Protagonistas de la Historia de la Música

auricularesEn los recursos educativos musicales debería siempre haber música. Incluso los más teóricos, aquellos que tratan el Lenguaje Musical o la Historia de la Música, no deberían prescindir nunca de ejemplos musicales o sonoros. Es más, cuanto más abstracto es el contenido a tratar, tanto más debería estar acompañado de ejemplos prácticos que ayuden al discente a comprenderlo y a encontrarle sentido a la actividad.

Concretamente, en las actividades de Historia de la Música no debería faltar nunca la audición, cuya ausencia reduciría la labor que se está realizando a una mera memorización de biografías de compositores y listas de títulos de obras, en el mejor de los casos relacionados con la realidad social y cultural de la época, pero totalmente desvinculados de lo que significan a nivel de la evolución del pensamiento musical.

Profundizando más aún en la “Historia de la Música sin música”, si ésta es poco eficaz en escuelas especializadas como el Conservatorio, donde el alumnado, con diversos años de estudios musical a su espalda, suele conocer y apreciar la música mal llamada clásica mejor que la mayoría de los adultos de nuestro país, resulta hasta perjudicial para el alumnado de las enseñanzas de régimen general, al transmitirle la falsa idea de que la música del pasado es algo para estudiar pero no para escuchar.

Sin embargo están disponibles en la red numerosos recursos que no utilizan las posibilidades sonoras del ordenador, sino sólo texto e imágenes, lo que, aunque no los priva de su contenido lúdico, reduce notablemente su interés didáctico.

Este es el caso de un programa que diseñé hace más de un año como tarea final de uno de los excelentes cursos del ITE en el que participé, el de PHP.

Lo publiqué, tal como hago con todo lo que considero que pueda servirle a los demás, especificando que se trataba de una versión beta, no tanto porque pensara que pudiera contener bugs (ya estaba revisado por el tutor del curso) sino porque le veía esa gran limitación: averiguar el nombre de un compositor partiendo de un retrato, unos datos biográficos y una breve lista de obras puede ser divertido para quienes tengan suficiente cultura musical como para conocer autor y obras, pero no tiene gran utilidad didáctica.

Por eso he dedicado la última parte de mis vacaciones de verano a mejorar ese programa para publicar por fin la versión final bajo un nuevo título: Protagonistas de la Historia de la Música.

Protagonistas de la Historia de la MúsicaEn esta nueva versión cada ficha contiene, además de los ya citados elementos de la versión anterior, un fragmento de una de las obras del compositor o compositora cuyo nombre hay que averiguar.

Aunque quizás no quede muy bien que sea yo quien lo diga, es evidente que tras esta mejora el juego es bastante más divertido e instructivo que antes. Lo que ya no es tan evidente es una posibilidad didáctica que ofrece el programa: la opción que tiene el usuario de contribuir y ampliar el juego añadiendo nuevas fichas. Eso se hace a través de un simple formulario que recoge los datos necesarios (lugares y fechas de nacimiento y, eventualmente, de muerte, y los títulos de las tres obras más significativas) y permite subir dos archivos, uno de audio (la audición) y otro de vídeo (el retrato del compositor). Estas propuestas de nuevos compositores están moderadas para evitar errores, vandalismo o violaciones de copyright. A este propósito es importante recordar que la Ley de Propiedad Intelectual nos impide incluir obras que no estén publicadas bajo algún tipo de licencia libre, lo que nos pone las cosas muy difíciles, sobre todo cuando se trata de música sinfónica. Afortunadamente la misma ley establece, en su artículo 32, el derecho de cita por razones educativas, derecho al cual nos acogemos para insertar las audiciones en el juego, aunque sean sólo unos fragmentos de las obras, animando al alumnado (y al lector/a de esta entrada) a que concluya la sesión de juego escuchando íntegramente la obra que más le haya gustado, o por lo menos una sección completa de ella, lo que podrá hacer fácilmente, al conocer todos los datos necesarios, buscándola en servicios como Grooveshark, Spotify o Youtube.

Esta posibilidad puede transformarse en propuesta didáctica pidiendo al alumnado que añada uno o más compositores cada uno. El nombre del que ha realizado la aportación aparecerá en el juego, lo que, además de darle cierta motivación y satisfacción al alumno/a, le permitirá al docente tener en cuenta dicha aportación en la evaluación. Pero quizás lo más importante de esta dinámica de trabajo colaborativa es que favorece la participación activa de cada alumno/a en la mejora de un proyecto de gran envergadura, con la consiguiente satisfacción del trabajo bien hecho, emoción que refuerza la autoestima, sentimiento imprescindible para el éxito escolar.

La propuesta puede ser libre o tener en cuenta el género y la época musical que se esté trabajando en clase en ese momento (p.e. el barroco, la música de cine, el jazz, etc.), pudiéndose crear, en diferentes instalaciones del programa, juegos específicos para cada género y época.

Eso es posible para quien quiera gracias a la posibilidad de descargar el código fuente para instalarlo en un servidor u hosting propios, para tener así la máxima posibilidad de personalización, que no se limita a la elección de los compositores incluidos en la base de datos, sino que hasta permite adaptarlo a otros apartados de la programación didáctica, a otras finalidades didácticas, a otras áreas del currículo e incluso a otras etapas educativas (p.e. Lenguas Extranjeras, trabajando la comprensión oral y la ortografía; Conocimiento del Medio en los primeros cursos de Primaria, identificando los animales y sus sonidos; Lengua y Literatura, los poetas y sus obras; y un largo etcétera), con modificaciones mínimas para cuya realización sólo se precisan unos conocimientos básicos de HTML y, dependiendo de lo que se pretende hacer, de PHP.

La primera experiencia de adaptación a otra asignatura está prevista para el próximo otoño con la Geografía, con la colaboración de mi compañera Rosa, sustituyendo compositores y músicas con la imagen de la bandera y/o la silueta del país y el himno nacional como fondo sonoro.

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Mi primer programa en PHP

Pantalla inicial juegoMi primer programa en PHP ha llegado a la versión beta y está disponible para su evaluación pública haciendo clic en este enlace o en la imagen.

Se trata de un juego de preguntas en el cual se suceden una serie de fichas. Cada una de estas fichas contiene una foto, los lugares y fechas de nacimiento y, eventualmente, de muerte de un/a compositor/a y sus obras principales.

Por el momento hay 20 fichas, que se propondrán en orden aleatorio sin repetición. El usuario/a puede añadir más fichas, rellenando un sencillo formulario y subiendo una foto. Debido a que se pueden enviar datos sin identificarse previamente, todos los envíos quedarán a la espera de ser aprobados, tras lo cual estarán disponibles en el juego.

Además de avisos sobre eventuales errores, se agradecerá todo tipo de consejos para mejorar este programa y, de paso, ayudarme a aprender.

ACTUALIZACIÓN (15/06/2011): descarga del código fuente (CC 3.0 BY-SA).

ACTUALIZACIÓN (31/08/2011): nueva versión del programa. Cada ficha contiene, además de los ya citados elementos de la versión anterior, un fragmento de una de las obras del compositor o compositora cuyo nombre hay que averiguar.

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Cambio de look

Plantilla antiguaAprovechando las vacaciones del alumnado, he realizado unos cambios en la apariencia de este blog para poder aprovechar las ventajas de la nueva versión de WordPress, el CMS sobre el cual está construido. La nueva plantilla se llama Twenty Ten, nombre que no se traduce al español con dos números (veinte y diez) sino con uno sólo (dos mil diez), el del año actual.

El diseño es muy sencillo, tanto que puede haber decepcionado a algún lector o lectora que pueda preferir el anterior: yo mismo me siento un poco extraño viendo el nuevo aspecto del blog, una sensación parecida a la que tenía cuando salía de la peluquería tras un cambio de corte de pelo (¡qué tiempos, aquellos!). Han sido más de dos años los que este blog ha estado vistiéndose con BlueGrace, a cuyo autor, Vladimir Prelovac, quiero enviar mi sincero agradecimiento.

Sin embargo, a pesar de que me encanta esa plantilla, las nuevas funciones de Twenty Ten, algunas de las cuales son muy poderosas, justifican ampliamente el cambio. La más importante, tanto para quien lee como para quien administra el blog, tal vez sea el nuevo sistema de menús desplegables: con una facilidad extrema y muy poco tiempo he podido configurar el menú de la cabecera haciendo más clara y sencilla la navegación por el sitio. También ha sido simple personalizar la imagen de cabecera: mediante el mismo WordPress se puede recortar y redimensionar cualquier imagen de cualquier tamaño.

Todavía hay funciones que no he empleado, algunas por no necesitarlas aún y otras por no conocerlas suficientemente, por lo que es muy probable que durante este mes de julio aparezca alguna sorpresa más, relacionada con las posibilidades ofrecidas tanto por la nueva versión de la aplicación como por la nueva plantilla.

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Wikifonia

WikifoniaLa Wikipedia es el ejemplo más famoso de cómo se puede construir un sitio web de manera colaborativa entre muchas personas, de forma voluntaria y aparentemente descontrolada, por el mero placer de conocer y de compartir el propio conocimiento.

Hay muchos más sitios con esas características, algunos de los cuales están dedicados a las partituras: ya vimos uno, el IMSLP, la wiki de las partituras de dominio público. Hoy veremos otro, Wikifonia.

La primcipal limitación que tiene Wikifonia, que la hace inadecuada para ciertos instrumentos y conjuntos, es que sólo permite la inclusión de un pentagrama para la melodía principal y de los acordes cifrados (por cierto, para descifrarlo y ver cómo se tocan en la guitarra, tenemos esta excelente herramienta). Debido a eso, este sitio es seguramente menos importante que el anterior. Sin embargo puede ser más útil que ése para los que, no siendo músicos profesionales, disfrutan haciendo música.

En este sentido estoy pensando especialmente en mis alumnos y alumnas. Dentro de pocas semanas terminará este curso: lo que para algunos significará un simple descanso, para otros será el final de sus estudios musicales. Me refiero a buena parte del alumnado de 2º de ESO, ya que en el currículo de los dos siguientes años la Música está presente dentro de la oferta de asignaturas optativas. Estoy seguro de que muchos de estos chicos y chicas seguirán dedicando parte de su tiempo libre a tocar las obras musicales que hemos aprendido durante este curso que hemos pasado juntos (y en los anteriores con otros profesores) y a aprender piezas nuevas, tanto las que irán apareciendo en educacionmusical.es como las que puedan  conseguir en Internet.

Aunque las obras compartidas en Wikifonia no suelen estar pensadas para flauta dulce, muchas de ellas se pueden ejecutar tal como están, mientras que otras, aparentemente imposibles de tocar con ese instrumento, se pueden adaptar con facilidad gracias a una característica muy interesante de este sitio: que permite la transposición con un solo clic en un simple menú desplegable.

Para cuando se necesite esa modificación, hay un par de criterios que nos pueden ayudar a elegir la tonalidad más adecuada:

  • Primero miraremos cuál es la nota más grave de toda la pieza. Si es igual o inferior al do grave, deberemos trasportar forzosamente hacia arriba. En caso contrario, intentaremos preferentemente hacerlo hacia abajo.
  • No necesariamente cuanto más grave es mejor: también hay que ver el número de alteraciones que caracterizan la nueva tonalidad.

Vamos a ver un ejemplo con la canción de Mike Oldfield Moonlight Shadow.

Moonlight Shadow en Wikifonía

Tal como está guardada en Wikifonia, esta partitura es imposible de tocar con la flauta soprano (sí es posible hacerlo con la contralto), ya que su nota más grave es el sol por debajo del pentagrama. Por eso tendremos que transportarla hacia arriba como mínimo una cuarta justa, es decir 5 semitonos. Si estos conceptos nos parecen demasiado complicados, no hay problema: sirve el antiguo sistema de ensayo-error.

El cambiar de tonalidad comportará añadir alteraciones: procuraremos insertar el menor número posible de sostenidos o bemoles.

En el primer recuadro de la columna de la derecha hay dos menús desplegables.

Menú Download en Wikifonía

El primero de esos dos menús (Transpose) en este caso indica “0 (-)”, donde el cero quiere decir que no hemos modificado la tonalidad original y el guión que no hay ni sostenidos (sharps) ni bemoles (flats).

Desplegando el menú tendremos una lista de la cual podremos elegir el número de semitonos de la transposición (negativo para transportar hacia el grave y positivo para el agudo) y, entre paréntesis, las correspondientes alteraciones que aparecerán en la armadura.

Menú desplegado

Miremos las opciones más agudas (las líneas que comienzan por números positivos) y fijémonos primero en los números más bajos que están entre paréntesis. Buscando estos criterios, nos llamará la atención la opción “+5 (1 flat)”. Tras elegirla, podemos observar cómo la partitura se ha modificado tal como nos interesa: transportando la melodía hacia arriba 5 semitonos (ahora la nota más grave es do) y añadiendo sólo el si bemol.

En casos más difíciles puede que no consigamos encontrar la tonalidad correcta a la primera: en ese caso repetiremos el proceso hasta conseguirlo (o darlo por imposible y buscar otra canción).

Y si decidimos contribuir, podemos hacerlo subiendo partituras en formato MusicXML o modificando las existentes.

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¡Pásate a Linux!

TuxLas ventajas del software libre no se limitan a que suele ser gratuito: hay otras características muy importantes que lo hacen preferible, como su mayor seguridad y su menor exigencia de recursos. Sin embargo, el desconocimiento y los prejuicios empujan a mucha gente a pagar por un producto (o a usar copias sin licencia) renunciando al uso de otro que le permitiría realizar las mismas tareas con la misma facilidad y velocidad, hasta en ordenadores más antiguos, de forma completamente gratuita.

La decidida apuesta que han hecho muchas comunidades autónomas por el uso del software libre en educación está encargándose de derribar el más importante de estos prejuicios, la supuesta dificultad de uso de Linux. El alumnado andaluz de 5º y 6º de Primaria ya tiene su ultraportátil con Guadalinex y, desde el primer día, se maneja estupendamente. Su entorno gráfico basado en la metáfora de escritorio y ventanas, la misma que utilizan todos los sistemas operativos pensados para usuarios de ordenadores personales, no sólo le está permitiendo pasar sin problemas de un PC con Windows o con MacOS a uno con Linux, sino también le permite cambiar fácilmente entre uno y otro, desmontando así otro prejuicio por el cual sería conveniente que los estudiantes usen Windows: porque supuestamente de otra manera no sabrán utilizar los ordenadores que encontrarán en el mundo laboral.

Ahora bien, admitámoslo, hay que entender tanto que existan esos prejuicios (al fin y al cabo no están inventados de la nada sino que persisten de una situación real que cambió hace muchos años) como la aprensión que puede suscitar el cambio (si alguien nos reordenara nuestro escritorio real siguiendo su propia lógica, también nos causaría cierta inquietud y sensación de caos inicial). Vencido este primer momento, el recién llegado a Linux apreciará sin duda las diferencias más llamativas, por ejemplo la sencillez con la que se pueden instalar nuevas aplicaciones, disponibles sin coste alguno en los repositorios.

Para ayudar a quienes necesitan un empujoncito para decidirse, mi compañero de trabajo Máximo Núñez, profesor de Informática en el IES Vega de Mijas, ha escrito, junto con otro colega, Francisco Javier Sánchez, ¡Pásate a Linux!, del que acaba de publicarse la segunda edición.

Tras dirigir al lector en la instalación de Ubuntu, el libro ofrece un panorama completo de las principales aplicaciones disponibles, cubriendo todas las necesidades: ofimática, con un curso completo de OpenOffice, Internet, multimedia, juegos, utilidades y un largo etcétera, naturalmente sin olvidar la educación, que ha sido objeto exclusivo de otro de los libros de los dos autores: ¡Aprende en libre!, y la música, con la descripción de los principales reproductores y del editor de audio Audacity.

Aprovecho esta entrada para probar una de las últimas herramientas de Google, Search Stories Video Creator, una nueva funcionalidad de YouTube que permite construir con extrema facilidad un vídeo de 30 segundos a partir de una serie de búsquedas en Google.

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