De José Anguita Cervera

     Ángel de los Ruidos

Las personas de cualquier edad con autismo solemos parecer sordas en muchísimas ocasiones pero mayormente en la primera infancia, cuando todavía no fuimos bien exploradas. Podemos, sin turbación, mostrar indiferencia auditiva ante el trueno y, por el contrario, percibir el rumor del tenue susurro, duerme, murmurando sin voz sobre un índice amoroso de silencio...

***


     Rugir pudiera el oso,
temblar el terremoto,
galopar de estampida mil ñúes adiposos,
que, si nada quiero oír, nada oigo.

     En vano elevas el volumen de la música,
es tan indiferente...;
no soy sordo, mas, no me gusta.
¿Ha de ser mi armonía la de toda la gente...?
¿Debo deleitarme con la mórbida canción
de ruidosa alegría, de melódica pena...?
Ilustración del mismo autor
¿He de prestar la máxima atención
a la emisión radiofónica ad hoc
del principal repertorio en cadena...?

     Déjame oír las alas de tu avión de papel
pautado,
porque hastiada, lo has plegado y lanzado
y zumba por el aire con nítido rumor
de brazos como hélices
que muelen tu fastidio desdichado...

     Déjame oír tu voz cuando estás a mi lado,
y, cuando partas, déjame el arrullo
de la vieja canción olvidada, el murmullo
de aquel rasgado son,
de aquella amorosa plegaria,
de aquella canción solitaria
de monótonas pautas suplicando a la Luna,
canción nocturna
que volaba y volaba
y nunca se posaba,
notas de amor doliente a los pies de mi cuna;
tierna música digna del más radiante Sol...

     Ya lo ves, no era sordo, cántame con tu voz,
solamente tu voz...




Ángeles en Off, José Anguita Cervera.
Este escritor dará una conferencia 
en nuestro centro, el IES Fuente Alta
para celebrar 
Muchísimas gracias.

Ritmo de silencio para el 25N

Tod@s los que estuvimos en la concentración en contra de la violencia hacia la mujer, en la plaza de Algodonales, alrededor del proyecto de arte urbano "Zapatos Rojos" de Elina Chauvet, vivimos una gran experiencia, unidos para denunciar el horror y el miedo en el que viven y mueren tantas mujeres. 

(En el blog de la biblioteca se hace una especie de crónica de todo lo que pasó. También en el blog de coeducación y en el de recursos.)







El acto lo cerró Pilar Carretero, una bailaora que supo aunar todo lo que estábamos sintiendo y darle cauce de expresión a través de su zapateado. 

Un ritmo para el silencio y el dolor.

Gracias.

(No dispongo del vídeo entero si alguien me lo pudiera pasar sería estupendo-)


Vídeo y fotos cedidas por Manuel Santos