CANTATA DE FIN DE AÑO: J.S. BACH


Iglesia de Sto. Tomás  en Leipzig. 1735

Alabado sea Dios, el año termina
y el nuevo ya se acerca.
Recuerda, alma mía,
cuántos favores te ha otorgado
la mano de Dios en el año que pasó.
Entona un alegre canto de agradecimiento,
que Él se acordará de ti
y más te dará en el nuevo año.


Como escribiera Erdmann Neumeister allá por el  siglo XVIII: el año termina y el nuevo ya se acerca. Así comienza la cantata nº 28 que Juan Sebastián Bach estrenó en la iglesia de Santo Tomás de Leipzig (donde trabajaba) el 30 de diciembre de 1725.  


La cantata consta de seis números: 

1. Aria (soprano): Gottlob! nun geht das Jahr zu Ende.
2. Coro: Alaba, alma mía al Señor.
3. Recitativo (arioso) (bass): Así dice el Señor.
4. Recitativo (tenor): Dios es una fuente.
5. Aria (duetto) (alto and tenor):Dios nos ha bendecido en este año.
6. Choral: Por toda tu bondad, te alabamos.

La imagen del vídeo muestra el sello que el compositor  imprimía en sus obras y en el que pueden verse sus iniciales: J S B. 
Escuchemos ya a la Orquesta y coro barrocos de Ámsterdam dirigidos por Ton Koopman. En este otro vídeo se escucha mejor.




Un mensaje positivo y lleno de esperanza es precisamente lo que más necesitamos en estas fechas. Con esas  palabras y con la maravillosa música de Bach os deseo a todos un feliz fin de año y un próspero 2020.



PD. Descubro ahora que en 2013 ya escribimos sobre esta obra; lo había olvidado. Os enlazo aquí la entrada de entonces.


MADDALENA CASULANA

Mujer tocando el laúd. Bartolomeo Veneto. 1520

Me gustaría mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que sólo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres.

Maddalena Casulana (1544 - 1590)

A menudo nos referimos a la pintura como a un arte que  nos acerca a las realidades del pasado,  una suerte de ventana a través de la cual pudiéramos entrar en otras épocas y que nos permite  contemplar, con nuestros propios ojos, cómo eran tantas y tantas cosas; siempre ha sido un testimonio directo de la vida, la "fotografía" antes de la fotografía. 
Hoy Bartolomeo Veneto nos acerca a la realidad del Renacimiento, a la vida de las mujeres, a su vestimenta y sus actividades con este retrato que bien podría representar (salvando la distancia temporal puesto que está fechado antes del nacimiento de nuestra protagonista) a Maddalena Casulana.

Maddalena Casulana fue una laudista y compositora conocida por ser, al parecer,  la primera mujer que publicó sus composiciones impresas, como ya venían haciendo otros compositores desde que Gutemberg inventase su maravilloso artilugio. Esa primera publicación fue en Venecia.
Esta italiana de vasta cultura, gran sensibilidad y extraordinaria inteligencia supo colocar a la mujer en un lugar de igualdad intelectual  con el hombre otorgando a las protagonistas de sus obras (madrigales*)  una libertad de expresión inaudita hasta entonces, lo que no deja de ser la manifestación de sus propios anhelos. Ese afán  queda patente en el texto con el que hemos comenzado; se trata de un fragmento de la dedicatoria que aparece en  su primer libro de madrigales a cuatro voces publicado en Venecia en 1568 y que estaba dirigido  a Isabella de Médici. Si para conocer su vida y sus opiniones recurrimos a esas dedicatorias, para conocer su música solo hay que escucharla y apreciar un elegante y rico  estilo contrapuntístico que la coloca al mismo nivel, cuando menos, que el de sus colegas  madrigalistas varones más famosos.

El madrigal que vamos a escuchar pertenece a  un álbum titulado "El deseo" (Il desiderio) que fue  publicado en 1566. Lo haremos en versión vocal polifónica a capella en primer lugar y para solista y laúd después. El texto, de evidente carácter amoroso, comienza así:

Morir non può il mio cuore , ucciderlo vorrei, 
(Morir no puede mi corazón, matarlo querría...) .





*El madrigal italiano del XVI era una composición vocal polifónica a cuatro o más voces sin forma concreta sobre un poema breve; ese texto poético solía ser de tema amoroso, con frecuencia obra de grandes poetas como Petrarca, Ariosto o Tasso. Sabemos también que se cantaban en todo tipo de reuniones cortesanas y  especialmente en las academias que surgieron en el Renacimiento para la discusión de asuntos científicos y artísticos.

Y ya que hemos dedicado este espacio a  la gran Maddalena Casulana aprovecho la ocasión para presentaros al  Quinteto Casulana, agrupación instrumental constituida por mujeres profesionales que trabajan para recuperar y difundir la música de mujeres compositoras. 
Bibliografía y fuentes:

Consuelo Escribano Velasco: Maddalena Casulana: el don del arte y del intelecto. Ermitiella.blogspot.com

Beatrice Pescerelli: Maddalena Casulana. New Historical Anthology of Music by Women, Volumen 1
(Ed. James R. Briscoe. Indiana University Press)) 1987, 2004

Samantha Heere-Beyer: Maddalena Casulana and the sixteenth century italian madrigal. University of Pittsburgh. 2009

Pendle, Karin (1991). Women and Music: A History.

ERLKÖNIG

Ilustración de Ernst Kutzer

"En los artistas que tuvieron una existencia muy breve, se encuentran, a veces,  esas riquezas terribles - casi excesivas para los débiles hombros del ser humano - que ya pertenecen al mañana."
(Alejo Carpentier.  Shubert: leyenda y realidad, 1953)

Esta lúcida sentencia de Carpentier  adquiere todo su sentido cuando entramos en el universo liederístico de Franz Schubert: un mundo vasto, multicolor, sutil y novedoso en el que, entre otras maravillas, el compositor abre la puerta a un nuevo concepto del acompañamiento pianístico.
Un claro y famoso ejemplo de ello es este trágico e intenso lied titulado Erlkönig que hoy vamos a escuchar y que es perfecto para recibir a Noviembre, con sus Santos y sus Difuntos.

En 1815  Schubert puso música al poema de Goethe de 1782 titulado Der Erlkönig (El rey de los Alisos, que también se ha traducido, al parecer erróneamente, como El rey de los Elfos). Este poema formaba parte de un libreto operístico (Die Fischerin) y describe la enloquecida carrera a caballo de un padre con su hijo en la noche fría y ventosa a través de un siniestro bosque.

 


Leamos el texto:


¿Quién cabalga a través de la noche y el viento? 
es un padre con su hijo; 
tiene al pequeño en sus brazos, 
lo lleva seguro, le da calor.
- Hijo mío ¿por qué escondes tu rostro asustado?
- ¿No ves, padre, al Rey Elfo?
¿el Rey de los Elfos con corona y manto?
- Hijo mío es el rastro de la neblina.

- ¡Dulce niño ven conmigo!
Jugaré maravillosos juegos contigo;
Muchas encantadoras flores están en la orilla,
mi madre tiene muchas prendas doradas.

- Padre mío, padre mío ¿no oyes
lo que el Rey de los Elfos me promete?
- Calma, mantén la calma hijo mío;
el viento mueve las hojas secas. 

- ¿No vienes conmigo buen niño?
mis hijas te atenderán bien;
mis hijas hacen su danza nocturna
y ellas te arrullarán y bailarán para que duermas.

- Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,
a las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?
- Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:
son los árboles de sauce grises.

- Te amo; me encanta tu hermosa figura;
y si no haces caso usaré la fuerza.
- ¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!
¡el Rey de los Elfos me ha herido!


El padre tiembla y cabalga más aprisa,
lleva al niño que gime en sus brazos,
llega a la casa exhausto;
en sus brazos el niño está muerto.


Aunque se trata de un lied (por lo tanto una obra breve) , en él intervienen cuatro personajes: el padre, el hijo, el Rey de los Elfos y el narrador, que inicia y termina la canción. Habitualmente una sola voz (masculina o femenina) canta todo el texto, pero, en ocasiones, también se interpreta con cuatro cantantes diferentes, uno por cada personaje.
Si la sencilla línea melódica en las voces facilita la comprensión del texto intensificando el dramatismo de las palabras y logrando un maravilloso equilibrio entre música y poesía, el acompañamiento pianístico aporta un contexto angustioso y siniestro representado por el que podemos considerar el quinto personaje de este lied: el caballo.
Como en Margarita en la rueca,  Schubert utiliza un ritmo ostinato en el acompañamiento, transmitiendo con él la sensación de continuo movimiento. Emula el galope del caballo en el constante martilleo de los tresillos (de notas repetidas)  en la mano derecha, pero  también la lluvia y el viento en los motivos melódicos ascendentes y descendentes de la mano izquierda; así, crea toda una atmósfera que contribuye a una mayor fuerza y  expresividad de las palabras. La tensión va en aumento hasta terminar en una rotunda y dramática cadencia perfecta que da fin a la obra y que deja  al oyente absolutamente sobrecogido.
El equilibrio entre música y poesía es perfecto.


Vamos a escucharla ahora en diferentes versiones.
- La primera, interpretada por un tenor (Daniel Norman) que canta el texto íntegro dando voz a los diferentes personajes - que es lo más habitual y difícil. por cierto - y que está ilustrada por una preciosa animación.
- La segunda, interpretada por cuatro cantantes diferentes que dan voz a cada uno de los cuatro personajes
- La tercera incluye la partitura para poder observar detalladamente todo lo dicho.



 Aquí, interpretada por los cuatro personajes:


Aquí con partitura y texto:


Este lied de Schubert fue orquestado por Héctor Berlioz en 1860. Puede escucharse pinchando el enlace.

“Todo depende del poema; si es bueno, la inspiración viene enseguida. Las melodías afluyen que da gusto. Si es malo no hay nada que hacer" (Franz Schubert)


Enlaces de interés
      El rey de los Elfos, en el blog de  María Quintanilla

     Versión metal del texto de Goethe por el grupo Leichenwetter 


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     HILANDERAS

Sumer is icumen in


El verano
. Giuseppe Arcimboldo, 1573

A punto de terminar el curso reciclamos esta antigua entrada para desearos unas felices vacaciones

El verano ha llegado
¡canta alto, cuco!
la semilla está creciendo,
el prado está floreciendo
y ya la madera deviene en hoja
¡canta cuco!



Sumer is icumen in  es una famosa canción polifónica de mediados del siglo XIII con texto  en inglés medieval  escrita probablemente en la Abadía de Reading Celebra y proclama la llegada del verano con un ostinato ("sing cucu" en las voces graves) y una forma de canon al unísono en las superiores o agudas. Si se observa la partitura original (en la imagen inferior) se aprecia claramente el tipo de notación cuadrada y una cruz en rojo sobre el pentagrama que nos indica el momento o punto de entrada de cada una de las  voces principales.

Como siempre, Partitura de la melodía con texto en el enlace.





Quiero añadir este vídeo, publicado por Compazine, que encontré buscando una buena versión. Corresponde a la ceremonia inaugural de los JJOO de 1972 en Munich; creo que merece la pena verlo.