El valor de la musicoterapia en la vida de las personas, por Carmen Salvador, V

¿Qué importancia das al canto y a la voz en las sesiones?
En las sesiones es esencial tener un instrumento, el tuyo. En mi caso yo utilizaba el acordeón para acompañamiento musical e improvisación y la voz. Cantaba con ellos, y para mí, era incluso más expresivo y más pleno que el acordeón. La voz, era realmente mi instrumento. Con la voz transmitía mejor las emociones, se creaba una atmósfera muy cálida, y en el caso de los ancianos, eran más fácil para ellos, cantar y tocar que solamente tocar. El canto en las sesiones se convierte en unión, en expresión, en vida. Y en mi vida, se convierte en conocimiento, en algo que me permite conocer gente y relacionarme. Pero también ha sido fundamental en mi vida, en mi ámbito privado.
Isabel, tú y yo nos conocimos gracias a nuestros hijos. Tu hijo y mi hija jugaron juntos en la plaza del Castillo de Pamplona. Nos conocimos una mañana, y comenzamos a hablar. Nos dimos cuenta de que la música nos unía. Te voy a contar una experiencia personal en cuanto a la importancia de la voz y del canto. Hace dos años me quedé embarazada, y canté a mi hijo durante todo el embarazo. Cuando nació, lo seguí haciendo, como algo cotidiano. Con sólo 6 meses, lo ingresaron en el hospital, debido a una gastrointeritis que lo había deshidratado. Estuvo 4 días y 3 noches. Por las noches, le cantaba las mismas canciones que cuando lo llevaba en la tripa, y él se calmaba. 

Por otro lado, yo nací prematura, hace 39 años. La esperanza de vida de un bebé prematuro en aquella época, con apenas 800 gramos de peso, era pequeña. Pero viví. Como decía mi abuela: “Querías vivir, te agarrabas a la vida, no parabas quieta”. Necesité cuatro años de trabajo psicomotor con. Mi madre, me llevaba en autobús al Hospital de Navarra, donde recibía dicho tratamiento. Una de las enfermeras, le recomendó, que además de practicar mis ejercicios en casa, me pusieran música. Para lo cual no hubo problema, ya que a mi familia le encanta la música. 

Ninguno de ellos tenía estudios musicales, bueno, prácticamente no tenían estudios. Mi padre abandonó la escuela muy pronto, para ayudar en el campo y mi madre a los 14 años, se puso a trabajar. Pero, se esforzaron, me cantaban, escuchábamos música. Mi abuelo me regaló un pequeño piano de madera, de juguete. Dentro de sus posibilidades, mis padres hicieron todo lo que estuvo en su mano, para que yo mejorase. Y lo consiguieron. La voz y el canto, para mí han sido fundamentales. 

Actualmente formo parte como contralto del Coro “Premier Ensemble” de la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera - http://agao.es/ - Con ellos he tenido la gran suerte de cantar en el Teatro Gayarre de Pamplona, algo que para mí, hubiera sido impensable. Creo que la formación musical ha hecho mi vida más plena. Mi sueño era cantar de solista, en un grupo de música. No lo he cumplido, no exactamente. Me encanta tener el micro en las manos, lo llevaba a la escuela y cantábamos, los niños y yo. Era algo muy bonito, enriquecedor, ya que, hasta los que eran tímidos, participaban. Pero sí conozco la sensación de estar en un escenario. En el coro me siento muy bien. Canto, disfruto y oigo voces maravillosas, recibo los aplausos del público, actúo… Me encanta. 

El valor de la musicoterapia en la vida de las personas, por Carmen Salvador, V

¿Qué importancia das al canto y a la voz en las sesiones?

En las sesiones es esencial tener un instrumento, el tuyo. En mi caso yo utilizaba el acordeón para acompañamiento musical e improvisación y la voz. Cantaba con ellos, y para mí, era incluso más expresivo y más pleno que el acordeón. La voz, era realmente mi instrumento.

Con la voz transmitía mejor las emociones, se creaba una atmósfera muy cálida, y en el caso de los ancianos, eran más fácil para ellos, cantar y tocar que solamente tocar. El canto en las sesiones se convierte en unión, en expresión, en vida. Y en mi vida, se convierte en conocimiento, en algo que me permite conocer gente y relacionarme. Pero también ha sido fundamental en mi vida, en mi ámbito privado.

Isabel, tú y yo nos conocimos gracias a nuestros hijos. Tu hijo y mi hija jugaron juntos en la plaza del Castillo de Pamplona. Nos conocimos una mañana, y comenzamos a hablar. Nos dimos cuenta de que la música nos unía. Te voy a contar una experiencia personal en cuanto a la importancia de la voz y del canto. Hace dos años me quedé embarazada, y canté a mi hijo durante todo el embarazo. Cuando nació, lo seguí haciendo, como algo cotidiano. Con sólo 6 meses, lo ingresaron en el hospital, debido a una gastrointeritis que lo había deshidratado. Estuvo 4 días y 3 noches. Por las noches, le cantaba las mismas canciones que cuando lo llevaba en la tripa, y él se calmaba. 

Por otro lado, yo nací prematura, hace 39 años. La esperanza de vida de un bebé prematuro en aquella época, con apenas 800 gramos de peso, era pequeña. Pero viví. Como decía mi abuela: “Querías vivir, te agarrabas a la vida, no parabas quieta”. Necesité cuatro años de trabajo psicomotor con. Mi madre, me llevaba en autobús al Hospital de Navarra, donde recibía dicho tratamiento. Una de las enfermeras, le recomendó, que además de practicar mis ejercicios en casa, me pusieran música. Para lo cual no hubo problema, ya que a mi familia le encanta la música. 

Ninguno de ellos tenía estudios musicales, bueno, prácticamente no tenían estudios. Mi padre abandonó la escuela muy pronto, para ayudar en el campo y mi madre a los 14 años, se puso a trabajar. Pero, se esforzaron, me cantaban, escuchábamos música. Mi abuelo me regaló un pequeño piano de madera, de juguete. Dentro de sus posibilidades, mis padres hicieron todo lo que estuvo en su mano, para que yo mejorase. Y lo consiguieron. La voz y el canto, para mí han sido fundamentales. 

Actualmente formo parte como contralto del Coro “Premier Ensemble” de la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera - http://agao.es/ - Con ellos he tenido la gran suerte de cantar en el Teatro Gayarre de Pamplona, algo que para mí, hubiera sido impensable. Creo que la formación musical ha hecho mi vida más plena. Mi sueño era cantar de solista, en un grupo de música. No lo he cumplido, no exactamente. Me encanta tener el micro en las manos, lo llevaba a la escuela y cantábamos, los niños y yo. Era algo muy bonito, enriquecedor, ya que, hasta los que eran tímidos, participaban. Pero sí conozco la sensación de estar en un escenario. En el coro me siento muy bien. Canto, disfruto y oigo voces maravillosas, recibo los aplausos del público, actúo… Me encanta. 

HORA DE AVENTURAS: Jake y Finn

HORA DE AVENTURAS es una serie que está teniendo mucho éxito y le gusta mucho a los más peques de la casa, por eso, he hecho este tutorial donde os enseño a hacer a Jake y a Finn con goma eva.

hora de aventuras donlumusical

Los podéis utilizar para mil cosas: llaveros, colgantes, puertas, coches, libretas…

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Puedes descargar la PLANTILLA para poder hacer las piezas AQUÍ DEBAJO.

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Mozart in the jungle, la loca serie sobre los locos músicos

Amazon Studios ha creado recientemente la serie-web Mozart in the Jungle. El episodio piloto se lanzó en febrero de 2014, pero hemos tenido que esperar a diciembre para ver los diez capítulos de la temporada. Podéis encontrarla en la página oficial de Amazon gratis, aunque por ahí la hay con subtítulos en español…

La serie está basada en el libro del oboísta Blair Tindall Mozart in the Jungle: Sex, Drugs and Classical Music  que tenéis en versión para Kindle a muy buen precio. El motivo de que hablemos de esta serie en granpausa.com es que todo gira en torno a la música clásica.

mozart-in-the-jungle

La historia nos sitúa entre los músicos de la New York Philarmonic. El director titular es sustituido por la nueva “sensación clásica”, el carismático y joven genio Rodrigo de Sousa. De forma paralela, la recién titulada oboísta Hailey lucha por salir adelante en la gran ciudad haciendo bolos aquí y allá. De alguna forma, su vida se cruza con la New York Philarmonic y con Rodrigo y aquí empieza la historia.

He esperado a ver los cinco primeros capítulos para poder opinar sobre la serie. Pocas veces somos los músicos el centro de atención del cine o la televisión, así que no sé si la serie me ha enganchado por la curiosidad de ver cómo nos imaginan o por el contenido en sí. Y viéndola he empatizado con lo que habrán sentido los médicos viendo Dr. House, Urgencias, Hospital Central y demás…

Al finalizar el primer capítulo, mi reacción fue: ¿Por qué los músicos siempre parecemos drogadictos, ninfómanos y, básicamente, mal de la cabeza? Achaco toda esa imagen que se pretende mostrar a que es una muestra exagerada de nuestra realidad para que la serie sea más comercial y atraiga al público. De todas formas, todas estas cosas se muestran mucho más en el capítulo piloto que en el resto, como suele ocurrir. El piloto es el gancho, y cuanto más sexo y escándalo salga, más venderá.

A pesar de que muchas veces me he reído de lo absurdo de las situaciones que se plantean, la serie aborda temas que como músico te pueden interesar. El miedo escénico y la presión de tocar en una orquesta de élite cono la NYF, la situación laboral y las condiciones de trabajo de los músicos (aunque al desarrollarse en EEUU, es distinta a la de aquí), el enfrentamiento a las lesiones, la automedicación, los trabajos en negro, la relación entre músicos, la competencia, el estudio, la obsesión por tocar perfecto, el ambiente laboral, las relaciones de afecto, la financiación de las orquestas… Una lista infinita. Y todo contando con sentido del humor. Porque, otra cosa no, pero te ríes bastante.

El ego y la autoestima son temas de fondo en todos los capítulos. Continuamente se ve en el director antiguo y el nuevo, en los músicos, en los alumnos… Todo el mundo lucha por destacar, por tener su hueco en el mundo laboral, por salir más en los periódicos, por tocar mejor en las audiciones… ¿Os suena? La competencia y las envidias, las decepciones, y la lucha, todo se adueña de los protagonistas de la serie.

Por supuesto, hay momentos bastante “increíbles”, como la fiesta del primer capítulo, en la que todos músicos “se vienen arriba” con Bizet como si de David Guetta se tratara… O el careo entre la oboísta Hailey y un flautista en la misma fiesta, con una ruleta y todo que les indica el estilo con el que tienen que retarse. Repito, ¡en una fiesta! En fin, estas y otras perlas que como digo, se van suavizando conforme la serie avanza. Pero quitando estos momentos de WTF?! algo se puede sacar.

Por otro lado, el que esta serie se haga popular no hará más que beneficiar a nuestro pequeño mundo. Todo sea por llegar al gran público y hacer que la gente se interese por la música clásica a través de cualquier vía. De momento, ha tenido buena acogida y buenas críticas. Yo animo a todo músico a que la vea, por lo curioso que es mirarse en este distorsionado espejo y porque, además, ¡es muy entretenida!