Grandes monologuistas: Agustín Jiménez (El Club de la Comedia)

Comenzamos hoy una serie de entrevistas a grandes monologuistas con un genio del género, el celebérrimo Agustín Jiménez.

En esta conversación podemos inferir su gran capacidad de trabajo y profesionalidad. Los monólogos son, por definición, divertidos, pero requieren de una preparación intelectual ingente (pues hacer reir es de lo más difícil y "serio" que puede llevar a cabo un actor). 
Nuestro entrevistado de hoy, el televisivo Agustín Jiménez, es una muestra viva de gran cultura, no exenta de amenidad. Nos avanza en exclusiva el contenido de uno de sus próximos monólogos en la siguiente temporada.

Grandes monologuistas: Agustín Jiménez (El Club de la Comedia)

Comenzamos hoy una serie de entrevistas a grandes monologuistas con un genio del género, el celebérrimo Agustín Jiménez.

En esta conversación podemos inferir su gran capacidad de trabajo y profesionalidad. Los monólogos son, por definición, divertidos, pero requieren de una preparación intelectual ingente (pues hacer reir es de lo más difícil y "serio" que puede llevar a cabo un actor). 
Nuestro entrevistado de hoy, el televisivo Agustín Jiménez, es una muestra viva de gran cultura, no exenta de amenidad. Nos avanza en exclusiva el contenido de uno de sus próximos monólogos en la siguiente temporada.

El Dr. Luis Gutiérrez (Saber Vivir) nos ofrece consejos sabios para el cuidado de la voz

Hoy, continuando nuestra serie de entrevistas "Grandes voces de la radio y la televisión" compartimos la conversaciónmantenida con el Dr. Luis Gutiérrez Serantes, presentador del famoso espacio de divulgación médica "Saber Vivir" (TVE1). 

En ella se habla del cuidado de la voz, de maneras de prevenir disfonías, de educación vocal, de la preparación a la hora de hablar, de qué hay que evitar para conservar la voz, del teatro lírico español, etcétera, en suma, una conversación muy constructiva e interesante...


El Dr. Luis Gutiérrez (Saber Vivir) nos ofrece consejos sabios para el cuidado de la voz

Hoy, continuando nuestra serie de entrevistas "Grandes voces de la radio y la televisión", compartimos la conversación mantenida con el Dr. Luis Gutiérrez Serantes, presentador del famoso espacio de divulgación médica "Saber Vivir" (TVE1). 

En ella se habla del cuidado de la voz, de maneras de prevenir disfonías, de educación vocal, de la preparación a la hora de hablar, de qué hay que evitar para conservar la voz, del teatro lírico español, etcétera, en suma, una conversación muy constructiva e interesante...


Marisol Galdón: ¡es apasionante apasionar!

Proseguimos hoy la serie "Grandes voces de la radio y la televisión" con una invitada muy especial que destaca, además, por su sensibilidad musical. Se trata de la grandísima Marisol Galdón quien ha tenido la amabilidad de avanzarnos en esta entrevista detalles sobre su próxima novela.
Eres una profesional que destaca por tu polifacetismo y versatilidad, ¿en qué vertientes has disfrutado más?
Soy ante todo un ser creativo que busca, incansable, vías de acceso al exterior con las que comunicar su talento, disfrutando, claro. Comunicar forma parte de mi ADN desde niña, nací con esa vocación. Pero cuando el exterior parece más interesado en trabar tu búsqueda que en fomentarla, el interior se rebela y no para hasta hallar caminos que procuren satisfacción y no insatisfacción. La resignación no va conmigo. ¡La vida solo se vive una vez! De ahí, ese aspecto polifacético al que aludís.

Me entrego a tope en todo lo que hago, soy muy intensa, y busco el gozo de manera natural, con criterio y entusiasmo. Algo que el mundo mediático, que no pasa por su mejor momento, hace años que no me permite hacer. Creo que tengo una gran deuda que saldar con la radio, el medio en el que empecé, un medio fascinante, infravalorado e infrautilizado, al que estoy segura que mi voz, mis conocimientos y mi experiencia podrían aportar sugerentes y variadas propuestas. En la televisión de los 90, tuve la suerte de participar en proyectos muy interesantes, que me enseñaron mucho a distintos niveles; pero la televisión actual no dispone apenas de brechas creativas. Y como no va conmigo rendirme y mis ansias de comunicar son inagotables, he hallado en la escritura un universo motivador e inabarcable, que no rentable, por el que traspasar la coraza mediocre que imponen estos tiempos.

Os dejo una de las entradas más reveladoras y catárticas de mi blog, en la que hablo de todo esto que trato de transmitiros aquí: Cruces de Bohemia (post).

Has colaborado, entre otras, en la mítica revista "The Rolling Stones", ¿qué opinas del estado del sector musical actualmente en España?
Me apena terriblemente que justo cuando nuestro país retoza en las más variadas y jugosas propuestas musicales, no haya programas de televisión y apenas de radio que las difundan. Es un gran momento musical en pop, rock (con todas sus variantes: garaje, reggae, surf, soul...), jazz, blues, clásica... Puede que el flamenco no esté tan pletórico, o puede que sea yo la que tenga que ponerse las pilas y actualizar mis escuchas flamencas. Pero, en general, es un momento musical muy creativo y dinámico.

Háblanos, por favor de tu próxima publicación
Publico con cierta regularidad en mi blog, pero supongo que os referís a mi 2ª novela, mi segunda criatura, pues para mí eso es lo que son mis novelas. Primero salta una chispa, luego hay un proceso de gestación y, finalmente, toca parir. Luego hay que buscarles una editorial de acogida que las trate con cariño y eso es más complicado. La cultura se ha mercantilizado tanto que rara vez arriesga u ofrece oportunidades para que se oigan nuevas voces, en todos los ámbitos: literario, musical, pictórico, cinematográfico, teatral... La difusión es complicada. Y en España, más.

Esta segunda novela me salió, además, muy punki y escandalosa. Así como la primera, ¡Mátame!, era un thriller psicológico elegante, sin sexo ni sangre, muy masculino; la segunda, Psicoputa, es de armas tomar, con mucho sexo (lésbico, hetero y pederástico), sangre y es muy femenina. En vez de escoger un narrador neutro, que escribe la novela en tercera persona, me apeteció, en esta ocasión, que cada personaje contara su vivencia, sus reflexiones, sus miedos y su historia desde su punto de vista, que hablara directamente al lector/a. Está escrita, pues, en primera persona; cada capítulo corre a cargo de un personaje, seis en total, y cuando la que toma las riendas es la Psicoputa, ¡uf, ni te cuento lo que llega a salir de la boca de ese ser terrible, malvado y pendenciero! En definitiva, la novela proyecta (es muy visual) una lucha del bien contra el mal y un montón de matices al respecto. Estoy en tratos con una editorial y espero publicarla en unos meses. ¡Os mantendré informados!

Entre otras actividades te has adentrado en el mundo de la actuación y el canto, ¿qué te ha aportado?
Cantar y actuar forman parte de mi personalidad, de manera natural, desde niña, como os comenté antes. Subirme a un escenario o ponerme delante de un micro o de una cámara para comunicar lo que sea, en los más variados estilos y formas me incentiva, me pone. ¿Qué queréis que os diga? He nacido con ese don, que he tratado de enriquecer, nutrir y diversificar. Una vez dicho esto, también os digo que son tantas las semillas que planto en tan distintos tiestos, que no me da para cuidarlas todas con el mismo entusiasmo y dedicación. Dedicarse a cantar es algo duro y sacrificado, que requiere total dedicación, y mucho me temo que no estoy dispuesta a renunciar a mi docena de pitillos diarios para mantener mi voz en forma, por ejemplo. Es una voz grave que para la radio está fenomenal, pero para actuar en vivo con regularidad, no me da. Y en cuanto al teatro, que me encanta ver y disfrutar siempre que puedo, lleva implícita una reiteración -decir todos los días lo mismo; llorar, reír, gruñir o gritar en el mismo instante; agarrarte al mismo objeto...- que no me resulta especialmente motivador. Supongo que esa reiteración tiene más que ver con rentabilizar una obra (otra vez el aspecto mercantil) que con el arte, ya que antes las obras se escribían para ser interpretadas una vez. Puedo comprender que unos meses de representaciones ayuden al actor a matizar su personaje, vale, pero no más. Curiosamente, tan solo he oído a un actor que haya mostrado ese mismo recelo ante la repetitividad teatral, Daniel Day Lewis. El cine, en cambio, me resulta más sugerente, más aparatoso, sí, pero me apasiona más. No en vano, soy una cinéfila empedernida.

¿Qué hace a un buen presentador?
Un buen presentador se planta en un plató o un escenario con toda su energía en pol position y pone todos sus sentidos, encantos y capacidades comunicativas al servicio del público, para transmitir con salero, entusiasmo y gracejo lo que corresponda en cada momento. ¡Es apasionante apasionar a los demás!

¿Qué consejo darías a quien comienza en el mundo de la locución?
Técnicamente, primero y fundamental, que lea mucho y en voz alta, que aprenda a vocalizar, una tarea pendiente en algunos de nuestros jóvenes actores y comunicadores, y a proyectar su voz sin miedo, hasta dar con el registro que más cómodo le resulte. Segundo, cuanto más amplíe su registro, mucho mejor; dominar otros idiomas y otras maneras de hablar es muy enriquecedor. Y tercero, que escuche, lea, vea, mire, observe y no deje nunca de aprender. Solo así podrá ser un buen profesional (si le dejan).

¿Crees que es importante trabajar la voz?
¡Claro! La voz es un instrumento maravilloso, que puede dar mucho de sí. Yo tuve una fonoterapeuta, de jovencita, y aprendí a no castigar mi voz innecesariamente, a no forzarla y a respirar y proyectar la voz desde mi abdomen a la cabeza, no desde mi garganta.

¿Qué haces para cuidar tu voz?
Mucho me temo que nada especial. La naturaleza me dotó de una voz poderosa y hermosa y lo más que procuro es no forzarla. Nunca bebo nada totalmente frío, mezclo siempre las bebidas frías con las naturales. Y, como desde hace más de 20 años vivo en un clima seco, tengo la garganta siempre hidratada, aquí estoy, con mi sempiterno vaso de agua mineral.

¿Cómo has notado que evolucionaba tu voz conforme a tu experiencia?
En mi caso, con el paso de los años, la voz, grave de por sí, se ha hecho más profunda y, al mismo tiempo, ha ganado en registros. He aprendido a jugar más con los agudos, a dar cancha a los falsetes y a modularla mejor.

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