TELEMANN Y EL MAESTRO DE ESCUELA

De Georg Philipp Telemann solemos decir que fue el más prolífico y el más famoso de los compositores del Barroco, por encima de sus contemporáneos Haendel y Bach. Sin embargo, aunque la historia no lo trató bien y relegó sus obras y su memoria a la segunda fila, a nosotros nos encanta su música, y nos encanta porque ésta es, ciertamente, encantadora. No es de extrañar que gustase tanto en su momento.
Entre sus más de mil obras podemos encontrar de todo; se atrevió con todos los géneros y formas y utilizó todos los recursos y técnicas a su alcance; un profesional, vaya.
Un ejemplo de su gran versatilidad es esta pequeña cantata cómica que hoy queremos dedicar a todos los profesores en general y a los de Música en particular.

La cantata se titula El maestro de escuela (Der Schulmeister) y la traemos en "versión original" (alemán) y en castellano.







A continuación, la adaptación  realizada en 2007 para el programa El conciertazo de nuestro querido Fernando Argenta.  El barítono es Ángel Rodríguez Torres y el coro de niños, el de la escuela de música de Tres Cantos.


LA VIOLETA

violeta alta montaña
Violeta de alta montaña. Imagen de Jacinta Lluch Valero 

Nos vamos de vacaciones con una canción de nuestro querido Mozart (sí,   también compuso canciones). La que vamos a escuchar está compuesta sobre un poema de Johann von Goethe  y se titula   Das Veilchen KV476 (La violeta). 
La canta el tenoChristoph Genz acompañado por el pianista Julius Drake.



Texto  

La violeta
En la pradera hallábase una violeta
inclinada sobre sí misma e ignorada.
¡Era solamente una linda violeta!
con paso ligero y espíritu alegre,
En esto llegó una joven pastorcilla,
por aquí, por allá,
¡Ay! - pensaba la violeta - si yo fuera
por el prado, mientras cantaba.
la más bella flor de la naturaleza
y me presionaría contra su pecho,
y ¡ay! no una pequeña violeta,
la enamorada vendría a mí, me arrancaría
¡aunque fuera solamente
pisó a la pobre y pequeña violeta.
durante un corto cuarto de hora!
y como no reparó en ella,
Pero ¡ay! la muchacha llegó
Se hundió en la tierra y pereció;
Era sólo una linda violeta.
no obstante estaba contenta:
¡Muero pues, mas lo hago por su causa,
por su causa y bajo sus pies!
¡La pobre violeta!
Era solo una linda violeta.

......



Linda flor para una bella y prometedora  primavera. Os deseo un feliz y merecido descanso.

LA MAGIA DE LA CUERDA: METALLICA, STING, DURERO Y EL LAÚD

Hombre Dibujando un Laúd, Alberto Durero,  (libro De la medida, 1525)

Como muchos ya sabéis, estos días trabajamos  en un proyecto interdisciplinar sobre Alberto Durero (1471-1528), sobre su obra y  sobre su tiempo. El grabado con el que abrimos nos muestra el taller de un artista, un pintor que se aplica en el estudio de la perspectiva y el escorzo,  al igual que lo hiciera Durero    utilizando para ello el artilugio inventado por Jacob Kesser y  los conocimientos adquiridos en sus viajes a Italia (Véase).  La imagen da pie, además,  a una incursión en la organología renacentista y a volver sobre ese rey de la música instrumental que fue el laúd. Y volvemos, no para escuchar música renacentista, por más que hayamos empezado con Durero, sino para constatar que cuando la música es buena, lo sigue siendo en cualquier momento e interpretada con cualquier instrumento. 
Para ello traigo dos ejemplos en los que veremos cómo suena una obra actual interpretada (en el primer caso) o acompañada (en el segundo)  por este instrumento renacentista.

  • A continuación, Nothing else matters, la mítica balada de Metallica, en una adaptación e interpretación de nuestro ya conocido David Hernández Romero. 



Aquí podéis escuchar el original : "Nothing Else Matters"
A mis guitarristas, pianistas y demás interesados os enlazo las partituras y tablaturas correspondientes:
Guitarra (tablatura)

  • En este otro vídeo, el cantante  Sting (del grupo The police) interpreta su famosa canción Fields of gold acompañado de Edin Karamazov



Aquí podéis escuchar el Original: Fields of gold

Como podéis ver,  la magia de la cuerda pulsada fascina tanto en el siglo XXI  como lo hiciera en el siglo XVI .


Entradas relacionadas: El laúd y la concordia, música y política

Para saber más:

Durero y Cranach: arte y humanismo en la Alemania del Renacimiento (Museo Thyssen-Bornemisza

Perspectiva: ciencia y magia de la representación (Parque de las ciencias de Granada)

Leonardo da Vinci y la revolución científica de las artes visuales del Renacimiento: Instituto Schiller

EL LAÚD Y LA CONCORDIA: MÚSICA Y POLÍTICA



 Los embajadores. Hans Holbein el Joven (1533)

A este  famoso cuadro del alemán  Holbein el Joven solemos recurrir cuando queremos ilustrar los diversos significados y mensajes que la pintura de otros tiempos encerraba, porque, como puede observarse  si se pone la debida atención, está cargado de simbología y de referencias encubiertas. 
Pinchando  en el pie de foto podréis ver todos los detalles de los que vamos a hablar.

Los dos personajes retratados se nos presentan junto a toda una serie de objetos e instrumentos diversos que, si bien parecen casualmente dispuestos, tienen  una clara intención y un significado. Vemos en los globos terráqueo y celeste, referencias a la astronomía, a la geografía, a los territorios y las posesiones de diferentes países; vemos también alusiones a la aritmética, la geometría y  el saber, al tiempo y a la vanidad (el reloj, la calavera anamórfica), a la religión...Y vemos además un laúd, unas flautas  y un libro de partituras. Pinchando en la imagen veréis que el laúd tiene una cuerda rota.



Como es obvio el cuadro alude a las relaciones   internacionales, a sus responsables  y a las disciplinas y aptitudes que  deben adornarlos para que éstas sean óptimas. Holbein nos transmite la idea de que para el buen gobierno es necesario el conocimiento: la política requiere inteligencia y sabiduría y las alianzas equilibrio y lealtad; además la armonía ha de imperar en la política.



Efectivamente, desde Platón y Aristóteles - a cuyas éticas y estéticas nos hemos referido en alguna ocasión -  música y política fueron de la mano. En el Renacimiento, con el resurgir de las teorías clásicas, se recupera y mantiene la creencia en el poder ético de la música; es más, se la compara  con el estado: la música, con su orden y su armonía, sería el reflejo de un estado ordenado en el que reina la concordia.
En esta línea platónica, el pensador Marsilio Ficino* también comparó al príncipe (gobernante) con el músico, de suerte que el estado es el instrumento y el gobernante, el instrumentista. 

Otro ejemplo lo encontramos  en Emblemata (libro de emblemas, 1531) de Andrea Alciato. Aclararemos antes que los emblemas son ilustraciones simbólicas que el autor acompaña de un texto alusivo. Pues bien, uno de los primeros emblemas del libro  titulado "Foedera italorum" (alianzas de Italia)  relaciona un laúd a un texto que trata sobre las alianzas políticas. Es decir nos presenta al laúd como símbolo de la concordia



El texto - en latín -  hace referencia a la armonía que debe presidir los acuerdos políticos y las alianzas entre los príncipes europeos, puesto que si uno de ellos rompe alguna de esas alianzas o no cumple lo pactado, la armonía también se rompería estropeando las relaciones políticas, al igual que se estropea la música cuando se toca el laúd con una cuerda rota o desafinada.

Como veis, el papel del laúd en el Renacimiento va más allá de la mera interpretación musical. 
Escuchemos ahora un laúd con todas sus cuerdas, perfectamente afinado e impecablemente tañido en estas siete preciosas piezas de  música renacentista interpretadas por el laudista  David Hernández Romero.





"La música y sus instrumentos sintetizan la templanza, la armonía y  la concordia propias de un gobierno iluminado"
 (Alberto Ausoni. La música) 


Es lamentable que la iluminación haya abandonado a los gobiernos; quizás sería deseable un poco de neoplatonismo en estos tiempos tan materialistas y prosaicos.

*Marcilio Ficino (1433/1499) fue uno de los más destacados humanistas; poeta y músico,  el propio Lorenzo de Medicis lo consideraba como la reencarnación de Orfeo.


RECOMENDACIONES
Para saber más sobre Los Embajadores no dejéis de visitar La aldea irreductible y de leer  el magnífico post de Javier Peláez: Anamorfosis y simbología del prodigioso cuadro de Holbein el Joven (1533)

Para ver los emblemas de Alciato: Alciato at Glasgow, la  magnífica web que recoge todas las ediciones de los Emblemas.

DE COPAS



Recupero hoy una antigua entrada que quiero dedicar a mis alumnos de tercero.


Nos vamos de copas y nunca mejor dicho. Las copas siempre han dado mucho juego, especialmente los fines de semana , por eso, hoy viernes os propongo unas muy especiales.
Como todo el mundo sabe, el hombre utiliza la copa para beber desde los tiempos mas remotos (a la Historia me remito); al principio ésta fue de arcilla, posteriormente de vidrio y finalmente del mas fino de los cristales.

Pero el hecho de frotar un dedo mojado en el borde de una copa de cristal para producir sonido no parece estar documentado hasta el Renacimiento. Hablo de mojar la yema del dedo y recorrer con ella todo el borde de la copa.

En el siglo XVIII este tipo de "instrumento" se utilizó con frecuencia; músicos tan reputados como Gluck o Mozart llegaron a componer "ex profeso" para un conjunto de copas en posición vertical llenas con diferentes cantidades de agua. En 1761 Benjamín Franklin, seducido por tan cristalino son, ideó una estructura mecánica que facilitaría la ejecución de las obras y evitaría el derramamiento accidental e inoportuno de líquidos, creando así lo que se ha llamado glass armónico .
A continuación no os perdáis dos ejemplos de ejecución de la misma obra en las dos modalidades descritas. Aunque Tchaikovski la escribió para orquesta, La Danza del hada Golosina (El Cascanueces) parece aquí mas mágica.

Disfrutadla, es breve pero "encantadora". ¡Buen brindis!