Elvis y la Barcarola de Offenbach

Jacques OffenbachA Jacques Offenbach, compositor francés nacido en Colonia (Alemania) hace exactamente 193 años, se le recuerda sobre todo por su gran aportación al género de la opereta, un teatro musical ligero en el que se alternan partes recitadas con otras cantadas, además de danzas. De hecho se le suele considerar como el padre de este género, que llegará a su máximo esplendor en la Viena de fin de siglo y que de alguna manera podemos considerar como el precursor más importante del moderno musical.

SIn embargo hoy aprovechamos su aniversario para recordar las dos únicas óperas (utilizando este término en sentido estricto) que compuso: Die Rheinnixen (Las hadas del Rin) y Los cuentos de Hoffmann. Tal como sugiere el mismo título, el libreto de esta última se basa en varios cuentos de uno de los más importantes exponentes del romanticismo negro, el escritor alemán E.T.A. Hoffmann, incluyendo su relato más famoso, El hombre de arena. Aquí Hoffmann explora uno de los temas del imaginario romántico muy presente también en la literatura fantástica posterior y en el cine: el del autómata, o los intentos de la ciencia y la tecnología de construir un ser humano. Este mismo cuento sirvió de inspiración a Paul Berry para la realización de un cortometraje de animación con la técnica stop motion que obtuvo una nominación al Óscar en 1992.

El número más famoso de Los cuentos de Hoffmann y, junto con el cancan de la opereta Orfeo en los infiernos, de todo el repertorio de Offenbach es sin duda la barcarola Belle nuit, ô nuit d’amour.  Curiosamente, el compositor francés no lo escribió para esta ópera, sino para la otra que citamos arriba, Die Rheinnixen, en la que era la canción de los elfos. Offenbach murió sin poder terminar Los cuentos de Hoffmann, tarea que llevó a cabo Ernest Guiraud, quien, además de completar la orquestación y escribir los recitativos, incluyó en la partitura este dúo para soprano y mezzosoprano, en el vídeo siguiente interpretado por Anna Netrebko y Elina Garanča.

En la representación de la ópera, la mezzosoprano tiene que caracterizarse de hombre, pues el personaje que interpreta es el de Nicklausse, un amigo de Hoffmann (el protagonista de la ópera de Offenbach es el mismo poeta que la inspiró), quien canta la barcarola junto con Giulietta, una cortesana veneciana, en un palacio a orillas del Gran Canal.

Esta pieza tiene un carácter melancólico y ensoñador, muy similar al carácter de la ciudad lagunar al atardecer, al que sin duda contribuyen tanto el compás binario compuesto (6/8) como la reiteración de prácticamente todas las frases. Posiblemente ese carácter sea la razón por la que Roberto Benigni la eligió para que sonara en dos momentos de su película La vida es bella (tres Óscars, uno de los cuales fue para la mejor banda sonora): en el momento 24:17, cuando Guido, el protagonista, va al teatro donde representan Los cuentos de Hoffmann para encontrar e intentar conquistar a Dora y en el momento 1:32:08, en el que Guido aprovecha un descuido de los nazis para poner la barcarola por la megafonía y transmitir así a Dora el mensaje de que tanto él como el pequeño Giosué están bien. De todas formas, lo ideal es ver la película completa, si todavía no lo habéis hecho.

En el cine hay también una curiosa versión en clave de rock and roll, nada menos que del rey de este género, Elvis Presley. Se titula Tonight is so Right for Love y pertenece a la banda sonora de G.I. Blues, la primera película que protagonizó Elvis tras volver de los dos años que pasó en Alemania prestando el servicio militar.

Para finalizar, a continuación tenemos la partitura del arreglo que he preparado para flauta dulce soprano, alto y piano.

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Happy birthday, Paul McCartney

Esta entrada está dedicada a dos amigos, dos docentes que son un gran ejemplo para mi y que también cumplen años hoy: Fernando Trujillo y Felipe Zayas.

Paul_McCartney live in DublinGeneralmente los instrumentos están pensados y construidos para los diestros. En el caso de los instrumentos de teclado, como el piano (y también de ciertos instrumentos de percusión de altura determinada, como el xilófono o el vibráfono) para el principiante zurdo es un poco más complicado destacar la melodía, que en las obras elementales suele estar encomendada a la mano derecha, sobre el acompañamiento, pero con el tiempo (y el estudio de Bach) esto se supera pues uno de los objetivo técnicos más importante de todo pianista es conseguir la máxima igualdad entre los 10 dedos de las manos. Al fin y al cabo, tanto la postura corporal como los movimientos a realizar con las dos mitades de su cuerpo son idénticos. Eso sí, en el caso del piano, el pedal de resonancia, el que se usa constantemente, obviamente está a la derecha.

Cuando pasamos a los instrumentos de viento, ya notamos cierta asimetría, siempre pensada para encargar a la mano derecha eventuales tareas más complejas, aunque los zurdos suelen adaptarse a ella con más facilidad, pues, si exceptuamos instrumentos como el trombón, el cometido de los dedos de ambas manos es tapar o destapar agujeros o llaves.

Sin embargo la cosa se complica notablemente cuando llegamos a los instrumentos de cuerda pulsada o frotada, pues en éstos las dos manos realizan tareas totalmente diferentes. La construcción de los instrumentos de la familia del violín no permite la simple inversión de las cuerdas -es decir la solución que adoptó Jimi Hendrix dándole la vuelta a la guitarra para poder usarla más cómodamente- no sólo porque en su interior tenemos dos partes llamadas alma y barra armónica que tienen que estar respectivamente debajo de las cuerdas agudas y graves, sino porque la tapa y el fondo, es decir las dos tablas principales de la caja de resonancia, no son planas como en la guitarra, sino abombadas, teniendo diferentes espesores en cada punto. Aún así, sí sería posible construir violines, violas, violonchelos o contrabajos para zurdos, o incluso adaptar uno existente, pero entonces surgiría otro problema. En la orquesta, e incluso en los grupos de cámara más numerosos, hay que tener en cuenta el espacio que se necesita para mover libremente el arco sin chocar con el de al lado. Un instrumento montado del revés crearía graves problemas de disposición (y posiblemente también de convivencia pacífica). Por todas estas razones, los instrumentos de cuerda frotada se suelen tocar de la misma manera tanto si se es zurdo como diestro.

Cutaway

Cutaway

En la guitarra es bastante más fácil hacer la inversión de cuerdas a la que nos referíamos antes. Uno de los pocos problemas que puede surgir con ciertas guitarras (la mayoría, en el caso de las eléctricas) es la posición del cutaway, una muesca realizada en el lado inferior de la caja de resonancia que sirve para facilitar el manejo de los trastes agudos por parte de la mano izquierda. Eso no fue un problema para Jimi Hendrix, que se acostumbró tanto a su Stratocaster que nunca llegó a encargar una especial para zurdos.

Paul McCartney, también zurdo, solucionó el problema con un bajo eléctrico con forma simétrica, el Höfner 500/1, también llamado violin bass por su peculiar forma.

El músico que fue, junto con John Lennon el alma de los Beatles, cumple hoy 70 años. Para él va un afectuoso recuerdo y el deseo de que cumpla muchos más siguiendo musicalmente tan activo como ahora.

Entre las obras que compuso para el cuarteto de Liverpool, la mayoría en dúo con Lennon, está Eleanor Rigby, canción que se diferencia bastante de la mayoría de las anteriores, no sólo por su texto profundamente triste, que retrata trágicamente la temática de la soledad, sino también por sus características musicales, desde la armonía, en modo dórico, a la instrumentación original, un octeto de cuerda.

El dúo Lennon/McCartney posee el récord de la canción más versionada de la historia del pop con Yesterday, nada menos que 1.600 covers diferentes. Eleanor Rigby no llega a tanto pero se le acerca bastante. Numerosos músicos de géneros diferentes -jazz, rock, soul, bossa nova y un largo etcétera- quisieron dejar su propia visión de esta preciosa melodía. Haciendo clic en sus nombres, podrás escuchar a algunos de ellos: Sarah VaughanJoan BaezCaetano Veloso,  Ray Charles, Chick Corea y Gary BurtonAretha Franklin o el grupo The King’s Singers, este último en una curiosa versión a cappella.

Eleanor Rigby también ha captado la atención de algunos grandes intérpretes clásicos: en el siguiente vídeo Joshua Bell hace alarde de su gran virtuosismo violinístico y su profunda expresividad.

Finalmente, la versión para flauta dulce, para que mis alumnos y alumnas conozcan un poco más y sobre todo disfruten de uno de los hitos de la historia de la música pop. El la de los compases 21 y 25 es una blue note, que debería ser ejecutada “desafinada”, ligeramente por debajo de su afinación normal,  algo no muy fácil de conseguir con las flautas de plástico y que se podría intentar tapando también los agujeros de los dedos medio, anular y meñique derechos.

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De la música a la imagen y viceversa

Edward ElgarHay tres entradas de este blog en las que podemos ver y escuchar sendos episodios de las películas Fantasía y Fantasía 2000, concretamente los que contienen obras de Respighi (las ballenas voladoras), Saint-Saëns (los flamencos y el yoyó) y Ponchielli (los hipoótamos en tutú).

Hoy es el turno de Edward Elgar, por ser el 155º aniversario de su nacimiento: su famosa marcha Pompa y circunstancia sirve de fondo musical para la  narración de la historia bíblica del diluvio universal, con la actuación estelar del pato Donald en el rol de Noé.

El proceso creativo de este episodio -de manera similar a todos los demás que componen las dos películas- es el inverso del habitual: a partir de la música pregrabada y sin modificar un solo compás, los estudios Disney han diseñado la animación sincronizándola perfectamente con la banda sonora.

Mientras navegaba en Internet buscando el vídeo anterior, me encontré con otra película muy curiosa que me ha sorprendido gratamente. Un compositor de música de cine cuyo nombre es Sherief Abraham ha vuelto a invertir el proceso: ha sustituido la banda sonora de ese fragmento de Fantasía 2000 por una obra musical compuesta por él únicamente con el fin de acompañar la animación. El mismo autor nos cuenta que la motivación para este trabajo ha sido realizar un divertido ejercicio para seguir aprendiendo:

“This is a fun re-score of Disney’s fantasia segment Pomp and Circumstance. I did so for my own education.”

La ejecución no está a cargo de una orquesta real, sino que el mismo autor la ha realizado enteramente por ordenador utilizando una tecnología de software llamada VST (Virtual Studio Technology) con un resultado bastante bueno.

Además de agradecerle a Sherief su generosidad por compartirlo libremente en la red y permitirnos así disfrutarlo, también quiero felicitarle por su gran habilidad para dar sonido a las imágenes.

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Melchior Franck y el canon circular

Da pacem DomineMelchior Franck fue un compositor muy prolífico a pesar de haber tenido una vida nada fácilLa región de Coburgo, el pueblo bávaro en el que Franck pasó la mayor parte de su vida, sufrió toda la Guerra de los Treinta Años y tardó mucho en recuperarse de los combates, los saqueos y las epidemias que caracterizaron ese largo período. Como consecuencia, Franck, que ya había perdido a su mujer y a dos de sus hijos durante el conflicto bélico, murió solo y pobre hace exactamente 373 años.

Desde el punto de vista musical, la obra de Melchior Franck se enmarca en una etapa de transición entre el Renacimiento y el Barroco y de conciliación de la polifonía de la música sacra del catolicismo con la sencillez de la música del culto luterano. De hecho, dentro del entramado polifónico de sus más de 600 motetes podemos distinguir cierta simplificación del contrapunto, renunciando a la artificiosidad para mantener la inteligibilidad del texto, y ciertos elementos típicamente barrocos, como pasajes homofónicos y el empleo del bajo continuo.

Además de los motetes, Franck compuso numerosas obras de otros géneros, entre los cuales hay bicinia, tricinia (obras didácticas a dos y tres voces respectivamente), quodlibets (dos o más melodías populares diferentes unidas en una única pieza mediante una elaboración contrapuntística) y obras instrumentales, incluyendo danzas. Un ejemplo de este último género es la siguiente Pavana.

Hay una obra de este compositor que casi todos los que cantan o han cantado en un coro polifónico conocen: el canon Da pacem Domine, una de las primeras piezas a 4 voces a las que se enfrentan los coros principiantes. No se puede decir que sea realmente una pieza simple de ejecutar de manera satisfactoria, ya que justamente por su escritura sencilla necesita también una gran limpieza de timbre y afinación, pero tiene ciertas ventajas didácticas que conviene utilizar en la iniciación al canto polifónico:

  • sólo hay que aprender 6 compases, lo que facilita su memorización, algo fundamental en los coros de aficionados, ya que la mayoría de sus miembros no saben leer una partitura;
  • su ámbito es muy limitado, tan sólo una quinta, lo que evita que los problemas técnicos vocales distraigan de las cuestiones musicales;
  • no modula, permaneciendo todo el tiempo en la tonalidad principal sin emplear tampoco ninguna alteración;
  • los primeros ensayos son muy rentables: todo el mundo trabaja al unísono hasta que salga bien, entonces se divide el grupo en 2 voces y finalmente en 4. De esta manera se aprovecha mejor el tiempo y nadie se aburre mientras las otras tres voces aprenden su parte;
  • es un canon circular, así que podría prolongarse perpetuamente si cada una de las voces siguiera cantando su parte una y otra vez, lo que da juego para variar la manera de empezar y sobre todo de terminar la ejecución, evitando la monotonía en los ensayos.

En YouTube hay varias decenas de interpretaciones de este canon, todas ellas de coros infantiles o de aficionados. Lamentablemente tienen una calidad de grabación bastante baja, tanto de vídeo como de audio. Entre ellas he elegido la que me parece que mejor puede dar una idea.

Los 6 compases de Da pacem Domine son los siguientes:

Da pacem Domine (propuesta)

Los tres signosindican las entradas de la segunda, tercera y cuarta voz respectivamente, con una particularidad que hay que tener bien en cuenta: es un canon a la cuarta inferior, así que la segunda y la cuarta voces deberán ser transportadas este intervalo.

En la siguiente partitura interactiva, un arreglo que he preparado para la flauta dulce, el canon está desarrollado de una de la muchas maneras posibles: tras la exposición de la melodía por parte de la primera voz (o de todas al unísono si se prefiere), empieza el juego contrapuntístico con la entrada escalonada de las 4 voces que repiten dos veces la melodía completa. Además, para finalizar juntos, la primera voz canta una vez más la primera frase mientras que la segunda y tercera sólo ejecutan el fragmento necesario para acompañarla.

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Verdi y el canal de Suez

Canal de Suez con el Ferdan Railway Bridge

Hay una creencia muy extendida según la cual en la inauguración del canal de Suez se habría representado la ópera de Giuseppe Verdi Aida. Esta información, aún siendo totalmente errónea, está presente en innumerables sitios web, sobre todo blogs y foros, lo que facilita su redifusión por parte de cualquier usuario de la red que la tome por buena. A veces también caen en la trampa los periodistas profesionales, que demasiado frecuentemente se documentan de manera inadecuada, como es el caso del autor de este especial de Antena3 Noticias, que, hablando del canal de Suez, dice textualmente:

En un mes de noviembre de 1869, el día 17, se inauguró esta obra faraónica con la interpretación de ‘Aida’, de Verdi, compuesta para la ocasión.

Lo único cierto de esa afirmación es que efectivamente ese día se inauguró esa vía de 163 kilómetros de longitud que permite navegar de Europa al sur de Asia y viceversa sin tener que rodear África, pero la música que acompañó ese evento no fue la ópera de Verdi, sino la Egyptian March Op. 335 de Johann Strauss II.

Probablemente el equívoco se debe no a una sola sino a varias causas. En primer lugar, inicialmente Verdi recibió un encargo para componer un himno (no una ópera) para la inauguración del canal, pero lo rechazó. Otra razón es que, coincidiendo con ese acontecimiento, tan sólo un par de semana antes, también se inauguró el Teatro Real de la Ópera (Khedivial Opera House) de El Cairo con la representación de una ópera de Verdi. Pero no se trataba de Aida, sino de Rigoletto. Finalmente, Aida fue estrenada en ese mismo escenario, pero eso no ocurrió hasta el 24 de diciembre de 1871, cuando ya habían pasado más de dos años desde la inauguración de ambas obras. Así lo cuentan en la página oficial del teatro:

Contrary to general belief, Aida was not commissioned for the inauguration of either Opera House or Suez Canal. In fact, the Opera House opened with Rigoletto, an earlier masterpiece by Verdi. Aida was first performed in 1871.

El edificio del cual trata el párrafo citado fue totalmente destruido por un incendio hace más de 40 años. La plaza en la que estaba situado mantiene el antiguo nombre de Plaza de la Ópera, aunque el nuevo Teatro de la Ópera, construido en 1988, esté en otro lugar.

Además de esos hechos históricos, la ambientación de Aida en el antiguo Egipto sin duda ayudó y sigue ayudando a la propagación de este equívoco.

El título de la obra es el nombre de su protagonista, una princesa etíope capturada en una expedición militar de los egipcios, que ignoran su identidad. En su cautiverio se enamora, correspondida, de Radamés, un comandante del ejército del faraón, lo que pone a ambos en un dilema, teniendo que elegir entre la persona amada y su patria.

Este conflicto interior se acentúa cuando, de vuelta de una nueva ofensiva a Etiopía, Radamés trae prisionero al padre de Aida, desconociendo que se trata del rey enemigo, que cree muerto en la batalla. El faraón, para premiar a Radamés por el éxito, le ofrece a su hija como esposa y le invita a pedir cualquier deseo. Por amor a Aida, Radamés pide la liberación de los prisioneros, que se le concede con la excepción de la misma Aida y de su padre, quienes son retenidos como garantía de que los etíopes no intentarán organizar una venganza. Sin embargo el rey etíope obliga a su hija a sonsacar a su enamorado la posición del ejército egipcio y, una vez conseguida esa información, a huir con él.

La traición involuntaria de Radamés es descubierta y castigada severamente: será enterrado vivo, pena que acepta con resignación por el consuelo de saber que Aida está a salvo. Pero cuando sus verdugos lo abandonan en el sótano que será su tumba y sellan su única vía de salida, Radamés se da cuenta de que no está solo: Aida se ha escondido allí para morir entre sus brazos.

En la larga lista de arias famosas de esta ópera destacan Celeste Aida (Celeste Aída), Qui Radames verrà (Radamés vendrá aquí) y Ritorna vincitor (Vuelve victorioso). El vídeo siguiente contiene una versión bastante curiosa de esta última aria, perteneciente a la versión cinematográfica rodada en 1953 en la que Sophia Loren interpreta a Aída con la voz de Renata Tebaldi.

Sin embargo el número más popular de esta ópera no es un aria sino una sección coral, Gloria all’Egitto, que contiene a su vez la marcha triunfal que acompaña la entrada en la ciudad del ejército victorioso de Radamés a final del segundo acto.

El tema principal de la marcha triunfal está pensado para un instrumento construido expresamente para esta ópera: una trompeta natural a la que se le añadió un solo pistón. A diferencia de las trompetas modernas, que gracias a sus tres pistones pueden tocar todas las notas incluidas en su extensión, las que podemos observar en el vídeo son muy limitadas en este sentido por lo que, en el momento en que hay una modulación a un tono lejano (lo que se da en el minuto 0:49), es necesario utilizar otro instrumento similar de diferente longitud. En este caso concreto, las dos secciones no suelen estar a cargo del un mismo instrumentista que cambia de trompeta, sino de dos músicos distintos, no sólo porque no da tiempo a realizar el cambio, sino por exigencias teatrales pues estos músicos de la orquesta no tocan en el foso como sus compañeros sino en el escenario, donde actúan como figurantes contribuyendo también visualmente al exotismo de la obra. Esta última función de este instrumento debe haber sido la razón principal del su uso, ya que esa melodía se puede realizar con una trompeta moderna sin que se note mucho la diferencia evitando múltiples desventajas, como por ejemplo la dificultad de transporte y de manejo en el espacio destinado a la orquesta, además del coste añadido.

Ya sea con trompetas naturales o modernas, este fragmento musical suena muy brillante y solemne, un carácter que obviamente no se puede conseguir con una flauta dulce. Aún así, he arreglado esta marcha para este instrumento de manera que mis alumnos y alumnas puedan disfrutar tocándola. La sección central tiene bemoles, en sentido literal, por lo que, si todavía no se tiene un nivel suficiente para tocarla, es preferible permanecer en silencio y retomar cuando se vuelve a la tonalidad principal (compás 38).

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