Hace unos días, durante el ágape de final de curso, uno de mis alumnos contó el siguiente chiste: "Era un hombre tan bajo, tan bajo que la cabeza le olía a pies". Ello provocó que las neuronas de mi cerebro empezaran a atar cabos y, mira tú por dónde, enseguida me vino a la cabeza una divertida canción de Emilio Aragón que cantábamos allá por el año 1991.
Se trataba del primer single que, además de iniciar el disco, daba nombre al álbum de nuestro querido Milikito: "Te huelen los pies". De temática graciosa para unos y controvertida para otros, pero siempre de candente actualidad al abordar una de las miserias e imperfecciones de la humanidad: los problemas del olor corporal.