El jardín de las delicias

     Esta semana hemos estado viendo en tercero de la ESO "El jardín de las delicias" como un ejemplo de una obra pictórica del renacimiento. A los alumnos les parece una obra fascinante por su carácter fantástico y sus alegorías al placer y el "buen vivir", con ciertas semejanzas a lo que cuatrocientos años después vino a llamarse como surrealismo pictórico.    
     El tres de noviembre de 2010 apareció una noticia en "elmundo.es" donde se nos informaba de que unos investigadores de la universidad de Oxford recrearon los seis instrumentos que en este cuadro aparecen (zanfoña, arpa, flauta, tambor, laúd y gaita), llegando a la conclusión de que los sonidos que producen estos instrumentos "infernales" son cacofónicos, en fin, desagradables a nuestros oídos:

Según Lamb, la cacofonía resultante parece corresponder a los horrores que se describen en el cuadro, que entre otros motivos incluye imágenes de pecadores devorados por las ratas y monstruos con cabeza de pájaro. Dos de los instrumentos representados en el cuadro -una flauta y un tambor- producen un sonido razonable, pero los ocho restantes resultan imposibles de reproducir o generan un sonido insoportable. La trompeta, por ejemplo, no tiene una serie natural de armónicos y está tan retorcida que no se puede tocar mientras que las cuerdas del arpa tienen una longitud y un peso tales que resulta imposible una octava. En cuanto a la zanfoña, instrumento en el que las cuerdas vibran por la fricción de una rueda situada en la caja de resonancia del instrumento y que gira gracias a un manubrio, parece estar mal diseñada. "Cuando uno da vueltas al manubrio, el instrumento emite una especie de zumbido, pero es imposible sacar melodía alguna. Sería además difícil de sostener porque las cuerdas están en una posición equivocada y además sobra una cuerda", explicó Lamb al periódico. En las gaitas no parece que tenga sentido la distancia que deja el artista flamenco entre los agujeros para los dedos y el laúd, tal y como lo pintó, es imposible de afinar. Reproducir los instrumentos llevó meses, pese a lo cual el director de la colección de instrumentos musicales de Oxford dijo creer que el esfuerzo valió la pena.


+info: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/03/cultura/1288776035.html

El jardín de las delicias

     Esta semana hemos estado viendo en tercero de la ESO "El jardín de las delicias" como un ejemplo de una obra pictórica del renacimiento. A los alumnos les parece una obra fascinante por su carácter fantástico y sus alegorías al placer y el "buen vivir", con ciertas semejanzas a lo que cuatrocientos años después vino a llamarse como surrealismo pictórico.    
     El tres de noviembre de 2010 apareció una noticia en "elmundo.es" donde se nos informaba de que unos investigadores de la universidad de Oxford recrearon los seis instrumentos que en este cuadro aparecen (zanfoña, arpa, flauta, tambor, laúd y gaita), llegando a la conclusión de que los sonidos que producen estos instrumentos "infernales" son cacofónicos, en fin, desagradables a nuestros oídos:

Según Lamb, la cacofonía resultante parece corresponder a los horrores que se describen en el cuadro, que entre otros motivos incluye imágenes de pecadores devorados por las ratas y monstruos con cabeza de pájaro. Dos de los instrumentos representados en el cuadro -una flauta y un tambor- producen un sonido razonable, pero los ocho restantes resultan imposibles de reproducir o generan un sonido insoportable. La trompeta, por ejemplo, no tiene una serie natural de armónicos y está tan retorcida que no se puede tocar mientras que las cuerdas del arpa tienen una longitud y un peso tales que resulta imposible una octava. En cuanto a la zanfoña, instrumento en el que las cuerdas vibran por la fricción de una rueda situada en la caja de resonancia del instrumento y que gira gracias a un manubrio, parece estar mal diseñada. "Cuando uno da vueltas al manubrio, el instrumento emite una especie de zumbido, pero es imposible sacar melodía alguna. Sería además difícil de sostener porque las cuerdas están en una posición equivocada y además sobra una cuerda", explicó Lamb al periódico. En las gaitas no parece que tenga sentido la distancia que deja el artista flamenco entre los agujeros para los dedos y el laúd, tal y como lo pintó, es imposible de afinar. Reproducir los instrumentos llevó meses, pese a lo cual el director de la colección de instrumentos musicales de Oxford dijo creer que el esfuerzo valió la pena.


+info: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/03/cultura/1288776035.html

Stella Splendens


El miércoles en clase de tercero de la ESO llevamos a cabo un ejercicio de grabación de las dos voces de la canción Stella Splendens junto con un acompañamiento de percusión en el programa Garage Band. Las dos voces de la canción están paneadas para poder tener la opción de trabajar sin escuchar una de ellas.

Aquí el enlace:
Canción Stella Splendens


Stella Splendens


El miércoles en clase de tercero de la ESO llevamos a cabo un ejercicio de grabación de las dos voces de la canción Stella Splendens junto con un acompañamiento de percusión en el programa Garage Band. Las dos voces de la canción están paneadas para poder tener la opción de trabajar sin escuchar una de ellas.

Aquí el enlace:
Canción Stella Splendens


It never entered my mind

El primer capítulo del libro "El arte de los sonidos fijados" de Michel Chion hace referencia a un disco compacto de la Blue Note (CJ28-5166) donde aparece la canción "It never entered my mind", con Miles Davis a la trompeta. Esta canción pertenece a la comedia musical "Higher and Higher" con música de Richard Rodgers y letras de Lorenz Hart, que se estrenó en Broadway en 1940 y que después ha pasado a formar parte de los estándares del Jazz, apareciendo en la recopilación de partituras del Real Book Of Jazz Vol.III.
La interpretación de Mile Davis es de una sutileza y sentimiento admirables, llegando a aproximarse a un estado meditativo a través de ese estribillo que se repite cuatro veces a lo largo de toda la canción, siempre con ligeras modificaciones en todos sus finales y con un Tema B efímero, que cuando empiezas a saborearlo ya se ha ido. Quizás no se aprecie en la primera escucha, ni en la segunda, pero poco a poco la melodía de la trompeta te va atrapando de forma hipnótica.
Como curiosidad tres partituras, y las tres distintas. La primera, la anteriormente citada del Real Book; la segunda, una nueva versión al estilo de Keith Jarrett; y la tercera, del libro "550 Jazz Standards. Swing To Bop".



Si alguien quiere ampliar sobre la vida y obra de este excelente músico tiene la opción de poder visionar dos películas-documentales: "Miles Electric: a different kind of blue" y "The Mail Davis Story".