Tiempo de villancicos

Árbol de NavidadComo todos los años por estas fechas, ya estamos metidos de lleno en el estudio con la flauta dulce de algunas canciones navideñas. Las tocaremos en el pequeño concierto que ofreceremos a los compañeros y compañeras de otros cursos y luego, ya en vacaciones, seguiremos tocándolas en casa, para alegrar la fiesta y, ¿por qué no?, demostrarles a Papá Noel y a los Reyes Magos que nos merecemos los regalos que nos están preparando.

Muchos de estos villancicos ya los tocamos el año pasado con los alumnos y alumnas de los cursos superiores (este año todos mis chicos y chicas están en 1º de ESO) y sus partituras ya están en entradas antiguas de este blog. Más de un alumno me ha dicho que se pierde mucho tiempo en localizar esas entradas, así que pongo a continuación los enlaces a las páginas correspondientes de Noteflight, donde además de poder imprimir las partituras, es posible escuchar y ensayar los villancicos junto con un acompañamiento cuya velocidad se puede regular según  las necesidades del momento.

Tan pronto como encuentre el tiempo necesario, arreglaré y publicaré uno o dos villancicos más.

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Utilización de blogs en la educación



Ponencia que estoy impartiendo en el programa de formación del profesorado gallego en el marco del P.Abalar (Escuela 2.0).


Utilización de blogs en la educación



Ponencia que estoy impartiendo en el programa de formación del profesorado gallego en el marco del P.Abalar (Escuela 2.0).


Otoño

Firma de Antonio VIvaldiEntre las obras de Antonio Vivaldi hay una cuyo título es Il cimento dell’armonia e dell’inventione, una colección de doce conciertos para violín y bajo continuo. Los primeros cuatro de esos conciertos son tan famosos que tanto las partituras como las grabaciones son casi siempre publicadas separadamente bajo el título de Las cuatro estaciones.

Esta “colección en la colección” no es arbitraria, pues esos primeros cuatro conciertos tienen en común una característica muy interesante: el músico veneciano los compuso basándose en otros tantos sonetos que él mismo escribió, intentando recrear con música las imágenes evocadas por el texto. Así, por ejemplo, el poema que dio lugar al tercer concierto, dedicado a la estación que hoy tiene comienzo en el hemisferio norte, nos presenta imágenes otoñales de la campiña, empezando con las fiestas y los bailes por la buena vendimia, siguiendo con los resbalones y el sueño de los que se han excedido con el vino y terminando con escenas de cacería, en las que aparecen armonías típicas de los cornos y disparos de escopetas.

La interpretación que he elegido es la de un violinista que está entre mis preferidos, un jovencísimo Nigel Kennedy, que ya hemos tenido ocasión de escuchar en este blog, tocando el concierto de otra estación, El invierno, y el doble concierto de Bach.

El estribillo del primer movimiento de este concierto lo he arreglado para flauta dulce de manera que mis alumnos y alumnas de primero de ESO puedan ensayar el si bemol de manera entretenida y agradable.

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Los Picapiedra

Los Picapiedra (en su país de origen The Flintstones) viven en un extraño mundo prehistórico cuyos habitantes tienen los hábitos y los problemas típicos de las familias americanas desde hace 50 años, los que han pasado desde el estreno de la serie de animación de la que son protagonistas.

La música de la secuencia de apertura, muy pegadiza, ha convocado delante de la tele a varias generaciones de niños; por eso los que ya no somos tan niños la conocemos tan bien como la infancia del siglo XXI.

Lo que muy pocos conocen (y tengo que confesar que yo mismo sólo lo conozco desde ayer) es el nombre del compositor de esa melodía tan alegre y simpática: se llamaba Hoyt Curtin y pasado mañana hará exactamente 88 años que nació en California, donde murió a finales del año 2000.

Pocos días antes del comienzo de un nuevo curso escolar, añadimos al repertorio a repasar o a estudiar, según los casos, esta nueva pieza para flauta dulce, dedicada especialmente a mis nuevos alumnos y alumnas de 1º de ESO: ¡bienvenidos al Instituto!

Al no tener notas alteradas, esta melodía no debería resultar especialmente complicada de tocar. Tan sólo una recomendación: la emisión de las notas graves (do y re, sobre todo) es más simple si usamos el truco que consiste en soplar aire caliente.

Si, por otro lado, lo que se nos resiste es la velocidad y preferimos estudiarla más despacio, haremos clic en el botón que está justo debajo de la partitura, en el lado derecho, donde está escrito noteflight: se abrirá una ventana con la partitura más grande y varios comandos, incluyendo el que permite variar el tempo, que está abajo a la izquierda.

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