La armónica de cristal es un instrumento idiófono.
Es el resultado de una automatización para el tañido del juego de copas musicales llevada a cabo por Benjamin Franklin en 1762, después de ver en Cambridge (Inglaterra) un concierto de copas de vino llenas de agua tocadas por el inglés Edward Delaval (1729 - 1814)
La armónica de cristal consiste en una serie de platos o boles de cristal de diferentes tamaños superpuestos y alineados horizontalmente, atravesados por un eje conectado por correa a un pedal que los hace girar mientras se toca, a la manera de una vieja máquina de coser.
Se toca mojando los dedos ligeramente y tocando los platos mientras giran, lo que produce un sonido cristalino.
Actualmente tiene un registro de cuatro octavas.