¿Qué es Lazos musicales: #MotrilPoitiers?

LOGO_NEGRO_TRASPARENTEEs una iniciativa muy ilusionante. No sólo para mí, sino para los profesores implicados y, sobre todo, para los alumnos participantes. Y, se comprueba que, lo es de manera proporcional al grado de implicación de cada uno.

A menudo, al hablar sobre educación, pesa el desánimo y la queja frente a la situación a la que uno se encuentra –o que se encuentran aquellos que más queremos.

La realización de este proyecto es una “respuesta creativa de un artista frente a unas críticas justas” –aprovechando las palabras con las que tituló Schostakovich su quinta sinfonía, tras la amenaza estalinista contra él en el periódico oficial Pravda.
Una respuesta que nace de la “rabia de amar” que canta el Circo del sol en su canción “Alegría”

Quizá sin haberlo previsto así, la realización de este proyecto es una forma de actualizar aquellas palabras sabias: “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo mortecino; con fidelidad traerá justicia.”
Las cuales fueron resumidas algunos siglos más tarde por Agustín de Hipona en estas emocionantes palabras: “No resistir al mal. Antes bien, vencer al mal a fuerza de bien.”

Cuanto más dura y desesperanzada se siente la realidad que nos circunda, más necesario es ser capaz de sobreponerse y acometer la épica, titánica, batalla interior de toda época: encontrar la ilusión y la fortaleza en el propio interior, en la auténtica e inalienable libertad del ser humano.

El proyecto Lazos musicales: Motril–Poitiers es un regalo ilusionante, y la ilusión –ahora y siempre– no tiene precio :)


Respuesta a “Ventajas y requerimientos (…que no inconvenientes) del uso del Portfolio”

Que hermosa aportación la de este blog. Fundamentada y profunda.

Que ganas de que un día pueda yo llegar a manejar los elementos de este arte que es la educación -que trabaja con elementos mágicos y brillantes que son personas- con la misma elegancia y profundidad que lo hace la autora de este blog.
“Time will tell…”, que dicen los ingleses, sí… pero mientras tanto, está el ardor de la necesidad frente a generaciones que pasan y no pueden esperar a que uno tenga diez años más de experiencia. Como decía Pablo en su carta, es “un sí, pero todavía no”… y en esta tensión, hecha de múltiples intentos mejorables, se va pasando el tiempo y la vida…

Mi esperanza —cada vez más austera, más libre de otras adiposidades, y más pobre… pero también más pura, más centrada y revelando una necesidad más profunda— es que un día llegue a gestionar en mis manos las riendas de la cuadriga, en un cierto Flow state, y sepa dirigir los empujes de sus diversos corceles con la maestría que se apunta aquí, sintiendo que identifico los elementos y sus relaciones y hallar que la interacción adecuada esta dentro de mis habilidades, siendo solo cuestión de concentración y benevolencia.

Solo queda ser humilde y paciente, perseverante. Recoger los resultados del último experimento realizado, reconocer y separar el trigo de la cizaña —el mineral de la mena, lo que se pueda salvar…— y aprovecharlo para volver a plantar el bastón y continuar concentrado en el siguiente paso, sin quitar la esperanza del horizonte.