A petición de algunos alumnos/as os dejo los beneficios que nos aporta la música en nuestra formación aunque en un futuro no nos vayamos a dedicar profesionalmente a la música.

Os prometí que hablaríamos de este tema en clase. Aquí tenéis algunas de las cosas que la música nos aporta:

-En edades tempranas, coincidiendo con la formación de algunas regiones cerebrales, aporta una mejora en el aprendizaje de las matemáticas, la lectura, la lengua (propia y de otras)…

-Mejora el rendimiento académico en general.

-La educación musical y el aprendizaje de un instrumento mejoran el desarrollo de la inteligencia espacial, del sentido del ritmo y de la medida, cuestiones fundamentales para la formación de otras áreas de importancia superior.

-Los procesos mentales asociados al aprendizaje musical posterior a los primeros años servirán para estimular distintas habilidades cognitivas útiles en áreas no musicales.

-Sirve además para desarrollar capacidades como el recuerdo, la comprensión, el análisis o la síntesis entre otras.

-La expresión de sentimientos proyectados durante la interpretación suponen un importante progreso en el aspecto emocional.

-La capacidad de atender y la de aprender se ven acentuadas con el aprendizaje musical.

-Reconocer, valorar y emocionarse ante bellas composiciones u otro tipo de obras de arte añaden un importante valor cultural y personal a los estudiantes de música.

-La capacidad de ejercitar y desarrollar el oído tienen repercusiones en campos musicales y extramusicales como pueden ser la atención, la concentración y la memoria, además de ser positivo para el aprendizaje de otros idiomas.

.-La autoestima del niño a través de los logros obtenidos con su propio esfuerzo, los aplausos, las ovaciones tras una interpretación se ve reforzada y ayuda a aumentar su autoconfianza.

-Tocar en público, con todo lo que conlleva (ser el centro de atención, sentirse “admirado”, mostrarse para ser evaluado, para ser elogiado y criticado, hacerle frente a la tensión y presión del momento, así como reponerse de los posibles errores cometidos) en edades tempranas son experiencias que pueden ayudar de forma positiva a la formación de la persona.