Rescata tu técnica

Estudiar técnica es algo que todos hemos hecho en el Conservatorio. La técnica es la base del instrumento, y es muy importante desarrollarla bien desde el principio, que se convierta en nuestra mejor herramienta para enfrentarnos a nuevos desafíos como alumnos. Pero, ¿qué hay cuando ya eres profesional? Muchos, cuando acaban la carrera y dejan de ver a un profesor de manera asidua pierden la importante costumbre de trabajar la técnica.

¿Por qué abandonamos este hábito? Muchos músicos relacionan la práctica de la técnica pura con el aprendizaje del instrumento. A veces se trata más bien de pereza, puesto que la técnica no es la parte más atractiva de tocar un instrumento. Otros muchos la practican, pero de manera muy superficial.

Las ventajas de rescatar nuestra técnica

  • Podemos suplir pequeños vacíos debidos a una mala base durante nuestros años como estudiante: Todos tenemos algunas lagunas o cojeras técnicas que podemos mejorar, nunca es tarde.
  • Mejoraremos aquellas cualidades técnicas que ya hemos alcanzado: Siempre se puede tocar mejor, siempre estamos en disposición de aprender y de mejorar lo que ya creíamos que estaba en su mejor punto.
  • Ganaremos en seguridad con el instrumento: A menudo, nuestras inseguridades en el escenario provienen de que conocemos nuestros puntos técnicos más débiles. Estas debilidades nos hacen temer ciertos pasajes, y si les tenemos miedo, los fallaremos.
  • Conseguiremos acercarnos a nuestro sonido deseado: A lo largo de la carrera, cada músico va forjando su sonido, siempre con las miras puestas en un sonido ideal. Gracias a la técnica, podemos limpiar nuestra manera de tocar, conseguir un sonido más redondo, potente, brillante…etc.
  • Podemos personalizar nuestra técnica: La técnica es cuestión de físico en una porcentaje muy alto. Destreza, coordinación, precisión, velocidad, resistencia, reacción… Cada persona posee un físico distinto: dedos más o menos cortos, mayor o menor fuerza en los brazos, mayor o menor capacidad pulmonar, un timbre de voz peculiar…etc. Cuando estudiamos en el Conservatorio, se nos suele enseñar una técnica más genérica. Ahora que somos profesionales, podemos adaptar lo que hemos aprendido a nuestras características físicas, desarrollando una técnica brillante.
  • Podemos descubrir nuevas formas de hacer las cosas: Un trabajo técnica no es necesariamente un trabajo repetitivo. Estudiar técnica significa investigar de qué manera podemos hacer mejor las cosas y practicar de mil formas diferentes hasta encontrar la vía que mejor se adapte y más nos guste.

¡No olvides dejar un tiempo de tu práctica diaria para el estudio de la técnica!