas que descanse)

En este post hemos traducido la entrevista de Linda Dessau a la doctora Sarah Mickeler (B.Mus., DC Dr.). Mickeler es una ex músico profesional y una quiropráctica que se concentra en el tratamiento de las lesiones de músicos.

Si quieres aprender más sobre lesiones y ejercicios para músicos te recomendamos que leas estos libros

También podéis leer nuestra reseña sobre este otro interesante libro que habla sobre el cuerpo del músico.

Traducido de la publicación Enzine Articles
Enlace al original: http://ezinearticles.com/?Musicians-Injuries:-OUCH,-It-Hurts-When-I-Play-(But-Please-Dont-Tell-Me-To-Stop!)&id=23252
Fecha: 24 Marzo 2005
Título original: Musicians Injuries: OUCH, It Hurts When I Play (But Please Don’t Tell Me To Stop!)

¿Por qué te especializaste en músicos?

Tengo una conexión muy personal con las lesiones del músico. Yo era músico, clarinetista, y fue durante mi licenciatura cuando empecé a tener todo tipo de problemas por estudiar demasiado y con una mala postura. Por desgracia, me dijeron, como a muchos otros, que tenía que aprender a tocar a pesar del dolor y ¡que tal vez conseguiría mejorar! Por supuesto, no lo hice, y con el tiempo esto me condujo a la desaparición de mi carrera como clarinetista, porque ya era totalmente incapaz de levantar mi instrumento. Por lo tanto, decidí elegir una nueva carrera con la que ayudaría a otros músicos – y con suerte, ayudarles a no llegar al punto en el que yo estaba. La Quiropráctica me atrajo por el paradigma de atención médica que encarna – como quiroprácticos, diagnosticamos y corregimos la causa, en lugar de enmascarar los síntomas.

¿En qué se diferencia tratar a músicos de tratar a otras personas?

A menudo, lo que yo le digo a la gente que no entiende los detalles de las lesiones de los músicos, es que “se necesita ser uno para entenderlo”. Como músico, puede ser muy difícil explicarle a un médico o un fisioterapeuta o incluso otro quiropráctico la mecánica de tocar un instrumento. Pero cuando alguien entra en mi consulta y dice que toca la flauta, o la guitarra, o la tuba, o lo que sea, sé exactamente lo que el componente físico de tocar su instrumento implica. Esto es un primer paso muy importante.

En segundo lugar, no sólo  tienes que ser capaz de tener una buena comprensión de lo que tocar este instrumento implica, hay ver a la persona tocando. Incluso si alguien me dice que toca el violín (yo automáticamente pienso: “ok, por lo que se inclina su cabeza hacia la izquierda y tienen problemas en el hombro derecho, etc …”), a menudo me siento sorprendida al comprobar que después de años tocando se han han crispado a sí mismos,  ¡convirtiéndose en un pequeño pretzel mientras tocan!

Así, en la primera o segunda visita, todos mis músicos traen sus instrumentos y hacemos un análisis a fondo de su forma de tocar para ver qué es lo que están haciendo bien y mal. Podría ser que su postura esté contribuyendo a su lesión. O tal vez hay algo en el instrumento que podíamos cambiar; que sólo podría necesitar un ajuste menor.

Por ejemplo, tengo las manos muy pequeñas y resultaba difícil llegar a algunas de las llaves en mi clarinete – por lo que las había serrado y re-soldado en una dirección diferente para que pudiera llegar a ellas.

En tercer lugar, es importante reconocer que hay algunas razones muy comunes para las lesiones de rendimiento. Las más comunes son un cambio en el repertorio, un cambio en el instrumento (como una nueva boquilla o algo similar), un cambio en el tiempo de práctica o un concierto en los próximos días. Si podemos señalar qué es lo que el artista ha estado haciendo últimamente de manera diferente para contribuir a su lesión, esto ayuda enormemente.

Y, por último, y muy importante a tener en cuenta, sobre todo para los artistas independientes, es que no se puede simplemente decirles que tomen un relajante muscular, y unas cuantas semanas de descanso. Si estas personas tomaran un par de semanas de descanso, no tendrían un techo sobre su cabeza o comida en la mesa. Si bien es ocasionalmente absolutamente imprescindible que se tomen un descanso, la mayoría de las veces se toma un enfoque holístico para el tratamiento de artistas y cambiamos o arreglamos lo que podemos, dentro de las limitaciones obvias de conciertos actuales y próximos eventos.

¿Cuál es la lesión más común que ves en tu consulta?

En mi consulta, hay un empate por la lesión más común. La primera es la espalda / hombros / cuello – Asocio estas juntas porque esos términos pueden significar lo mismo para una gran cantidad de personas – a menudo alguien viene y dice que le duele el hombro y apunta su zona de dolor, pero para mí lo que está apuntando realmente es a la espalda, la parte superior o inferior del cuello. Ésto es a menudo una consecuencia de una mala postura o falta de ergonomía. Si podemos encontrar la manera de mejorar la postura general y la situación ergonómica entonces esto tiende a resolverse rápidamente.

Y la segunda lesión más común es el dolor de manos y brazos. No creerías cuántas personas vienen a mi consultorio con las manos y los dedos entumecidos y con hormigueo – que puede ser asustar mucho si eres tú el que lo experimenta – para descubrir que el problema no es en realidad sus manos y dedos al final, es un poco más arriba en el brazo y puede ser tratado con bastante facilidad una vez diagnosticado correctamente. O que llegan con el codo de tenista – ¡pero nunca han tocado una raqueta de tenis en su vida! En mi consulta, llamo al codo de tenista y al codo de golfista “codo del músico”, porque es una lesión por esfuerzo repetitivo. Es muy, muy común y sorprendentemente fácil de tratar.

¿Qué pueden hacer los músicos para evitar lesiones?

En primer lugar, ¡no ser un héroe! Simplemente, no hay razón para practicar durante horas sin interrupción. Siempre recuerda que debes tomar un pequeño descanso por cada 30 minutos que estás estudiando. En segundo lugar, no tocar a pesar del dolor. La señal del dolor está ahí para decirte que estás haciendo algo mal. Tocando con dolor no vas a llegar a ninguna parte – que no sea de más dolor y en peores condiciones en el camino. En tercer lugar, ser consciente de tu ergonomía. Si te sientas a tocar, ¿se adapta tu silla a tu cuerpo? En el ensayo, ¿tienes que esforzarte para ver tanto el atril como al director? ¿Colocas los brazos de manera poco natural con tal de sacar un sonido? Esto no está bien. Y, por último, buscar la ayuda de un profesional que no sólo te puede ayudar con las lesiones que te estás tratando actualmente, sino que también puede ayudar a evitar futuras lesiones y optimizar tu rendimiento general.

Puedes encontrar más información sobre la Dr. Sarah Mickeler y su práctica de la quiropráctica con sede en Toronto, concentrándose en las lesiones de los músicos en http://www.drsarah.ca

Hazte eco de los consejos de Sara, por favor, ¡presta atención a cualquier señales de dolor que tu cuerpo te esté enviando! Admitir que estás teniendo un problema físico no te hace menos músico – ¡¡significa que eres un músico muy inteligente con años de tocar por delante de usted!!

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Cupping: el tratamiento de moda en los JJ.OO. ¿Nos serviría a los músicos?

Seguro que muchos ya conocéis el revuelo formado entorno a las marcas moradas y circulares que lucían M. Phelps y otros deportistas en las Olimpiadas. El misterio ha sido resuelto, y los medios se han hecho eco de ello: se debe a una nueva técnica de tratamiento fisoterapéutico, el cupping. 

Si algo tenemos en común deportistas y músicos profesionales es que a menudo le metemos al cuerpo más caña de la que puede soportar. A veces no importa lo cuidadoso que seas con calentamientos y estiramientos o con tu higiene postural, el problema está en el entrenamiento continuado o excesivo. Deportistas y músicos nos dedicamos a una actividad física de alto rendimiento, y esta actividad suele producirnos desde lesiones leves hasta auténticos problemas de salud. A raíz de estos problemas, buscamos terapias, ejercicios, técnicas y todo tipo de soluciones.

Cada temporada o con cada gran evento deportivo se dan a conocer nuevos tratamientos y técnicas. Ocurrió en los Juegos Olímpicos de Londres con el Kinesio-taping. Esta vez la técnica protagonista ha sido el Cupping. La pregunta es, ¿en qué consiste? ¿Realmente funciona? ¿Nos serviría a los músicos?

¿Qué es el Cupping?

Esta técnica, aunque ahora se ponga de moda, tiene sus orígenes en la antigüedad. Algunos apuntan a las técnicas orientales Chinas, o incluso a la antigua civilización mesopotámica.

El tratamiento “consiste en la aplicación de ventosas sobre la piel, con las que se hace el vacío, succionando la piel y parte del músculo, de tal modo que se abren los poros y favorece la circulación sanguínea y linfática.” (web de Sanitas). Las ventosas son una especie de vasitos de cristal o plástico (de ahí el nombre de cupping, que procede de la palabra cup – vaso) que o bien se calientan o bien se utilizan sistemas de aspiración para que succionen la piel. De ahí esas marcas moradas que quedan después del tratamiento.

En teoría, esta succión, que activa la circulación de la zona, favorece a los músculos y tendones y está indicado en casos de tendinitis, sobrecargas musculares, inflamaciones, contracturas… etc.

¿Realmente funciona?

Muchos consideran esta terapia un método alternativo, no incluido dentro de la medicina científica. Otros achacan sus beneficios a un efecto placebo, y dudan de sus efectos positivos. En general, los atletas y entrenadores que lo han probado aseguran que es un buen método, como otro cualquiera, y que funciona.

En el blog Well del New York Times citan dos estudios científicos que se han realizados sobre los efectos de esta terapia. En el primero de ellos, un estudio realizado en 2012 sobre 61 pacientes con dolor de cuello crónico, a la mitad de ellos se le aplicó Cupping y a la otra mitad relajación progresivaLos resultados mostraron que ambos grupos experimentaron cierta recuperación, sin embargo, los que probaron el Cupping tenían unos niveles de bienestar ligeramente más altos. En el segundo estudio citado, realizado a 40 pacientes con artritis de rodilla, se les sometió a la mitad de ellos al tratamiento con Cupping. Los resultados fueron positivos, sin embargo, se indicó que los beneficios podían achacarse al efecto placebo.

Según Leonid Kalichman (Profesor en Ben-Gurion University de Negev, Israel. Co-autor de un artículo sobre Cupping en Journal of Bodywork and Movement Therapies): “El efecto placebo está presente en todos los tratamientos, y estoy convencido de que es sustancial en el caso del Cupping también. El paciente puede sentir el tratamiento y ver las marcas que deja, y esto contribuye a ese efecto placebo.”

¿Nos serviría a los músicos?

Aunque parece que sus beneficios no están demostrados al 100%, los deportistas que lo utilizan hablan de sus efectos como una terapia que acelera la recuperación de manera natural.

Las características de la terapia indican que no puede utilizarse en todas las zonas del cuerpo, así que muchas lesiones de los músicos, localizadas en manos o rostro, posiblemente no podrían tratarse con esta técnica. Sí que es posible en problemas de espalda, hombros… etc.

La lógica nos dice que el tratamiento de Cupping no tiene porqué fallar: activa la circulación, algo básico a la hora de recuperar zonas musculares y tendones. Sin embargo, es cierto que otros métodos más sencillos, como los masajes, también tienen este efecto de activar la circulación.

Existen muchos tratamientos distintos que se pueden probar, al final decidir si te reporta beneficios es algo un poco personal. Sin embargo, lo que siempre se debe tener en cuenta es que el tratamiento lo aplique un profesional que comprenda y entienda el funcionamiento del mismo para evitarnos problemas.

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La postura correcta: los contrabajistas

Una de las claves a la hora de evitar tensiones innecesarias y lesiones es la postura en la que tocamos. Por eso, en Gran Pausa nos hemos decidido a concienciar con una serie de post en los que hablaremos de la postura correcta que hay que mantener según el instrumento que se toque.

Puntos básicos en una buena postura con el contrabajo

  • Mantener una postura cómoda, relajada y natural.
  • El contrabajo es el más grande de los instrumentos de cuerda. Por su envergadura el intérprete debe tocarlo de pie (también se puede sentar en el borde de un taburete alto), sosteniendo con el cuerpo y la rodilla izquierda pero sin hacer presión sobre él. Además, todo el cuerpo del contrabajo tiene que estar ligeramente rotado hacia la izquierda.
  • Estando en posición de pie, se debe regular la altura del instrumento mediante la pica hasta que el puente quede cerca de la mano derecha del artista.
  • Al tocar con partitura, está debe colocarse a nivel de los ojos para mantener la postura ergonómica.
  • Estos son algunos de los defectos más frecuentes en la postura con el contrabajo:
    • Levantar el hombro derecho o ambos hombros, esto hace que la articulación se bloquee y que funcionen
      incorrectamente las demás.
    • Inclinar la cabeza hacia abajo o hacia el mástil, creando tensión en el cuello que inciden a su vez en los hombros.
    • Mantener el cuerpo inclinado hacia un lado u otro.
Mano Izquierda
  • La mano izquierda es la que se encarga de sujetar el contrabajo desde el brazo. Esto se logra colocando el codo hacia arriba y cuidando que la muñeca no se flexione mientras la fuerza se ejecuta desde el hombro haciendo una palanca.
  • La muñeca tiene que estar colocada de tal forma que el antebrazo y la mano describan una línea recta, y en todo momento se debe tener relajada.
  • La mano debe colocarse formando una C, con el pulgar en la parte posterior del mástil y los otros cuatro dedos en la parte superior. Éstos deben llegar al diapasón perpendicularmente, y el pulgar tiene que estar a la altura del dedo corazón.
  • No se debe bajar el codo ni levantar los otros dedos al apoyar el dos y el cuatro.
Mano derecha
  • Cuando se mueve el arco por la parte del talón: el brazo entero se tiene que
    mover en bloque, cuidando que el arco permanezca siempre perpendicular a las
    cuerdas.
  • Cuando se mueve el arco por la parte de la punta: se tiene que estirar el
    antebrazo, dejando la parte anterior al codo quieta. A medida que el arco se acerca a la punta: la mano derecha queda más alejada del cuerpo, y para evitar que el arco gire (el brazo funcionaría como un compás) la muñeca tiene que girar hacia su
    izquierda (movimiento de pronación), para mantener la mano perpendicular respecto a las cuerdas.
  • La muñeca derecha se debe mantener siempre relajada, incluso en momentos de intensidad sonora.
  • Respecto a la sujeción del arco: El arco se puede coger de acuerdo con dos técnicas:
    • Francesa: Requiere un movimiento muy suave y natural de la mano. El arco a pesar de ser más corto se empuña de la misma forma
      que en el violonchelo. Se toma por la cabeza colocando el pulgar derecho en la parte posterior de ésta y metiéndolo ligeramente entre las dos partes de la nuez. El resto de los dedos se sitúan en su parte anterior. Los dedos más importantes para sostenerlo y dirigirlo son el índice y el
      meñique.
    • Alemana: en la que se utiliza el arco Simandl que se sostiene con la palma de la mano hacia arriba como el arco de la viola de gamba.
      • En cualquier caso, la sujeción debe ser lo mas natural posible ya que el músico permanece varias horas con esta posición

Indicaciones generales respecto a la posición de pie:

  • La oreja, el hombro, la cadera y el tobillo deben estar alineados
  • No se deben echar los hombros hacia delante encogiendo el pecho, y tampoco levantarlos. Al mantener las costillas elevadas, se tiene más libertad para respirar y se evita encorvar los hombros.
  • Permanecer de pie puede acentuar en exceso la curvatura lumbar natural. Una buena posición equilibrada de la pelvis y las piernas reducirá la tensión sobre la espalda y la sobrecarga muscular. Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas sin tensar las piernas.
  • Mantener las piernas abiertas a una distancia similar a la que hay entre ambos hombros, distribuyendo el peso por igual entre ambas piernas.
  • Los pies deben estar apuntando ligeramente hacia afuera y  apoyados en el suelo con el peso repartido por igual entre la punta y el talón.
    Respecto a la posición del cuerpo con el contrabajo:

 

Información extraída de las Fichas Informativas del Personal Docente de la Región de Murcia. 05944-06. Rev.00. 02/07/12.

Si quieres aprender más sobre lesiones y ejercicios para músicos te recomendamos que leas estos libros

También podéis leer nuestra reseña sobre este otro interesante libro que habla sobre el cuerpo del músico.

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