Tener un vecino músico

Seguro que alguna vez has sufrido las quejas de un vecino al que no le hace demasiada gracia que andes estudiando mañana y tarde. Siendo justos, es verdad que un instrumento musical, o incluso la voz humana, pueden llegar a ser molestos si los oyes todos los días a todas horas. Sobre todo porque estudiar no es interpretar. Cuando tu vecino descubre que vas a mudarte y eres músico se piensa que le vas a alegrar los días con hermosas piezas de Mozart. Hasta que escucha una y otra vez el mismo pasaje, o dos horas de escalas y estudios que volverían loco a cualquiera y empieza a tener ganas de tirarte el instrumento por la ventana.

La ley

El horario en el que se puede hacer ruido está legislado por cada ayuntamiento. Por ello, te encontrarás ciudades en las que la hora de la siesta está protegida y ciudades en las que no. Por norma general, el horario en el que se puede hacer ruido es de 8-9 de la mañana a 10-11 de la noche. Te recomiendo que seas respetuoso:

  • No toques antes de las 9 de la mañana
  • No toques a la hora de comer, al menos espera a que den las 16.30-17:00
  • Sé muy respetuoso por la noche, a partir de las 21:30 deberías dejarlo ya, especialmente si tus vecinos tienen niños pequeños
  • No toques en patios, terrazas o con la ventana y puertas abiertas de par en par

Los decibelios máximos permitidos durante el día son de 35 dB. La medición se hace en casa del vecino, no en la tuya. ¿Cómo puedes sabes si los superas? Hay aplicaciones para el móvil que te indican los decibelios. En general, si tu vecino puede oír con claridad la música que estás tocando, es que superas este umbral. Aquí os dejamos un tabla de equivalencias para que os hagáis una idea:

  • 0 dB-              Umbral de la audición.
  • 10 dB-            Respiración tranquila
  • 20 dB-            Biblioteca
  • 30 dB-            Tráfico ligero
  • 40 dB-            Conversación
  • 50 dB-            Grupo de personas
  • 60 dB-            Manifestación
  • 70 dB-            Motocicleta
  • 80 dB-            Tren
  • 90 dB-            Tráfico intenso
  • 100 dB-          Perforadora eléctrica
  • 110 dB-          Concierto
  • 120 dB-          Motor de avión
  • 130 dB-          Despegue de un avión
  • 140 dB-          Umbral del dolor
  • 150 dB-          Explosion

Sin embargo, si molestas a tu vecino de manera continuada durante todo el día, tiene la posibilidad de denunciarte aunque no superes los decibelios permitidos.

Cómo actuar

Si tu vecino se queja, lo primero que debes hacer es no irritarte. No le respondas de manera ofensiva. Entiende que la mayoría de la gente no comprende las horas que un músico necesita tocar. Hazle entender de manera educada que es tu carrera y que necesitas practicar a diario. No te enfrentes aunque él busque el enfrentamiento. La principal razón por la que los vecinos deciden denunciar es porque los músicos nos mostramos ofendidos y a la defensiva ante sus quejas, y esto les irrita todavía más.

Si se queja varias veces, intenta ensayar en una habitación lejos de las paredes de tus vecinos, y cierra puerta y ventanas. Si esto no funciona y tienes presupuesto para ello, insonoriza tu habitación.

Cuando se entra en un conflicto, la solución es complicada. Lo cierto es que aunque nuestra actividad sea normal y necesaria para nosotros, no lo es para nuestros vecinos. Si se ponen muy pesados y deciden denunciarnos, la policía vendrá a medir los decibelios. Normalmente, ni si quiera un piano da los decibelios como para que incurramos en una infracción. Sin embargo, como ya hemos dicho, los vecinos pueden alegar que estamos todo el día tocando y que les estresamos o dificultamos su vida cotidiana. En ese caso, pueden pasar muchas cosas, incluso puede que te obliguen a insonorizar la habitación si la denuncia sigue adelante.

Si vives de alquiler, la cosa se complica, ya que si las quejas van al dueño del piso, este puede acabar por echarte alegando que incumples el contrato.

Por tanto, debemos evitar por todos los medios llegar a una situación de conflicto por el camino de la buena educación y el respeto. En el caso de que se llegue a la denuncia, lo mejor es buscar un abogado que esté al tanto de este tipo de casos. La ley en todo lo que respecta a ruidos entre vecinos no es muy clara, y si te defiendes bien, puedes salir ganando.

Sé un vecino ejemplar. Eres músico y tocas varias horas al día: tienes todas las papeletas para ser el más odiado de tu comunidad. Así que no haga otro tipo de ruidos, no montes fiestas en casa, sé respetuoso en general.

Mi experiencia personal

Toda mi vida he tocado la viola y no he tenido ningún problema con los vecinos. Hace unos tres años me independicé y los problemas comenzaron a llegar. Cuando los vecinos ven que eres joven se atreven más a encararse contigo, cosa que no suele pasar cuando vives con tus padres. Seguro que esto lo habéis comprobado aquellos que habéis salido de casa para estudiar en otra ciudad.

Desde el primer día un vecino, policía local para más inri, se acercó a darme sus quejas porque oía continuamente mi viola. Yo, amablemente, le expliqué a qué me dedicaba y que esto iba a ser habitual, aunque le prometí respetar las horas de siesta y primera horas del día (no tocaba antes de las 10, ni entre las 14 y las 17).

Pasadas unas semanas, volvió a presentarse en mi puerta con las mismas quejas. Me explicaba que hacía turnos de noche en la policía y necesitaba dormir. Esto es algo que te puede ocurrir, tu vecino no lleva el ritmo de vida normal, y te culpa a ti de interrumpirle. Ese día, por no molestarle mientras dormía, decidí cambiarme de habitación y estudiar en otra más apartada de la pared que ambos compartíamos, con lo que se conformó.

El problema vino cuando un día, justo antes de un concierto, me puse a calentar en mi habitación a eso de las 17:00 de la tarde. No fue más de media hora, pues tenía que marcharme al concierto. De repente, la policía local se presentó en mi puerta diciendo que algunos vecinos se habían quejado de un instrumento musical. Para mí fue evidente lo que ocurría, y es que mi vecino había avisado a sus colegas de profesión para presionarme. Ya que la hora de la siesta no está regulada en mi ciudad, la propia policía se marchó en cuanto les expuse mis argumentos. En momentos así, nos os dejéis avasallar. Mi vecino quiso aprovecharse de su profesión para, en cierto modo, amenazarme. Yo, con tranquilidad y buenas maneras, me defendí y al final no tuve mayor problema.

Después de esto, consulté personalmente al resto de vecinos de mi bloque si les molestaba el instrumento. Todos me dijeron que no, y que de hecho les encantaba tener una vecina músico, con lo que me quedé tranquila y todo quedó en un susto.

Espero que tengáis suerte con vuestros vecinos y sepáis enfrentar estos problemas con diplomacia.

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