Neuroeducación o la educación del futuro

Esta es mi conclusión tras haber leído las reflexiones que Francisco Mora hace en su último libro titulado Neuroeducación: Solo se puede aprender aquello que se ama de Alianza Editorial. Y en el subtítulo encontramos una de las claves de la educación del futuro.  

Opino que la educación será emocional o no será ya que está demostrado que las emociones que impregnan los procesos son fundamentales para adquirir conocimientos y habilidades mentales. 

Considero esta publicación una lectura imprescindible para todos aquellos profesionales vinculados al mundo de la educación en cualquier campo ya que el libro explica, fundamentándose en las investigaciones científicas, aquellos factores que son fundamentales para que el proceso de enseñanza aprendizaje realmente sea efectivo y constructivo. Hasta ahora los pedagogos basaban su saber hacer en la experiencia, hoy en día hay aspectos que se corroboran gracias a los estudios del funcionamiento del cerebro pero hay otros que se deben reconsiderar.
Neuroeducación es, en palabras de Mora, "estudiar y aplicar los conocimientos del cerebro para una mejor enseñanza" ya que "aprender algo nuevo significa, en términos neurobiológicos, cambiar el cerebro". 
Mucho se habla de la funciones de los hemisferios cerebrales (drecho es holístico y global y creador y el izquierdo es analítico, responsable del lenguaje y matemáticas) pero hay que entender que funcionan de manera simultánea y en constante conjunción y que el aprendizaje está muy influido por el sistema límbico, un cerebro dentro del cerebro, responsable de las emociones. Se podria decir que sin emoción no hay aprendizaje. 
El aprendizaje del mundo es multisensorial, sobre todo en las fases mas tempranas. Los sentidos despiertan al niño al mundo exterior y las emociones a su mundo interior. Estas últimas encienden la llama de la curiosidad que a su vez es la fuente de la atención sostenida, aspecto esencial para el aprendizaje de cualquier cosa. Existen personas más y menos curiosas pero en el libro nos ofrecen estrategias para estimular la curiosidad.
La atención, como he comentado, es esencial para captar un aprendizaje pero si no se repite es imposible que se impregne en la memoria a largo plazo y por tanto que el aprendizaje se asiente. La memoria es el guardián de aquello que se aprende pero para conservarlo las personas deben encontrar utilidad en ello. Para que esto suceda es esencial repetir, experimentar y por lo tanto equivocarse. Se ha de poner en valor el error ya que en el sistema educativo está muy mal considerado y es un aspecto esencial del aprendizaje.
Se habla de la importancia de una buena alimentación, un buen descanso (incluyendo la necesidad de la siesta) amén de una buena iluminación y ventilación para mantener el cerebro en forma. 
También dedica un capítulo a los neuromitos y el que más me ha llamado la atención es el que se refiere a la actividad musical, escuchar música no provoca una mejora en las habilidades cognitivas, en cambio tocar un instrumento sí lo hace. 
Y el capítulo dedicado a los docentes excelentes destaca que es esencial conocer todos estos aspectos pero sobre todo ser unos buenos comunicadores, capaces de impregnar de emoción y pasión sus clases y dejar huella emocional de una manera positiva en los alumnos. Si se quiere mejorar como docente no sólo hay que estar actualizado en la materia sino que se han de adquirir y mejorar tanto los aspectos emocionales como comunciativos. Y cómo se aplica todo esto a la enseñanza del canto? En el siguiente post 

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