La pérdida auditiva en los músicos

Los datos

Existen varios estudios que demuestran que los músicos clásicos sufren más pérdida de audición que el resto de la población. Según el Observatorio de Prevención Auditiva para los Músicos (OPAM), aproximadamente el 50% de los músicos sufren problemas auditivos, de los cuales el 17% pueden llegar a ser graves.

Los músicos se someten a diario a niveles de sonido entre los 80 dB y los 110 dB. Para que os hagáis una idea, el umbral del dolor se establece en los 120 dB. El nivel máximo recomendado en un entorno laboral es de 85 dB. Solamente el sonido de un contrabajo puede superar los 80 dB, con lo que todos los músicos nos exponemos a diario a niveles de sonido peligrosos para nuestra salud.

Según el estudio HIPOACUSIA INDUCIDA POR MUSICA (HIM), LA OTRA CARA DE LA MUSICA Evaluación de la audición en músicos de una 0rquesta Sinfónica Provincial, realizado por Lic. Graciela A. Larregui, la hipoacusia (pérdida de audición), está relacionada con la familia de instrumentos (mostramos la gráfica que podéis encontrar en este mismo estudio)

Microsoft Word - Resúmen publicación Hipoacusia Inducida por m

También influye el hecho de ensayar dentro de un colectivo o de manera individual. Según el estudio “Effects of Noise on Classical Musicians” realizado por el Instituto Finlandés de Medicina Laboral, mientras que los ensayos de orquesta afectan negativamente al 41% de los músicos, durante los ensayos individuales sólo se ven afectados un 18%.

Según el estudio de Larregui que ya hemos nombrado, el 78% de los músicos que participaron en dicho estudio no presentaron síntomas de problemas auditivos tras la práctica individual, frente al 18% de los músicos de orquesta.

Otros problemas auditivos

Además de la hipoacusia o pérdida de audición, pueden sufrirse otros problemas derivados de la exposición repetida a sonidos fuertes.

  • Hiperacusia: Intolerancia a los sonidos habituales que se perciben como demasiado fuertes o dolorosos.
  • Acúfenos o tinnitus: Escuchar ruidos sin haber una fuente que los produzca. Son los típicos pitidos que todos oímos alguna vez.
  • Dipoaclusia: distorsión de la frecuencia del sonido, percibiendo un mismo tono de forma diferente en cada oído.
  • Vértigos: Mareos y malestar derivados de un daño en el oído.

La prevención

A pesar de que la pérdida de audición es un problema conocido y sufrido por muchos músicos, pocos buscan ponerle solución. Según el estudio del Instituto Finlandés de Medicina Laboral, menos de uno de cada cuatro músicos usan protección para prevenir problemas auditivos, a pesar de que más del 70% de ellos manifiestan que es un tema que les preocupa.

TAPONES DE OÍDOS PARA MÚSICA EN VIVO

Los expertos recomiendan el uso de tapones para los oídos, creados y diseñados especialmente para músicos, que pueden reducir el sonido unos 10-30dB. Sin embargo, algunos de los músicos que participaron en el estudio aseguraban que les resultaba incómodo su uso, o incluso que no creía que la música les pudiese provocar algún daño en el oído.

PROTECCIÓN AUDITIVA ESPECIAL PARA MÚSICOS

Como en el caso de las lesiones musculares, también en la pérdida de audición la prevención es clave. Especialmente, en el ámbito laboral, en este caso en las orquestas. Se trata de concienciarnos de que este problema existe y ponerle remedio antes de que se convierta en algo grave.

Enlaces de interés: 

 

http://www.hear-it.org/es/Alto-riesgo-de-perdida-de-audicion-entre-los-musicos-de-clasica 

 

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/06/20/noticias/1340210742.html 

 

http://www.fceia.unr.edu.ar/acustica/biblio/larregui.pdf

 

 

“TECLADO JANKO”

   El teclado Janko es un diseño de teclado musical alternativo para pianos diseñados por Paul von Jankó en 1882. Cada acorde, escala, y el intervalo tiene una forma consistente y se puede jugar con la misma digitación. Es una disposición alternativa de las teclas del piano tradicionalmente conocido.




El teclado Jankó consiste en una matriz de teclas dispuestas en dos niveles .La cantidad de columnas dependerá del rango tonal que se le quiera dar al teclado. Esta disposición fue diseñada para facilitar la construcción de acordes y escalas, y difiere sustancialmente del trazado normal de un teclado de piano cuyas teclas blancas y negras están dispuestas en una única fila.

   Esta particular disposición hace que todos los acordes y las escalas tengan la misma "forma" en todo el teclado independientemente de la tonalidad que se ejecute (a diferencia de un teclado tradicional, que requiere de doce patrones de digitación diferentes para cada una de ellas).




¿Somos los músicos personas pasivas?

A menudo ocurren situaciones que afectan al colectivo de los músicos en su totalidad o a una parte de él. Son situaciones que nos indignan, nos molestan e incluso nos perjudican. Pero, casi siempre, todo se queda en una queja. ¿Somos un colectivo silencioso, pasivo? ¿A qué se debe esta manera de actuar frente a problemas que nos afectan a todos?

Cuando estudiaba en el conservatorio, formaba parte de la asociación de alumnos del mismo. Esta asociación trabajaba siempre para mejorar nuestras condiciones como estudiantes, desde el material del que disponíamos hasta el centro de estudios. Sin embargo, la participación o el interés que ponía el alumnado era bastante bajo. Unir fuerzas era agotador, no importaba cuál fuera el problema o a cuántos alumnos afectase. La tónica solía ser la misma: pasividad ante cualquier situación.

Esta actitud también se ve fuera del conservatorio. Ha habido y sigue habiendo situaciones que claramente nos perjudican: subida del IVA cultural, la desaparición de la música como asignatura obligatoria, los alumnos aprobados sin plaza habiendo músicos en paro… Y también situaciones más concretas, no he parado de oír quejas sobre audiciones u oposiciones poco transparentes, recortes en las orquestas, conservatorios y escuelas de música y muchos otros temas que enervan a más de un músico. Y aunque sí que es cierto que se  se han producido algunas manifestaciones, la mayoría del colectivo permanece ajeno. Porque cuando hablamos de poner solución o movilizarnos la mayoría se hace el sueco.

El individualismo de la profesión podría ser una causa muy clara de este tipo de actitudes. Según el psicólogo Guillermo Dalia, en su libro Como ser feliz si eres músico o tienes uno cerca (pincha el link para adquirirlo):

“El músico suele ser muy individualista sea cual sea la labor que desempeñe. Bien como profesor de música o como integrante de una orquesta, no existen diferencias en este aspecto: el halo de la individualidad planea sobre todos ellos. No se pretende decir con esto que sean seres solitarios y aislados, y que se deriven de ello problemas sociales y personales, sino que la relación que se tiene con el instrumento es tal que se forma un ‘todo uno’ entre los dos, se teje un pequeño caparazón, en ocasiones un tanto impermeable, un pequeño aislante de todo lo demás. También podemos ver esta circunstancia en la dificultad que existe entre los músicos de agruparse y sentirse miembros de un colectivo unificado y reconocido. Claro que se dan muchas y buenas relaciones personales entre colegas, pero profesionalmente el desarrollo de la actividad marca una manera de ser individual.”

Antoni Mas también nos habla del problemas del individualismo desde el punto de vista laboral en su libro Cooperativas de Músicos:

“Debido probablemente al mal trato que nuestra profesión viene recibiendo de forma continuada, los músicos y los artistas nos hemos vuelto sumamente desconfiados. A costa de comprobar como, legislatura tras legislatura, ningún gobierno se tomaba en serio la búsqueda de soluciones para paliar nuestra situación, hemos acabado por desengañarnos de que nadie nos eche una mano y nos hemos convertido en unos individualistas recalcitrantes. De manera que cualquier iniciativa destinada a conseguir la cohesión de nuestro colectivo se ha considerado tradicionalmente como una auténtica utopía.

Nuestra desunión es tan patente, que han acabado por hacer fortuna algunos comentarios en el sentido de que los músicos deberíamos aprender a defendernos de nosotros mismos. Huelga decir que esta actitud nos ha perjudicado considerablemente ya que, yendo cada uno por su lado, cualquier intento de solucionar, o tan siquiera aliviar, los problemas de la profesión está condenado al fracaso.”

En resumen, los músicos debemos ser conscientes de la importancia de la unión en nuestra profesión.

LA CAPACIDAD DE SEGUIR EL RITMO ES UNA FORMA DE INTERACCIÓN HUMANA


   Los científicos sospechan que en el caso de nuestra especie, las habilidades musicales y rítmicas evolucionaron para fortalecer lazos sociales, como un medio de coordinación e interacción. Diversos estudios con animales sugieren que con la gran mayoría de estos no sucedió lo mismo,aunque hay sorprendentes excepciones, como han demostrado diversos estudios con bonobos.

    Podéis leer el artículo completo en el siguiente enlace: