La Generación de la República

En este mes en que conmemoramos  esta efemérides sobre la II República queremos recordar a aquellos músicos que configuraron una generación en torno a los años 20 y 30 de nuestra historia musical.

La mejor fuente para conocerlos mejor es el libro de Emilio Casares sobre el tema: La Música en la Generación del 27, editado por la Fundación Juan March, donde se explica ampliamente su origen y su razón de ser.

No existe un consenso unánime acerca de su terminología: algunos prefieren hablar de la Generación del 31, puesto que de esta manera se proclama su relación directa con la II República;  otros hablan de la Generación de la Dictadura, en alusión a la época del general Primo de Rivera, que estuvo en el poder hasta 1930; también se la ha llamado la Generación del 27, pero este término puede inducir a confusión respecto a la paralela generación literaria.
En cualquier caso estamos hablando de un grupo de músicos muy implicados en la vida intelectual del país, relacionados con las vanguardias europeas del momento, deudores de Manuel de Falla, que según los expertos forman una edad dorada en la Historia de la Música Española.

En esta infografía hecha con Piktochart  puedes ver el contexto social y político de la época durante los años 20 en España, los problemas sociales, la dictadura de Primo de Rivera y el paso a la República, etc:



Para hacernos una idea del ambiente cultural de estos años a veces olvidados puedes ver esta línea del tiempo donde se puede ver el número de publicaciones periódicas nacidas hasta el año 1939. Aquí sólo reflejamos un pequeño número de ellas, pero existieron muchísimas más, en concordancia con los tiempos (tengamos en cuenta que estamos en la época de los manifiestos artísticos de todo tipo):



Pulsando AQUÍ puedes acceder a tres textos significativos de algunos autores que la vivieron en primera persona.

Por último puedes los nombres de los protagonistas, nuestros compositores, en esta presentación:


Practicum: música clásica siglo XX

Estas son las presentaciones que apoyaron el trabajo de Miriam y Cristina, nuestras profesoras de prácticas, cuando dieron su clase sobre la música en la primera mitad del siglo XX. Incluyen los términos específicos relativos a los temas.

Primero, la clase de Miriam, sobre el Impresionismo. Pulsa sobre la imagen:




Y después la clase de Cristina sobre el Dodecafonismo:





Muchas gracias a las dos por su colaboración.



Sinfonía Fantástica

No vamos a añadir nada nuevo a lo que se ha dicho y escrito sobre esta archiconocida sinfonía, uno de los símbolos del Romanticismo y de la Música Programática. Unicamente vamos a resumir y reproducir  lo que dicen Plantinga, Einstein, Grout, Tranchefort, Alberdi (Laberinto), Casares (Everest), Echeverria (Magisterio Español) o Grau (Santillana). También, cómo no, hemos dejado hablar a la propia música y a la mismísima partitura, desde la edición de bolsillo de Dover. Todo ello, para comentar la audición del tema correspondiente de Bachillerato.

La Sinfonía Fantástica fue estrenada en la Sala de Conciertos del Conservatorio de París en 1830, y ya desde el principio suscitó vivas polémicas debido a su original orquestación y a su programa. Dijo Fétis al oírla (en palabras de Plantinga):
"En una palabra, ví cómo carecía de ideas melódicas y armónicas interesantes, y he llegado a la conclusión de que siempre escribirá como un auténtico bárbaro, pero también pude comprobar cómo tiene un gran instinto para la instrumentación (...)"

El público recibió un panfleto a la entrada, o un folleto, como diríamos ahora, donde se explicaba la "historia" o el argumento, podríamos decir, de la Sinfonía: "El diseño de este drama musical, que carece de texto alguno, necesita ser explicado previamente. El siguiente programa ha de ser entendido como el texto de una ópera". Este es el principio de la música programática, que ya conocemos por otros autores como Liszt, y cuyos antecedentes remotos se encuentran en Las Cuatro Estaciones de  Vivaldi y en la Sinfonía Pastoral de Beethoven.

El argumento se resume en lo siguiente: el artista, un joven enamoradizo y temperamental, se enamora de manera irremediable, y en una serie de escenas que constituyen la Sinfonía se le aparecen diversos cuadros de su amada: aparece en un baile (2º movimiento), en el campo (3º movimiento), y hasta en su propia ejecución a manos del artista (4º movimiento), que también sufre la guillotina por su asesinato. También la ve en un aquelarre de brujas, pero en estas últimas situaciones las escenas se producen entre sueños del propio autor, provocados por el opio.
Este programa, que ya Berlioz había ido desgranando en la prensa de manera dosificada en los dias anteriores al estreno, tiene tintes autobiográficos y se basa en la pasión que él mismo estaba sintiendo por la actriz Harriet Smithson, a la que había visto actuar en el papel de Ofelia.

La idea fija, o tema recurrente, simboliza la amada, y se manifiesta a lo largo de toda la sinfonía, sufriendo, eso sí, diversas transformaciones.Berlioz dice explícitamente en el Programa: "Cada vez que aparezca la imagen de la amada en la mente del artista, ello se relaciona explícitamente con un pensamiento musical".
 Vemos su primera aparición (subrayado de azul) en el compás 72 del Primer movimiento:

Este tema aparece, como hemos dicho, a lo largo de toda la obra, a modo de motivo conductor o motivo identificativo, y simboliza también la obsesión del autor por su amada. Aquí lo tenemos al primcipio del 3º movimiento, en dos apariciones sucesivas:


Vemos que se trata de un motivo muy del gusto romántico, una melodía que tiene poco de cuadrada, lírica, en la cuerda, con reminiscencias de una obra suya anterior.

Los movimientos de la obra son los siguientes:

I. Ensueños y pasiones. El artista se siente como apoderado por una pasión, en parte favorecida por los efectos del opio, y con todas sus consecuencias. Esta pasión y esta obsesión se reflejan en el tema anteriormente citado.
II. El baile.Este movimiento, en forma de vals, provoca una sensación de irrealidad, favorecido por la aparicion de las arpas, que resultan ser casi solistas en algunos puntos.
III. Escena en el campo. Se ha dicho comunmente que este movimiento ha sido inspirado directamente por la Pastoral de Beethoven, puesto que consiste en una escena campestre con negros presagios al final, simbolizados por un trueno.
IV. Marcha al suplicio. Este es el comentario propuesto para nuestra audición, y en él nos vamos a detener con un poco más de detalle. En él el autor sueña que ha matado a su amada y que es conducido al cadalso, siendo guillotinado (el efecto es espectacular). Está construido sobre dos temas bien diferenciados.

El primero, en Sol m,enunciado por la cuerda, es sombrío y lastimoso, en una escala descendente:

Aquí puedes escucharlo:



El segundo, contrastanto totalmente, es una fanfarria a modo de marcha (para conducirlo al cadalso), en Si b M. También puedes escucharlo a continuación:


 Esta marcha está inspirada en una antigua marcha compuesta años atrás por el propio Berlioz y proporciona un contrapunto muy interesante en el conjunto del movimiento.


Después de momentos de gran tensión se acaba con el golpe seco de la guillotina, justo después de que el tema de la amada reaparezca en el clarinete que corta los temas anteriores, sobre todo el último.
Uno de los aspectos más destacados es , como hemos dicho, el de la instrumentación, donde destaca la aparicion del oficleide, la utilización de las cornetas y la progresiva ampliación del papel y el número de la percusión. Aquí vemos el principio de este IV movimiento:



V . Sueño de una noche de Sabat. El él el cadáver del protagonista es rodeado por espíritus y brujas, mientras se oye el tema omnipresente. Sin embargo este tema se combina con otro, que es el Dies Irae, repetido numerosas veces pero que por primera vez aparece en la tuba:


En conjunto podemos hablar de una sinfonía imprescindible, en la que la música se convierte en el vehículo más importante de la expresión de los sentimientos, con o sin la ayuda de la palabra.




Música en Danza

"Música en danza" es el título de un libro sumamente interesante sobre la Historia de la Danza y la música que inevitablemente la acompaña, escrito por Carmelo Pueyo Benedicto y editado por Primes en 2011. Nos está sirviendo de gran ayuda para enfocar los temas relativos a la danza de nuestra Programación de Bachillerato.


El libro tiene una estructura muy curiosa: consta de 21 capítulos, y cada uno tiene sistemáticamente tres apartados:

Uno, titulado Notas para una clase de danza, donde se explican los pasos de un baile o danza concreto, es decir, una coreografía.

En el segundo, Teoría y práctica, se analizan los mecanismos que determinan la aplicación de la música al baile anteriormente citado, es decir, el anàlisis musical.

El tercero, titulado Apuntes históricos, es, como su propio nombre indica un referente sobre el contexto y los autores más destacados de cada período de la danza.

En este último apartado nos hemos basado para elaborar este pequeño esquema que nos servirá como base para estudiar en profundidad la evolución de la danza hasta el siglo XIX. El esquema "desborda" un poco los límites físicos de la página del blog, pero vamos a dejarlo así igualmente para que se vea mejor: