Echamos un ojo, pues, a la fuga VI, en Re m, que presenta un Sujeto bastante "típico", en el sentido de que tiene diversas figuraciones (negras, corcheas, semicorcheas...) y además con saltos, lo cual hemos dicho en clase que es apropiado para el contrapunto. Aquí está:
En el otro extremo tenemos este atípico (por lo difícil) sujeto, el de la Fuga IV, en Do# m. ¿Imagináis lo difícil que seria construir una obra contrapuntística con semejante tema, que ya de entrada tiene una distancia de semitono? Pues Bach lo hizo:
Sin irnos tan a los extremos presentamos a continuación un Sujeto también diferente, eso sí, que acaba abruptamente en una semicorchea, y por eso es más difícil de delimitar, aunque tenga los consabidos cambios de figuraciones y saltos del sujeto VI. Se trata del Sujeto de la Fuga IX, en Mi M,
Por último, otro más canónico: el sujeto de la fuga XVI en Sol m. No empieza con la tónica ni acaba en la dominante, pero, echando un ojo, como hemos dicho, apreciamos las cualidades que hacen de él un sujeto típico.
Sólo son cuatro, pero está claro, sólo con ver los Sujetos, que cada Fuga de Bach es un pequeño microcosmos, ¿no?