Lucía (de 6º de primaria) nos ha traido un nuevo instrumento de su fantástica colección: la Kalimba o calimba.
Es un instrumento musical extendido por todo el continente africano. Recibe diferentes nombres, según los países y pueblos: malimba, mbira, kisaanji, likembe, sanza. Este idiófono tiene un juego de láminillas de diferente longitud y material, será duro pero flexible como el metal o la caña, están fijadas a un puente que producen sonidos al ser pulsadas con los dedos. Según las dimensiones de las láminas vibrarán más o menos lo que se traduce en notas diferentes que pueden afinarse alargando o disminuyendo su longitud. La caja de resonancia en la que se sujetan por un extremo las laminillas pueden tener multitud de formas y ser de diferentes materiales. La kalimba se la considera objeto sagrado y se le atribuye el don de tender un puente con los antepasados, siendo su origen muy remoto, más de dos mil años. Son de fácil afinación ya que el largo de sus teclas es regulable individualmente, permitiendo lograr tonalidades, modos antiguos o escalas de nuestro propio gusto e invención. Aprender a tocar no requiere conocimientos previos, ni un especial talento.