... pero lo nuestro es pasar.
Con el sabio verso de Antonio Machado abro hoy esta entrada; yo no tengo palabras.
Ayer se terminó para mí la docencia en las aulas. Han sido estos últimos días de una intensidad emocional indescriptible; un cúmulo de sentimientos encontrados, de despedidas y regalos, de cartas de cariño y de abrazos que no hemos podido darnos pero que he sentido en el corazón.
Desde aquí quiero dar las gracias a todos aquellos que han formado parte de mi vida docente a lo largo de más de treinta años. Ha sido esta una vida preciosa, instructiva y absolutamente enriquecedora que me ha hecho mejor persona.
Reitero mi gratitud y mi cariño a todos los alumnos y alumnas que han sido, que fueron: os llevo conmigo.
Ha sido un privilegio y un honor trabajar en la enseñanza pública.