Gavota de Corelli

La primera partitura para flauta dulce que os propongo para el 2010 es la transcripción de una gavota de Arcangelo Corelli (1653-1713), músico italiano de cuya muerte es hoy el aniversario.

El catálogo de las obras de Corelli no es muy extenso, ya que su producción oficial se limita a 6 colecciones entre las que destacan las últimas dos: las 12 sonatas para violín y bajo continuo op.V y los 12 concierti grossi op.VI.

Las primeras 6 sonatas del op.V son sonate da chiesa, esto es, composiciones en varios movimientos escritas con estilo contrapuntístico y la seriedad necesaria para poder ser tocadas en las iglesias. Por el contrario, las siguientes 6 sonatas son sonate da camera consistentes en varios movimientos de danza, con la única excepción de la última, una serie de variaciones sobre el tema de la muy célebre Folía de España.

La gavota que vamos a tocar con la flauta, y que pertenece a la sonata X, a su vez ha sido empleada por varios compositores como tema para variaciones: Fritz Kreisler es el autor de éstas, interpretadas impecablemente por David Oistrakh.

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Actualización pedagógico-musical (IV)

actualización pedagógico-musical

Laura García Marín

Con las dos últimas conferencias en programa, finalizaron ayer las Jornadas de actualización pedagógico-musical organizadas por el Centro de Profesorado de Marbella-Coín. La primera, titulada La Emancipación de la Viola, fue a cargo de Laura García Marín, profesora superior de Viola y docente del Conservatorio Profesional de Música de Fuengirola.

La ponente justificó la necesidad de dedicarle una conferencia a su instrumento debido al desconocimiento generalizado sobre él. Lamentablemente eso es cierto: tanto los melómanos como los intérpretes de otros instrumentos suelen conocer la viola sólo por su participación dentro del repertorio orquestal y camerístico, en el que ejecuta una parte de relleno raramente interesante por sí misma y casi siempre a la sombra de su hermano más famoso, el violín. Tanto es así que la mayor parte del gran público no consigue distinguirla de este instrumento.

Sin embargo la viola, además de ser capaz de interpretar efectivas transcripciones de otros instrumentos (sobre todo del violín y violonchelo) que resultan muy sugestivas gracias a su timbre cálido y fuertemente expresivo, posee un repertorio solistíco de primera magnitud sobre todo a partir de finales del setecientos: como ejemplo valga la Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta de Mozart, en la que, además de apreciarse la absoluta igualdad con la que el compositor de Salzburgo ha tratado los dos instrumentos, también se puede comparar la apariencia y el timbre de éstos de la mano de David e Igor Oistrakh, dirigidos por otro gran violinista y violista, Yehudi Menuhin, que en esta ocasión deja el arco por la batuta:

Laura Marín siguió su interesante conferencia explicando algunas de las razones históricas por las que la viola ha necesitado emanciparse, entre las cuales hay que destacar: sus características constructivas -esto es, la necesidad de encontrar el equilibrio entre la mejor sonoridad, para la que se necesita una gran caja de resonancia, y la mayor comodidad para el ejecutante, que disminuye al aumentar las dimensiones del instrumento- y la escasa dedicación de los compositores hacia ella, también debida al hecho de que la mayor parte de los violistas, durante siglos, han sido violinistas de pocos recursos técnicos que se pasaban a la viola porque su repertorio orquestal, como decíamos, solía ser un sencillo relleno armónico que no necesitaba mucha agilidad ni tampoco el empleo de las posiciones más agudas.

El ciclo de conferencias terminó con La música y la imagen en Antón García Abril, ofrecida por Paula Coronas Valle, doctora en Ciencias de la Comunicación y profesora de Piano del Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra de Málaga. Especialista en la obra de Antón García Abril (Teruel, 1933), a la que ha dedicado y sigue dedicando buena parte de su actividad bibliográfica (incluyendo su tesis doctoral), discográfica y concertística. Con tales premisas, era muy previsible el alto grado de profundización y rigor que caracterizó la ponencia de la pianista malagueña, a la que podemos escuchar en el vídeo siguiente, estrenando Alba de los caminos, del compositor turolense, junto con el García Abril Quartett.

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Dos violinistas, un asteroide

David OistrakhHace exactamente 35 años desaparecía uno de los mejores violinistas del siglo XX, David Oistrakh, que había nacido 66 años antes en Odessa, por aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso y actualmente a Ucrania. A pesar de haber sufrido varios ataques cardíacos, siguió realizando giras de conciertos agotadoras y, fue en una de éstas, en la ciudad holandesa de Amsterdam, cuando su corazón dejó definitivamente de latir.

Diecinueve años más tarde, uno de los asteroides del cinturón principal, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, fue bautizado 42516 Oistrach (sic) en honor de David Oistrakh y de su hijo Igor, también violinista. La diferencia entre la manera en que escribimos el apellido de los violinistas y el nombre del astro se debe a la transliteración del cirílico.

Me resulta difícil elegir un vídeo entre los muchos disponibles en YouTube, documentos de grandísimo valor musical, dudando entre una de las muchas obras dedicadas a él por sus respectivos compositores (uno de los dos Conciertos o la Sonata de Shostakovich, por ejemplo, o la Sonata de Prokofiev, o quizás el Concierto de Khachaturian…) u otra de las obras de su inmenso repertorio. Al final me he decidido por una grabación de 1970 del Triple Concierto de Beethoven, junto con otros dos grandiosos músicos, Mstislav Rostropovich y Sviatoslav Richter: una rara ocasión de escuchar a tres auténticos colosos de la música unidos.

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