"En un mundo de crueldad y explotación como el nuestro, en el que en aras del beneficio económico proliferan la mediocridad y el fraude, es necesario entender por qué un madrigal de Gesualdo o una Pasión de Bach, una melodía de sitar de la India o una canción africana, el Wozzeck de Berg o el War Requiem de Britten, un gamelán balinés o una ópera cantonesa, una sinfonía de Mozart, Beethoven o Mahler pueden ser profundamente necesarios para la supervivencia humana, al margen del mérito que puedan tener como ejemplos de creatividad y progreso técnico. Es también necesario explicar por qué, en determinadas circunstancias, una "sencilla" canción "popular" puede tener más valor humano que una "compleja" sinfonía."
en ¿Hay música en el hombre?,
Alianza editorial, 2006.