Por qué en España cualquiera puede enseñar a cantar (y no debería ser así)

No es garantía suficiente para un alumno que quiera estudiar canto que el profesor solamente sepa cantar. Enseñar a cantar implica que el profesor debe poseer un vasto cuerpo de conocimientos en relación a la anatomía, la fisiología, la psicología, la pedagogía, la didáctica y un largo etcétera, además de saber cantar... No se puede enseñar nada que no se sepa hacer.

Tradicionalmente la profesión no ha estado suficientemente regulada de manera que cualquiera que quisiera o le apeteciera, podía autoproclamarse "profesor de canto", incluso conozco casos de docentes que se han inventado completamente su currículum. 

Aconsejo a todos aquellos que quieran aprender a cantar que pregunten en la Asociación Española de Profesores de Canto por aquellos profesionales avalados por la misma, de manera que puedan evitar posibles abusos y prácticas perjudiciales para las voces de los alumnos. 

En este blog hemos hablado en anteriores ocasiones de las cualidades que debería reunir un buen profesor de canto. En última instancia es responsabilidad del alumno permanecer o no continuando su proceso con un determinado profesor.


En el caso de percibir que no se mejora sino que la voz está cada vez peor, se debería pedir el asesoramiento de un médico otorrino o foniatra, el cual, con sus informes podrá determinar si el trabajo vocal que se está llevando a cabo es el adecuado. Lamentablemente, el intrusismo se encuentra en todas las profesiones y el mundo del canto no es una excepción. Tenemos, sin embargo, como colectivo herramientas para señalar a aquellos "profesores" que realizan una mala praxis. 

Apoyo al coro nacional

Esta mañana he conocido la noticia del paro del Coro Nacional en la representación del Requiem de Verdi.

Toda una institución musical a nivel nacional e internacional no debería haber llegado al punto de tener que verse envuelta en una huelga en una función para llamar la atención sobre los acuciantes problemas de los músicos y la carencia de soluciones por parte de la administración.

Ver a un coro de unos ciento veinte músicos reducido a menos de ochenta y finalmente que hayan subido al escenario una docena da tristeza, da pena. La marca España de la que tanto quieren presumir ciertos políticos está agonizando en el terreno de la cultura por inanición.


La política de no reponer a los cantantes que se jubilan y no dotar de los medios necesarios para el desarrollo del repertorio al que está destinado este coro es la moneda para que los propios espectadores opinen que el nivel técnico de las representaciones baja y por tanto dejen paulatinamente de comprar entradas y por ende los políticos tengan la excusa perfecta para suprimirlo por falta de espectadores. Una estrategia perversa que sólo persigue el demonizar la cultura, los músicos y todos aquellos que trabajen en este sector.

No lo permitamos. Queda muy claro que a este gobierno la educación, la cultura, la investigación, la sanidad pública y tantos otros pilares de la sociedad que son necesarios para el desarrollo de un país parece que no fuera de su incumbencia. Una dejación interesada y destructiva que no podemos tolerar!

Mi solidaridad y la de todas las personas, seguro, que aman la música hacia los trabajadores del Coro y de la Orquesta Nacional.