A estas alturas todos sabemos ya que interpretar música o tocar un instrumento de forma habitual mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacia; en suma, el funcionamiento cognitivo, físico, emocional y social.
Nosotros lo hemos hecho desde septiembre.
Ahora que el curso toca a su fin - ha sido intenso pero productivo - queremos dejar aquí una muestra de lo trabajado y desearos unas estupendas y merecidas vacaciones a todos.
Por cierto: no pongáis muy fuerte el volumen.