Realidad, por Ernesto Ibáñez | Musikawa

Realidad

En un momento en el que la crisis aprieta más que nunca y en el que nadie de los de arriba parece estar dispuesto a mover un dedo por cambiar la situación, en el panorama musical español se observa un compromiso que no se veía desde hace años. No es raro ver artistas hablando de la situación actual, mencionando todo esto que está pasando y que ya no es ajeno a nadie. No puede serlo por mucho que algunos se empeñen en mirar para otro lado.

Hay algo que quiero dejar claro antes de nada, y es que todo este movimiento me parece realmente necesario. La música no puede permanecer ajena a su tiempo, se tiene que mojar, tenemos que entender que la música sí se toca (Alejandro Sanz, apestas). Pero que no todo vale.

A todos nos gusta ver cómo nuestros grupos preferidos  están de nuestro lado, apoyando nuestra misma causa. Nos sentimos orgullosos, quizá porque pensamos que si nosotros los hemos apoyado está bien que ellos nos apoyen ahora a nosotros. Y la mayoría de artistas españoles saben de sobra que a la gente de a pie le encanta este acercamiento a la lucha social. Ahora bien, a causa de que muchos grupos han visto una oportunidad en esta situación, florecen las canciones totalmente innecesarias y vacías. Pastel, azúcar. Y un aura de mediocridad que lo empaña todo. La reacción más obvia ante una canción que habla sobre los desahucios, sobre los recortes, sobre la injusticia social… es valorarla positivamente. Tiene buena intención, está bien. Pero con eso no basta. En el panorama rap español la situación es especialmente alarmante, ya que en España se ha instalado la sensación de que todo el rap tiene que ser obligadamente revolucionario, que tiene que tener conciencia. Y mira tío, si estás podrido de dinero, te patrocinan la ropa y andas todo el día pendiente de royalties, pues no vas a hablar de lucha de clases. Si no te sale pues no te sale, lo que no queremos son caretas:

Wow, bonito. Mensajes fáciles: revolución, he tenido un sueño, lo podemos conseguir. Antorchas, chicos malos mirando al cielo. Me comentan que no es una versión light de “Run this town“, que me lo estoy imaginando yo. Y no es que no diga nada, es que lo que dice ya lo sabemos. No es tan fácil. Con levantar el puño y gritar revolución no vamos a ningún sitio, por favor. Hace años que eso dejó de tener trascendencia. Supongo que habrá mucha gente a la que le guste el mensaje fácil de este tipo de música, pero, a día de hoy, creo que es totalmente prescindible. En resumen, muy mediocre.

Otro ejemplo clarísimo. ¿Habrá algo más fácil que una canción entera hablando de esa gente que fue asesinada por culpa de sus ideales? Toneladas de ázucar y sentimentalismo sin sentido. Un estribillo melódico y ya tenemos el hit. Venga Nach va, llevas años en este juego, creo que te puedes permitir arriesgarte un poco más. Este tipo de fórmulas están gastadas desde hace años, lágrima fácil y a llenarse los bolsillos. La mención a Obama ya es de traca. Me niego a pensar que alguien que ha sido capaz de hacer tantas cosas buenas haya quedado para esto. No merece más comentarios, si alguien llama poeta a este hombre por usar una fórmula tan fácil y previsible, que se lo haga mirar.

Oouuuhhh yeahh. Esta gente es top ahora mismo. Pero vamos a ver, creo que debería estar prohibido a estas alturas decir en una canción “nuestro presidente repitió en la guardería”, no vayas tan fuerte, que un día de éstos acabas detenido. El estribillo y sobre todo el clip son realmente demenciales. “El capitalismo es un sistema criminal”, “Ya no existe clase obrera, sólo pobres y ricos” wowww, lo escupen real. Sobre todo se nota que saben de que hablan, que aquí no hay hype. “Hagamos pam, pam, pam a este nuevo orden social”. Demencial. Me gustaría hacer un análisis en profundidad, pero por suerte ya está el análisis de NT.

Éstos son sólo algunos ejemplos, pero os lo aseguro, hay más. Como sigamos por este camino acabaremos alcanzando el nivel de vergüenza ajena del rap de UPyD. Si esto es lo que más vende no me extraña la imagen ridícula que se tiene de esta música en España. Pero claro, esto es como todo, lo que más vende no es necesariamente lo mejor (en este caso no es lo mejor para nada). No todo lo que sale se parece a esta basura. Ahí fuera tenemos un panorama muy esperanzador, la escena under española está saliendo a flote, y currándoselo por sus propios medios. Serios, reales. Calidad antes que cantidad. No fast food rap.

Que le jodan al derecho de permanecer en silencio

Esto ya es otra cosa. Crudísimo. Movimiento ACAB, Madrid sur, fuck madera, códigos, jerga. Puede que no sea la letra más profunda que hayas escuchado nunca, pero suena muy serio, muy sincero, y tiene un mensaje muy necesario, sí, que le jodan al derecho de permanecer en silencio, no tenemos por qué callarnos nada. A la mierda la corrección política. “Estamos defendiéndonos, y este es nuestro bando. Nosotros no tenemos ni comisarías, ni juzgados, ni dictamos las leyes…”

La seriedad de esta gente contrasta con la tontería imperante en el panorama español. A día de hoy y, insisto, desde mi punto de vista, hace mucho más efecto una frase suelta que te haga reflexionar que una canción llena de obviedades. Hay mucha gente que el mensaje “revolución, lucha, resiste, el enemigo son los poderosos…” lo tiene interiorizado desde hace mucho. Lo señala Joka de Guante Blanco (a partir del minuto 10:20) en la entrevista para Harlems: “Lo llevamos diciendo años”.

“Incluso con nuestra actitud de barrio lo estamos diciendo: mira las diferencias que hay”. Toda la razón. En este tipo de canciones sabes que no hay pose. Que no tienen que fardar de pobres. Los que salen de abajo en España lo tienen muy claro: hay que mirar hacia adelante. Escalar. Ya sea tirando abajo el sistema o aprovechándote de él. Pero sin dejar de luchar. Nunca. Y es precisamente este espíritu de lucha, por el que se caracterizó el rap en sus inicios, el que parece que se ha perdido entre tanto mensaje vacío.

“Humildes y honrados, pero con dos cojones para morir por lo que soñamos”. Lucha. Acqua Toffana, Elio, Kael, Dano, Tony Kárate. Colectivo Ziontifik representando. Un nivel muy alto para lo que se suele dar en este país. “Atrapado en la línea que divide el mal del bien, la desidia le oprime y se tatúa en su piel”.

Los valencianos son el paradigma de “rap político” en España. En mi opinión, los que mejor aúnan mensaje y musicalidad, y desde luego los que más repercusión están teniendo. La música de LCDM se caracteriza sobre todo por una ideología política clara, por innumerables referencias y por la incorrección política. Hace mucha falta un mensaje político serio en la música, que te de nombres, que te hable de cosas no tan obvias. Que tenga cosas con las que estás de acuerdo y con las que no, en definitiva, que se arriesguen.

“No se le caen los anillos, no tiene anillos, pipa”. Aquí, como en Wings, la crítica la hace mientras habla de vivencias cotidianas. Realidad sin más, nos deja a nosotros que juzguemos. Esto es clave en la música de Tangana, detesta dar las cosas mascadas, y los mensajes críticos se entremezclan con los mensajes positivos, sin que las canciones tengan un tono muy definido. En Madrid se están haciendo las cosas bien.

Joka de Guante Blanco, Aarón de Hermanos Herméticos y el gran Ibarra se ponen al micro. Hoodlover a los controles. Mantequilla. “Si el amor es el que mueve el mundo, entonces ¿por qué todo responde a un interés oculto?”. Kase O apoyando la escena under madrileña con un trozo que engrandece aún más su figura y que los de Guante Blanco usan para cerrar su disco.

No hay ningún criterio claro para la elección de canciones, y está claro que me dejo fuera muchos grupos. La única intención de todo esto es dar una pequeña muestra del trabajo que están haciendo unos pocos, empeñados en traer un ambiente nuevo a este país acostumbrado a Sanzs y Ubagos.

Yo quiero llamas en los bancos, como en Grecia

Uso esta reflexión de C.Tangana (colectivo Agorazein) para ilustrar el mensaje principal que quiero transmitir con todo esto (minuto 6:55)

Sí, claro que sí, ahí está la clave, en poder darle varias vueltas a algo. En tener que escuchar una canción varias veces hasta pillarle todo el mensaje, porque si no, nada tiene sentido. La música de Erik Urano es perfecta para dar una idea de ese rap encriptado al que se refiere Tangana, y que parece que cada vez va teniendo más peso.

Eh, básico,

Alfa, Omega,

si ves luces a lo lejos, ¡agua!, ¡agua!

pss, y cae la lluvia pero un día…

pupitres florecerán y joderán a policías

El de Urano Players lleva sus letras más allá. Tiene una forma de pensar diferente a la de la mayoría. No se queda con lo primero que ve. Básica su entrevista para DosRombosStudios (minuto 5:40) para entender lo que quiere expresar con su música:

“Te hablo de contracultura pero totalmente metido en la mierda”. Grande Urano. Su visión de “lo que hay detrás del telón” me recuerda al Elphomega más oscuro de MK Ultra.  Todo muy conspiranoico. Y eso está bien, hace falta visiones distintas, nuestra realidad no se puede limitar al telediario de La 1. Porque “al final acabas con una rayada que no sabes si Esperanza Aguirre es un reptil o… en realidad no hay nada”.

“Apoyándose en las leyes te vendieron al mejor postor, yo quiero llamas en los bancos, como en Grecia… y energía libre y volar como bandadas de gorriones, hacerme un porro viendo ruinas en la luna”. La mezcla que hay entre la realidad más corriente y las visiones galácticas en el trabajo de Erik Urano y Zar1 me parece algo brutal. Esconde las críticas, tú eres el encargado de encontrarlas. Porque canciones como estas son absolutamente necesarias en este país ahora mismo, y porque la crítica social no tiene por qué estar reñida con un trabajo musical serio. Y porque la corrección política es una mierda. Y porque me emociona cada vez que veo grupos de cualquier género que deciden saltarse las normas y decir una palabra más alta que otra. Porque sabes que se van a comer una mierda y el mainstream los va a destrozar. Pero siguen currándoselo al máximo. Y no se callan. Eso es lo más importante, que jamás se callan.

 

Quiero acabar este artículo con el buen sabor de boca de este tema. Aunque el tono general de la canción es bastante duro, la sensación que se te queda al final de todo es de esperanza, de optimismo. Y de un sentimiento que ahora mismo es generalizado entre la juventud. “No pedimos nada más, sólo una oportunidad: para llegar arriba”.

PD: No me puedo despedir sin unas palabras para Pablo Hásel, para Me Cago En Tu Padre, para Marc hijo de Sam y para todos los músicos detenidos en los últimos meses. Estáis en la lucha. Seguid haciendo lo que hacéis, que no nos podrán parar a todos.