Cuestión de civismo… lo que te falta es cultura

Antes de empezar, quería disculparme con los seguidores por tardar tantos días en publicar algo nuevo. Por cuestiones personales he estado bastante ocupada este último mes, pero prometo ser más constante. 😉 Os compenso con un post más extenso.

Hoy quería llamaros la atención sobre un post que publiqué hace tiempo “Tener un vecino músico” , en el que os contaba cómo debéis actuar para poder ensayar en casa, y cuál había sido mi peor experiencia con un vecino. Este post a día de hoy es uno de los que más comentarios ha generado en la web, tanto de vecinos desesperados como de músicos indignados. Al principio, solía responder a todos, pero iba viendo que cada día había más comentarios y que se estaba subiendo el tono. Incluso llegué a borrar un par por insultos entre usuarios. Así que dejé de responder a todos y me he decidido por escribir un nuevo post, comentando las palabras de algunos usuarios y con algunas reflexiones.

Incívicos podemos ser todos…

Cito comentario:

“Justo en estos instantes (festivo, 1 de mayo, 17:00 horas) estoy intentando superar una migraña para desarrollar el trabajo final de un máster en el que llevo invertidos 2 años.[…] Mi vecino, el trompetista, ha comenzado su sesión de ensayo, tal como ha hecho religiosamente cada día del puente. Yo me he puesto tapones en los oídos y encima unos cascos con música (porque lo que toca el vecino NO lo es). […] De acuerdo, el ensayo musical en una vivienda es legal (DE MOMENTO), pero… es legítimo? Es ético, moral? Es CÍVICO?”

La verdad sea dicha, vivir en comunidad significa aguantar mucho de los vecinos y del barrio en general. Para empezar, puedo poner una larga lista de cosas que yo aguanto o he aguantado de todo tipo de vecinos: mierda/pis de perro en los espacios comunes, ladridos a medianoche, gritos y discusiones diarias, música a todo volumen y fiestas nocturnas, ruidos innecesarios, obras que empiezan a las 6:00 de la mañana con sierras y martillos neumáticos, basura en mi terraza, colillas, golpes en mi pared… etc. Y si os fijáis, he enumerado sólo cosas molestas que realmente pueden evitarse, y que son incívicas. Nada de bebés que lloran, o de ruidos inevitables.

Vivir en comunidad es esto, mucha gente viviendo en espacios reducidos, con paredes de papel, oyéndose unos a otros, molestándose. Las casas son para vivir de día, y descansar de noche, y mientras que se respete esto, chapó. Desde luego, un músico que toca en plena siesta, a las 7:00 de la mañana, o de noche, es un gilipollas, y por supuesto, un incívico. Las horas de descanso de todos hay que respetarlas, yo las respeto siempre, y estoy segura de que la mayoría de los músicos lo hacen. Por eso, la gran mayoría no somos incívicos.

Cito comentario:

“No podéis violar a los vecinos de esa forma. Tampoco podéis violar a vuestro esposo o esposa o vuestros hijos con ese machaque. Tenéis la obligación de no molestar a nadie.”

No violamos a nadie, es que me da la risa. Simplemente señalar con este comentario que mi marido me apoya en todo, por supuesto también en mi carrera. Igual que lo hicieron mis padres en su momento. Mi familia, y la de cualquier músico, comprende y respeta nuestra vida. Se cierra la puerta del cuarto de estudio, y se acabó. Si ellos, conviviendo bajo el mismo techo, no han generado problemas de ansiedad o de audición como dicen muchos de los que han comentado, no entiendo cómo pueden generarlos personas con las que nos separan muros de ladrillo. Me parece que ese tipo de personas tienen otro problema personal, de obsesión, que deberían tratar.

Tengo que hacer “cosas intelectuales”

Hay algo muy recurrente en los comentarios que me ha cabreado bastante, y es la insistencia de algunos por argumentar que tienen que estudiar “cosas importantes”, hay quien dice incluso “trabajos intelectuales”.

Cito comentario:

“Entonces, mi pregunta es: por qué priman los derechos de un aficionado a la música sobre los que no invadimos la atmósfera de nadie y sólo estamos descansando o desarrollando un trabajo útil como estudiar, leer o cualquier trabajo intelectual?

Si piensas que la música es inútil, o que no es profesional (la palabra aficionado me mata), es que tu vida está vacía, y te falta mucha pero que muuuucha cultura. Poco más se puede decir sobre este comentario vacío de argumentos.

Cito comentario:

“Esto no es justo yo solo quiero tranquilidad para poder estudiar, ni que en medicina nos pudiesemos permitir el perder tiempo estresandonos mas de lo que ya estamos y cuando llegamos a casa solo queremos estudiar, descansar o dormir y no escuchar ningun ruido. […] Y en los examenes lo paso fatal yo estoy desesperada solo quiero estudiar para mis examenes y las bibliotecas no son para todos… no todos se pueden concentrar con el ruido de las personas moviendose y ni siquiera estan abiertas todos los dias y a las 7 cierran… que es justamente a la hora que salgo de mis clases… y yo? cuando supuestamente voy a estudiar?? ya suspendi un examen por su culpa y por suerte pude con todas las demas pero malamente. Estoy harta y desesperada yaaa no quiero que me destroce mi carrera con todo lo que me ha costada hasta ahora….”

Vamos a culturizar un poco a esta futuro médico con faltas ortográficas. Ser músico es una carrera muy dura, y muy comprometida, que requiere de un esfuerzo diario que pocos comprenden y conocen de primera mano. El fin de esta carrera es crear personas capacitadas para ni más ni menos que preservar un patrimonio cultural-histórico a nivel mundial, que es la música. Si esto no te parece lo suficientemente serio, es que no tienes ni idea.

Un músico empieza su carrera con 8 años. Estudia 4 años de enseñanzas elementales, 6 años de profesionales y otros 4 años de superiores; 14 años en total. Compaginamos estos años con el colegio y el instituto, asistiendo a clase por la mañana y al conservatorio por la tarde. Por si no la sabías, que será lo más seguro, en el Conservatorio estudiamos varias asignaturas cada año, que van en aumento en número y dificultad, algunas teóricas y otras prácticas. Para ponerte un ejemplo, un chico que estudia bachillerato y va al Conservatorio, añade hasta 8 o 9 asignaturas a las que ya da en el instituto. Con tan sólo 12 años, ya se ha sometido a un duro examen con tribunal, y cursa 4 asignaturas más, además del colegio.

Como comprenderás, una carrera así necesita de horas de estudio. Dejando a un lado todas las asignaturas teóricas, la asignatura principal, nuestra especialidad instrumental necesita de horas de práctica. Y ahora, usaré tus argumentos: los músicos no podemos permitirnos perder el tiempo, tenemos muuucho que estudiar. Sólo queremos estudiar, y las salas del Conservatorio no son para todos, la mayoría de las veces no hay salas de estudio libres, y muchas no abren los fines de semana, o tienen horarios que no nos sirven. ¿Y nosotros? ¿Cuando vamos a estudiar? No queremos que nadie nos destroce una carrera que nos ha costado 14 años estudiar.

¿Qué pasa ahora? ¿Quién lleva razón? Pues ninguno de los dos, se trata de convivir, de respetarnos y llegar a un consenso. Tu tienes tus derechos, y nosotros los nuestros.

Ahora mi hobby va a ser construir barcos

Otro argumento muy recurrente: no practiques tu hobby en casa, que yo no practico el mío.

Cito comentario:

Tener que aguantar ls hobbies o dedicaciones de todos, de eso nada. A mi me gusta la escultura y la carpintería y no se me ocurre ponerme a cincelar mármol o a dar golpes con el martillo ni a las 12 de la mañana ni a las tres de la madrugada con la excusa de que tengo que practicar.”

Mi hobby es construir barcos, espero que no te moleste el pequeño astillero que me he montado en el piso. Espero que los martillazos no impidan practicar a mi vecino trompetista. Cada loco con su tema y el que haga más ruido será el que gane.”

De hobby nada, como ya he dicho antes, esto es una carrera. Y mientras que con tus martillazos de carpintero aficionado no sobrepases los decibelios y lo hagas en el horario estipulado, adelante. A ver si así liberas estrés y dejas de quejarte de todo.

Búscate un local, insonoriza, cómprate esto o aquello

Cito comentarios:

“Estimados músicos, deberiais enteraros que si  quereis ensayar debeis buscaros un local adecuado donde no molesteis a nadie, con las cunsecuencias que eso lleva (gastos o lo que sea). Si no podeis con este gasto, coger vuestro saxo e iros a ensayar a un monte o un lugar alejado de la gente.”

“Un hogar no es un local de ensayo ni un centro de trabajo y el descanso y bienestar del conjunto han de primar sobre los intereses particulares. Hay muchas soluciones (salas, insonorización, silenciadores, etc) para no molestar.”

Por esa regla de tres, también podríamos recomendar nosotros que en lugar de vivir en la ciudad, en un bloque de pisos donde te molestan tus vecinos, te marches a una casa algo más aislada, un chalet en medio del campo. Desde luego, qué fácil es manejar el dinero de los demás. No todos pueden permitirse ese tipo de gastos. Muchos músicos, en un intento por ser más respetuosos, colocamos alfombras, hueveras en las paredes, cortinas… Pero insonorizar un piso no siempre es posible, no hablemos ya de alquilar un local.

Bonus track

Cito comentario:

“En fin, lo único que me queda claro es que Einstein no tenía un vecino trompetista. Si no, seguro que se hubiera podido concentrar en bien pocos cálculos.”

Resulta que Einstein no tenía un vecino trompetista, no. Es que era violinista. Probablemente daba la coña a sus vecinos con su violín. ¿Y sabes qué dijo? “Si no fuera físico, probablemente sería músico. A menudo pienso en música. Vivo mis sueños en música. Veo mi vida en términos musicales. No  puedo decir si habría podido hacer alguna pieza creativa de importancia en la música, pero sí sé que lo que más alegría me da en la vida es mi violín” 

Si todos tuviéramos un poquito más de cultura, como Einstein, sabríamos valorar el trabajo de los músicos profesionales. Esos que se matan a practicar a diario para preservar un bien que, de no ser por ellos, estaría muerto. La música es un patrimonio cultural e histórico, y sólo pervive a través de los músicos que la comprenden e interpretan. Los músicos de verdad, de calidad, que trabajan día a día para mantenerla viva.

 

 

 

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La entrada Cuestión de civismo… lo que te falta es cultura aparece primero en Gran Pausa.

Tener un vecino músico

Seguro que alguna vez has sufrido las quejas de un vecino al que no le hace demasiada gracia que andes estudiando mañana y tarde. Siendo justos, es verdad que un instrumento musical, o incluso la voz humana, pueden llegar a ser molestos si los oyes todos los días a todas horas. Sobre todo porque estudiar no es interpretar. Cuando tu vecino descubre que vas a mudarte y eres músico se piensa que le vas a alegrar los días con hermosas piezas de Mozart. Hasta que escucha una y otra vez el mismo pasaje, o dos horas de escalas y estudios que volverían loco a cualquiera y empieza a tener ganas de tirarte el instrumento por la ventana.

La ley

El horario en el que se puede hacer ruido está legislado por cada ayuntamiento. Por ello, te encontrarás ciudades en las que la hora de la siesta está protegida y ciudades en las que no. Por norma general, el horario en el que se puede hacer ruido es de 8-9 de la mañana a 10-11 de la noche. Te recomiendo que seas respetuoso:

  • No toques antes de las 9 de la mañana
  • No toques a la hora de comer, al menos espera a que den las 16.30-17:00
  • Sé muy respetuoso por la noche, a partir de las 21:30 deberías dejarlo ya, especialmente si tus vecinos tienen niños pequeños
  • No toques en patios, terrazas o con la ventana y puertas abiertas de par en par

Los decibelios máximos permitidos durante el día son de 35 dB. La medición se hace en casa del vecino, no en la tuya. ¿Cómo puedes sabes si los superas? Hay aplicaciones para el móvil que te indican los decibelios. En general, si tu vecino puede oír con claridad la música que estás tocando, es que superas este umbral. Aquí os dejamos un tabla de equivalencias para que os hagáis una idea:

  • 0 dB-              Umbral de la audición.
  • 10 dB-            Respiración tranquila
  • 20 dB-            Biblioteca
  • 30 dB-            Tráfico ligero
  • 40 dB-            Conversación
  • 50 dB-            Grupo de personas
  • 60 dB-            Manifestación
  • 70 dB-            Motocicleta
  • 80 dB-            Tren
  • 90 dB-            Tráfico intenso
  • 100 dB-          Perforadora eléctrica
  • 110 dB-          Concierto
  • 120 dB-          Motor de avión
  • 130 dB-          Despegue de un avión
  • 140 dB-          Umbral del dolor
  • 150 dB-          Explosion

Sin embargo, si molestas a tu vecino de manera continuada durante todo el día, tiene la posibilidad de denunciarte aunque no superes los decibelios permitidos.

Cómo actuar

Si tu vecino se queja, lo primero que debes hacer es no irritarte. No le respondas de manera ofensiva. Entiende que la mayoría de la gente no comprende las horas que un músico necesita tocar. Hazle entender de manera educada que es tu carrera y que necesitas practicar a diario. No te enfrentes aunque él busque el enfrentamiento. La principal razón por la que los vecinos deciden denunciar es porque los músicos nos mostramos ofendidos y a la defensiva ante sus quejas, y esto les irrita todavía más.

Si se queja varias veces, intenta ensayar en una habitación lejos de las paredes de tus vecinos, y cierra puerta y ventanas. Si esto no funciona y tienes presupuesto para ello, insonoriza tu habitación.

Cuando se entra en un conflicto, la solución es complicada. Lo cierto es que aunque nuestra actividad sea normal y necesaria para nosotros, no lo es para nuestros vecinos. Si se ponen muy pesados y deciden denunciarnos, la policía vendrá a medir los decibelios. Normalmente, ni si quiera un piano da los decibelios como para que incurramos en una infracción. Sin embargo, como ya hemos dicho, los vecinos pueden alegar que estamos todo el día tocando y que les estresamos o dificultamos su vida cotidiana. En ese caso, pueden pasar muchas cosas, incluso puede que te obliguen a insonorizar la habitación si la denuncia sigue adelante.

Si vives de alquiler, la cosa se complica, ya que si las quejas van al dueño del piso, este puede acabar por echarte alegando que incumples el contrato.

Por tanto, debemos evitar por todos los medios llegar a una situación de conflicto por el camino de la buena educación y el respeto. En el caso de que se llegue a la denuncia, lo mejor es buscar un abogado que esté al tanto de este tipo de casos. La ley en todo lo que respecta a ruidos entre vecinos no es muy clara, y si te defiendes bien, puedes salir ganando.

Sé un vecino ejemplar. Eres músico y tocas varias horas al día: tienes todas las papeletas para ser el más odiado de tu comunidad. Así que no haga otro tipo de ruidos, no montes fiestas en casa, sé respetuoso en general.

Mi experiencia personal

Toda mi vida he tocado la viola y no he tenido ningún problema con los vecinos. Hace unos tres años me independicé y los problemas comenzaron a llegar. Cuando los vecinos ven que eres joven se atreven más a encararse contigo, cosa que no suele pasar cuando vives con tus padres. Seguro que esto lo habéis comprobado aquellos que habéis salido de casa para estudiar en otra ciudad.

Desde el primer día un vecino, policía local para más inri, se acercó a darme sus quejas porque oía continuamente mi viola. Yo, amablemente, le expliqué a qué me dedicaba y que esto iba a ser habitual, aunque le prometí respetar las horas de siesta y primera horas del día (no tocaba antes de las 10, ni entre las 14 y las 17).

Pasadas unas semanas, volvió a presentarse en mi puerta con las mismas quejas. Me explicaba que hacía turnos de noche en la policía y necesitaba dormir. Esto es algo que te puede ocurrir, tu vecino no lleva el ritmo de vida normal, y te culpa a ti de interrumpirle. Ese día, por no molestarle mientras dormía, decidí cambiarme de habitación y estudiar en otra más apartada de la pared que ambos compartíamos, con lo que se conformó.

El problema vino cuando un día, justo antes de un concierto, me puse a calentar en mi habitación a eso de las 17:00 de la tarde. No fue más de media hora, pues tenía que marcharme al concierto. De repente, la policía local se presentó en mi puerta diciendo que algunos vecinos se habían quejado de un instrumento musical. Para mí fue evidente lo que ocurría, y es que mi vecino había avisado a sus colegas de profesión para presionarme. Ya que la hora de la siesta no está regulada en mi ciudad, la propia policía se marchó en cuanto les expuse mis argumentos. En momentos así, nos os dejéis avasallar. Mi vecino quiso aprovecharse de su profesión para, en cierto modo, amenazarme. Yo, con tranquilidad y buenas maneras, me defendí y al final no tuve mayor problema.

Después de esto, consulté personalmente al resto de vecinos de mi bloque si les molestaba el instrumento. Todos me dijeron que no, y que de hecho les encantaba tener una vecina músico, con lo que me quedé tranquila y todo quedó en un susto.

Espero que tengáis suerte con vuestros vecinos y sepáis enfrentar estos problemas con diplomacia.

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