¿Estudiar técnica? ¿Para qué?

En numerosas ocasiones escucho a mis alumnos quejarse sobre el hecho de tener que realizar ejercicios de técnica con el instrumento: "Es muy aburrido", "Me canso", "Lo importante es tocar las obras bien y ya está"...Y es que si no se enfoca el estudio de la técnica de manera práctica y útil, es muy frecuente que ocurra esto.

En este post aclararé, en primer lugar, qué entendemos por el concepto de técnica instrumental, para después pasar a nombrar cuáles son los principales elementos de la técnica del clarinete y cómo y para qué deben ser trabajados dentro de cada sesión de estudio. Por último, a modo de ejemplo, explico cómo podemos enfocar el estudio de la técnica en función del repertorio que estemos estudiando en cada momento.

Comenzamos!

1. ¿Qué es la técnica en el ámbito instrumental?

El concepto de técnica se suele confundir habitualmente con el de mecánica, entendida como aquellos ejercicios que nos permiten desarrollar nuestra capacidad de estimulación y actividad muscular, con el fin de obtener control, dominio y flexibilidad en los dedos (digitación). De esta manera, la mecánica es una parte de la técnica, pero no supone la técnica completa de un instrumento.

Entonces, ¿Qué es la técnica?

La técnica no consiste únicamente en el desarrollo de unas habilidades o destrezas relacionadas con el entrenamiento muscular, sino que va más allá, ya que se refiere al conjunto de medios que nos permiten traducir en sonido una idea u obra musical.

2. ¿Cuáles son los elementos más importantes que conforman la técnica clarinetística?

Siguiendo a varios autores, los elementos principales de la técnica de los instrumentos de viento son: columna de aire, embocadura, emisión y articulación del sonido y digitación.

Cada uno de estos elementos iremos viéndolos por separado durante los próximos meses, en especial la columna de aire, ya que es el soporte para todos los demás componentes, así como la solución a la mayor parte de problemas técnicos.

3. ¿Cuándo, qué y cómo estudiar técnica?

Cualquier momento puede ser bueno para estudiar técnica, pero lo más aconsejable es realizarlo al principio de cada sesión de estudio, en función del tiempo que se disponga y sobre todo, de los objetivos que nos planteemos alcanzar. De esta manera lo tomaremos como una primera toma de contacto, preparando aquellos elementos que más tarde intervendrán de manera más activa en la ejecución de estudios y/u obras (aire, columna de aire, control de dedos, lengua...)

Sabiendo ya cuándo debemos estudiar la técnica, el siguiente paso es conocer qué hay que estudiar. En este sentido disponemos de un amplio abanico de ejercicios, métodos y estudios que se ocupan de ello, por lo que debemos ser inteligentes y saber elegir qué nos conviene en cada momento, y es que ¿Qué sentido tiene estudiar todos los días los mismos ejercicios técnicos? ¿No sería más interesante adaptar el estudio de la técnica al repertorio que estemos trabajando en cada momento? 

Pongamos algunos ejemplos:

- "Tengo problemas al ligar intervalos amplios, se me corta el sonido" 👉 Practica ejercicios de sonido basado en intervalos, desde segundas hasta octavas, ejercicios de aire con o sin instrumento...

"La lengua me va pesada en los pasajes que tengo que picar muchas notas" 👉 Practica escalas con diferentes figuraciones, desde corcheas hasta seisillos de semicorchea, incrementando la velocidad del aire.

- "La obra que estoy estudiado me trae de cabeza, tiene muchas alteraciones!" 👉Practica las escalas de las tonalidades que aparecen en la pieza de diferentes maneras.

Por último, sabiendo cuándo y qué elementos técnicos estudiar, no hay que olvidar el cómo. En este sentido, lo más sensato es practicar los ejercicios técnicos de manera consciente, concentrándose al máximo en el objetivo que queremos lograr y evitando repetir por repetir.

4.  ¿Para qué estudiar técnica? 

Si aún dudas de los beneficios de estudiar técnica de la manera que te propongo, piensa que sin ella, nuestros recursos serán muy limitados y que muchas veces nos frustraremos cuando determinados pasajes no nos salgan como queremos, sin saber cuál es la solución para solventarlos.

RECUERDA: La técnica no es un fin, sino un medio al servicio de la interpretación. De esta manera, controlar nuestro instrumento técnicamente nos permitirá abordar el repertorio de una manera más fácil y satisfactoria.

5. ¿Necesitas ayuda?

En las secciones "MATERIAL PARA DESCARGAR" y "RECURSOS PROPIOS" de este blog podrás encontrar algunos ejercicios de técnica (sonido, escalas...). Pero si quieres profundizar en ello y mejorar en otros aspectos como la columna de aire, los cambios dinámicos, o el control de los dedos en la ejecución de trinos o en la práctica de las escalas, te propongo PAQUETE DE EJERCICIOS compuestos por un total de 13 archivos en PDF. Ahí podrás ver de qué ejercicios consta cada paquete.

Si estás interesado en hacerte con ellos, contacta conmigo a través del Formulario de contacto que encontrarás en el margen derecho del blog y te explicaré cómo conseguirlos. 👌

Y hasta aquí el post de hoy! Espero haberos ayudado con esta temática tan amplia y compleja como es la técnica de un instrumento.

Cualquier comentario/duda será bien recibido!

MRP

Estudiar Pedagogía Musical

Mañana viernes 12 de junio de 2020 finaliza el plazo de inscripción a las jornadas telemáticas de puertas abiertas del Conservatorio Superior de Música da Coruña, en el que dirijo el Departamento de Pedagogía.
Las jornadas tendrán lugar el 18 y 19 de junio, mientras que las pruebas de acceso se desarrollarán a partir del 13 de julio (información de la convocatoria en www.csmcoruna.com).
En el Conservatorio Superior de Música da Coruña recibimos alumnado de toda España, e incluso del extranjero, para cursar estudios superiores de música (titulación equivalente a Grado universitario a todos los efectos) en las siguientes especialidades:
- Interpretación (19 especialidades instrumentales clásicas y 8 especialidades de Jazz)
- Pedagogía (General y del Lenguaje Musical)
- Composición 
- Dirección. 
Se trata de una amplia oferta formativa, entre la que quiero destacar la especialidad de Pedagogía General y del Lenguaje Musical, con una sólida trayectoria, profesorado altamente especializado y una alta tasa de inserción laboral de nuestros egresados. 
Aquí tenéis un cuadro resumen del plan de estudios, así como el cartel con la información de las Jornadas telemáticas de Puertas Abiertas, en las que se resolverán todas las dudas. Inscripciones hasta el viernes 12 de junio en cmus.coruna@edu.xunta.es, haciendo constar el nombre y apellidos, la especialidad en la que se está interesado/a y un correo electrónico de contacto.

Clic aquí para ver el plan de estudios




Escape room virtual de Lenguaje Musical: juego educativo musical

Es un honor anunciar que ya está terminado el juego virtual de escape que he preparado con mis alumnos de 4º curso de Pedagogía Musical del Conservatorio Superior de Música de A Coruña durante estos meses de confinamiento. Esperamos que pueda ayudar a muchos estudiantes de música a repasar contenidos de Lenguaje Musical, a conocer mejor al compositor Erik Satie y a muchos artistas cercanos a él, así como a pasar un rato muy divertido.
Felicidades a los alumnos Irene Cerqueiro, Sandra Novais, Coco Pereira y Álvaro Prieto, que han trabajado en este proyecto con mucha ilusión.
Podéis acceder al juego (por supuesto, totalmente gratuito) en esta dirección:
¡Que os divirtáis y consigáis romper el hechizo que mantiene confinados a los profesores de la Escuela de Música y Magia Erik Satie!

Nuevo videojuego de entrenamiento auditivo para la Navidad

Llegaron las ansiadas vacaciones. Tiempo de disfrutar, descansar y estar con los seres queridos. Pero no queremos dejar nuestro oído desentrenado y por eso os he programado un nuevo juego de reconocimiento auditivo de intervalos simples (solo mayores y justos). Pulsad el 2, 3, 6 o 7 si escucháis una 2ª, 3ª, 6ª o 7ª Mayor y el 4, 5 u 8 para la 4ª, 5ª y 8ª justa. Sonarán en distintas alturas y en dirección ascendente o descendente. Pulsad en la bandera verde para comenzar. Podéis jugar tantas veces como queráis y mejorar vuestra puntuación, pues el orden de aparición de los intervalos irá cambiando. ¡Mucha suerte! Si no podéis visualizar bien el juego, haced clic aquí.




Y aquí tenéis el juego de decorar el árbol con notas musicales. Hay que reconocer las notas por su sonido y escribir su nombre con cifrado americano. Si no recordáis las letras del cifrado americano, el propio árbol de Navidad os las recuerda. También se puede jugar tantas veces como se quiera y mejorar la puntuación, pues el orden de las notas va cambiando cada vez que se reinicie el juego con la bandera verde. El ámbito es algo mayor de una octava. También podéis ver el juego pinchando aquí. ¡Suerte y a decorar el árbol! ¡Felices fiestas!



Día de la mujer: la historia de Sarah Ann Glover

Hoy, 8 de marzo, quiero reivindicar la figura de la gran pedagoga musical Sarah Ann Glover (1785-1867), cuya influencia transformó por completo la educación musical hasta nuestros días. ¿La conocéis? Seguro que sí conocéis muchas de sus aportaciones, como el sistema del Do Móvil, adoptado en multitud de países como Inglaterra, Estados Unidos o Hungría. ¿Y conocéis a Zoltán Kodály o a John Curwen? Si leéis hasta el final, veréis cuánto le deben estos célebres pedagogos a Glover.
Sarah Ann Glover dirigía el coro de la iglesia y era maestra en las escuelas dominicales de la localidad de Norwich, Inglaterra (donde su padre era sacerdote). Probó distintas metodologías musicales y consiguió que sus pupilos de coro causasen admiración, por lo que era requerida para enseñar música a directoras de coros de otras congregaciones. 
Adaptó el modelo de las sílabas musicales inventadas por Guido d'Arezzo (en origen Ut-re-mi-fa-sol-la y siglos más tarde do-re-mi-fa-sol-la-si) a un sistema de solfeo relativo en el que el Do se convertía en la tónica (la primera nota) de cualquier tonalidad mayor y el La en la tónica de cualquier tonalidad menor. Por tanto, las sílabas Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si representarían grados de la escala. Recordemos que en Inglaterra y otros muchos países las notas musicales se nombran con letras: A=la, B=si, C=do, D=re, E=mi, F=fa, G=sol (es lo que conocemos como cifrado americano: en España se hace muy difícil emplear el método del Do móvil al emplear las sílabas do-re-mi-fa-sol-la-si para alturas absolutas, aunque hay algunos intentos muy creativos como el de Katherine Raymond en oidomusical.com).
Sarah Glover anotaba las iniciales de estas sílabas d-r-m-f-s-l-t, decidiendo cambiar el Si por Ti para evitar la coincidencia de la S. ¿Verdad que si habéis escuchado en versión original el Do-re-mi de Sonrisas y Lágrimas notáis que cantan Ti en lugar de Si? Pues ese Ti fue un invento de Sarah Glover, al igual que el hecho de emplear esas sílabas para la escala mayor, en cualquier tonalidad (da igual que sea la escala de Sol (G) Mayor, que la de Mi bemol  (Eb) Mayor o Fa sostenido (F#) Mayor: en los países que emplean el Do móvil, todas las escalas mayores se cantan con esas sílabas).



Sarah Glover decidió publicar su método de enseñanza musical en un libro que llamó Scheme to Render Psalmody Congregational (Esquema para la representación de la salmodia congregacional) libro que vio la luz en 1835, pero... no puso su nombre en él. Lo publicó como libro anónimo, como ocurrió con tantas obras escritas por mujeres, que temían no ser tomadas en serio si se descubría su autoría (recordemos la célebre frase de Virginia Woolf, que creía que muchos poemas anónimos habían sido escritos por mujeres). Su Esquema... incluye un manual para el profesor y dos libros para los alumnos con repertorio de cánones y salmos en notación sol-fa, secuenciados por dificultad.
Entre las ventajas que veía a su método de sol-fa, podemos destacar que no era necesario cantar los textos sagrados hasta que las melodías estuvieran bien aprendidas, se evitaban las complejidades del sistema de armaduras y se veía más claramente la relación entre notas del mismo nombre en diferentes octavas (algo que no se aprecia tan bien en el pentagrama). No obstante, no pretendía sustituir la escritura tradicional en pentagrama sino facilitar el aprendizaje musical.
Con este sistema, se obvian las alteraciones propias (las armaduras) pero no las accidentales: para ellas, inventó distintas terminaciones. Doy-roy-moy-foy-soy-loy-toy eran los 7 grados alterados ascendentemente y dow-row-mow-fow-sow-low-tow alterados descendentemente (con excepciones: bah y ne indicaban el VI y VII grado de la escala menor melódica). El mayor problema venía con las modulaciones, que implicaban complejos cambios vocálicos en las sílabas de sol-fa, aunque apenas había cambios de tonalidad en el repertorio que afrontaban sus coros.
El ritmo se indicaba mediante un sistema de líneas y puntos que separaban pulsos y compases. El símbolo + indicaba un silencio de un pulso. Los cambios de octava se indicaban con tildes. Así se evitaba el empleo del pentagrama y de las figuras musicales.
Glover pedía a sus estudiantes que entonasen distintas notas que iba señalando en un gráfico vertical que llamó Escalera de Norwich (Norwich Ladder) y que podéis ver en la siguiente imagen, sostenido por la propia Sarah Glover.


En 1841, John Curwen recibe el encargo de examinar los distintos métodos de enseñanza musical que se empleaban en Inglaterra, para determinar cuál era el mejor. Tiempo atrás, Curwen había tomado a su cargo una clase de canto, sin mucho éxito, y al ver que fracasaba pidió ayuda a familiares y amigos. Uno de ellos (que trabajaba en Norwich), le envió una copia del libro de Glover. Al principio Curwen no le hizo mucho caso, pero al recibir el encargo de 1841 desempolvó el libro y, tras compararlo con muchos otros, le pareció claramente superior. Curwen, que entonces no era un gran lector de partituras, se maravillaba de que tras unas pocas semanas había conseguido leer y entonar correctamente nuevas melodías gracias a este método.
Se le había encomendado encontrar el mejor método de enseñanza musical, pero Curwen no se limitó a recomendar el libro de Glover, sino que lo adaptó y republicó. No le pidió permiso a Sarah Glover pero sí tuvo la "gentileza" de felicitarla e informarla de su "mejora" y próxima publicación del método que bautizó como el "Método Tonic Sol-Fa de Curwen", en octubre de 1841.
Además, Curwen adaptó la Escalera de Norwich y la renombró como Curwen's Modulator, herramienta que se vendió a escuelas de música durante todo un siglo. Vean y comparen.
Peggy Bennet, en su artículo "Sarah Glover: a forgotten pioneer in music education", muestra una reveladora carta escrita en 1879 por un asistente de Glover y dirigida al editor del periódico Norwich Mercury. Traduzco aquí un fragmento:

En su número del miércoles 23, hay una carta firmada como Tonic Sol-Fa en la que el escritor dice que la señorita Glover era parte consentidora en el cambio hecho en su sistema por el señor Curwen. Puedo negar esto con total confianza. Nunca se le pidió su consentimiento. [...] Recuerdo al señor Curwen viniendo de Londres y siendo presentado a la señorita G., y cómo ella le dio la bienvenida a su casa y lo llevó a la escuela en Black Boy Yard, St. George's y le enseñó su sistema, bajo la promesa [...] de seguir conectados. Recuerdo que tras su regreso a Londres, ella esperó durante semanas hasta que tuvo noticias. Pero una tarde me llamó para trabajar y cuando ya me iba me dijo: "¡Oh! Al fin he sabido algo del señor Curwen". Yo estaba encantado de oír eso y le dije: ¿Puedo preguntar qué cuenta de la introducción del método en Londres? Como respuesta, ella puso en mis manos un gran sobre, que contenía una escalera musical, un facsímil del de la señorita Glover con esta diferencia: donde ella tenía letras mayúsculas, él puso minúsculas, donde ella tenía minúsculas él puso cursiva y donde ella tenía cursiva él puso caracteres Old English. También había un pequeño libro de cantos escolares en notación de letras con las mismas alteraciones. Cuando vi el contenido del sobre, me quedé atónito y la miré a ella. La señorita Cristiana, que era más impulsiva que su hermana, sugirió, usando un epíteto, que debería ser procesado. [...] Entonces la señora Glover dijo: "Oh, hermana, hermana; contén tu lengua y recuerda que debemos perdonar a nuestros enemigos y rezar por aquellos que, a pesar de todo, nos utilizan". Volviéndose a mi, dijo: "Debo decir que estoy muy dolida por este abuso de confianza, pero con la ayuda de Dios me recuperaré de este dolor".

Sarah Glover nunca quiso un enfrentamiento con Curwen. Se sabe que se encontraron cordialmente en varias ocasiones: él visitó su escuela y Glover y su hermana fueron invitadas a Londres para una presentación del Tonic Sol-Fa. También se puso una piedra en memoria de Sarah Glover en la inauguración del Tonic Sol-fa College. Pero tras las primeras publicaciones de Curwen, Glover publicó en 1845 La historia del Norwich sol-fa, y en 1848 reeditó su libro anterior con un nuevo nombre, Manual del sistema Norwich sol-fa. Entiendo que estas publicaciones eran una manera indirecta de reivindicar su invención del método sol-fa.

Los libros editados por Curwen tuvieron un gran éxito y fueron adoptados en toda Inglaterra. Una de las aportaciones originales de Curwen fueron los signos de fononimia que aún hoy utilizamos en muchas clases de música. 



El gran pedagogo húngaro Zoltán Kodály, visitó Inglaterra y conoció el método Tonic Sol-Fa, adaptando muchos de sus fundamentos. Gracias a Kodály, se extendió por todo el mundo. 
Pero el nombre de Sarah Ann Glover quedó en el olvido hasta que fue rescatado por Bernarr Rainbow para su libro The land without music, de 1967.
¿Cuántas historias como esta desconocemos? Gracias, Sarah Ann Glover, por toda tu dedicación a la enseñanza musical.

Adriana Cristina García
aulamusicaldeadriana.blogspot.com

Bibliografía
Bennet, P. D.: "Sarah Glover: a forgotten pioneer in music education" en Journal of Research in Music Education, vol. 22, núm. 1, 1984, pp. 49-65.
Rainbow, B.: “Curwen's Visit to Norwich” en The Musical Times, vol. 121, núm. 1646, 1980, pp. 233–236.
Rainbow, B.: The land without music: musical education in England 1800-1860 and its continental antecedents, Novello, Londres, 1967.