1º A ,1º C y 4º visitan el Taller de luthería "Valeriano Bernal"

Esta semana han realizado la visita al taller "Valeriano Bernal" 1º C, 1º A y 4º C, al igual que ya lo hizo 1º B. Eso sí, a 1º A les ha llovido (sólo un poco).


Mangos preparados:




Aros para el modelo "Prodigio":




Peones y  pieza de ébano para el diapasón:


Los peones son pequeñas cuñas de madera que se pegan entre la tapa armónica y los aros para unir ambas partes.
 


Esta es la plancha o domadora de madera (me encanta el nombre) que da forma a los aros:




Puentes:




Vista general del taller:





1º C






1º A






Viernes de Carnaval

Carnaval en Algodonales
Es carnaval. En clase hemos estado analizando cómo debía ser una chirigota para participar en el concurso oficial de agrupaciones carnavalescas (COAC) del Gran Teatro Falla, número de participantes, repertorio, instrumentación y tipos de voces.
Los alumnos y alumnas han realizado unas fichas mientras oíamos "Contigo aprendí", una chirigota muy divertida (ese es el propósito) que parte del tipo (disfraz) de material escolar.

Estas son de Javi, Francisco y Ana:



A veces, algún tanguillo traspasa los límites del concurso y el carnaval, y se convierte en parte de la música popular, del folklore, de nuestra cultura.  
Un ejemplo clásico: "Aquellos duros antiguos"(partitura en pdf) que cantó la chirigota Los Anticuarios en 1905. Fue compuesto por Antonio Rodríguez Martinez, "el tío de la tiza", refieriéndose a un suceso de 1904, cuando en la playa aparecieron unos reales del s. XVIII.

Una soleá

Alejandro Albaladejo, el profesor de filosofía del centro, visita el blog y nos presenta una soleá. Gracias, compi.



Es de noche, se graba frente a la entrada a la Alhambra, en la  Puerta del Vino. No hay que romper el hechizo y la Alhambra lo cobija en sus cámaras y miradores, en sus aljibes y jardines: quedémonos mejor a la puerta, sentémonos un momento en el suelo alrededor de los dos maestros. Este es buen sitio porque el arte habla al corazón del hombre, de todos los hombres, y la música, ese arte efímero que sólo existe mientras suena, no quiere residencia en los museos. Y rompe el aire la soleá. Le abre la puerta los sones secos de una guitarra atenta al momento en que irrumpa esa voz que, siendo reconocible, no tiene dueño porque Enrique Morente canta desde una memoria más antigua que él mismo. Una memoria que habla a todos los que escuchan en su propio idioma,  porque el sufrimiento es la lengua del hombre. Y la guitarra, que lo sabe, sigue su toque y calla.
“Si sufre, sufre callando / y no publiques tu pena / aunque te es estés ahogando / que nadie se ría de ella./ Y al pilarico por agua  / al pilarico por agua / que puede ser que algún día / en el pilarico caiga./ déjala que vaya y venga / al pilarico a por agua. / Que no las puedo aguantar / no las puedo aguantar / se unen unas con otras como las olas en el mar /. Mis fatigas son tan grandes / que no las puedo aguantar. Me vuelve loco“ 
Alejandro Albaladejo del Castillo