“Apps” para violinistas

Si hay un instrumento que ha cambiado muy poco en los últimos siglos ese es el violín. Pero a su alrededor las cosas cambian, y nosotros podemos aprovechar muchas innovaciones técnicas o tecnológicas a nuestra práctica. Hace poco hablamos de accesorios, y hoy vamos a ver cómo nos pueden ayudar esos aparatos que están empezando a ser tan populares: los smartphones.

Y es que la cantidad de aplicaciones (“apps”) que se publican para ellos es enorme, y creciendo día a día, y muchas de ellas útiles para nuestra práctica o directamente diseñadas específicamente para violinistas. Así que no os cortéis y, todos los que tengáis smartphone o un iPod, echad un vistazo a estas útiles herramientas.

Las aplicaciones que he probado son versiones para iPhone/iPod, pero seguramente casi todas tendrán su versión para iPad y Android.

Afinadores y metrónomos

Seguramente la utilidad más lógica y típica para los smartphones sea ésta, y de hecho hay infinidad de afinadores para todo tipo de instrumentos, y bastantes para violín.

nTune

nTune_violin

nTune: Violin

Precio: GRATIS (con publicidad)

Este tipo de afinador es el que más abunda y también es el más simple. Sencillamente te da la nota de la cuerda que quieres afinar y tú tienes que tocar al mismo tiempo para ajustar el sonido a lo que estás oyendo. No es lo más recomendable para afinar bien, sobre todo al principio, pero lo que sí es cierto es que al menos constituye un ejercicio auditivo interesante para principiantes. nTune al menos te da la nota con sonido de violín auténtico, con opción de sonido de arco o de pizzicato. El diseño e interfaz normalitos. Para los que quieren algo simple y sin complicaciones.

Hay una versión de pago por 0,99 para los que tengan fobia a ver publicidad en su aplicación.

Violin Multi-TunerViolin MT-2Violin Multi-Tuner

Precio: GRATIS (con publicidad)

Este completísimo afinador sigue siendo del mismo tipo que el anterior, es decir “no escucha”, lo que hace es emitir sonidos de la nota especificada, a partir de la cual uno debe afinar su violín. Se diferencia del anterior en que el sonido que emite es sintetizado, no grabación natural, lo que para algunos puede ser una desventaja. Pero a cambio dispone de muchísimas opciones, como la de afinar las cuerdas en combinaciones diferentes a las estándar, reproducir todas los tipos de escalas mayores y menores, así como los modos musicales griegos, etc., con la posibilidad de cambiar la velocidad, para practicar las escalas por encima. También dispone de un sencillo metrónomo, este con pocas opciones.

Con banner de publicidad.

Violin compañeroViolín compañeroViolin compañero

Precio: GRATIS (con publicidad).

Una aplicación similar a la anterior, con las mismas funciones, y un diseño algo distinto. No sabría decir cuál de los dos es mejor, aunque este al menos está traducido, un poco mal, pero traducido. La elección dependerá el interfaz que más os guste. Ah, y reproduce también acordes de todo tipo.

 

 

Violin TuneViolin TuneViolin Tune

Precio: 0,89€

Esta minimalista aplicación es la primera de la lista de las que “escuchan” lo que tocas y te va guiando hasta que afinas. Su sencillez es quizás su mayor virtud, no hay más que encenderlo y ponerse a tocar hasta que se ilumine la barra central de la gráfica. Sin embargo, al menos en mi iPhone,  tiene el defecto de muchos otros afinadores, como es que sea bastante inestable al marcar la frecuencia y siempre te deje un poco con la duda. Hay que decir que cuando tocamos una cuerda, no sólo estamos produciendo el sonido de la nota correspondiente, sino que también se producen una serie de armónicos que a menudo confunden a los afinadores. La verdad es que aunque es agradable, para ser de pago creo que los hay mejores.

 

Afinador

Afinador

Afinador

Precio: 0,99€

Esta app es un afinador genérico, dirigido a todo tipo de instrumentos, con un diseño elegante y buena pinta en su interfaz. También te puede dar el tono para que tú ajustes en base a él, pero este tipo de afinador capta el sonido que haces al pasar el arco y te marca la nota más aproximada y si está alto o bajo respecto a ella. Afina visualmente mediante una escala y una aguja móvil que debe ubicarse en el centro. Es bastante configurable, pudiéndose cambiar la frecuencia del LA (afinación antigua o alternativa), tipo de notación, el aspecto, etc. Creo que es el primer afinador que me compré, para probarlo y la verdad es que no me gustó demasiado porque la aguja es demasiado saltarina, cuesta mucho que se centre correctamente, no me parece muy fiable, aunque si no tienes otro puede servir.

Afinador + metrónomoAfinador + MetrónomoAfinador + metrónomo

Precio: 1,99€

(OJO: esta aplicación ha cambiado de nombre e icono, ahora se llama “Cadenza” y tiene una sola nota roja como icono.)

Llegamos a la que, en mi opinión, mejor se comporta en términos de afinación, con un gran rango de tonos, una detección suave y precisa, sin tantas “dudas” como otras, una interfaz sencillísima pero muy clara y sin ningún dato de más. Es la que uso últimamente (he perdido mi diapasón bueno) y me ha hecho ver con mejores ojos estas caprichosas aplicaciones. Tiene un metrónomo con las mismas virtudes de simplicidad y precisión y la verdad, se agradece no ver texturas de maderas falsas y cosas así. La pega es que cuesta dinero, pero enfín, por algo más de lo que pagas por un café tienes una herramienta útil con la que sentirte a gusto.

Por cierto, un ejercicio que os recomiendo es este: tocad, preferiblemente algo muy sencillo como escalas o arpegios, con mucho arco y lentamente, con el afinador encendido y a la vista, puede que alguno de los que piensan que tocan perfectamente afinado se lleve alguna sorpresa desagradable 😉

MetronomeMetronome

Precio: GRATIS (con publicidad).

Metrónomos hay muchísimos, y lo cierto es que siendo su función tan básica es difícil destacar alguno de ellos. He traído este gratuito pero seguro que podéis encontrar muchos más, incluyendo las aplicaciones que tienen varias funciones además del metrónomo, como las anteriores. Este no está mal, y esta aquí porque es el primero que yo me bajé.

Recordaros que tocar con metrónomo es un buen ejercicio para hacer de vez en cuando. Sobre todo ejercicios como escalas, golpes de arco, etc.

Moduladores

Tras este nombre se esconden aplicaciones muy útiles si nos gusta tocar con acompañamientos grabados (de piano, de orquesta, para dueto…) ¡pero necesitamos que vaya más despacio! Pues bien, con estas aplicaciones podremos hacer exactamente eso, ralentizar el tempo sin que varíe el tono. O bien también cambiar la tonalidad, hacia arriba o hacia abajo, para adaptarlo a una tonalidad que nos interese más porque sea más fácil, porque tengamos la partitura en otra, etc.

AnytuneAnytuneAnytune

Precio: GRATIS (la versión básica)

Básicamente, esta aplicación realiza lo que menciono en el texto genérico. Eliges un tema de las playlist de tu iPhone o Android y el programa lo analiza para poder reproducirlo a diferente tempo o a distinta tonalidad. Si lo cambiamos mucho termina sonando fatal, pero puede ser de ayuda para ajustar los “Play Along“. Tiene expansiones de pago para diversas funcionalidades, como hacer mezclas, etc.

 

Slow Down Music PlayerSlow Down PlayerSlow Down Music

Precio: 3,59€

Lo mismo que el anterior, pero en una pantalla mucho más austera, quizá más clara, pero no me parece lo suficientemente mejor como para pagar teniendo la anterior.

 

 

Otras aplicaciones

Hay muchas apps que seguramente os vendrán bien para vuestra actividad musical. Como por ejemplo estas:

Sound cloudSoundcloud.

Gratis.

Graba lo que haces y compártelo, ya sea original o interpretación. Si tienes suerte puede que alguien opine o quiera compartirlo a su vez.

Classical violinistClasical Violinist.

Gratis

Un juego como el Guitar Hero pero en violín y para móvil. Quién sabe, si estás en el tren y tienes mono de tocar tal vez te pueda apetecer darle un poco al arco.

Indian ViolinIndian Violin.

Gratis

He elegido a este genial autor indio cuya música carnática me encanta, pero hay más violinistas que tienen su propia aplicación, con canciones, biografía, conciertos, etc..(aunque sinceramente, a los otros no los conozco: Ara Sarkissian, Micah, Sung-Duk Song, HumbleG… enfín).

App iStringsiStrings.

Gratis

Un localizador de luthiers, simplemente localiza en un mapa los profesionales en tu ciudad. Creo que no tiene una lista muy exhaustiva (para eso nada mejor que ver la sección de esta página) pero en un momento dado puede ser útil.

app gratis

App Gratis.

Gratis

¿Hay alguien que aún no la tenga? cada día una aplicación de pago se vuelve gratis. Hay que tener autocontrol para bajar lo indispensable.

Appsfire Appsfire.

Parecida a App Gratis, pero con aplicaciones clasificadas por temas, tipo de oferta, etc., muy completa.

¡Aplicaciones para Deviolines!

Pues sí, también hay “apps” para poder leer esta página web en tu móvil o tablet.

google currents deviolines

Google Currents.

Gratis

Google Currents es una aplicación del buscador gigante que se puede instalar en iphone, ipod, Android o tablet, y permite ver publicaciones en tu dispositivo adaptadas directamente de la web. Hace tiempo inscribí Deviolines en este servicio, de modo que si lo instaláis y buscáis “Deviolines” podréis ver los últimos artículos cómodamente.

 

Android DeviolinesAplicación Deviolines Android

Gratis

Santiago, un lector de Deviolines, ha desarrollado esta aplicación para Android de la web. Como yo no uso Android no tengo ni idea de cómo es ni cómo funciona, espero que alguien se anime y nos cuente qué tal está!

Gracias Santiago.

Y vosotros, ¿conocéis alguna aplicación interesante para compartir?

¿Soy demasiado mayor para aprender a tocar el violín?

Os voy a contar un secreto, la primera vez que toqué un violín era un adulto hecho y derecho.

A menudo lamento no haber tenido la oportunidad de haber empezado de niño. Pero, ¿me gustaría tanto tocar como me gusta ahora? ¿no habría abandonado como tantos otros, cansado por la obligación y la rutina?

Me apunté a una academia, porque por supuesto en ningún conservatorio me iban a admitir, y empecé a acudir a las clases un poco avergonzado de verme rodeado de niños pequeños que me preguntaban: “tú por qué volumen (suzuki) vas? ¡seguro que por lo menos el siete!”. En aquel entonces yo era el único adulto mayor de 18 años de aquella pequeña academia, de modo que estuve bastante tiempo dudando de si estaba haciendo una estupidez y perdiendo tiempo y dinero.

Pero continué, sencillamente porque me había atrapado un deseo irresistible de tocar que no desaparecía –aquí cuento cómo nació ese deseo– y me daba igual lo que tardara en conseguir aunque sólo fuera no parecer un gato en celo. Soy terco, y un poco insensato, y me atraen más lo inaccesible que lo fácil de conseguir. Siento como cierta esa frase que dice: “sólo lo que consigues con esfuerzo merece la pena”.

A esa edad en la que empecé a torturar los oídos de mis vecinos estaba trabajando a jornada completa, así que el tiempo disponible para mi obsesión era escaso. Escaso pero intenso, por las ganas de aprender que tenía. Era tan ignorante y terco que mi idea inicial era aprender de forma autodidacta; afortunadamente esa estúpida idea se me fue más o menos a los dos meses.

No quiero emplear literatura barata y escribir las típicas frases de filosofía de autoayuda como que no hay límites, conseguirás lo que te propongas si realmente lo deseas, busca tus sueños, etc etc., porque me suenan a trucos de motivación para vendedores y deportistas. Solamente voy a hablar de mi experiencia y de lo que dicen personas que saben más que yo.

¿Empezar de adulto (y hablo de adulto digamos a partir de los 20 años y ahí en adelante) es un impedimento para aprender a tocar bien?

NO. Ser adulto en sí no es un impedimento infranqueable. Es una dificultad, una desventaja, en la medida en que hay menor predisposición natural a aprender. Y una dificultad que aumenta proporcionalmente según vamos acumulando años. Voy a intentar enumerar los problema que implica:

Desventajas frente a los niños.

  • Como he dicho, nuestra predisposición natural al aprendizaje y la capacidad de memorización es menor. En un niño en cambio, cualquier información entra y queda grabada de forma fácil y sin esfuerzo
  • Nuestro cuerpo se adapta peor a posturas y movimientos que no sentimos naturales y a las que cuesta más acostumbrarse.
  • Las 24 horas de la vida de un niño están enfocadas en su totalidad a aprender, a adaptarse al mundo, a abrirse a todos los estímulos. En cambio el adulto está atrapado por todo lo contrario. Se espera de él que devuelva todo aquello que ha aprendido, en lo que se ha convertido, para realizar labores útiles y ya meritorias, cualquier otra actividad a menudo se observa desde el entorno como capricho, o simple entretenimiento.
  • Un niño tiene tiempo infinito delante suyo. Un tiempo además que discurre muy lentamente. Un adulto siente que no dispone de todo el tiempo que quiera para llegar a alcanzar el objetivo que busca. A menudo piensa ¿merece la pena este esfuerzo?
  • Casi siempre un adulto tiene trabajo u otros estudios, una familia de la que ocuparse, una casa que requiere atención. El niño dedica todo su tiempo a la diversión y a aprehender todo lo que le rodea.
  • A un adulto, saber tocar unas pocas melodías sencillas, como las del primer o segundo volumen del método suzuki, no le satisface. Su educación y apreciación musical es mucho mayor que la de un niño, y por tanto, no llegará pronto a poder interpretar una música que sienta como buena hasta que lleve mucho tiempo practicando. Y aun así, siempre será mucho más crítico con sus errores que un niño. Y por tanto su frustración puede ser mayor.
  • A un adulto, que como norma general suele aprender con un profesor particular porque en un Conservatorio le costará mucho entrar, nadie le va a ordenar estudiar, no le van a obligar, ni le van a regañar seriamente si no trabaja. Todo el mundo sobreentiende que es un hobby, o una manía, o un capricho. Nadie piensa que pueda querer tomárselo en serio. De ese modo es más fácil que no practique todo lo que debería, que no estudie todo lo que podría, que por tanto no avance y lo deje decepcionado.

Pero si os fijáis, todos estos problemas, salvo el de la predisposición natural al aprendizaje, son subjetivos y pueden superarse. Y además también hay…

Ventajas de aprender siendo adulto.

  • En un adulto, aprender a tocar es una decisión propia, nacida de un sentimiento de necesidad de expresión mediante la música. Creo que es la gran diferencia con respecto a los niños, que pueden llegar a amar lo que hacen, pero prácticamente en ningún caso es una decisión suya haber emprendido ese camino. Su única decisión es no abandonarlo.
  • Un adulto es más consciente de sí mismo, de las dificultades, de sus debilidades, de los peligros que acechan en su aventura: se conoce más a sí mismo, a sus puntos débiles, y cómo minimizarlos. Ese conocimiento le permite evitar de forma inteligente los peligros que encontrará: la pereza, el cansancio, la frustración, la impotencia, el hastío, todo eso lo sentiremos antes o después a lo largo del proceso de aprendizaje. Pero sabremos más inteligentemente sortearlos porque ya lo hemos vivido antes en nuestra experiencia vital.
  • Un adulto (al menos un adulto medianamente culto y amante de la música) conoce y siente más certeramente la música. Aunque no pueda interpretar como le gustaría, sabe cómo debería llegar a sonar, qué emociones, que sentido darle a lo que toca.
  • Ya hemos pasado la adolescencia, esa época de crisis en la que miles de niños se rebelan contra todo, abandonan casi todas las actividades que no sean videojuegos, móviles, amigos, salir, etc… He leído mucho que es difícil que un adulto persevere en el estudio del violín. Pero creo que es más difícil que lo haga un niño. Miles empiezan a aprender, muy pocos terminan dedicándose a ello, porque en realidad, que tocaran el violín era una ilusión de sus padres, no suya.

Consejos para quien desea empezar a tocar el violín a una edad adulta:

  • No te pongas un plazo. No digas: “en un año quiero poder tocar tal melodía que me encanta”. Así sólo sentirás ansiedad, frustración, e impaciencia. Simplemente comienza a aprender. Ponte objetivos pequeños y cercanos, uno detrás de otro.
  • Tómate la aventura como un ejercicio de conocimiento de ti mismo, de autoaprendizaje, de voluntad, de ejercicio mental. Lo importante es el camino.
  • Tu cuerpo y el violín al principio no se llevarán bien. Será como acostumbrarse a una prótesis, como encajar dos piezas de puzzles distintos. Pero poco a poco iréis llevándoos mejor. Os iréis acoplando. Te irás acostumbrando. Un día (muy, muy lejano) te olvidarás de la postura, del instrumento, de los dedos, sólo estarás pensando en la música, y estarás en un estado de relajada concentración. Ese día sentirás que todo ha merecido la pena.
  • Ten autodisciplina. Toca todos o casi todos los días. Es fácil encontrar  excusas para no hacerlo. A veces no apetece ponerse con las escalas. No te preocupes, hazlo y cuando lleves un rato tocando te sentirás mejor y querrás seguir.
  • Escucha mucha música.
  • A veces te parecerá que estás estancado, que no progresas. Pero si tocas a menudo y casi todos los días, esa es sólo una sensación. Ponte a tocar una melodía o ejercicio de los primeros y notarás que lo haces con mucha mayor facilidad, y con más calidad. Todos tenemos días mejores y peores, pero TODOS LOS DÍAS QUE SE TOCA SE APRENDE.
  • ¿Quieres recordar cómo te sentías el primer día que te pusiste el violín en el hombro? Coloca la almohadilla al revés, ponte el violín en el hombro derecho y sujeta el arco con la izquierda. Angustioso ¿verdad? ¡eso ya quedó atrás!
  • Toca concentrado, poniendo toda tu mente y espíritu, no estés pensando en qué camisa te pondrás mañana.
  • No te preocupes de lo que piensen los demás al escucharte. Si te agobias mucho, usa una sordina.
  • ¿Aun así te da vergüenza lo que estarán pensando de ti los demás? puede que alguno haga bromas con tu edad, pero te digo una cosa: te envidian. Muchísima gente ha tenido el sueño de aprender a tocar, de haber tenido esa oportunidad. Ellos no se atreven ahora pero les gustaría.
  • En definitiva, el objetivo es que el aprendizaje sea también un fin en sí mismo, y no un medio. Estudiar y practicar, algo sano y necesario, como ir al gimnasio y comer sano.

La regeneración neuronal.

Antes se pensaba que, a partir de cierta edad, las neuronas iban muriendo, y que no se regeneraban. Hace no mucho se descubrió que eso no es así, que sí se pueden crear nuevas células neuronales y que el ejercicio mental hace que se produzcan nuevas conexiones, nuevas sinapsis entre neuronas. Mi profesor de violín suele decir que los músicos no padecen Alzheimer. Quizás es una exageración, pero sí es cierto que la música y el ejercicio mental de su práctica nos hace más lúcidos y durante más tiempo.

En un documental de mi admirado Edouard Punset (lo podéis ver al final del artículo), se habla sobre este tema del aprendizaje y la edad, del cuál voy a entresacar algunas frases:

“A diferencia de lo que se pensaba, que con la edad las neuronas dejaban de crecer, ahora sabemos que no, que la edad no es un obstáculo, y que seguimos aprendiendo y cambiando, de distintas formas, pero durante toda la vida.”

“Entrena tu cerebro, y cambiarás tu vida”

“Cada vez que aprendemos algo nuevo, algo cambia en nuestro cerebro y eso sucede durante toda la vida”

“Nuestro cerebro está preparado para aprender durante toda la vida, pero debemos ejercitarlo”

“Son más importantes las conexiones que la cantidad de neuronas”

“Con 100 años también podemos aprender informática, idiomas o lo que nos echen por delante”

“Aprender con más edad lo que requiere es más tiempo”.

Hace unos años, el director Stephen Walker realizó un documental sobre un coro de jubilados de entre 75 y 93 años que se dedicaron a hacer giras y cantar temas rock de Outkast, Coldplay, Jimi Hendrix, Radiohead… ellos no pensaron que eran demasiado mayores para hacer nada.

Y os recomiendo especialmente esta versión de un tema de Coldplay

Fuentes:

Redes para la ciencia.
Música clásica y músicos
Violinist.com
Violinist.com-blog

Gracias al profesor Lucas Bittini, por sus consejos y opiniones y a mi propio profesor, Salvador Guiral.

Imagen:
Findingfaces

Diccionario del violinista

A lo largo de toda una vida de estudio del violín a menudo nos encontramos con palabras o conceptos de los que no tenemos certeza de haber entendido bien su significado, y seguimos adelante con esa inseguridad de no saber si estamos haciendo lo correcto. Pero antes de seguir practicando quizá de forma errónea conviene asegurarse del sentido exacto de lo que estamos leyendo. Para eliminar esas dudas es útil tener una guía que nos aclare los términos más usuales que nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida de violinistas.
Espero que este pequeño diccionario os pueda ser útil.

A


ALMA.

Pieza pequeña y cilíndrica, ajustada entre las tapas, cerca del puente, en el lado de la cuerda más fina. Más información en Anatomía de un violín.

ALMOHADILLA.

Accesorio y soporte para el violín que se ajusta a su parte inferior y se coloca sobre el hombro. Pueden ser de diversos materiales y tipos, autoajustables, de diversa rigidez, etc. No es indispensable, y hay opiniones a favor y en contra de utilizarlo, aunque una mayoría de violinistas lo hacen.

ANILLA.

Una parte de la nuez del arco, por donde las cerdas se introducen.

ARO.

Los lados de la caja del violín. Más información en Anatomía de un violín.

ARCO.

El accesorio, de madera (pernambuco, palo de rosa…) o fibra de carbono que permite, mediante su frotamiento contra las cuerdas, que estas vibren y el violín suene. Las cerdas que lo componen suelen ser de crin de caballo. El arco barroco era convexo hasta que François Tourte, en el siglo XIX, innovó con la curva cóncava y mayor tensión. Ver más información en Historia del violín.

ARMONICOS.

Tonos producidos al tocar la cuerda al aire muy levemente en diversos puntos. El armónico más fácil y claro se produce en el mismo centro de la cuerda, al roce y sin pisarla, produciendo un sonido una octava más alta que la misma cuerda al aire. Los armónicos se suelen anotar con un pequeño círculo sobre la nota o en forma de diamante.

ARMONICOS ARTIFICIALES.

Este tipo de armónico se crea presionando un dedo en la cuera y y poniendo después otro más abajo. Lo más común es que se ponga el índice firmemente y se use el cuarto dedo para posarlo suavemente para producir el armónico. Podéis escuchar aquí unos espectaculares dobles armónicos artificiales del concierto nº1 de Paganini en las versiones de varios genios.

ARPEGIO.

Tocar las notas de un acorde sucesivamente, no de forma simultánea.

ATADURA.

El lazo que sujeta el cordal al botón. Más información en Anatomía de un violín.

 

B


BARBADA.

Accesorio sujeto al violín, a un lado del cordal o sobre él, donde reposa la barbilla, de la cual protege al instrumento. Más información en Anatomía de un violín.

BARNIZ.

Recubrimiento para la madera del violín. Es importante no sólo para su protección y apariencia, sino también para el sonido y para permitir la limpieza. Más información en Limpieza del violín.

BARRA ARMONICA.

Barra de madera en el interior del violín, pegada a la tapa superior bajo las cuerdas graves, que proporciona al instrumento solidez y un sonido con mayor proyección. Más información en Anatomía de un violín.

BOTON.

Como su nombre indica, es como un pequeño botón al final del violín, entre los aros, al que se sujeta el cordal. Más información en Anatomía de un violín.

 

C


CABEZA.

La parte del violín que está al final del mango, que incluye el clavijero y la voluta. Más información en Anatomía de un violín.

CADENZA.

Es la versión en música clásica de los típicos solos que realizan los solistas en los conciertos. Podría ser improvisado, ya que su origen proviene de ornamentaciones improvisadas al final de un movimiento y antes de comenzar el siguiente, aunque habitualmente son variaciones escritas previamente, ya que suelen tener un propósito de exhibición virtuosística.

CAJA.

La parte mayor del violín, que amplifica el sonido producido por la vibración de las cuerdas. Más información en Anatomía de un violín.

CANUTILLOS.

Pequeños tubos cilíndricos que rodean la parte de las cuerdas que están en contacto con el puente, habitualmente en la cuerda Mi, protegiéndolo de aquellas. Más información en Anatomía de un violín.

CLAVE.

Tonalidad general, escala en la que se basa una composición.

CLAVIJAS.

Los violines se afinan con cuatro clavijas situadas en el clavijero, a menudo en combinación de uno o más microafinadores situados en el cordal. Más información en Anatomía de un violín.

CLAVIJERO.

La parte del violín donde se insertan las clavijas. Más información en Anatomía de un violín.

CEJILLA.

Tira de madera sobre la que pasan las cuerdas en la parte superior del mango. Más información en Anatomía de un violín.

CEJILLA INFERIOR.

Una tira, normalmente de ébano, que evita que la tapa sea dañada por la atadura del cordal. Más información en Anatomía de un violín.

CERDAS.

Los cabellos del arco, que deben ser frotados con la resina para que puedan hacer vibrar las cuerdas.

CHOP.

Golpe de arco de reciente aparición (los años 60) que básicamente consiste en realizar ritmos con la base del arco, el cual se “agarra” fuertemente y golpea y suelta las cuerdas, aunque la verdad es que lo mejor es que escuchéis a su “inventor” explicarlo. Más información en los golpes de arco.

COLLE.

Golpe de arco que se ejecuta pellizcando las cuerdas de forma breve y enérgica con el arco. Una evolución de este golpe llevaría al tan de moda “chop”. Más información en los golpes de arco.

COL LEGNO (Avec le bois).

Variación de golpe de arco que consiste en tocar con la madera en lugar de con las cerdas. Ver artículo los golpes de arco.

CONCERTINO.

El primer violín de una orquesta. Dirige a la sección respecto a las cuestiones técnicas relativas a la obra a representar (dirección de arco, digitaciones…) y es el enlace con el director de orquesta. También es una especie de “capitán” de la orquesta, o representante.

CONCIERTO.

Obra compuesta para uno o varios instrumentos solistas y orquesta, en principio con forma sonata (3 movimientos), pero que en las formas más modernas adopta todo tipo de estructuras.

CONCERTO GROSSO.

Una variante de concierto en el que un pequeño grupo de instrumentos se combina con otro más grande.

CORDAL.

La pieza donde se sujetan las cuerdas, la cual a su vez va sujeta al botón. Más información en Anatomía de un violín.

CORREDERA.

Pieza ubicada al final de la nuez del arco. Más información en Anatomía de un violín.

CUATRO CUARTOS (4/4).

El tamaño de violín mayor y más común. Los otros serían 1/16, 1/10, 1/8, 1/4, 1/2 y 3/4

CUELLO.

Además de la parte de tu cuerpo que impide que tu cabeza caiga rodando, es la parte del mango que conecta con la cabeza del violín. Más información en Anatomía de un violín.

CUERDA.

Poco hay que decir, aunque lo más útil es que leas el artículo sobre Cuerdas de esta página.

CUERO.

La vara del arco suele tener una pieza de este material, en el lugar donde se sujeta, como protección y comodidad de sujección.

 

D


DETACHE.

Golpe de arco que consiste en tocar cada nota en un movimiento de arco. Ver artículo los golpes de arco.

DIAPASON.

Pieza de madera, habitualmente de ébano ubicada en el mango, contra la que presionan las cuerdas los dedos para producir las notas. Más información en Anatomía de un violín.

DOBLES CUERDAS.

Tocar dos cuerdas a la vez.

 

E


EFES.

Los agujeros en la tapa del violín, que tienen esa forma.

ENTONACION.

Precisión a la hora de afinar las notas.

ENTORCHADO.

El hilo o alambre enrollado alrededor de casi todas las cuerdas. También hay un entorchado en el arco, junto al cuero, como protección contra el desgaste de la madera. Más información, Elegir las cuerdas del violín

ESCALA MAYOR.

La escala con intervalos de semitono entre la 3ª y 4ª notas y entre la 7ª y la 8ª. La más usada en música occidental.

ESCALA MENOR.

Una escala con un semitono entre las 2ª y 3ª. Muchos coinciden en que suena “triste” en comparación con un tono mayor. Además del grado rebajado en la tercera: una escala menor natural tiene rebajados los tonos sexto y séptimo; una escala menor armónica tiene rebajado el sexto y el séptimo grado elevado;, y una escala menor melódica tiene un grado elevado el sexto y séptimo ascendente y rebajado el sexto y séptimo grado descendente.

ETIQUETA.

El papel pegado en la parte interior del violín, que se puede leer (a duras penas) a través de la efe izquierda. Informa del fabricante y año de construcción, aunque a veces falsamente. No dejes de leer “Tengo un violín con una etiqueta que pone Stradivarius”

 

F


FIDDLE.

Así le llaman al violín en el entorno folk tradicional en la cultura anglosajona. En rigor es el mismo instrumento. Pero si tocas el fiddle, tocas de otra manera.

FILETE.

Decoración estrecha de las tapas, que las protege. Más información en Anatomía de un violín.

FLAMEADO.

No se trata del Flameado de Moe. Muchos violines tienen el fondo y el aro como si hubieran sido “lamidos por las llamas”. La madera flameada es normalmente más cara. El dibujo que hace la madera se llama también rizo o aguas. Más información en “Escoger un violín”.

FLAUTANDO.

Producir un sonido como el de la flauta, lo cual se consigue produciendo muchos armónicos, tocando sobre el diapasón por ejemplo.

FONDO.

La tapa trasera de la caja del violín. Más información en Anatomía de un violín.

GLISANDO.

Deslizar la mano izquierda a lo largo de la cuerda mientras se toca, produciendo un tono cambiante continuo. Ver artículo los golpes de arco.

 

G


GRAN DETACHE.

Golpe de arco. Como el Detaché, pero empleando todo el arco. Ver artículo los golpes de arco.

GUARNICIONES.

Las partes metálicas de un arco.

 

I


INTERVALO.

Distancia entre dos notas.

 

J


JETTE.

Golpe de arco. Ver Ricochet. Ver artículo los golpes de arco.

 

L


LEGATO.

Ligado. Tocar las notas ligadas entre sí en un mismo golpe de arco.

LOURE.

Golpe de arco, parecido al Stacatto, pero más suave y redondeado, como un énfasis en cada nota. Ver artículo los golpes de arco.

LOBO (QUITALOBOS).

Un lobo es una nota falsa que es muy rara en el violín, pero no tanto en el violonchelo. Los lobos pueden eliminarse con un quitalobos, que elimina el efecto de tartamudeo.

LUBRICANTE.

Líquido especial para clavijas. Más información en “Cómo mantener el violín”

LUTHIER.

Profesional que construye y/o repara los instrumentos de cuerda. Puedes ver algunos en la sección en construcción “Luthiers”.

 

M


MANGO.

Parte del violín que une la caja con la cabeza del violín, y donde va sujeto el diapasón. Más información en Anatomía de un violín.

MARTELE.

Golpe de arco de mucha fuerza realizado con el brazo y todo el arco. Ver artículo los golpes de arco.

METRONOMO.

Aparato que marca el tempo con pulsaciones rítmicas ajustables.

MODOS.

Las distintas maneras o reglas compositivas en que se ordena una escala. Hay 7 principales que toman su nombre de los sistemas modales griegos: jónico, dórico, frigio, lidio, mixolidio, eólico y locrio.

 

N


NOTA PEDAL.

La nota que, en un pasaje de variolaje, no cambia.

NUEZ.

Las cerdas del arco se sujetan con la nuez, que puedes mover hacia delante y hacia atrás con el tornillo. Al final de la nuez está la corredera. Casi todas las nueces llevan una placa metálica. Más información en Anatomía de un violín.

 

O


OJO, OJO PARIS.

Es un elemento puramente decorativo. Consiste en un círculo de madreperla con un pequeño anillo metálico alrededor, que se suelen poner en clavijas, cordales, nueces y tornillos. Más información en Anatomía de un violín.

 

P


PASTILLA. (PICK UP).

Accesorio sensible a la vibración que convierte la vibración de las cuerdas en señales eléctricas, para conectar el violín acústico a un amplificador. Se suelen colocar en el puente.

PERNAMBUCO.

La madera más habitual y adecuada para construir arcos para instrumentos de cuerda. Más información en Anatomía de un violín.

PIZZICATO.

Este nombre tan gracioso indica que ha de tocarse no con el arco, sino pellizcando o punteando con los dedos, ya sea de la mano izquierda, o de la derecha. Ver artículo los golpes de arco.

PORTAMENTO.

Es el efecto de transición entre dos alturas de sonido, sin discontinuidad, ya sea ascendente o descendente. Su utilización es a menudo denostada porque puede esconder deficiencias técnicas de entonación. Cuando la diferencia entre nota inicial y final es de varias alturas se llamaría glisando.

POSICIONES.

Las diferentes alturas en relación al mástil en las que la mano izquierda se coloca para tocar las notas. Hay 10 posiciones, desde la primera al final del diapasón y progresivamente contando hacia el puente. También está la llamada “media posición”, que es un medio tono más bajo que la primera.

PUENTE.

Importante pieza sobre la que pasan las cuerdas, que se sujeta sobre la tapa con dos patas. El puente es el encargado de transmitir la vibración de las cuerdas a la caja de resonancia. Más información en Anatomía de un violín.

 

R


RESINA.

Lo que necesitan las cerdas del arco para sonar.

RUBATO.

Tocar con rubato consiste en “hacer la goma”, alargando o atrasándose con el tempo escrito, para dar expresividad personal a la composición. Muy usado en el romanticismo.

RICOCHET.

Golpe de arco. Consiste en una serie de spiccatos siempre hacia abajo, utilizando el rebote natural del arco sobre las cueras. Ver artículo los golpes de arco.

 

S


SALTILLO (SAUTILLE).

Golpe de arco que utiliza el rebote natural de las cuerdas para tocar las notas a mayor velocidad que el Spicatto. Ver artículo los golpes de arco.

SONATA.

Una composición para un instrumento solista, aunque hay para 2, 3, o más instrumentos. Además, le da su nombre a una estructura musical determinada que ha dominado la música de conciertos occidental.

SPICATTO.

Golpe de arco que utiliza las falanges para hacer levantar el arco de las cuerdas. Ver artículo los golpes de arco.

STACATTO.

Golpe de arco. Destacar las notas utilizando un mismo golpe de arco, sin separar el arco de las cuerdas. Ver artículo los golpes de arco.

STACATTO VOLANTE.

Golpe de arco. Destacar las notas utilizando un mismo golpe de arco, separando el arco de las cuerdas. Ver artículo los golpes de arco.

SORDINA.

Este accesorio apaga el sonido, en diferentes niveles según su tipo y calidad.

STRADIVARIUS.

Instrumento fabricado por Antonio Stradivari, el más famoso luthier de la historia, y el más influyente. No os perdáis el porqué de su leyenda en “El mito Stradivarius”

SUL PONTICELLO.

Sobre el puente. Golpe de arco que se realiza con el arco colocado “casi” encima del puente. Ver artículo los golpes de arco.

SUZUKI.

Método pedagógico, de violín, creado por Shinichi Suzuki, que ha popularizado tremendamente su aprendizaje. Está basado en las reflexiones sobre cómo los niños aprenden naturalmente a hablar. Para profundizar en el método, Leed este artículo.

 

T


TALON.

Parte semicircular del fondo del violín, donde el mango se une a la caja. Más información en Anatomía de un violín.

TAPA.

La parte superior de la caja y una de las piezas de madera más importantes. Más información en Anatomía de un violín.

TENSORES.

Pequeñas piezas para afinar las cuerdas que se colocan en el cordal. ¿Cómo afinar el violín?

TREMOLO.

Golpe de arco que se realiza repitiendo rápidamente la misma nota y cambiando la dirección del arco después de cada repetición. Ver artículo los golpes de arco.

TRINO.

Rápida sucesión de dos tonos distintos, realizado con la mano izquierda.

TORNILLO.

Es la parte del arco que se utiliza para tensar y aflojar las cerdas del arco. Más información en Anatomía de un violín.

TRIPA.

El primer material que se utilizó para las cuerdas del violín. Para saber más Las cuerdas del violín.

 

V


VARA.

La parte del arco que es de madera.

VARIOLAJE.

Alternancia rápida entre una nota estática y notas cambiantes, que forman una melodía por encima o por debajo de la nota estática. Esta técnica implica generalmente repetidos cruces de cuerdas y es común en la música de violín barroco. Un buen ejemplo se encuentra en las partitas de J. S. Bach.

VIBRATO.

Ay, el vibrato. En rigor sería la oscilación en torno a un tono realizado con los dedos de la mano izquierda, para producir un efecto expresivo y calidez que proporciona profundidad y brillo en el sonido. Hay diversas técnicas para producirlo, poniendo en juego la muñeca, el brazo, las falanges, o una combinación de todos ellos.

VOLUTA.

Figura decorativa en la parte superior del mango. Más información en Anatomía de un violín.

Fuentes: www.violinist.com

Guía Mundimúsica de Violín y Viola de Hugo Pinksterboer (Mundimúsica ediciones)

Wikipedia.

El violín interior

El violín interior

Dominique Hoppenot

Probablemente muchos ya conoceréis este libro que impactó en el mundo académico hace ya unos años. La enseñanza tradicional basaba gran parte de su eficacia en la adquisición de automatismos, más o menos inconscientes y habilidades a menudo puramente físicas o acrobáticas. Cambiando el paradigma del modo en que nos relacionamos con el instrumento, Dominique Hoppenot busca conectar con todos aquellos violinistas cuya relación con su instrumento constituye una historia tormentosa de sufrimiento, esfuerzo frustrante, esperanzas contrariadas. Hoppenot propone trabajar desde nuestro interior, analizando, de forma concienzuda y pormenorizada, pero también con increíble optimismo y entusiasmo, todos los factores que definen los éxitos o los fracasos, las barreras mentales,  la importancia y el respeto del cuerpo, la misión de la conciencia de sí mismo, la necesidad del placer, la relación pedagógica centrada en el alumno. Todo ello en una búsqueda interior de la armonía, de la realización personal plena, no sólo con el violín, sino con nuestro propio cuerpo.

Su lectura es fascinante para cualquier estudiante de violín, pero especialmente útil para todos aquellos que ya tienen cierta experiencia, un recorrido vital que a menudo los tiene insatisfechos y les ha hecho perder la ilusión inocente por la música. Salvo los excepcionalmente dotados por naturaleza, todo violinista ha sentido alguna vez ese bloqueo, impotencia ante ciertas empinadas cuestas que parecen volverse infranqueables, frustraciones con las que, si no las sabemos enfrentar, pueden terminar enquistando en nuestro espíritu un rechazo hacia el instrumento y hacia su cruel y constante exigencia de disciplina y trabajo.

“Se trata de un libro precursor cuya originalidad colmará a unos, inquietará a otros, pero cuyo contenido se convertirá mañana en evidencia para quien busca… y se busca.”

Pero se confunde quien piensa que la autora preconiza una forma indolente o relajada de aprender. Su relajación siempre es activa y ella no deja de alabar la obra del supuestamente prusiano Sevcik, cuyos ejercicios aconseja con entusiasmo.

Seguramente, el estudio del violín es uno de los caminos que más frecuentemente se abandona. Es fácil conocer a alguien que, al saber de nuestra dedicación, nos confiesa: “yo estudié un par de años, pero lo dejé”.

El violín interior

No diré que en “El violín interior” se encuentran las soluciones para evitar todas las trampas del camino y llegar a un final feliz. No es un libro de recetas ni de trucos fáciles que tanto se llevan ahora en internet. Pero sí que es inspirador, y que nos muestra como mínimo “la actitud” necesaria para conseguir lo que en definitiva debería ser siempre el objetivo final: la felicidad de hacer buena música, música hecha con el alma.

Cómo relajarse de forma positiva, cómo sentir el cuerpo como una unidad global, cómo estar en equilibrio, qué actitud hay que adoptar al tocar, cómo manejar el miedo, cómo enseñar…

Un texto imprescindible para alumnos, profesores y aficionados.

Os recomiendo que compréis el libro y lo tengáis presente para ojearlo de vez en cuando, pero aun así os dejo esta versión que podéis ir leyendo.

Contenido

  • El mal del violín
  • Un nuevo enfoque
  • Armonizar el cuerpo
  • Los instrumentos no se sujetan…
  • La sensación, una conciencia corporal
  • La dialéctica del gesto
  • La sonoridad en el corazón de la técnica
  • La afinación interior
  • El ritmo instrumental
  • Tonicidad y descontracción
  • Influencia de la respiración
  • La concentración
  • El intérprete y la expresión musical
  • Otro alumno, otro maestro…
  • ¿Qué significa estudiar?
  • Y el miedo…
  • Los niños
  • A modo de epílogo

Leer “El violín interior”:

El Violin Interior

 

Fuentes:

Violín y violinista, una relación siempre viva

Comprar el libro en El Argonauta

Practicando escalas con Carl Flesch

Antes que nada, avisar que este compendio de escalas no es recomendable para principiantes.

Aqui tenéis el Método completo, podéis imprimirlo, descargarlo o solamente hojearlo. Tened paciencia porque, dado el tamaño del archivo, tardará en cargar.

Descargar (PDF, 7.74MB)

Casi nadie se libra de practicar escalas, y hay tantos métodos y guías para realizarlas que resulta difícil escoger alguna. Para este artículo he escogido este Manual, algo antiguo ya, pero que puede ser muy útil para aquellos que ya tienen cierto nivel y quieren perfeccionar mediante ejercicios técnicos de escalas, arpegios, etc. más profundos y específicos.

Porque este método es realmente amplio, recoge todas las escalas mayores y menores en todas las tonalidades y en toda la extensión del diapasón (yo no puedo con muchos de ellos) y además es descargable gratuita y legalmente (creo) de la red.

El hecho de que se han indicado diferentes tipos de digitación posible, y a que algunas de esas variantes no son demasiado amigables (al menos para mí) añaden dificultad a este tipo de ejercicio. Lo cierto es que yo llevo unos meses con ellas y tengo que avisar que no son los ejercicios más divertidos del mundo. Hacedlos despacio y con infinita paciencia, y si podéis ponerles un poco de gracia y personalidad a los ejercicios, mucho mejor

Creo que no hay mejor comentario que los propios prólogos al método editados hasta el momento. Os los traduzco.

Notas de Carl Flesch a su Primera Edición

He dudado mucho antes de decidirme a publicar mi Sistema de Escalas trasladado a todas las tonalidades. Porque nunca me ha gustado que hubiera demasiadas publicaciones de este tipo. Además, a menudo se parecen entre sí y no hay en ellas ninguna idea nueva, que es lo que debería ser su razón de existir.

En el primer volumen de mi Arte del violín había publicado una serie de esclas y acordes rotos bajo el título “El sistema de escalas” que considero constituía una significativa innovación. Había intentado dirigir el trabajo diario desde las rígidas fórmulas técnicas habituales a una visión que permitía al alumno no favorecer una parte del mecanismo en detrimento de otra, sino que le obligaba a dividir su trabajo igualmente entre las distintas combinaciones técnicas más usuales.

Además he intentado resucitar la antigua manera en la que la vieja escuela francesa realizaba las escalas, una tradición que yo seguí en casa de mi viejo profesor Eugène Sauzay.

Muchos años de práctica han fortalecido mi convicción de que gracias, a su universalidad, su concisión, este sistema no sólo constituye una garantía segura de progreso continuo sino que representa el mejor medio de economizar tiempos y esfuerzos. Para llegar a este resultado era necesario sin embargo que el alumno cambiara cada día de tonalidad, transponiendo sucesivamente el modelo en Do mayor a los demás tonos, dado que en la primera edición por falta de espacio pude publicar solamente esa tonalidad.

Tres años después he tenido la ocasión de comprobar la influencia de mi sistema sobre los estudiantes. Fue una pequeña decepción observar que la mayoría sólo trabajaban en la tonalidad de Do mayor, con lo que el efecto era mucho menor. Pero el violinista que practica en todas las tonalidades tiene una gran ventaja sobre el que se contenta con una sola, siempre la misma. Y es es la razón que me empujó a publicar el sistema completo de escalas.

Algunas observaciones útiles para la realización de los ejercicios:

    1. El sistema de escalas puede servir tanto de ejercicio de afinación como de ejercicio de velocidad. En el primer caso debe ser tocado lentamente corrigiendo cada nota fallida, en el segundo caso es necesaria cierta velocidad acorde a la técnica individual.
    2. Se debe practicar una tonalidad distinta cada día.
    3. Los modos menores en dobles cuerdas están escritas en el modo harmónico, no melódico, para hacer uso de esos intervalos de segunda aumentada que habitualmente se descuidan. Sin embargo he utilizado por contra en las escalas menores simples la forma melódica, mientras ambas variaciones han sido combinadas en las terceras partidas.
    4. A fin de aprovechar al máximo el tiempo disponible he combinado los ejercicios de escalas con los ejercicios de arco. Estos golpes de arco pueden aplicarse también en los ejercicios de dobles cuerdas, en cuyo caso los intervalos no sonarían simultaneamente, sino alternativamente.
    5. El alumno puede, si es su deseo, añadir anotaciones dinámicas.
    6. Me ha parecido útil añadir, al final de cada escala algunos ejercicios en simple o doble cuerda en armónicos, dado que se practica escasamente esta especialidad.
    7. El orden de acordes introducidos aquí son los mismos que Sevcik introdujo en su Método de violín.

Consejos y comentarios del Editor (Por Max Rostal)

Se han incluido nuevas digitaciones acordes a los nuevos gustos, y se han situado debajo de las notas, mientras que las de Flesch se encuentran sobre las notas.

Algunos dedos de Flesch corren riesgo de ser malinterpretados. Por ello, he añadido explicaciones sobre ellos.

Mis dedos no son correcciones, sino alternativas al gusto de nuestros días y que pueden usarse en alternancia con los de Flesch. No comparto la opinión de que todas las escalas deben tocarse de la misma manera, porque, por razones musicales, cada una requiere a menudo digitaciones propias y adecuadas.

He indicado a veces dedos que facilitan la interpretación pero, ocasionalmente he utilizado dedos más difíciles con el fin de que los estudiantes practiquen las excepciones o por razones técnicas. El hecho de que pasajes parecidos se digiten de forma diferente proviene de mi intención de hacer experimentar ejercicios más diversos.

Si no se indican otras alternativas, los dedos de Flesch son los válidos.

He de lamentar que ocasionalmente mis dedos no son realmente comprendidos y parecen a algunos veteranos incluso absurdos. Para mí, es evidente que los dedos más fáciles no son siempre los más musicales y juiciosos. Si aceptamos que la idea artística está subordinada a la seguridad de ejecución, la práctica del violín se vuelve más fácil.

Cuando las digitaciones no se corresponden a los estereotipos habituales y conocidos, se les declara, demasiado a la ligera, “intocables y arriesgados”, e incluso, a veces, “absurdos”. Pero, en un instrumento de cuerda, la digitación es algo más que un intento de evitar dificultades. Hay en ello una parte importante del arte de la interpretación y, si no se presentan dificultades técnicas, no se elevaría el nivel técnico para resolver los problemas de interpretación.

En los suplementos, que creo importantes, aparte de los pasajes propuestos por Flesch he usado también escalas extendidas para ser tocadas en cada cuerda de una a dos octavas, y de la escala de tres octavas a la de cuatro.  En mi versión, las formas harmónica y melódica de la escala menor se han tratado separadamente. Para los ejercicios de dobles cuerdas, añado los intervalos no tratados por Flesch, tales como los unísonos, las cuartas, quintas y séptimas, y también he extendido el uso de sextas, octavas y décimas. Para los armónicos, aparte de los tocados de la forma habitual con el primer y cuarto dedos, también incluyo ejercicios de preparación para los dobles armónicos. Se han añadido escalas de tono completo y de cuarto de tono, usadas en la música del siglo XX. La técnica de la mano izquierda incluye también pizzicato, que debe ser ampliamente estudiado.

Algunos comentarios al Prefacio de Carl Flesch

  1. Propongo practicar las escalas no sólo como ejercicio de entonación y velocidad como sugiere Flesch, sino como entrenamiento de los cambios de posición y, más adelante, de vibrato. En los ejercicios de entonación no basta con corregir cada “nota fallida o falsa nota”. Es necesario sobretodo trabajar el ataque a la nota que reconocemos falsa para conseguir, de un movimiento seguro, el tono exacto sin corrección posterior, que siempre se nota. Así, mejoramos al mismo tiempo la apreciación de las distancias y los cambios de posición. Como punto de partida, tomaremos siempre la nota que se encuentra delante del tono reconocido como fallido. En los ejercicios de cambio de posición, hay que practicar el cambio de forma inaudible, contrariamente al expresivo glisando intencionado. Una de las formas de conseguirlo es comenzar realizando el cambio de posición preferentemente en un intervalo de semitono. Si he recomendado incluir también la práctica del vibrato, no aconsejo hacerlo sin embargo en la fase en la que aún cometeríamos muchos errores de entonación. Practicar invariablemente sin vibrato como muchos profesores recomiendan es un método desfasado, en mi opinión, puesto que la entonación también debe ajustarse cuando tocamos con vibrato. Actualmente los violinistas utilizan el vibrado para reforzar la belleza tonal, la intensidad y expresividad de diversas maneras. No se trata de utilizar el vibrato porque sí, sino de evitar los errores de vibrato no intencionados e incontrolados. Demasiado a menudo, la línea de sonido de tonos iguales se interrumpe involuntariamente, sobre todo en la últimas notas antes de un cambio de posición, sobre todo si nos servimos del cuarto dedo. Esta parada del vibrato se debe casi siempre, no a razones artísticas o interpretativas, sino a cierta pereza y negligencia. Es cierto que, en este caso, el ejercicio del vibrato continuo e ininterrumpido es mi objetivo, pero eso no implica que siempre haya que aplicar el mismo tipo de vibrato.
  2. Flesch aconseja cambiar de tonalida cada día, pero eso será el esfuerzo final sólo cuando las iniciales dificultades hayan sido vencidas, cuando no se trate ya de aprender la técnica, sino de mantenerla. Al principio debemos cambiar la tonalidad como mucho dos veces por semana.
  3. El sistema de Flesch de alternar entre las escalas harmónica y melódica cuando tratamos con tonalidades menores homofónicas y dobles cuerdas, puede en algunos casos llevar a confusión. Según mi experiencia hay que separar clara y estrictamente las escalas melódica y harmónica.
  4. Antes de comenzar con los ejercicios de arco recomendados por Flesch, el estudiante debe concentrarse antes en notas ligadas para separar los problemas de la mano izquierda de los de la mano derecha. Realmente es necesario comenzar por abordar cada dificultad técnica antes de combinar varias, mucho más adelante. El sistema de escalas sirve, en primer lugar, para desarrollar la técnica de la mano izquierda. El ejercicio de legato es precisamente el punto medio más adecuado para controlar que sean inaudibles los cambios de posición y los cambios de cuerda.
  5. Antes de practicar los reguladores dinámicos, aconsejo practicar el pianissimo con una presión fuerte de los dedos de la mano izquierda para conseguir la separación de ambas manos y evitar las presiones iguales de ambas cuando deben ser distintas. Demasiado a menudo, las fuerzas de las dos manos se igualan en lugar de comportarse de forma independiente. Además, el hecho de tocar pianissimo (fenómeno psicológico curioso) aumenta la capacidad de concentración de muchos violinistas, intensificándose durante los ejercicios. No será por tanto hasta más tarde cuando los ejemplos dinámicos indicados (piano subito, forte subito, crescendo,etc.) deben ser practicados.
  6. Con respecto a los armónicos, Flesch utiliza sólo los típicos en cuartas, de modo que los estudiantes son incapaces de tocar dobles armónicos correctamente. Por ello he añadido armónicos simples en terceras mayores y menores.
  7. He usado notación gráfica para evitar la notación alemana:

arch simbols

 

Cómo practicar el Sistema de Escalas:

  1. Al principio, y durante cierto tiempo, se evitarán las variaciones indicada por Flesch sobre los golpes de arco, que se deben ejecutar legato para conseguir buenos e inaudibles cambios de posición y cambios de cuerdas. Al principio, trabajar muy lentamente sucesiones de dos notas. Con gradual y cuidadosa aceleración para llegar a ligaduras de duración de una negra, dos negras, etc…
  2. En las partes de una octava (números de 1 a 4), señaladas separadamente para cada cuerda, trabajar primer la cuerda de la posición más baja y gradualmente ir subiendo a la posición más alta. En otras palabras, no empezar siempre en la cuerda Sol o en la secuencia impersa.
  3. Para todas las escalas menores practicar separadamente el modo melódico y el harmónico.
  4. Comenzar el ejercicio de escalas cromáticas en terceras con la digitación estática.
  5. Los pizzicato se practicarán y variarán a voluntad
  6. El sistema de escalas es demasiado extenso como para ejecutarlo cada día, ni siquiera limitándonos a una sola tonalidad. Para aprovecharlo mejor se puede seguir esta planificación:

1er Día: Escalas homofónicas números 1 a 4 con extensiones, terceras, octavas normales, décimas, armónicos normales anotados como 1/4.

2º Día: Escalas homofónicas sobre 3 octavas, número 5, unísonos, cuartas, sextas, octavas normales.

3er Día: Escalas de tonos entereos, quintas, octavas normales, octavas digitadas, armónicos digitados 1/3 y 1/4.

4º Día: Escalas homofónicas números 1 a 4, escala de cuarto de tono, octavas normales, armónicos de quinta, pizzicato de la mano izquierda.

5º Día: Escalas homofónicas de 3 octavas número 5, quintas, séptimas, octavas normales digitadas, armónicos de tercera mayor.

6º Día: Escalas de tono entero, unísonos, quintas, octavas normales, armónicos en tercera menor, pizzicato.

7º Día: Escalas homofónicas sobre tres octavas número 5, terceras, quintas, octavas normales.

Según esta planificación algunas secciones no son practicadas más que una vez a la semana, mientras que otras más importantes se ejecutan dos o tres, y las octavas normales todos los días.

Pero todas las propuestas son susceptibles de modificar según las necesidades.

ecientemente, sobre todo a partir de 1980, han surgido dudas acerca de la conveniencia o necesidad de practicar escalas, quizás en una búsqueda aparentemente falsa de originalidad y a una falta de capacidad. Pero estos ejercicios han rendido servicio a generaciones de intérpretes célebres. Heifetz, por ejemplo, estaba convencido de su valor y las exigía a sus alumnos tanto como a sí mismo.

En la edición de “Ejercicios y escalas” de Engène Ysayë, los hijos del autor comentaban: “podemos afirmar por otra parte que estos “Ejercicios y escalas” constituían la base de la gimnasia técnica matinal de Eugène Ysayë, a los cuales él añadía variaciones improvisadas de deslumbrante fantasía.”

Joseph Szigeti escribió, en el prefacio de esta misma edición, que las escalas constituyen un factor tan invariable en nuestro bagaje,  que cada sistema de escalas sólo se parece a sus predecesores y contemporáneos cuando se los observa superficialmente y sin perspectiva histórica.”

Además, la necesidad de practicar sistemas de escalas se refuerza por el hecho de que, en los programas de los grandes concursos internacionales de violín, como los Yehudi Menuhin en Paris o el Fritz Kreisler de Graz, la interpretación de escalas es obligatoria.

Max Rostal, Berna, 1986

Ivry Gitlis, alumno aventajado de Carl Flesch, con su insultante facilidad.