Els de 3rA encara remenen la cua i van fent feina encara que s'hagi acabat el trimestre. L'Eva López que és la nostra reportera oficial, va fer unes quantes gravacions de la classe mentre tocavem. Com diu ella en el seu bloc, el treball de tots els companys ha quedat enregistrat en les nostres retines per sempre més.
Hem seleccionat la "Sarabanda" de Händel i "La Primavera" de Vivaldi
Mi nombre es Maria Anna Mozart, aunque siempre me han conocido como Nannerl Mozart. Soy la hija del compositor Leopold Mozart, el del famoso tratado para violín. Y soy la hermana mayor del gran Wolfgang Amadeus Mozart, acaso el mejor músico que ha pisado nunca la faz de la tierra.
Presiento que ya no me queda mucho de vida. Tengo casi ochenta años, y desde hace unos pocos perdí la visión por completo. He pues de dictar estas palabras, pero aún toco el piano todos los días y aún tengo la cabeza en su sitio. Por ello puedo, debo y quiero corresponder la amable invitación que el periódico local acaba de hacerme: compartir algunos de los recuerdos que tengo de mi hermano.
Tiene gracia. Ya han pasado más años desde que se fue que los que pudo estar entre nosotros (apenas unos treinta y cinco). Sin él son tantos ya... ¡y con él fueron tan pocos! Además, en mi caso menos aún, pues las circunstancias de la vida nos separaron bastante antes de su muerte.
Descubrí la triste condición de sus últimos años leyendo su primera biografía, la del profesor Niemetschek. Y pude colaborar con la última publicada, la del recientemente fallecido Georg Nissen, que no fue otro que el segundo marido de Constanze, otrora mi cuñada. Ahora Mozart es ya un tesoro entre los melómanos: mi hermano es digno de biografías, con el tiempo habrá estatuas suyas por doquier... y hasta puede que algún día hagan obras de teatro basadas en su vida.
Qué lástima que no fuese tan mimado como ahora lo sería. ¿Miles y miles de personas en el funeral de Beethoven? ¡Quién sabe cuántas habría podido reunir Wolfgang, de sobrevivir solo algunos años más! Pero el compositor más admirado hoy, el ídolo del propio Beethoven, el autor de algunas de las partituras más bellas jamás escritas, murió sin embargo olvidado, en una tumba sin lápida que nadie será capaz de encontrar, acompañado tan solo de sus enterradores. Yo ni me enteré a tiempo de despedirme de él.
De todos es sabido por qué le abandonó la suerte. Después de trabajar en palacios, de tocar ante emperatrices y reyes, de ser adorado por el público... Mozart decidió ser más libre en lo musical, no componer para el gusto de la época sino atendiendo a su propia expresividad. Pero los tiempos aún no estaban para tanta libertad. En efecto, las últimas obras de Mozart fueron las de un revolucionario.
El problema es que nadie quería comprarle partituras tan extravagantes ni contratarle de la misma forma que antes. Los oídos de entonces no estaban preparados. Al final mi hermano murió endeudado y acabó enfermando de muerte siendo aún demasiado joven. Eso sí, con esa edad, compuso más obras que cualquier otro compositor el doble de viejo. Solo nos resta imaginar la de maravillas que nunca llegaron a salir de su pluma y que nunca podremos escuchar ya.
Pero vayámonos al principio, a su juventud. Desde muy pequeño mostró una capacidad asombrosa por la música. A los tres años comenzó a tocar el piano y otros instrumentos de teclado, a los cinco compuso su primera pieza, después aprendió a tocar el órgano, se volvió un gran cantante y un magnífico violinista y violista. A los doce años escribió su primera ópera y se mostró capaz de dirigir una orquesta. Fue, como podéis ver, un niño prodigio.
Mis amigos me recuerdan que yo también lo fui, y que podría haber llegado igual de lejos que él como compositora o como pianista. Francamente, lo dudo mucho, lo de Wolfgang es irrepetible. Pero, eso sí, confieso que sí que deseé dedicarme a la música con más ahínco del que me dejó esta sociedad.
Al principio, acompañé a mi hermano y a mi padre en sus viajes, y participaba como pianista en nuestros espectáculos. Eran un tanto circenses, todo hay que decirlo. Por más que quisiéramos interpretar la mejor de las músicas, lo único que quería la mayor parte del público era ver a esos dos chavales tocar de espaldas o con los ojos vendados.
Cuando cumplí los dieciocho años ya no estaba bien visto, como mujer, que me dedicase a la música profesionalmente. Ni como intérprete, ni mucho menos como compositora. Por ello me apartaron de los conciertos y de los viajes. Me habría encantado conocer Italia y sus músicas de primera mano, pero no pudo ser.
Capricho KV 395, dedicado por Mozart a su hermana Nannerl. Se trata de una pieza alucinante, sorprendentemente poco conocida. Un usuario de youtube, AcousticDude17, señala la modernidad de esta obra comparándola con Liszt.
En Roma, a propósito, ocurrió esa tan genial anécdota. Allí había una pieza polifónica que solo podía ser interpretada en la Capilla Sixtina, bajo los frescos de Miguel Ángel. La partitura, un Miserere de Allegri, permanecía guardada bajo llave y estaba prohibido hacer copias de ella. Pues bien, cuando Mozart la escuchó —entonces sólo tenía catorce años— la memorizó por completo y luego la escribió entera. Como si nada.
Cuando creció un poco más, Mozart trabajó para el arzobispo de Salzburgo, nuestra ciudad natal. Parecía un buen puesto, pero mi hermano se sentía allí como un esclavo. Al final, acabaron muy enemistados y el arzobispo le despidió, no sin antes intentar humillarlo: ordenó que se le expulsara de su palacio con una patada en el trasero. De cualquier manera, de esta época salieron obras estupendas.
Y así las cosas, aprovechó para hacer carrera en Viena, y pronto encontró su lugar cerca de la Corte, junto a José II. Si bien es verdad que el emperador se fijó más en otros compositores y que, aunque lo trató mejor que el arzobispo, nunca le otorgó toda la importancia que debió haberle dado.
Por entonces ya tenía veinticinco años. Sólo le quedaban, por tanto, diez. Pero... ¡qué diez años! Compuso óperas que seguirán representándose siempre, sinfonías increíbles, conciertos inolvidables. Además, como pianista se granjeó un éxito también más que notable. En realidad, su fuente de ingresos venía más de ahí que como compositor, aunque casi todo lo que interpretaba en público era suyo, todo hay que decirlo.
El último año de su vida, 1791, fue el más productivo musicalmente. Escribió sus tres últimas sinfonías, La Flauta Mágica y algunas piezas de piano increíbles. Además, entre otras maravillas, dejó inacabado su impresionante Réquiem. Completado más tarde por uno de sus discípulos, es una de las obras más trágicas y más misteriosas de mi hermano. Cuenta la leyenda que se lo encargó un personaje enmascarado que no quería dar a conocer su identidad. Mi hermano, ya enfermo y postrado en la cama, acabó creyendo, al parecer, que este venía del más allá y que estaba componiendo para sí mismo su propia misa de difuntos.
Como dije antes, es una verdadera pena imaginar qué más cosas podría haber compuesto de haber vivido algo más. Pero las que compuso ahí están, y estoy convencida de que las siguientes generaciones seguirán apreciando a mi hermano cada vez que las escuchen.
Crédito de la fotografía: Eusebius Johann Alphen (1741-1772), miniatura en marfil de los hermanos Mozart (fotografía libre de derechos tomada de Wikimedia Commons)
Hay muchas personas que piensan que Speech Level Singing te condiciona a un sonido concreto y no se atreven a probarlo por miedo a perder su estilo. En concreto, no hace mucho que he leído por ahí que Speech Level…
Hay muchas personas que piensan que Speech Level Singing te condiciona a un sonido concreto y no se atreven a probarlo por miedo a perder su estilo. En concreto, no hace mucho que he leído por ahí que Speech Level Singing no te sirve si cantas heavy metal. Desde mi experiencia, puedo decir que eso no es correcto.
Speech Level Singing es una técnica que te ayuda a cantar con mayor libertad y autonomía desde la parte más baja de tu rango a la más alta, motivo por el cual, tiene la propiedad de aumentar tu rango, descubriéndote notas que jamás pudiste imaginar que podrías realizar.
El heavy metal en concreto, es un estilo que se caracteriza por realizar agudos imposibles con potencia en la voz, por lo que si tienes pensado cantar este estilo, es de lo más recomendable que estudies con un profesor certificado por esta técnica, porque hacer agudos con potencia sin la formación adecuada puede llevarte a sufrir daños en tus cuerdas vocales. Puede que tu voz te dure unos pocos años o quizás meses, depende del uso continuado que le des.
A mi desde siempre me ha gustado este tipo de música, aunque nunca lo había cantado porque no me veía capaz. Mi problema era que tenía mucho aire en la voz y al llegar a ciertas notas, mis cuerdas vocales no eran capaces de soportar toda la presión de aire que les estaba enviando, por lo que las notas agudas me eran extremadamente difíciles y sólo conseguía hacerlas utilizando los músculos extrínsecos, con lo que acababa con tensiones, carraspera y dolor. Cuando descubrí la técnica y empecé a dominarla, me di cuenta de que podía empezar a hacer esas notas que antes habían sido tan difíciles y lo que es mejor, poco a poco las iba consiguiendo hacer con más potencia!
Así que al leer eso de que Speech Level Singing no sirve para cantar heavy metal, me he puesto en el lugar de mi misma hace unos años, cuando quería cantar ese estilo pero no me atrevía. Me he imaginado buscando clases de canto que me ayudaran a conseguir mi objetivo y me he visto leyendo ese artículo que dice que no se puede aprender con Speech Level Singing. No quiero que eso te pase a ti, así que me he decidido a escribir este artículo para desmentir esas afirmaciones que no tienen ninguna base.
Si quieres cantar, no importa el estilo que sea, recuerda que nosotros ofrecemos clases de canto personalizadas. No dudes en ponerte en contacto!
Eduplaneta Musical utiliza cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación, realizar tareas de analítica y mostrar publicidad acorde a sus intereses. Si continúa navegando, entendemos que acepta nuestra Política de Cookies.AceptoReject
Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.