De Markus Zusak

"Otras veces, sólo por hace rabiar a Rosa, llevaba el instrumento a la cocina y tocaba durante el desayuno.
        El pan con mermelada de Hans se quedaba en el plato, serpenteado a mordiscos, mientras la música se reflejaba en la cara de Liesel. Sé que suena extraño, pero ella lo sentía así. La mano derecha del padre acariciaba las teclas de color hueso mientras la izquierda apretaba los botones. (A Liesel le gustaba sobre todo ver cómo apretaba el plateado, el animado: el do mayor.) La parte exterior del acordeón, que estaba rayada pero todavía era de un negro reluciente, iba y venía en un vaivén mientras los brazos estrujaban los polvorientos fuelles obligándolos a inhalar aire y soltarlo de nuevo. Esas mañanas en la cocina  Hans daba vida al acordeón. Supongo que, pensándolo bien, tiene sentido.
¿Cómo se sabe si algo está vivo?
Comprobando si respira."
de "La ladrona de libros"

"El poder de la música"

Observa las caras, el silencio que se genera alrededor de los músicos, la gente que se detiene a escuchar, a tararear, que se balancea, o a las niñas y niños que dirigen la orquesta, a los adultos que graban. La música tiene magia. Y la publicidad lo sabe.




¿Por qué un banco se haría publicidad aludiendo al poder de la música? Quizá porque pretende sugerir en el espectador la idea de que aún quedan valores en el hombre, de que sí que se puede confiar en los demás, y de que juntos podemos construir un mundo mejor.