El solo ya ha terminado…

Saramago. Por Carlos Botelho CC BY-SA

“… La orquesta se ha callado. El violonchelista comienza a tocar su solo como si sólo para eso hubiera nacido. No sabe que la mujer del palco guarda en su recién estrenado bolso de mano una carta de color violeta de la que él es destinatario, no lo sabe, no podría saberlo, a pesar de eso toca como si estuviera despidiéndose del mundo, diciendo por fin todo cuanto había callado, los sueños truncados, las ansias frustradas, la vida, en fin. Los otros músicos lo miran con asombro, el maestro con sorpresa y respeto, el público suspira, se estremece, el velo de piedad que nublaba la mirada aguda de águila es ahora una lágrima. El solo ya ha terminado, la orquesta, como un grande y lento mar, avanzó y sumergió suavemente el canto del violonchelo, lo absorbió, lo amplió, como si quisiera conducirlo a un lugar donde la música se sublimara en silencio, la sombra de una vibración que fuera recorriendo la piel como la última e inaudible resonancia de un timbal aflorado por una mariposa…”

de Las intermitencias de la muerte de José Saramago (16/11/1922 – 18/6/2010)

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350º aniversario de Alessandro Scarlatti

Alessandro ScarlattiAlessandro Scarlatti es uno de los músicos que para ser identificados necesitan del nombre, además del apellido, para que no les confundamos con su hijo, como es el caso de Leopold Mozart, o de su  padre, como les ocurre a Carl Philipp Emanuel, Johann Christian o cualquier otro de los numerosos hijos de Johann Sebastian  Bach.

En efecto, Domenico es mucho más famoso que él, y aquí en España aún más, tanto por haber vivido aquí gran parte de su vida, hasta el final, por haber conocido, valorizado y empleado el folclore musical español en su música y por haber sido maestro de la reina Bárbara de Braganza y de Antonio Soler, quien continuó su brillante estilo clavecinístico.

Por otro lado, de Alessandro, del que hoy se cumplen los 350 años del nacimiento, se conoce sólo una mínima parte de su obra, a pesar de ser ésta impresionante, tanto por cantidad como por calidad: más de un centenar de óperas (algunas de las cuales se perdieron), decenas de oratorios y varios centenares de cantatas que han sido fundamentales en el desarrollo de la escuela napolitana y de dos formas musicales, la sinfonía u obertura italiana, precursora de la sinfonía clásica, y el aria col da capo.

Esta última tiene una estructura tripartita (ABA’): la parte central contrasta armónicamente con la primera sección, que a su vez vuelve, variada con adornos, para cerrar la pieza.

Un ejemplo bastante conocido de aria col da capo de Alessandro Scarlatti es O cessate de piagarmi, de la ópera Pompeo. La fama de esta aria se debe, más que a las muy raras representaciones o grabaciones de la ópera a la que pertenece, a estar incluida, junto con otras obras de la escuela napolitana, en una colección didáctica muy empleada en las clases de canto de todo el mundo, recopilada por Alessandro Parisotti y publicada por Ricordi en 1890 bajo el título de Arie antiche.

El texto, de Nicola Minato, es el lamento de un amante no correspondido (la traducción sólo quiere comunicar el significado del texto y no pretende transmitir su sentido poético):

O cessate di piagarmi,
o lasciatemi morir!
Luci ingrate,
dispietate,
Più del gelo e più de’ marmi
fredde e sorde a’ miei martir.
Più d’un angue, più d’un aspe
crudi e sordi a’ miei sospir,
occhi alteri,
ciechi e fieri,
voi potete risanarmi,
e godete al mio languir

¡Oh parad de herirme,
oh dejadme morir!
Ojos desagradecidos,
despiadados
Más que el hielo y más que los mármoles
fríos y sordos a mis martirios.
Más que una serpiente, más que un áspid
crudos y sordos a mis suspiros,
ojos altivos,
ciegos y fieros,
vos que podéis sanarme,
y gozad de mi languidecer.

La siguiente interpretación es del contratenor Douglas Dodson.

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Henry Mancini y la Pantera Rosa

Imposible pensar en la Pantera Rosa sin que nos venga a la mente la música que acompaña sus curiosísimos andares, esa pegadiza melodía que tanto se ajusta a ese felino surrealista gracias a la elegancia algo enigmática de su cromatismo, la agilidad cautelosa de su ritmo y el cálido timbre del saxofón.

El autor de esa partitura es Henry Mancini, compositor de una lista larguísima de bandas sonoras, además de jazz, género cuya influencia es muy evidente en la música de la citada serie de animación. Por su música de cine recibió un gran número de galardones: nada menos que 20 Grammy, 4 Óscar y un Globo de Oro. Sólo por citar algunos de sus éxitos: Moon River (de la película Desayuno con diamantes), Days of Wine and Roses (del homónimo filme) y el tema principal de la película Peter Gunn, cuyo cover más famoso apareció en The Blues Brothers.

Hoy hace exactamente 86 años del día en que nació. Lamentablemente hace casi 16 años que nos ha dejado. Mis alumnos y alumnas y yo lo recordaremos tocando con nuestras flautas su melodía más famosa.

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Gianni Rodari: el poder de la imaginación

Hace trenta años fallecía Gianni Rodari, una de las figuras más apreciadas por los educadores y educadoras no sólo de Italia, sino de todo el mundo, ya que su obra está traducida a incontables idiomas. También, y sobre todo, es una de las personas más querida por los niños y niñas que han tenido la suerte de aproximarse a su literatura. Cuentos, poemas, retahílas para el disfrute directo de los más pequeños, pero también obras dirigidas a los adultos que se dedican a la educación, en el sentido más amplio y pleno del término, es decir no limitándose a los profesionales de la docencia, sino incluyendo a cualquiera que tenga posibilidad de contribuir a la formación de la infancia, empezando, claro está, por padres y madres.

En esta última categoría de obras destaca la imprescindible Gramática de la Fantasía, que, lejos de enjaular la creatividad y la imaginación dentro de unas reglas rígidas como podría entenderse por el título, ensalza la importancia de fundamentar en aquellas el proceso de aprendizaje, algo que no siempre la escuela consigue.

La labor pedagógica de Rodari anduvo siempre de la mano de un fuerte compromiso social, que, además de manifestarse abiertamente en sus escritos periodísticos y en su activismo político, está muy presente también en su literatura infantil, sobre todo en su vertiente pacifista. Por ejemplo, en la retahíla Dopo la pioggia (Tras la lluvia):

Sarebbe una festa per tutta la terra
fare la pace prima della guerra.

Sería una fiesta en toda la tierra
hacer las paces antes de la guerra.

A algunos de los textos de Rodari les han puesto música Sergio Endrigo y Luis Bacalov. La más famosa de estas canciones es sin duda Ci vuole un fiore (Hace falta una flor), en la que Rodari, con su extrema sutileza, vuelve a tratar el pacifismo.

Le cose di ogni giorno
raccontano segreti
a chi le sa guardare
ed ascoltare.
Las cosas de cada día
cuentan secretos
a quienes saben observarlas
y escucharlas.
Per fare un tavolo ci vuole il legno
per fare il legno ci vuole l’albero
per fare l’albero ci vuole il seme
per fare il seme ci vuole il frutto
per fare il frutto ci vuole un fiore
ci vuole un fiore, ci vuole un fiore,
per fare un tavolo ci vuole un fiore.
Para hacer una mesa hace falta la madera
para hacer la madera hace falta el árbol
para hacer el árbol hace falta la semilla
para hacer la semilla hace falta el fruto
para hacer el fruto hace falta una flor
hace falta una flor, hace falta una flor,
para hacer una mesa hace falta una flor.
Per fare un fiore ci vuole un ramo
per fare il ramo ci vuole l’albero
per fare l’albero ci vuole il bosco
per fare il bosco ci vuole il monte
per fare il monte ci vuol la terra
per far la terra ci vuole un fiore
per fare tutto ci vuole un fiore.
Para hacer una flor hace falta una rama
para hacer la rama hace falta el árbol
para hacer el árbol hace falta el bosque
para hacer el bosque hace falta el monte
para hacer el monte hace falta la tierra
para hacer la tierra hace falta una flor
para hacer todo hace falta una flor.
Per fare un tavolo ci vuole il legno… Para hacer una mesa hace falta la madera…

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GUITARRA A CUATRO MANOS

cotemplad esta maravillosa interpretación de la conocida canción Tico-Tico que es el título de  una obra (choro) traducido literalmente significa lamento) compuesta por el compositor brasileño Zequinha de Abreu en 1917.
 "Tico-Tico no Fubá" significa "Tico-Tico en la harina de maíz", y Tico Tico es un pájaro.