Leonard Bernstein, músico y educador

BernsteinWest Side Story nació en 1957 como musical para el teatro de Broadway, el santuario de este género, pero, en vista del éxito que estaba cosechando, en 1961 se rodó la versión cinematográfica, que fue galardonada con diez premios Óscar.

Tal como ocurría a Romeo y Julieta, los protagonistas de la tragedia de Shakespeare, María y Tony sienten un recíproco pero imposible amor, obstaculizado por la rivalidad de las diferentes bandas a las que pertenecen, los puertorriqueños Sharks y los blancos Jets. Ambientados en la Nueva York de mediados del siglo pasado, el musical y la película están basados en una banda sonora muy variada, que aúna ritmos latinos y de jazz con unas bellísimas e inolvidables melodías, como las que cantan los personajes principales en el balcón, momento en que es imposible no pensar en Verona.

Esta innovadora partitura fue galardonada con una de las diez estatuillas doradas conquistadas por la película, la que se otorga a la mejor banda sonora original.

Hoy es el aniversario del nacimiento de su autor, Leonard Bernstein (1918-1990), un músico que destacó tanto en su faceta de compositor como en la de intérprete (director de orquesta y pianista) y también como educador.

En efecto, al mando de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, en los años 60 Bernstein grabó una serie de Conciertos para jóvenes para la televisión, 53 programas divulgativos sobre la música en los que alternaba explicaciones teóricas con ejemplos musicales, que ejecutaba al piano o al frente de la orquesta, y con anécdotas. El resultado fue tan exitoso como para que esos conciertos fueran transmitidos en las televisiones de más de 40 países, incluyendo España. Hoy en día quizás puedan resultar menos atractivos que entonces, por el blanco y negro y la poca calidad sonora, sin contar con el problema añadido del idioma para los que no somos angloparlantes,  pero siguen siendo unos documentos interesantísimos.

El capítulo siguiente, titulado ¿Qué es la melodía?, es en inglés con subtítulos en español. Está disponible en YouTube gracias a Marian Domínguez, la autora de Nos vemos en el blog, bitácora educativa muy interesante en la que podéis encontrar, entre otras cosas, los enlaces a otros 16 de los Conciertos para jóvenes de Bernstein (en la columna lateral).

ACTUALIZACIÓN (14/10/2012, 22º aniversario de la muerte de Leonard Bernstein): los propietarios de los derechos de explotación económica de estos vídeos han forzado el cierre de la cuenta de YouTube de nuestra compañera.

Es realmente lamentable esta actitud, pues la codicia de estas personas nos está privando del acceso a unos documentos de gran valor histórico y didáctico de los que no sólo ya se ha recuperado con creces la inversión inicial, sino que además les han aportado grandes ganancias gracias al cobro de los derechos de más de 50 años de emisiones televisivas ofrecidas en todo el mundo.

Actualmente estos vídeos no están disponibles para su compra o alquiler, ni en DVD ni tampoco en VHS, y es prácticamente imposible verlos en televisión. Por eso la única manera de que nuestros alumnos y alumnas (entre otros) puedan disfrutarlos es mediante los servicios online tipo YouTube, y estoy bastante convencido de que tal visionado no sólo no comporta ningúna pérdida económica, sino tampoco ningún lucro cesante a la empresa que tiene el poder de comercializar estas grabaciones, una firma llamada The Leonard Bernstein Office, Inc. que, tal como se puede ver en las últimas imágenes de cada vídeo, reservó los derechos en 1990, el mismo año de la muerte de Leonard Bernstein.

Desconozco cuánto tiempo falta para que esas obras pasen a ser de dominio público. Mientras, tendremos que asistir a esta absurda práctica que se puede resumir así: es mío y no te dejo verlo porque no me da la gana.

Afortunadamente no se pueden poner puertas al campo ni se puede frenar la difusión de la cultura, aunque sí se puede hacer un poco más difícil su acceso: actualmente el vídeo está disponible, aunque sin los subtítulos en español, con licencia estándar de YouTube. Lo insertamos a continuación y quedamos atentos para reemplazarlo con una versión útil también para quienes no dominen el inglés en el momento en que la encontremos nuevamente disponible.

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MuseScore, el mejor software libre de notación musical

MuseScoreSi decimos “programas de notación musical”, lo primero que nos viene a la mente son Finale y Sibelius, dos aplicaciones profesionales y de indudable valor. Sin embargo, para las necesidades de la mayoría de nosotros, que editamos partituras para uso no comercial y de dificultad editorial baja o media, el gasto que supone cualquiera de estos dos programas no está justificado. Afirmar lo contrario es como defender que para retocar las fotos de las vacaciones o las imágenes realizadas en o para las clases, sólo por poner un par de ejemplos, necesitamos el PhotoShop.

MuseScoreMuseScore, editor de partituras que empezó sus andanzas en 2002, ya ha llegado a la versión 0.9.4 (también está disponible la 0.9.5 beta), alcanzando unas características que, en mi opinión, lo convierten en la opción preferida para la educación musical.

No me refiero sólo la gratuidad, sino a otros dos aspectos que compensan con creces el menor grado de desarrollo de este software con respecto a los dos colosos de la edición musical digital: 1) es multiplataforma de verdad, ya que, además de para Windows y Mac, hay una versión nativa para Linux (hecho importantísimo en las Comunidades autónomas con Software libre oficial, como es el caso de Andalucía y Guadalinex, pero también para los usuarios individuales que preferimos este sistema operativo); 2) es libre, lo que permite un control por parte de la comunidad de usuarios sobre su estabilidad y seguridad, entre otros.

Por otro lado, su empleo para la edición musical no profesional por parte de educadores musicales y músicos profesionales resulta bastante satisfactorio, ya que permite: un número ilimitado de pentagramas con hasta cuatro voces por cada uno de ellos; varias maneras fáciles y rápidas de inserción de notas mediante ratón, teclado o MIDI; manejar los datos MIDI mediante un secuenciador integrado y reproducirlos por medio de un sintetizador por software FluidSynth (la nueva versión de Musescore permite la exportación a un archivo de audio digital); importación y exportación MusicXml y archivos MIDI estándar (SMF).

Aunque es suficientemente sencillo de utilizar de manera intuitiva, tiene un buen manual en español, disponible para su consulta online y para su descarga en pdf.

Logo Linux musicalPara quien lo necesite, en la web Linux musical hay un práctico Curso de Edición de Partituras. No obstante el nombre de la página, el curso es útil para cualquier plataforma: de hecho, empieza con la explicación del proceso de instalación de MuseScore en Windows.

En fin, MuseScore es sin duda una herramienta imprescindible para el profesorado de música.

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Presentación de mi tesina

Como ya dije en otra entrada, tuve el honor de presentar mi Tesina de Master dentro del XIV Congreso Internacional de Tecnologías para la Educación y el Conocimiento: Hacia la web 3.0, organizado por la UNED.

Mi intervención, al igual que las conferencias, los paneles de expertos y todas las comunicaciones que se celebraron en el Salón de Actos, fue transmitida en directo y está ahora disponible en TeleUNED. Son 18 horas de grabación que recogen sólo una parte del larguísimo programa del Congreso y de las cuales recomiendo sobre todo las conferencias de apertura y de clausura.

Para comodidad de los que quieran ver mi comunicación por tener interés en el tema (o por tener amistad o parentesco conmigo), pongo aquí a su disposición el fragmento correspondiente.

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Sinfonía de los juguetes

Esta obra, en la cual, junto con los instrumentos tradicionales, participan juguetes (una trompeta y un tambor de hojalata, unos silbatos que producen el canto de un cuco y de un ruiseñor, una matraca y un triángulo, que en aquella época estaba todavía admitido en las bandas pero no en la orquesta) ha sido atribuida durante mucho tiempo a Leopold Mozart, el padre de Wolfgang Amadeus.

Anteriormente, esta misma obra se atribuyó a diferentes compositores, entre los que figuran Franz Joseph Haydn, el padre de la sinfonía, y su hermano Michael.

Entre las razones que contribuyeron a que se le quitara la autoría a Haydn y se le diera a Leopold Mozart, seguramente estuvo la gran fama como maestro de música de la que gozaba este último, quien, además de haber sido el responsable de la educación musical de su hijo, escribió un importante método de violín, Tratado para una escuela violinística básica, que se publicó en varios idiomas y sirvió para que muchísimos niños de esa época y del siglo siguiente aprendieran a producir sus primeras notas con ese instrumento.

Sin embargo, hoy en día hay estudios que demuestran que el autor de la Kindersinfonie (sinfonía de los niños, ese es su título en alemán) fue un monje benedictino llamado Edmund Angerer que vivió en Baviera en la segunda mitad del siglo XVIII, y no el músico de la corte del Arzobispo de Salzburgo. No obstante, Leopold todavía aparece como autor de esta obra en las portadas de las partituras y de los discos publicados hasta hace muy pocos, y en muchísimas páginas web, bastante más de las que presentan esta música como obra de Angerer. Un ejemplo es el siguiente vídeo.

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El cerebro de Einstein

Albert EinsteinCuando Albert Einstein se quedaba estancado en un problema de Física, cogía su violín y lo tocaba hasta dar con la solución. Tenía una sensibilidad especial por la música y para comprender las cosas prefería las impresiones sensoriales en lugar de las palabras… (elmundo.es)

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