Saber mirar la foto musical

Hace dos meses que me apunté a un curso de fotografía. Hasta entonces no tenía la más mínima idea sobre el tema. Palabras como exposición, apertura, línea de fuga, encuadre o luz dura eran desconocidas para mí.

Southwold 1
Fotografía de Tim Caynes
con licencia CC

Cuando “miraba” una foto no me fijaba en esas cosas. A decir verdad, no me fijaba más que en lo que “veía”, simplemente sabía si me gustaba o no, sin más. Discriminaba las buenas o malas fotos en función de lo que podríamos llamar intuición o simplemente gusto.

Ahora, que empiezo a conocer los mecanismos técnicos y las normas de la composición fotográfica, veo las fotos de un modo distinto.  Y eso ocurre porque las miro de un modo distinto, fijándome en aspectos a los que no daba ninguna importancia y que hasta ahora me habían pasado completamente desapercibidos, basicamente porque los desconocía.

Comprender cómo está hecha la foto puede darme alguna pista sobre lo que quería provocar el fotógrafo en quien la vea: tensión, calma, alegría, tristeza… Son algunas de las sensaciones que puede transmitir una fotografía, y residen en la composición de la misma.

De hecho, me sucede algo similar cuando escucho una pieza musical con el “oído de músico”….

¿Ver o Mirar? ¿Oír o Escuchar?

No es lo mismo y lo sabemos, aunque muchas veces no nos demos cuenta de estar haciendo una o la otra.

Ver y oír son actos involuntarios y pasivos: Los sentidos están permanentemente conectados, recibiendo información del mundo que nos rodea y transmitiendo las señales importantes -sobretodo de alerta- al cerebro.

Mirar y escuchar son acciones activas y racionales: Mirar y escuchar implican concetrar nuestra atención en algo concreto: un ruido, algo que se mueve, un silencio, un paisaje, el claxon de un coche, el interior de la nevera en busca de un yogur solitario, una sinfonía….

Cuando miramos y/o escuchamos estamos analizando e interpretando cada señal racionalmente. Cuando miramos/escuchamos una obra de arte dejamos que nos transmita sensaciones, que se sienten en la boca del estómago, en la piel o en ese no-sabemos-dónde se nos despiertan ciertos estados anímicos.

Una mirada o un oído entrenados -o dicho de otro modo, que conocen los aspectos técnicos del arte en cuestión- analizará el cómo de la obra. Una mirada o un oído profanos analizarán el qué.

La mirada profana es como el oído profano: por mucho que mire y escuche percibirá superficialmente la obra, sin entrar en aspectos formales. Aunque, paradójicamente, así se conmueve lo más primario, profundo y visceral del ser humano que se convierte en las sensaciones. Pero eso no es “malo” en absoluto, al contrario. Un exceso de análisis puede abstraernos tanto que olvidemos el propóstito del arte…

Listen to the music
Foto de pieter musterd con licencia CC

Saber mirar la foto musical, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

PAISAJES SONOROS

El próximo día 5 de octubre, domingo, a las 12:00, tenemos el placer de presentar el programa “Paisajes sonoros” como concierto de apertura del ciclo “Música de cerca” en la Escuela Musicaeduca de Juventudes Musicales de Alcalá de Henares.

“Paisajes sonoros” es más que un concierto. Es un acto de divulgación musical en el que intérpretes y público establecen un diálogo y un aprendizaje mútuo. Escuchar, evocar, imaginar, soñar… en definitiva: un viaje musical para “ver con los oídos”.

Aquí tenéis el programa: http://issuu.com/musicadecerca/docs/i_ciclo_m__sica_de_cerca_programa_v/0

Y aquí podéis estar al día: https://www.facebook.com/events/1563687063854882/

¡OS ESPERAMOS!

paisajes_sonoros


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“Reamueblando la habitación de los proyectos”

El verano va tocando a su fin y es momento de “reamueblar”, poco a poco, la habitación de los proyectos para este nuevo curso 2014/2015.

Voy a pasar revista al trabajo hecho y a empezar a esbozar la actividad para los próximos meses.

¡Vamos allá!

 

CONCIERTOS

A finales del curso pasado, contra todo pronóstico, volvimos a las andadas con el Trio Da Ponte (dos clarinetes y fagot) con su programa de referencia, formado por Divertimenti sobre óperas de Mozart. Aunque la idea era iniciar un nuevo programa, por distintos motivos, no nos fue posible empezar el proyecto con el coro ArteSonado y Rodrigo Guerrero, ¡pero trataremos de ponerlo en marcha a partir de 2015!

Con el Trio Schönbrunn (clarinete, viola y piano) hemos iniciado nuestra primera incursión discográfica, que esperamos tener lista para el próximo año. Le hemos dedicado mucho esfuerzo y muchas ganas, y el aprendizaje y la evolución que hemos tenido como grupo ha sido enorme. Tenemos previstos conciertos para el mes de noviembre, lo cual se concretará en las próximas semanas.

En cuanto a los conciertos con Odojazz (voz, clarinete, violoncello y piano), los retomamos en septiembre con mucho empuje. Volvemos con los standards, composiciones de Arturo (nuestro pianista y arreglista), boleros, música brasileña, y cositas nuevas… ¡No dejéis de seguirnos en facebook!

 

ENSEÑANZA

En cuanto a la enseñanza, sigo con mis clases clarinete y de piano en la Escuela Internacional de Música “Progresión armónica” en Rivas-Vaciamadrid. ¡Y recordad que en la misma escuela podéis solicitar el curso de respiración a vuestra medida! 

El curso pasado tuve la oportunidad de impartir el Curso de respiración en las Escuelas Municipales de Música de Flix y Torredembarra, ambas en la provincia de Tarragona.

¿Os animás a organizarlo en vuestro centro de estudios para vuestro departamento de viento, de canto, coro o para todas las especialidades? Para información adicional o más personalizada sobre el curso, id al link, consultad y rellenad el formulario. Os contestaré encantada con la mayor brevedad posible.

Además, y tras el éxito del II Curso de repertorio orquestal para clarinete que tuvimos la suerte de disfrutar con José V. Herrera (solista de la Orquesta de Valencia) y Beatriz López (Real Filarmonía de Galicia), ya se está gestando el  III Curso de repertorio orquestal para clarinete. Sólo puedo adelantar que vamos a repetir uno de los días con José V. Herrera, que va a ofrecer, además de las clases individuales, una masterclass sobre ajuste y optimización de cañas. Como en el pasado curso, contaremos con otro/a destacado/a solista de una orquesta española para completar el fin de semana. ¡El nombre del otro profesor y las fechas las sabremos próximamente! 

¡Para estar al día, id consultando la AGENDA!

¡Saludos afectuosos para todos y buen comienzo de curso!

Cecilia


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El artista…¿nace o se hace?

Los críos son seres fascinantes. Por la red circulan innumerables vídeos de niños muy pequeños tocando instrumentos, cantando o bailando. Nos hace mucha gracia verles haciendo cosas “de adultos” y seguramente ese sea el motivo de que algunos tengan millones de reproducciones. Si, es algo enternecedor y muy entretenido, pero también dan pie a reflexiones acerca del conocimiento, los procesos de aprendizaje y los factores que nos influyen en esos procesos.

Vídeos como estos me hacen dudar, y mucho, si la carga genética determina nuestras habilidades o el entorno pesa más. Obviamente, esta pregunta puede trasladarse a cualquier ámbito del desarrollo humano, desde las capacidades cognitivas hasta las características corporales, pasando por las preferencias alimentarias,  los rasgos de personalidad o la lateralidad predominante. Está bastante claro que el ADN de nuestros antepasados juega un papel fundamental en todos estos aspectos y muchos otros que ignoramos; los avances científicos de las últimas décadas, sobretodo en lo referente a la decodificación del genoma humano, están sacando a la luz innumerables aspectos que dependen directamente de ello. Pero no es menos cierto que nuestro entorno también nos modela, incluso en lo físico. Y mucho más allá de lo que somos conscientes.

niño boquillaEl niño de vídeo canta blues acompañado por su padre a la guitarra. La letra que canta es ininteligible, aunque teniendo en cuenta que el hombrecillo no llega a los dos años es un “detalle” al que no deberíamos prestar atención. A pesar de esta “carencia” se las apaña para frasear de manera natural, jugando con los silencios e incluso haciendo inflexiones con cada cambio de acorde y afinando saltos melódicos con mucha más solvencia de la que muchos adultos seriamos capaces. La puesta en escena también tiene lo suyo: siente el ritmo y se mueve con él, enfatiza la “letra” con movimientos de cabeza e incluso se permite la licencia de agarrarse al micro. Aunque no le conozco personalmente, me consta por conocidos comunes que el padre de la criatura es un bluesman consagrado. Siendo así, el pequeño Luca ha “mamado” blues probablemente desde el mismo instante de su concepción. Su entorno es esencialmente blues,  y por ello la manera de interpretar el mundo que le rodea también lo es. El blues forma parte del lenguaje materno de este niño. No lo ha aprendido como aprende un niño más desarrollado o un adulto, a base de memorizar la lógica de las escalas de blues y con esfuerzo intelectual consciente; simplemente ha observado y copiado su entorno (sobretodo sonoro, pero también visual y cultural) con la mayor naturalidad. Gracias a ese entorno propicio ha desarrollado el oído, la afinación y un sentido del fraseo asombrosos. Algo similar al bailaor del segundo vídeo que comparto con vosotros, sólo que al cambiar el entorno también cambia el lenguaje que forma su mundo y a través del cual se expresa.

La influencia no se queda en nuestro círculo más próximo. No soy muy amigo de las divulgaciones para el gran público, ya que en general tienden a vaciar de contenido y sacar de contexto estudios muy serios sobre las materias que tratan. Siempre hay excepciones, y reconozco que este documental sobre la influencia social me impresionó mucho.  En él, James Fawler presenta su teoría sobre la influencia de las redes sociales. Fawler lleva la teoría sobre los seis grados de separación más allá, estudiando el poder de influencia de unas personas sobre otras. Según los estudios de este experto en redes sociales, nuestra influencia llega hasta el tercer nivel de separación. Dicho de otra manera: influimos a los amigos de nuestros amigos y a su vez ellos nos influyen a nosotros. Decisiones personales y aparentemente inofensivas para los demás, como dejar de fumar o romper con nuestra pareja, pueden hacer que personas a las que ni siquiera conocemos tomen la misma decisión. Según este estudio nuestra red de influencia está compuesta por unas 8000 personas a las que influimos y nos influyen sin darnos cuenta de este intercambio continuo. Podriamos ponernos paranoicos, pero no va conmigo. Al contrario, da la impresión de que este continuo “reflujo de influencias” nos obliga a dar lo mejor de nosotros mismos, y deja patente que esos pequeños gestos y actitudes que hacemos contra el sistema (como hacer un uso responsable de las energias, consumir prudentemente o evitar fomentar ciertas actitudes) son importantes y efectivos. No obstante, se nos presenta la duda de pensar si estos niños hubiera sido capaz de desarrollar estas habilidades en entornos menos favorables, o simplemente diferentes. ¿Sería Luca capaz de frasear música, afinar y seguir el ritmo con esta facilidad si no lo hubiera vivido desde su nacimiento? ¿Habría desarrollado el niño bailaor semejante alarde de psicomotricidad en una familia en la que el baile no sea un aspecto culturalmente tan fundamental? ¿Cualquier otro niño en estos ambientes podría desarrollar las mismas habilidades que nuestros dos ejemplos?

¿Qué pensáis vosotros? Espero vuestras opiniones.

El artista…¿nace o se hace?, publicado en el blog de Eduard Ruano. Blog sobre la tuba, la técnica en los instrumentos de viento metal y la interpretación musical.

El sabor de la frambuesa

Hoy en día tenemos muchos alimentos a nuestro alcance en cualquier época del año pero, en realidad...eso no nos garantiza una mejor alimentación.

Me encanta la fruta. En cierta ocasión, hará un par de años, vi en un hipermecado una tarrina con frambuesas. Estaban a precio de oro pero, siendo como soy, poco dada al derroche, y teniendo en cuenta que nunca había probado esa fruta, pensé que bien podía permitirme un " de vez en cuando" sin remordimiento de conciencia, así que las compré.

Nada más abrir la tarrina, primera sorpresa: el olor. Me resultaba familiar pero no sabía de qué.

Segunda sorpresa: el tacto. Me pareció una fruta delicada y muy curiosa, con un aspecto desagradable (con esos pelucos) y a la vez de un tacto muy amoroso.

Tercera, última, mayúscula y desagradable sorpresa: el sabor. Y no porque sepa mal. En realidad es muy dulce y jugosa. Pero al probarla identifiqué al instante por qué me resultaba familiar su olor. Cierta marca de cosméticos comercializa agua de colonia con aroma a frambuesa y yo alguna vez la he utilizado. Me dio la sensación de que me estaba comiendo una especie de "fresa" rociada con esa fragancia. Las terminé camufladas en macedonia con otras frutas y convencida de que no las volvería a comprar. 

En otra ocasión me quedé maravillada ante la hermosura de un romanescu con su geometría fractal e inmediatamente intenté imaginar cómo sonaría aquella obra de arte de la naturaleza si es que se pudiese interpretar su estructura, ya que la música, como matemática pura que es, también puede tener su estructura fractal.


De nuevo varias sorpresas:

- Tacto: toda su dureza en crudo se vuelve delicadeza y fragilidad tras no muchos minutos de cocción. Y todo su peso en ligereza.

- Olor: afortunadamente, si es que existe alguna fragancia de romanescu en el mercado, cosa que dudo, yo aún no la he probado.

- Sabor: pues...una mezcla entre los sabores de su "padre", el brécol, y su "madre", la coliflor. Es decir, tendrá el sabor de aquello con que lo condimentes.

La alimentación en nuestros días deja mucho qué desear. Por si me quedaba alguna duda este curso he evolucionado mucho en este tema gracias al curso de Taichi del conservatorio y al descubrimiento de Deporbiótica

Os animo a que os replanteéis vuestra alimentación y a que volváis a disfrutar de las pequeñas maravillas que la naturaleza pone a nuestro alcance y que hemos perdido la costumbre de apreciar. Ojalá, con esta entrada consiga que este verano me cueste más encontrar moras en los zarzales.