- Actualmente el acceso solo está disponible para el usuario genérico.
- Se recomienda realizar la instalación para aquellos equipos de mínimo 1Gb de memoria RAM, es decir, para aquellos equipos de dotación posteriores al curso 2007-2008.
- El tiempo habitual de instalación está comprendido entre 1 hora y 1:30 minutos dependiendo de las características del equipo.
Monthly Archives: julio 2013
Es muy importante conocer bien qué tipos de micrófonos existen para saber qué micrófono comprar.
En mi anterior artículo tipos de micrófonos, os hablé muy a grandes rasgos de los tipos de micrófonos que hay, sin embargo, hay todo un mundo detrás. Habíamos distinguido los micrófonos por su forma de captar el sonido.
Antes de empezar con la teoría y para ir abriendo boca, te dejo aquí un vídeo donde un técnico nos compara dos micrófonos ideales para directo, el Shure SM58 y el AKG D 870:
Vimos que había micrófonos omnidireccionales, bidireccionales y unidireccionales. Estos últimos captan el sonido que les viene desde el frente y se clasifican en cardioide, supercardioide e hipercardioide.
Los supercardioides e hipercardioides aún captan algo del sonido que les viene de la parte posterior, aunque no tanto como los bidireccionales.
Los cardioides son los más utilizados sobretodo en directo, ya que sólo captan el sonido que les viene de frente, reduciendo así los ruidos (por ejemplo, los otros dos tipos de micrófonos podrían captar el sonido que sale de los monitores que se colocan delante del cantante para que este pueda escucharse, creando así un retorno no deseado).
En el caso de utilizar un micrófono supercardioide o hipercardioide para un directo, debes asegurarte de que no coloquen los monitores justo delante del cantante.
Hemos de tener muy en cuenta la sensibilidad del micrófono a la hora de decidir qué micrófono comprar. Es la llamada respuesta en frecuencia. Cómo responde el micrófono a las frecuencias altas y bajas. Cuanto mayor sea la respuesta en frecuencia, más calidad tendrá el sonido resultante. Puede ser plana o personalizada. Si es plana trata de la misma forma todo el sonido entrante (altas y bajas frecuencias) por lo que nos lo devuelve de la misma manera. La respuesta en frecuencia personalizada se utiliza para mejorar el sonido en una aplicación en concreto, por ejemplo para que se entienda mejor la voz en un directo.
Otra característica muy importante a la hora de saber qué micrófono comprar es el tipo de transductor que tiene. El transductor es el que se encarga de transformar el sonido en una señal eléctrica. Tenemos tres tipos de transductores:
DINÁMICOS
Este tipo de micrófonos se compone de un diafragma rígido, una bobina de voz y un imán. Al recibir el sonido la bobina de voz vibra de forma proporcional al sonido y gracias al imán se genera una respuesta eléctrica también proporcional al sonido emitido.
Son los micrófonos más resistentes y duraderos, al igual que los más económicos. Si quieres tu micrófono para cantar en directo y te preguntas qué micrófono comprar, debes saber que son ideales para los conciertos. También se puede utilizar para grabación, pero hay que tener en cuenta que la calidad del sonido no será la mejor.
DE CONDENSADOR
Los micrófonos de condensador necesitan tener corriente eléctrica (mediante pilas, o directamente a la mesa de mezclas siempre que esta tenga alimentación phantom). Esto es debido a su funcionamiento. Se componen de dos placas de condensador, una fija y la otra móvil separadas por un material aislante. La placa móvil es la que al recibir el sonido se acerca y se aleja de la fija y de esta manera hace variar la carga eléctrica y a su vez la tensión, lo que genera la señal del micrófono.
Son micrófonos más frágiles y además más caros, sin embargo la calidad del sonido es la mayor, ya que tienen una mayor sensibilidad. El sonido que resulta de su utilización es muy natural, sobretodo en las frecuencias altas. ¿Qué micrófono comprar si lo que quieres es grabarte? Claramente, un micrófono de condensador. No es recomendable en actuaciones en directo debido a su alta sensibilidad, ya que a causa de esta se podrían producir acoples de sonido.
DE CINTA
Los micrófonos de cinta están formados por una cinta larga y fina de metal conductor plegada en zig zag y tensada por dos abrazaderas. También tienen un imán que magnetiza la cinta cuando esta se mueve debido a las ondas del sonido. Las variaciones en el campo magnético que causan las ondas del sonido se convierten en tensión eléctrica proporcional a las ondas del sonido.
Son micrófonos caros, aunque la calidad del sonido que ofrecen es bastante buena, por lo que se utilizan también en grabación. Sin embargo, son muy sensibles a los sonidos producidos por su manipulación, por lo que no los debes usar cogiéndolos, sino manteniéndolos en un lugar estático y protegido del viento. Si el sonido es muy alto o muy cercano a la fuente corre el riesgo de saturar.
¿En qué nos ayuda esto para saber qué micrófono comprar?
En conclusión, para saber qué micrófono comprar, tienes que tener en cuenta qué quieres grabar con él (voz hablada, voz cantada, instrumentos,..). También donde lo vas a utilizar (en directo, en estudio) o si quieres un sonido natural u optimizado para una aplicación concreta.
Si lo quieres para usarlo en tus conciertos, lo ideal es un micrófono unidireccional, dinámico y con la respuesta en frecuencia personalizada. También puedes usarlo en grabación, aunque la calidad del sonido no sea la mejor. Si lo que quieres es usarlo nada más en grabación y quieres un sonido de calidad, deberás usar uno de condensador o de cinta.
La entrada ¿Qué micrófono comprar? Con vídeo comparativo aparece primero en Vox Technologies Vocal Studio.
En muchas obras literarias o cinematográficas, dentro de un contexto de ficción aparecen también personajes que realmente han existido y que no siempre salen bien parados en ese relato imaginario. Eso fue lo que ha ocurrido con Antonio Salieri, convertido en un asesino primero por Aleksandr Pushkin, en su pequeña tragedia Mozart y Salieri, y luego por Peter Schaffer y Milos Forman, respectivamente guionista y director de la película Amadeus, inspirada a su vez en una obra teatral del mismo guionista.
También le ha pasado a Jelly Roll Morton, uno de los más importantes pianistas de jazz de todos los tiempos, presentado como un villano engreído por Alessandro Baricco en su monólogo teatral Novecento, llevado a la gran pantalla por Giuseppe Tornatore con el título La leyenda del pianista en el océano, película de la que hablamos ya hace cuatro años.
En un primer momento se puede suponer que los autores de esas obras se ensañan con estos dos grandísimos músicos por tenerles ojeriza y por cierta falta de documentación histórica. Sin embargo esto no es cierto en ninguno de los dos ejemplos, pues ambos tienen su explicación que se apoya en hechos o situaciones reales. En el caso de Salieri, ya lo contábamos en otro post, se debía a la demencia que sufrió el compositor italiano durante sus últimos años, por la cual se obsesionó con la idea de haber asesinado a Mozart.
En cuanto a Jelly Roll, cuyo verdadero nombre era Ferdinand Joseph LaMothe, realmente se caracterizaba por cierta soberbia y un egocentrismo tal que le llevó hasta a autoproclamarse “el inventor del jazz”, una afirmación que, más que admiración, le valió la antipatía y hasta las burlas de gran parte de sus colegas, además de las de muchos aficionados a este género musical. Por otro lado, lo que sí parece comprobado es que fue el primero en publicar una pieza de jazz, Jelly-Roll Blues, que grabó en 1924 en solitario con su piano y volvió a grabar dos años más tarde con su grupo Red Hot Peppers. Naturalmente estos rasgos desagradables de su carácter no restan un ápice a su valía como pianista y compositor, ni a la importancia que tuvo en el desarrollo del pianismo jazz, aunque sí explican la razón por la cual un intelectual de profunda cultura musical como Baricco (imprescindible su L’anima di Hegel e le mucche del Wisconsin, un ensayo sobre la relación entre músicos y público en la modernidad) eligió incluir en su monólogo a una persona real cuando todos los demás personajes son inventados, y encima para atraer sobre él todas las antipatías del público al enfrentarlo en un duelo musical con el tierno y cándido Novecento, el protagonista de la historia, interpretado magistralmente por Tim Roth.
Las tres piezas que toca Jelly Roll Morton en la película, interpretado por Clarence Williams III (quien por cierto es nieto de Clarence Williams, otro de los legendarios pianistas de jazz de comienzos del siglo pasado), son Big Foot Ham, The Crave y Fingerbreaker, todas obras del mismo Jelly, aunque arregladas por Ennio Morricone, el autor de la banda sonora, ganadora de un Globo de Oro. En el siguiente vídeo podemos escuchar The Crave ―cuya partitura podéis descargar gratuitamente en la wiki del Proyecto Petrucci, que también ofrece la de la mencionada Jelly-Roll Blues― en la versión original del mismo autor.
Jelly Roll Morton, muerto hace exactamente 72 años, nos dejó muchas más grabaciones. En el canal generado automáticamente por YouTube con los vídeos subidos por los usuarios, actualmente hay 2.190 que contienen su música, algunas de las cuales son originales, como es el caso de la que citábamos anteriormente: The Original Jelly-Roll Blues en la versión de 1926 con los Red Hot Peppers.