LAS NOCHES DE ESTÍO



Les nuits d'été
es el   sugerente título  que da nombre a la colección de seis canciones compuestas  por Héctor Berlioz en 1841 sobre textos del escritor también francés  Théophile Gautier. Las escribió en primer lugar para voz y piano publicando posteriormente la versión para voz y orquesta.
A continuación una de ellas: Ausencia.
Louis-Hector Berlioz. (Wikipedia)




Ausencia
Vuelve, vuelve, amada mía;
como una flor lejos del sol,
la flor de mi vida está cerrada
lejos de tu sonrisa bermeja.
¡Entre nuestros corazones, qué distancia!
¡Tanto espacio entre nuestros besos!
¡Oh, suerte amarga! ¡Oh, dura ausencia!
¡Oh, grandes deseos insatisfechos!.
De aquí y de allá, cuántos campos,
cuántas villas y aldeas,
cuántos valles y montañas,
¡hasta cansar los pies de los caballos!

Y aquí el ciclo completo: una delicia romántica para hacer más llevaderas las sofocantes noches veraniegas.

 

AQUÍ los textos originales y  traducidos.

Entrada relacionada: Fantástico vals

Johnny Lau (Perú): Tú – Concurso internacional online de Composición de Canciones

Presentamos una nueva candidatura al certamen de composición de canciones originales LBDC, nuestro concurso online para songwriters, enviada desde Lima: 



Johnny Lau se perfila como uno de los exponentes más importantes del R&B latino.Cantautor peruano de R&B en español. Johnny Lau fusiona el romanticismo de la música latina con el groove y el soul de la música afroamericana. 

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CÉCILE CHAMINADE

                                                              

Foto Wikipedia
Escuchaba ayer con atención y agrado el estupendo programa radiofónico La música  que habitamos  que  Miriam Bastos  dedicaba a las compositoras del siglo XIX (Mujeres y creación musical en el siglo XIX) y del que me llamó especialmente la atención la parte dedicada a  Cécile Chaminade. 
Chaminade, famosísima compositora y  pianista francesa que nació en 1857 y murió en 1944, fue una niña prodigio que se dedicó por completo a la música alcanzando un extraordinario éxito tanto en Europa como en América. Respetada y admirada por el público  durante su vida, su excelente y muy extensa obra cayó en el más absoluto olvido tras su muerte. Sin embargo se  conoce mucho sobre su actividad y también  sobre cuánto  tuvo que soportar en lo que a crítica especializada y opiniones se refiere.
Nos cuenta Miriam Bastos cómo a principios del siglo XIX se desarrolló  una teoría que consideraba  al carácter  femenino como  emocional, subjetivo y pasivo frente al objetivo, lógico y activo carácter masculino; esta teoría tendría su aplicación a nivel musical: las mujeres deberían componer formas menores de carácter sensible e intimista dejando a los varones las grandes formas y la música de mayor complejidad y fuerza. 
Afortunadamente esto no impidió a las creadoras desarrollar su capacidad y potencial artístico pero se constituyó en un enorme escollo para ellas, una enorme dificultad añadida a la ya difícil situación que enfrentaban aquellas que intentaban conciliar su vida, su educación y su papel en la sociedad con la práctica de la música. Aún siendo apoyadas en muchos casos  por sus familias, hubieron de sufrir las críticas de los "expertos opinadores y comentaristas musicales". Y es que el mundo de la crítica musical, territorio  masculino por demás, no se lo puso nada fácil a ninguna de ellas, como ya podréis suponer.

Chaminade inició brillantemente su carrera como concertista de piano y compositora cultivando grandes y pequeñas formas tanto vocales como instrumentales, actividad esta que supo conducir con inteligencia cuando se vio en la necesidad de "vivir solo de la música" tras la muerte de su padre; fue entonces cuando  orientó su producción a un ámbito  más "comercial" centrado en el piano y las canciones  que le posibilitó la subsistencia y le granjeó una fama extraordinaria. Experta y meticulosa supo hacer la música que le exigían las circunstancias mientras componía obras de enorme complejidad y rigor. 
Algunos  críticos le reprocharon, en según qué ocasiones, tanto un exceso de "feminidad" como un exceso de "masculinidad"; muy coherentes ellos. 

Nos aproximaremos a su música con  la que se considera, sin duda, su obra más conocida: el famosísimo Concertino para flauta. Atentos a la presentación que hace el director Benjamin Zander, al que ya os presenté en esta Clase magistral.


Como ejemplo de su obra pianística, uno de sus Seis estudios de concierto (el  Op. 35 nº2)  de gran virtuosismo y belleza, al más puro estilo del romanticismo, titulado Otoño (Automne).

 

Tras la Primera Guerra Mundial, durante la que se dedicó a dirigir un hospital para heridos de guerra, publicó, entre otras, esta impresionante pieza titulada Au pays debasté Op.55 (creo que no necesita traducción).  Nos la ofrece el profesor Miguel Sancho Sancho que la publica con motivo del 8M y a quien espero que no le moleste el atrevimiento de compartirla en este espacio. Desde aquí le doy las gracias y le felicito por tan preciosista y exquisita interpretación.

   

Dedicamos esta entrada a todas las mujeres que lucharon por ser ellas mismas frente a la hostilidad y los obstáculos que imponía el patriarcado y, especialmente,  a todas las que hoy lloran la pérdida de sus hijos en las guerras  o  luchan por sacarlos adelante solas. 
  
La música que habitamos  (Enlace a la página del programa de RTVE)

Para saber más:

Cécile Chaminade. Un viaje musical a la Francia de la Belle Époque. Pelayo Jardón. (Mundoclasico.com)

RUSALKAS

Imagen: Agustín Moreno

El pasado enero, cuando comenzaba la gran nevada,  nuestro compañero Agustín Moreno tomó esta fotografía de una de las esculturas que hay junto al estanque del Retiro. Se trata de una sirena  que con su lira  parece cantar al invierno. La imagen es más que una  figura en el paisaje; es toda una evocación poética, una invitación a la belleza  que nos da pie a ahondar un poco más en el conocimiento de esas míticas ninfas acuáticas,  musicales  y algo siniestras a las que los pueblos eslavos  llamaron Rusalkas.

Cuando una muchacha se ahogaba accidental o voluntariamente, tornábase en una  Rusalka, divinidad de las aguas. Esta creencia era común a todos los pueblos eslavos. [...] La vida de estos seres era doble: acuática y forestal. Hasta principios del verano, es decir, hasta la semana de las Rusalki, vivían en el agua. A partir de este momento salían del elemento liquido para morar en los bosques. Solían escoger un sauce o un abedul de ramas péndulas sobre el agua y en él se subían y se instalaban pasando horas y horas en contemplarse en el agua que tenían a sus pies, como en un gran espejo. Durante las noches de luna llena se balanceaban en las ramas, se interpelaban, reían,  cantaban...

Juan B. Bergua. Mitología universal. Clásicos Bergua. Madrid 1979.

Aunque las rusalkas cantoras de las aguas gustaban de atraer a los incautos que se acercaban por las inmediaciones y llevarlos consigo a las profundidades hubo sin embargo una famosa excepción: la protagonista de la ópera que el compositor checo Antonin Dvorak tituló precisamente Rusalka y que se estrenó en Praga en 1901. En ella, la ondina de los lagos le pide a una bruja que la transforme en mujer para vivir el amor con un joven príncipe; la bruja lo hará a cambio de su voz,  como en el  famoso cuento de H.C. Andersen en que se inspira el libreto. ¿Tendrá feliz final también?


En cuanto a Dvorak, conocido sobre todo por su obra sinfónica y cuyo lenguaje se inscribe en la tradición romántica germánica, queremos recordar sus evidentes rasgos nacionalistas que en esta ocasión reconocemos en la propia temática de la obra. En ella brillan su gran maestría melódica y la expresión de la emoción  propias del romanticismo. Ambas características  se evidencian en el aria más famosa,  La canción de la luna, en la que la protagonista pregunta a la luna por su amor. 



Este es el texto traducido:

Luna, que con tu luz iluminas todo
desde las profundidades del cielo
y vagas por la superficie de la tierra
bañando con tu mirada el hogar de los hombres.
¡Luna, detente un momento
y dime dónde se encuentra mi amor!
Dile, luna plateada,
que es mi brazo quien lo estrecha,
para que se acuerde de mí
al menos un instante.
¡Búscalo por el vasto mundo
y dile, dile que lo espero aquí!
Y si soy yo con quien su alma sueña
que este pensamiento lo despierte.
¡Luna, no te vayas, no te vayas!

Veamos y escuchemos la interpretación de Rene Fleming.

   

 A continuación, un resumen de la ópera.


Aquí la dejamos completa y subtitulada.

 

También recomendamos el estupendo programa de RTVE This is Opera  dedicado a RUSALKA  y que puede verse pinchando en el enlace.

Esperando que disfrutéis de la fantasía y la belleza nos despedimos agradeciendo a Agustín Moreno la cesión de la imagen.

Enlaces de interés:

La película Rusalka dirigida por Peter Weigl en 1977 y subtitulada en inglés.